Pingu
Curveando
De algunos es sabido que he pasado una parte de mi vida motera por esos montes de Dios haciendo el cafre con la moto -aunque respetando la naturaleza, que he visto cada terrorista que da miedo-. En realidad mis primeros pinitos fueron más dulces, aprendiendo lo básico e investigando cosas en Vespino y Vespa, para luego pasarme a motos más embarradas: mi querida Sherpa, la Cagiva 350 trail, mi YTZ250 y la Jabuguita (KLR650) que tanto echo de menos :'(.
Fueron años de aprendizaje de cosas que no sabía y que fueron pilares fundamentales para ir por asfalto desde entonces. Salir a hacer enduro con una trail con ruedas de tacos acompañado de un amigo que había sido campeón de Enduro en Valencia 2 años seguidos me hizo aprender muchos trucos, muchas técnicas y correr más por tierra de lo que jamás hubiera imaginado. Al principio no había forma de seguirle, pero poco a poco pudimos ir juntos a buen ritmo y dejar atrás a muchos de los que, meses atrás, me parecían unos figuras. Nada como ponerle empeño
El caso es que un día cambié a moto de carretera. Un insensato quería comprarme mi KLR y la oferta fue tan buena que no podía negarme. A cambio me quedé la CBR600 de un amigo. Me costó horrores dejar de sacar la pierna en las curvas y recuerdo que lo que más me impresionó no fueron los cv de diferencia, sino la brutal frenada. Allí cambiaban muchas cosas que para mí eran de otra manera, como que el freno delantero es una buena cosa.
Evidentemente con unos estribos tan retrasados y menor altura al suelo lo de sacar la pierna tuve que ir dejándomelo, pero hubo cosas que se quedaron muy grabadas en mi forma de conducir, entre ellas lo de jugar en el filo de la tracción en las curvas, usar bastante el freno trasero para lo que se estilaba en mis nuevos amigos de motos de carretera y no tener miedo a alguna que otra derrapada. Pronto las "alguna que otra" fueron alguna más, pero éso ya es otra historia.
A lo que voy, que me enredo. El caso es que descubrí que mi aprendizaje en campo fue mucho más productivo de lo que jamás pude imaginar. Al principio no lo sabía porque salía solo, pero con el tiempo y saliendo con amigos de moto de carretera de toda la vida me dí cuenta de que no me costaba nada ir a su ritmo e incluso por encima. Y lo más gracioso: siempre con ruedas duras. Supongo que el haber hecho campo te obliga a tener una conducción más fina y fluída para no caer, aunque realmente parezca muy brusca la conducción offroad por las derrapadas y saltos. Hacer brusquedades te manda a besar los romeros antes de lo que te crees y todas esas derrapadas no son sino un baile con la moto sobre un firme aleatoriamente inestable con un agarre más que precario. Cuando todo lo aprendido lo puedes aplicar sobre el noble asfalto, la sensación de control es bastante alta y la dosificación de los mandos encuentra rápido un equilibrio entre tracción y pérdida de tracción pudiendo apurar algo más cada tumbada, cada aceleración, cada frenada.
Cuando hablamos de conducción en este foro, enseguida noto que, mayoritariamente, los defensores del uso del freno trasero son gente que viene del campo (campesinos y labradores básicamente) y que tienen como útiles los recursos que los de toda la vida en carretera no quieren usar ni en sueños. En fin, que hacer campo es toda una escuela para aprender muchas cosas importantes de la conducción sin arriesgar mucho por la velocidad. Has de tener en cuenta que hacer offroad es sinónimo de caerse más de una vez, pero casi siempre son caídas leves con daños mínimos para piloto y moto. Una moto espartana y equipación adecuada hacen el resto. Para mí ha sido un lujo haber podido aprender en campo y poder disfrutar de la moto mucho más allá de lo que veo que hacen la mayoría de los que no han hecho campo. Cuando a ellos se les va un poco la rueda, van a poner una rueda más blanda. Cuando se me va a mí ... empieza la diversión!!
Fueron años de aprendizaje de cosas que no sabía y que fueron pilares fundamentales para ir por asfalto desde entonces. Salir a hacer enduro con una trail con ruedas de tacos acompañado de un amigo que había sido campeón de Enduro en Valencia 2 años seguidos me hizo aprender muchos trucos, muchas técnicas y correr más por tierra de lo que jamás hubiera imaginado. Al principio no había forma de seguirle, pero poco a poco pudimos ir juntos a buen ritmo y dejar atrás a muchos de los que, meses atrás, me parecían unos figuras. Nada como ponerle empeño

El caso es que un día cambié a moto de carretera. Un insensato quería comprarme mi KLR y la oferta fue tan buena que no podía negarme. A cambio me quedé la CBR600 de un amigo. Me costó horrores dejar de sacar la pierna en las curvas y recuerdo que lo que más me impresionó no fueron los cv de diferencia, sino la brutal frenada. Allí cambiaban muchas cosas que para mí eran de otra manera, como que el freno delantero es una buena cosa.
Evidentemente con unos estribos tan retrasados y menor altura al suelo lo de sacar la pierna tuve que ir dejándomelo, pero hubo cosas que se quedaron muy grabadas en mi forma de conducir, entre ellas lo de jugar en el filo de la tracción en las curvas, usar bastante el freno trasero para lo que se estilaba en mis nuevos amigos de motos de carretera y no tener miedo a alguna que otra derrapada. Pronto las "alguna que otra" fueron alguna más, pero éso ya es otra historia.
A lo que voy, que me enredo. El caso es que descubrí que mi aprendizaje en campo fue mucho más productivo de lo que jamás pude imaginar. Al principio no lo sabía porque salía solo, pero con el tiempo y saliendo con amigos de moto de carretera de toda la vida me dí cuenta de que no me costaba nada ir a su ritmo e incluso por encima. Y lo más gracioso: siempre con ruedas duras. Supongo que el haber hecho campo te obliga a tener una conducción más fina y fluída para no caer, aunque realmente parezca muy brusca la conducción offroad por las derrapadas y saltos. Hacer brusquedades te manda a besar los romeros antes de lo que te crees y todas esas derrapadas no son sino un baile con la moto sobre un firme aleatoriamente inestable con un agarre más que precario. Cuando todo lo aprendido lo puedes aplicar sobre el noble asfalto, la sensación de control es bastante alta y la dosificación de los mandos encuentra rápido un equilibrio entre tracción y pérdida de tracción pudiendo apurar algo más cada tumbada, cada aceleración, cada frenada.
Cuando hablamos de conducción en este foro, enseguida noto que, mayoritariamente, los defensores del uso del freno trasero son gente que viene del campo (campesinos y labradores básicamente) y que tienen como útiles los recursos que los de toda la vida en carretera no quieren usar ni en sueños. En fin, que hacer campo es toda una escuela para aprender muchas cosas importantes de la conducción sin arriesgar mucho por la velocidad. Has de tener en cuenta que hacer offroad es sinónimo de caerse más de una vez, pero casi siempre son caídas leves con daños mínimos para piloto y moto. Una moto espartana y equipación adecuada hacen el resto. Para mí ha sido un lujo haber podido aprender en campo y poder disfrutar de la moto mucho más allá de lo que veo que hacen la mayoría de los que no han hecho campo. Cuando a ellos se les va un poco la rueda, van a poner una rueda más blanda. Cuando se me va a mí ... empieza la diversión!!