Ojo que después están esos que no saben donde van, donde se para, donde se come y a los 70 km ya van sin gasolina. Y claro si no los llevas de la mano se cabrean.
En una que organicé preparé mapas con la explicación de la ruta, todos los pueblos por los que pasábamos, nombre de las carreteras, lugares de almuerzo y comida, gasolineras donde repostar... todo. Por culpa del mal tiempo tardé mucho en hacer toda la ruta, pero al comprobarla completa con otro compañero, decidimos quitar un tramo sin mucho interés curveril y
arriesgarnos sustituyéndolo por un tramo que no hicimos, pero comprobado por teléfono, es decir, que alguien nos dijo que pasaba por ahí todas las semanas y era viable. Error. Eran unos pocos kms malos -vale, muy malos, pero pocos-, pero el tramo justo anterior valía mucho la pena. Llevando yo una CBR1000 tampoco me pareció intransitable como alguno dijo.
Repartí los mapas en la cena del viernes para hacer la ruta el sábado. Al levantarnos de cenar se quedaron muchos mapas en la mesa. Los recogí para repartirlos de nuevo al día siguiente. Por la mañana recordé que los mapas son por si alguien se pierde, a lo que algunos contestaron que ellos no iban a perder el grupo, porque algunos también se dejaron el mapa en la habitación, como si fuera un recuerdo o un certificado de asistencia. Ok, espero que no os perdáis y que todos seáis responsables de que os siga el de detrás para que no se rompa el grupo, algo que siempre se dice y casi nunca se hace.
Que si quieres arroz, Catalina. Un porrazo en las primeras de cambio provocó una rotura de grupo a primera hora de la mañana. Con 27 motos (si no recuerdo mal) en fila india en una carretera ratonera y boscosa, es imposible que el roadleader vea el final del grupo y lo lógico es que no pare mientras vea a 10 ó 15 motos apareciendo en su retrovisor, así que cuando se cae el cuarto por la cola y el quinto se va tan pancho detrás del grupo, se lía parda. Tardé decenas de kms en llegar a una recta lo suficientemente larga para darme cuenta de que faltaban motos, pues la carretera no daba lugar a errores y no hizo falta reagrupar porque antes del único cruce uno iba muy lento en ese tramo y venían todos (o eso creía yo) en pelotón. La primera en la frente, por no contar motos y por confiar en que todos iban a respetar la regla de no perder al que le sigue. A mitad de contar motos hubo algunos que adelantaron al grupo sin parar y siguieron correctamente por la ruta, con lo que seguimos dejando atrás a la moto accidentada y las tres motos que se quedaron con él. Así que casi 50kms después me tocó volver, pues no había cobertura y nos cruzábamos llamadas perdidas. Entre retroceder hasta donde estaba el accidente y reagruparnos, me hice como 100kms más y llegué a las sobras del almuerzo con las 3 motos que se quedaron con el accidentado. Se recalcó que no se puede dejar de ver al que te sigue como momento crítico del porqué se rompió el grupo en el momento del accidente. Otra vez lo de Catalina y su arroz. Por un oído entra y por el otro sale. Poco después dos tazas más de grupo roto.
Hubo gente que cuando empezó el tramo malo pensaron que por ahí no podía ser, pararon y no sabían cuál sería el siguiente pueblo (por no llevar el dichoso mapa), nadie les echó en falta y se perdieron durante muchísimo rato porque ni siquiera podían preguntar hacia dónde ir, porque no lo sabían ¿para qué serviría el puto mapa?. Evidentemente se rompió el grupo, nuevamente nadie esperó al de atrás, unos esperando, otros retrocediendo, otros en otro cruce, otros por otra carretera... y al final todos tarde también a comer.
Al reunirnos por fin todos en el lugar de la comida hubo uno que se puso especialmente desagradable nada más verme. Precisamente uno que se apuntó fuera de plazo el día antes, que forzó su presencia en el grupo diciendo que las carreteras eran de todos y que si quería ir, iría, que además de desoír las indicaciones de la noche anterior, no llevar mapa, adelantar al roadleader –que era yo- y zumbar rompiendo el grupo a la que había carretera rápida sin importarle si venía alguien detrás, además estrenaba moto y el tramo malo le cabreó más que al resto. En fin, que siempre hay alguien que da la nota y ese día fue él. Son reuniones de amigos y como tales creo que debemos de tratarnos, respetarnos y valorar el esfuerzo. No siempre sale todo bien y es cierto, algunas cosas son fallos de los organizadores, pero otras no. Que se rompa el grupo es culpa del que no respeta la norma de parar si no le sigue otra moto, y curiosamente ese nunca confiesa y en una misma ruta ocurrió 2 veces. Afortunadamente hay quien ve claramente la desproporción de las quejas y arropa al roadleader, organizador o quien haya tomado el mando que, además de sentirse culpable de que todo no salga perfecto, se lleva a veces unas broncas alucinantes que quitan las ganas de organizar nada más.
A lo que voy es que muchos se pasan el día buscando y apuntándose a rutas organizadas por internet y podían pasarse el día intentando parir una ruta, organizarla ellos mismos para hacerla con amigos y compensar ese esfuerzo con la satisfacción de compartir el resultado en buena armonía. Sin embargo les viene mucho mejor encontrárselo todo hecho y luego poner a parir a quien lo organice si algo no les gusta.