Juan Xixon
Arrancando
Inválidos
Por Pedro de Silva.
¿Eres inválido, papi?, pregunta fingiendo ingenuidad una jovencita a su padre, después de aparcar éste sobre una señal de reserva para impedidos. Como es un episodio cazado al vuelo, sin dejar de andar, no logro pillar la respuesta de «papi», pero la correcta sería que, en efecto, es inválido, aunque no físico, sino psíquico. Una pequeña invalidez, si se quiere, y superable con un sencillo tratamiento: basta ponerse por un momento en la situación de un inválido que encuentra la plaza ocupada, y ha de irse a otra parte, o iniciar el vía crucis de costumbre (avisar a los municipales, esperar que llegue la grúa, etcétera). Puesto en ese lugar, lo probable es que «papi» quedase curado, y no volviera a hacerlo, o al menos podemos darle el beneficio de la duda; aunque también se dan casos de inválidos morales severos: esas personas para las que los demás no cuentan, y un inválido menos aún. A veces, buenos padres de familia.
Por Pedro de Silva.
¿Eres inválido, papi?, pregunta fingiendo ingenuidad una jovencita a su padre, después de aparcar éste sobre una señal de reserva para impedidos. Como es un episodio cazado al vuelo, sin dejar de andar, no logro pillar la respuesta de «papi», pero la correcta sería que, en efecto, es inválido, aunque no físico, sino psíquico. Una pequeña invalidez, si se quiere, y superable con un sencillo tratamiento: basta ponerse por un momento en la situación de un inválido que encuentra la plaza ocupada, y ha de irse a otra parte, o iniciar el vía crucis de costumbre (avisar a los municipales, esperar que llegue la grúa, etcétera). Puesto en ese lugar, lo probable es que «papi» quedase curado, y no volviera a hacerlo, o al menos podemos darle el beneficio de la duda; aunque también se dan casos de inválidos morales severos: esas personas para las que los demás no cuentan, y un inválido menos aún. A veces, buenos padres de familia.