D
Dr._Infierno
Invitado
Es difícil, si no se es matemático o físico, entender la teoría de la relatividad de Einstein: el tiempo como la cuarta dimensión en un sistema donde las tres primeras son referencias geométricas de ubicación espacial.
Por otro lado, resulta sorprendente que no se haya adjudicado al tiempo un lugar fehaciente en el Olimpo de los sentidos. Tras los cinco elementales, vienen los exotéricos entre los que el sexto sentido es el más asequible a nuestras entendederas. ¿Pero donde colocamos nuestro sentido del tiempo?
Pensareis que las vacaciones no me han venido muy bien y que estoy ya delirando.... efectivamente, el calor me trastorna mucho, pero no tanto como para llegar a la locura. Me explico:
Cuando un piloto en movimiento se aproxima a una curva, tiene que levantar en su mente la imagen tridimensional de un espacio en el está incluido su situación actual y la situación del punto en el que va a empezar a tumbar; la distancia que separa ambos puntos y el TIEMPO de que dispone para reducir la velocidad hasta adecuarla a la del ataque a la curva. Aquí entra en juego su sentido del tiempo. ¿Fácil? Si la velocidad es moderada, sin duda. Pero en conducción deportiva, el sentido del tiempo alcanza una preeminencia inusitada. Si el piloto no ha madurado con experiencia y trabajo su sentido del tiempo, no lo conseguirá.
El sentido del tiempo necesita ser desarrollado, es decir, maduración. Le sucede igual que a otros sentidos más corporales y prosaicos. Por ejemplo el del gusto. El paladar de un bebé es muy limitado. Durante la niñez y juventud va madurando... aunque no todos lo consiguen y entre los adultos seguimos encontrando personas que se quedaron ancladas en esta evolución y no son capaces de apreciar las sutilezas de muchos manjares.
¿Cuando necesita nuestro sentido del tiempo, su máxima maduración? Sin duda en conducción deportiva y justo en los primeros metros del ataque a una curva. Metros de gas cerrado en los que la velocidad se termina de ajustar con retención de motor de una forma milimétrica... porque el tiempo de que se dispone es muy corto y precisa de una valoración extremadamente precisa. Si el piloto se queda corto, obtendrá un paso por curva lento. Si se ha equivocado y precisa de más tiempo para alcanzar la velocidad correcta, se saldrá de la curva. Su sentido del tiempo está a prueba en un filo de la navaja. ¿A que ahora entendemos algo más la puñetera teoría del espacio-tiempo de Einstein? ;D ;D ;D
Por otro lado, resulta sorprendente que no se haya adjudicado al tiempo un lugar fehaciente en el Olimpo de los sentidos. Tras los cinco elementales, vienen los exotéricos entre los que el sexto sentido es el más asequible a nuestras entendederas. ¿Pero donde colocamos nuestro sentido del tiempo?
Pensareis que las vacaciones no me han venido muy bien y que estoy ya delirando.... efectivamente, el calor me trastorna mucho, pero no tanto como para llegar a la locura. Me explico:
Cuando un piloto en movimiento se aproxima a una curva, tiene que levantar en su mente la imagen tridimensional de un espacio en el está incluido su situación actual y la situación del punto en el que va a empezar a tumbar; la distancia que separa ambos puntos y el TIEMPO de que dispone para reducir la velocidad hasta adecuarla a la del ataque a la curva. Aquí entra en juego su sentido del tiempo. ¿Fácil? Si la velocidad es moderada, sin duda. Pero en conducción deportiva, el sentido del tiempo alcanza una preeminencia inusitada. Si el piloto no ha madurado con experiencia y trabajo su sentido del tiempo, no lo conseguirá.
El sentido del tiempo necesita ser desarrollado, es decir, maduración. Le sucede igual que a otros sentidos más corporales y prosaicos. Por ejemplo el del gusto. El paladar de un bebé es muy limitado. Durante la niñez y juventud va madurando... aunque no todos lo consiguen y entre los adultos seguimos encontrando personas que se quedaron ancladas en esta evolución y no son capaces de apreciar las sutilezas de muchos manjares.
¿Cuando necesita nuestro sentido del tiempo, su máxima maduración? Sin duda en conducción deportiva y justo en los primeros metros del ataque a una curva. Metros de gas cerrado en los que la velocidad se termina de ajustar con retención de motor de una forma milimétrica... porque el tiempo de que se dispone es muy corto y precisa de una valoración extremadamente precisa. Si el piloto se queda corto, obtendrá un paso por curva lento. Si se ha equivocado y precisa de más tiempo para alcanzar la velocidad correcta, se saldrá de la curva. Su sentido del tiempo está a prueba en un filo de la navaja. ¿A que ahora entendemos algo más la puñetera teoría del espacio-tiempo de Einstein? ;D ;D ;D