Muy buenas a los hermanados, a los hastiados de tanto yantar, a los manifestados en los Madriles y por descontado a los asusentes y perdidos en batallas varias.
Pues sí, tres viriles mosqueteros de la compañía salieron a rutear este último domingo y puesto que podría ser de interés y de acicate, para nuevas aventuras ruteriles, pues me vais a perdonar si aquí y ahora las narro.
Domingo radiante, como los anteriores, temperatura fantástica para rutear y el ábnimo exacerbado por el previsible éxito del evento. Ese fue el marco de partida, no se podía pedir más.
El lugar de la cita la gasolirea de Asland y la hora la propuesta de antemano, es decir, las diez y media.
Me falta relatar sobre los actores, los cuales, como ya he comentado, tan solo fueron tres, pero animosos a tope. por un lado nuestro buen amigo Jompar, por el otro el no menos carismático Manuel y por cerrar el triángulo, el que aqui suscribe.
Antes de comenzar el relato habré de decir, por ser de justicia que aquel lugar de cita, pese a no ser del total grado de Manolo, era un hervidero de motos, muchas de ellas hermanas de las nuestras.
Antes de emprender la marcha estuvimos esperando un rato, por si algún miembro más se incorporaba a nuestras uestes, pero la espera fue valdía.
Carretera y manta, que por cierto, tras un ligero contraste de pareceres y opiniones, fue aceptada por "ámplio" concenso. Decidimos tirar para Almadén, la patria del hidralgesium.
Salida por la vía antigua del Muriano, en donde desde el primer momento Jompar y Manuel demostraron su supremasía curveril sobre mí. Pero mejor que peor, y a duras penas (seamos sinceros), conseguí no quedarme demasiado rezagado. despues la nacional de Badajoz y el desvio para Alcaracejos. Curvitas rápidas alternadas por otras no tanto, pero que se hacían de forma deliciosa y disfrutando a tope de cada rincón. De vez en cuando alguna recta indiscreta se aenturaba en nuestro horizonte, pero pronto era devorada por los res centauros para dar paso a otras series de sectores recurvados.
Pasamos Alcaracejos, en donde la cabeza, que hasta el momento había sido liderada por Manuel, fue tomada por Jompar.
Curvas y más curvas, algunas algo puñeterillas, pero tomadas a un ritmo bastante alegre (que conste que hablo por mí mismo).
Al final llegamos a Almadén, nos paramos en el centro del pueblo, eso sí subidos en un aplaza pública y justo enfrente de la comisaria de la policía municipal. cafetito de rigor, cervecitas sin alcohol por otros bandos y vuelta a Córdoba por el mismo camino. Pensamos por un momento volver por Pamplona, pero ya íbamos algo justos de tiempo y no era cosa de demorarnos en demasía.
Bueno, ya no me enrrollo más, pero si le pediría a Manuel que colgase la fotos que tomó durante el viaje, por lo visto sacó, en vuelo, unos "gorriones mu gordos".

Bueno, pues hasta pronto camaradas de fatigas.
Un saludo.
Juan Luis
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