Hay varias cosas que, para mí, son poco menos que dogmas. Estamos hablando evidéntemente de una moto de la cual no conozcas la historia ni conozcas personálmente a quién la vende, por lo tanto no sabes nada de ella, así que:
De lo que te prometan créete solo la mitad, y de esa mitad un 10 %, es decir, fíate solo del color que te dicen tiene la moto...
Del resto solo hay que tener las cosas un poco claras, y es que en motos de estos años, siempre hay algo que hacerles. Tampoco hay que olvidar que las motos que funcionan, es decir, que puedes oir, tocar, y probar, tienen un precio. Y las motos que no funcionan, pero te prometen que funcionaban de maravilla cuando fueron paradas, etc, etc... tienen otro precio mucho más bajo, y si no, que se ocupe el vendedor de demostrar que esa moto iba de maravilla, que se ocupe él de ponerla en marcha.
Personálmente no me gustan las motos inmaculadas de motor, salvo que conozca al propietario y sepa que si un motor está tan limpio es porque el dueño es muy curioso y no me está escondiendo fugas de aceite. Aunque esto tampoco suele ser muy problemático, cuestión de cambiar juntas y listos.
Por lo demás, no es muy distinto de lo que mirarías de cualquier moto:
- Luces y demás sistemas
- Holguras en la dirección (si los cojinetes están muy cascados verás que suele trabarse en el centro)
- Frenos
- Neumáticos (mirar fecha de fabricación por si están caducados aunque parezcan nuevos)
- Aspecto general.
Sobre el tema del aspecto, también vigila. Por experiencia propia, te puedo asegurar que sale mucho más caro tener la moto en buenas condiciones, que pintarla. Hay casos en los que por el precio de una pareja de amortiguadores nuevos, te pueden pintar la moto (generálmente de blanco, negro, o rojo) lo cual las convierte en algo así como una mierda con lacito; lo mismo que hay auténticos bodrios estéticos que funcionan como un reloj. Generálmente lo que importa es lo que no se vé.
Lo mejor, déjate guiar por tu intuición, y si te puede acompañar alguien de confianza que sepa, mejor.-