Las Autonómicas son dificitarias, pero, como siempre es por la mala gestión. Además, un vehçiculo cultural y de entretenimiento no mide su rentabilidad como lo debe de hacer una fábrica de coches.
Cuando una empresa pública falla, nos acordamos y nos viene a la cabeza los empleados que no supieron reciclarse con estudios complementarios que les permitiesen estar al día. Eso, entre otras mil cosas es lo que ha pasado en Canal 9, donde hay o mejor, había opreradores de vídeo que podían tocar el ratón de un editor de vídeo basado en orenadores porque el el convenio de operadores en su párrafo xxx les decía que si plin. Se ha dado el caso de gente que les ficahaba sus compañeros y no iban por Canal 9.... En fin, un desastre.
Lo que no logro entender es qué hacán los directores, ¿dónde estaba el plan director, el control de recursos humanos? En definitiva, ¿Dónde cojones estaban los directivos? Porque en mi empresa privada eso no se permite ni de coña, y el control es rigurosísimo.
Se deja caer la empresa pública, la que sea, para a renglón seguido recibir un auténtico bombardeo en casa de empresas privadas que te oferecen servicios de calidad. No os cuento la cantidad de publicidad que estoy recibiendo de empresas de salud.
Si todos fuésemos conscienets de cómo funciona el cotarro, los sindicatos no permitirían que las plantillas de las empresas públicas, como lo fue Canal 9 crezcan al amparo de recoger a familiares y amigos de tal o cual partido. Los sindicatos motivarían a los trabajadores para que estudiasen y se reciclasen en las nuevas tecnologías y así Canal9 siempre necesitase técnicos tan profesionales como ellos.
Pero, NO. Ni los directivos, ni los sindicatos, ni los propios trabajadores han hecho sus deberes. Eso sí, ya sabemos quién paga el pato y quién se va de rositas con los bolsillos llenos.