fernando-arousano
Acelerando
Hola a todos, os dejo por aqui esta crónica para el que le interese leerla y por si os vale de algo. No la puedo colgar en el blog porque es demasiado grande.
Un abrazo.
EUROPA MEDIEVAL (Francia y Bélgica) - Desafío: Brujas.
Prologo.-
Hace algunos meses, haya por el mes de Enero de 2010, empezamos varias personas a preparar este viaje por Europa, al final por una serie de circunstancias, solo pudimos ir cuatro; Magda, María, Carlos y yo, ya que a Sonia y Eulalio, no le coincidían las vacaciones con las nuestras por trabajo y sinceramente, los echamos de menos.
Todos los buenos viajes, aunque durasen una eternidad, siempre sería muy poco, porque...... cuando disfrutas algo tan intensamente como hemos disfrutado nosotros de este, la eternidad se reduce a cuatro segundos.
Este viaje fue largo e intenso, ya que visitamos muchos lugares, monumentos y ciudades de varios países (España: León, Burgos, Irún. Francia: La Rochelle, Roz sur Cuesnon, Pontorson, Mont Saint Michel, Calais, París, Tours, Saubusse. Bélgica: Brujas, Gante, Bruselas).
Seguramente en Europa habrá infinidad de ciudades y monumentos medievales, pero las que nosotros vimos merecieron mucho la pena, por eso esta ruta iba enfocada un poco hacia ellas y a Brujas como ciudad representativa.
En una “Aprilia ETV 1000 Caponord” y en una “Suzuki DR 650 Vstrom”, nos recorrimos unos 4.700 Km. en moto, 30 Km. en bicicleta y ¿---? Km. a pie, ya ni los cuento, porque fueron muchísimos, pero.......... todo ello, pienso que para los cuatro mereció mucho la pena, aun a pesar de algunos incidentes e inclemencias que tuvimos por el camino y como no... de algunas cosas y sucesos sorprendentes (siempre las hay en todos los viajes) de las cuales ya me haré eco en estos días.
Fueron 10+1 días y 9+1 noches (nosotros hicimos de regreso a casa una un dia más que Carlos y Magda) trepidantes e incluso alguna etapa, al límite de nuestras fuerzas, pero al final todo resultó bien y son experiencias que te quedan para siempre.
Nos pasó un poco de todo, hasta perdernos alguna vez, pero... esto nos motivaba más, ya que para nosotros, el verdadero viaje-aventura empieza cuando te pierdes.
Y ya antes de empezar la crónica, diré que...
Este viaje ha sido alucinante y maravilloso, porque.... hemos salido y llegado a casa sin ningún percance grave, después de tantos Kilómetros.
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================================================== ================================================== ==
*Este mapita está hecho un poco "a prisa", pero más o menos esta fue la ruta que hicimos...
......NOTA..- por un problema con la web donde tenia colgadas las fotos, estas no salen, lo siento...
(VIDEO AL FINAL DE LA CRONICA)
1ª ETAPA: VILAGARCIA--BURGOS--IRUN.-
Nos levantamos temprano, ya que teníamos por delante 800 km. hasta Irún, y necesitábamos el tiempo. Por mis cuentas, esta iba a ser la etapa más larga, pero no fue así, debido a circunstancias excepcionales, que ya contaré, en una etapa hicimos casi 1.000 km.
Moto lista, con maletas laterales (33 l.) repletas y a reventar, bolsa sobre depósito con móviles, cargadores, prismáticos etc. etc. etc., y baúl trasero (55 l.), casi vacío, ya que así en las paradas podríamos dejar los cascos y cazadoras e ir más cómodos andando a conocer sitios.
Carlos y Magda, ídem de lo mismo, laterales hasta los topes, aunque con 43 l. cada una y baúl (55 l.) casi vacío.
Habíamos quedado con ellos en Burgos, ya que venían de Salamanca y desde allí partiríamos las dos motos juntas hasta Irún, donde acabaría la primera etapa.
Sobre la 13:30 h. nos reuníamos con Carlos en Burgos para comer, el viaje muy bueno, velocidades legales entre 100 – 150 km/h, casi todo el rato por autovía y autopista, considerando que para hacer muchos kilómetros lo mejor es así, ya que uno llega más descansado. El viaje transcurrió bien, aunque con demasiado calor, la ola de calor de estos días nos estaba fastidiando un poco, ya que aunque no lleves forro en los pantalones y cazadora, sufres igual.
Está claro que para hacer grandes viajes en moto, la mejor época es la primavera.
Cuando llegamos a Burgos, ya llevábamos hechos unos 570 Km. y Carlos y Magda 240 Km desde Salamanca, y después de comer, todavía nos quedarian unos 240 hasta Irun.
Nos movimos por el centro de la ciudad, admirando su zona vieja y su catedral, el día estaba muy bueno, y había mucho ambiente “giri” por la zona y como no, muchos japoneses sacando fotos.
Y... aunque dijimos que...... el primer día comeríamos de bocata, al final lo hicimos en un restaurante con las mesas de la calle de la zona vieja, y la verdad es que comimos muy bien y a buen precio.
Para no andar con historias raras de... “paga tu..., no pago yo, no paga tu, no ya pago yo...”, decidimos que lo mejor sería hacer un bote y así pagaríamos todos los gastos comunes con él, y así fue.
Ya relajaditos por la tarde y después de admirar la zona monumental de Burgos, tomamos rumbo hacia Irún, ésta sería una ciudad casi de paso en nuestra ruta hacia Europa, aunque por la tarde noche, salimos a dar un paseo por su famosa “zona de tapas”, para luego ir a descansar al hotel.
En Irún pasaríamos la primera noche, para coger fuerzas y lanzarnos a la conquista de Francia y Bélgica.
*Burgos: Las motos bien aparcadicas, en la acera como es menester, nada más llegar y antes de visitar la zona monumental de la ciudad...
*Burgos: Puerta de entrada a la ciudad...
*Burgos: plaza de la catedral...
*Burgos: ahí comimos las lentejas medievales...
*Irún: Así dejamos en la puerta del hotel aparcadas las motos, bien cerraditas....
...................
.................................
............................................
.................................................. ....
2ª ETAPA: IRUN--LA ROCHELLE.-
Madrugamos un poquillo y ya descansados y desayunados, partimos hacia La Rochelle sobre las 9,15 h.
Yo llevaba dos “Gps”, por si alguno se rompía, con la ruta predefinida, y Carlos el “mapadetodalavida” que había comprado unos días antes y gracias al cual salimos de algún que otro embrollo y pérdidas por los senderos galos.
La ruta hasta La Rochelle fue buena, pasamos por la gran ciudad de Bourdeaux, impresionante la altura de los puentes que surcan el rio que la rodea.
Llegamos a la Rochelle sobre la hora de comer, esta vez habíamos hecho sobre 410 km. sin ningún problema, aunque bastante tráfico, salvo en los últimos 100 km.
Esta ciudad es famosa por su puerto viejo, precioso y fastuoso, digno de una tarjeta postal, preferido por corsarios y piratas, custodiado por la torre de Chaine y la torre de Saint Nicolás, desde estas dos torres levantaban una cadena para que los barcos no pasasen al interior del puerto. Este puerto ha inspirado a numerosos artistas y pintores.
Pues nada... Llegamos bien al Hotel Altica, pero cuando aparcamos y para nuestra sorpresa... El Hotel estaba con la puerta cerrada, escuche a alguien decir... “¡¡¡ Hostia que fuuuerte !!!. Si era muy fuerte, porque no habrían hasta las cinco de la tarde, salvo que tuvieses un código para poner en la puerta y entrar.
¡¡¡“Meecagguuuenttooo lo que se meneaaa, esto no pasa en España”!!!,
joood... con lo cansados que venimos de la ruta, nos apetecia tumbarnos un ratillo antes de salir a patear por La Rochelle y... nadie en el Hotel y nosotros probando cuarenta claves distintas en los pitorros que había en la puerta, pero ésta no se habría, alguien sugirió.... ¿y si le damos un empujoncito con la pierna?, pero bueno la cosa se calmó un poco y decidimos dejar las cazadoras y cascos en la moto e ir a comer y a patear por la zona vieja hasta la apertura del Hotel o nos cansásemos.
La verdad es que creo que esta ciudad nos encantó a todos, pateamos por la zona vieja, tiene infinidad de edificios medievales y algunos de ellos con soportales para evitar la lluvia como en Santiago.
Este puerto fue muy importante en la Segunda Guerra Mundial porque era una base de submarinos alemanas, de los famosos “U-boot”, que tanto daño hicieron a la marina aliada.
Subimos a las dos torres del puerto, bueno mejor dicho a las tres que hay, y la verdad es que hay una vista preciosa.
Sacamos infinidad de fotos, aunque estábamos vestidos de romanos y un poco sudados del viaje, hacía un sol radiante y mucho calor.
Ya habíamos visitado gran parte de la ciudad, sobre las 19 h., decidimos ir al Hotel a ducharnos, cambiarnos y salir a cenar y a disfrutar de las maravillosas terrazas del puerto, y así lo hicimos.
En la zona había infinidad de motos aparcadas y de muchos tipos y muchas de ellas tuneadas.
Aunque los precios no son los mismos que en España, buscamos una terracita para cenar a un precio asequible.
Al acabar, nos fuimos paseando por el puerto viejo y a lo lejos vimos una actuación de un grupo llamado “Los piratas de La Rochelle”, lo hacian de maravilla y allí estuvimos bastante tiempo de fiesta y baile hasta acabar la actuación.
Sobre la 1,30 h nos fuimos para el Hotel, y aunque nos mosqueamos cuando llegamos, ya que estaba cerrado, luego el trato fue muy agradable y el Hotel estaba muy bien.
Por la noche, antes de acostarnos, lo que siempre hacíamos era engrasar las cadenas de las motos, para salir al día siguiente ya listos y dispuestos, sin tener que hacerlo.
Pues esta fue la crónica de la segunda etapa, con el grato recuerdo del concierto de “Los Piratas”, y la sorprendente y emocionante ciudad de La Rochelle.
*La Rochelle: parte exterior del puerto...
*La Rochelle: zona portuaria...
*La Rochelle: barco museo...
*La Rochelle: precioso el puerto desde lo alto de una torre...
*La Rochelle: Carlos en una de las torres descansando tran el viaje...
*La rochelle: puerto...
*La Rochelle: vistas desde una de las torres...
*La Rochelle: Unos corsarios peleando en sus calles...
*La Rochelle: en los alrededores del puerto...
*La Rochelle: los caballeros y damas medievales también tenían sus retorcijones...
*La Rochelle: vistas desde una de las torres...
*La Rochelle: Motomaceta, en una de sus calles...
*La Rochelle: Moto tuneada, aparcada cerca del puerto, flipante...
*La Rochelle: nuestras motos en una plaza del centro, antes de irnos al hotel...
*La Rochelle: foto nocturna del puerto...
*La Rochelle: fiesta nocturna e improvisada...
*La Rochelle: el Hotel Altica con claves raras en las puertas...
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........................
3ª ETAPA: LA ROCHELLE-MONT SAINT MICHEL.-
Nos levantamos y desayunamos en una cafetería cerca del hotel, ya que en este nos querían cobrar por 5,00 € por cabeza y desayunamos por la mitad.
Esta sería una de las rutas más tranquilas y relajadas, ya que "sólo" teníamos por delante 327 km. hasta Mont Saint Michell.
Planificamos la ruta a seguir el día anterior, ya que del rutómetro que habíamos hecho antes de salir de viaje, hubo que modificar algunos trazados de carreteras.
El hotel lo teníamos en el pueblo de Roz Sur Cuesnon, a unos 8 km. de M.S. Michel, ya que dormir ahí nos salía carísimo.
Llegamos sobre la 13:30 h. al Hotel. Este también era un restaurante de prestigio, ya que tenía menús variados y de la “nouveau cousine”. Las habitaciones estaban bien, sin más, pero cómodas para descansar y recuperarse de la ruta.
Una vez que nos cambiamos y nos relajamos un ratillo, salimos hacia la abadía de M.S. Michell y en 15 minutos estábamos allí.
Precioso, maravilloso, grandioso, impresionante, todos los adjetivos parecen pocos para definir este monumento, así es el más visitado de Francia.
Situado en un promontorio rocoso en el estuario del río Couesnon, debe su nombre al culto del arcángel San Miguel.
Este río divide las zonas entre Normandía y la Bretaña francesa, y la abadía está en Normandía.
La arquitectura prodigiosa y la bahía hacen de este monumento, el primero de Francia por visitantes, según una guía local, más visitado que la propia Torre Eifiel. Desde el año 1979 es patrimonio mundial de la UNESCO.
Ya me habia dicho mi amiga Lourdes lo bonito que era, pero hasta que lo ves en directo, no te das cuenta.
Aparcamos las motos en un parking en las cercanías, exactamente en el espigón que llega hasta la villa y nos cobraron 1,50 €, había leído en algún foro que si decías que ibas a dormir en hotel de la abadía, te dejaban aparcar gratis; Carlos se lo dijo al vigilante del parking, pero este... no tragó y tuvimos que pagar como “tookiski”
Subimos hacia la Abadía y ufff.... creo que nunca subí tantas escaleras juntas, llegamos todos hechos polvo arriba, yo más, ya que tengo una lesión en el pié izquierdo que todavía no me ha curado, bueno el único fresco era Carlos, que decía... pero,,, ¿ya no hay más escaleras que subir?.
Al final del túnel vimos la luz, ya que, una avezada y guapetona guía local estaba esperando por nosotros para llevarnos de ruta turística por la abadía y fortaleza, y por fin alguien nos hablaba en castellano, durante casi dos horas nos estuvo explicando la historia y las leyendas de la Abadía y realmente quedamos alucinados.
La bahía tiene algo raro y singular, ya que la marea sube en una hora más de veinte kilómetros. Los que vivimos en el Atlántico estamos acostumbrados a ver subir la marea durante varios horas, pero lo de la bahía de Mont Saint Michell era único, ya que es un sitio extremadamente plano y la marea sube y baja en un... “ya”.
En 1943, los nazis estuvieron a punto de fastidiarla, porque querían instalar un radar en la Abadía para controlar los movimientos de los barcos aliados en el Canal de la Mancha, pero al final desistieron porque, aunque era muy alto, quedaba demasiado alejado de la costa.
Bueno pues... ya de bajada de la Abadía, nos paramos a tomarnos algo en el pueblo, precioso por cierto, ya que no habíamos comido.
Y después de varias horas por allí, decidimos ir al Hotel a descansar un rato y bajaríamos a cenar a Pontorson (pueblo más cercano a la Abadía) y venir a sacar unas fotos por la noche, ya que estaría todo iluminado y sería alucinante verlo y sacar fotos.
Y así lo hicimos, sobre las 21:00 h partimos hacia la Abadía para contemplarla de noche y sacar algunas fotillos.
Luego nos fuimos a cenar a Pontorson. Este pueblo era precioso, todas sus calles limpias, sus casas muy bien arregladas, sus calles y sus paseos llenos de flores, la verdad es que la tenían muy cuidada.
Nos fuimos a dormir sobre las 12:00 h. ya que al día siguiente tendríamos que recorrer unos 585 km. hasta Brujas y la verdad es que... nunca me imagine que iba a ser una de las etapas más duras y peligrosas del viaje.
*M. S. Michell: preciosa foto desde la moto, antes de aparcar...
*M.S. Michell: aparcando las motos antes de subir a la Abadía...
*M.S. Michell: puerta de entrada, con sus cadenas y tóo...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: Preciosa extructura medieval en el interior...
*M.S. Michell: Paseando por el pueblo, chupachups en ristre...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: que bonica que táa...
*M.S. Michell: a nuestros pies, bueno... en nuestras cabezas...
*M.S. Michell: ellas se lo merecieron más que nadie...
*Pontorson: Nos fuimos a cenar a Portonson, a 10 minutos de la Abadia...
*Pontorson: un pueblo precioso...
*Pontorson: cena y Mont Saint Michell de fondo...
*M.S. Michell: Lo visitamos también por la noche, y merecio mucho la pena...
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Un abrazo.
EUROPA MEDIEVAL (Francia y Bélgica) - Desafío: Brujas.
Prologo.-
Hace algunos meses, haya por el mes de Enero de 2010, empezamos varias personas a preparar este viaje por Europa, al final por una serie de circunstancias, solo pudimos ir cuatro; Magda, María, Carlos y yo, ya que a Sonia y Eulalio, no le coincidían las vacaciones con las nuestras por trabajo y sinceramente, los echamos de menos.
Todos los buenos viajes, aunque durasen una eternidad, siempre sería muy poco, porque...... cuando disfrutas algo tan intensamente como hemos disfrutado nosotros de este, la eternidad se reduce a cuatro segundos.
Este viaje fue largo e intenso, ya que visitamos muchos lugares, monumentos y ciudades de varios países (España: León, Burgos, Irún. Francia: La Rochelle, Roz sur Cuesnon, Pontorson, Mont Saint Michel, Calais, París, Tours, Saubusse. Bélgica: Brujas, Gante, Bruselas).
Seguramente en Europa habrá infinidad de ciudades y monumentos medievales, pero las que nosotros vimos merecieron mucho la pena, por eso esta ruta iba enfocada un poco hacia ellas y a Brujas como ciudad representativa.
En una “Aprilia ETV 1000 Caponord” y en una “Suzuki DR 650 Vstrom”, nos recorrimos unos 4.700 Km. en moto, 30 Km. en bicicleta y ¿---? Km. a pie, ya ni los cuento, porque fueron muchísimos, pero.......... todo ello, pienso que para los cuatro mereció mucho la pena, aun a pesar de algunos incidentes e inclemencias que tuvimos por el camino y como no... de algunas cosas y sucesos sorprendentes (siempre las hay en todos los viajes) de las cuales ya me haré eco en estos días.
Fueron 10+1 días y 9+1 noches (nosotros hicimos de regreso a casa una un dia más que Carlos y Magda) trepidantes e incluso alguna etapa, al límite de nuestras fuerzas, pero al final todo resultó bien y son experiencias que te quedan para siempre.
Nos pasó un poco de todo, hasta perdernos alguna vez, pero... esto nos motivaba más, ya que para nosotros, el verdadero viaje-aventura empieza cuando te pierdes.
Y ya antes de empezar la crónica, diré que...
Este viaje ha sido alucinante y maravilloso, porque.... hemos salido y llegado a casa sin ningún percance grave, después de tantos Kilómetros.
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*Este mapita está hecho un poco "a prisa", pero más o menos esta fue la ruta que hicimos...
......NOTA..- por un problema con la web donde tenia colgadas las fotos, estas no salen, lo siento...
(VIDEO AL FINAL DE LA CRONICA)
1ª ETAPA: VILAGARCIA--BURGOS--IRUN.-
Nos levantamos temprano, ya que teníamos por delante 800 km. hasta Irún, y necesitábamos el tiempo. Por mis cuentas, esta iba a ser la etapa más larga, pero no fue así, debido a circunstancias excepcionales, que ya contaré, en una etapa hicimos casi 1.000 km.
Moto lista, con maletas laterales (33 l.) repletas y a reventar, bolsa sobre depósito con móviles, cargadores, prismáticos etc. etc. etc., y baúl trasero (55 l.), casi vacío, ya que así en las paradas podríamos dejar los cascos y cazadoras e ir más cómodos andando a conocer sitios.
Carlos y Magda, ídem de lo mismo, laterales hasta los topes, aunque con 43 l. cada una y baúl (55 l.) casi vacío.
Habíamos quedado con ellos en Burgos, ya que venían de Salamanca y desde allí partiríamos las dos motos juntas hasta Irún, donde acabaría la primera etapa.
Sobre la 13:30 h. nos reuníamos con Carlos en Burgos para comer, el viaje muy bueno, velocidades legales entre 100 – 150 km/h, casi todo el rato por autovía y autopista, considerando que para hacer muchos kilómetros lo mejor es así, ya que uno llega más descansado. El viaje transcurrió bien, aunque con demasiado calor, la ola de calor de estos días nos estaba fastidiando un poco, ya que aunque no lleves forro en los pantalones y cazadora, sufres igual.
Está claro que para hacer grandes viajes en moto, la mejor época es la primavera.
Cuando llegamos a Burgos, ya llevábamos hechos unos 570 Km. y Carlos y Magda 240 Km desde Salamanca, y después de comer, todavía nos quedarian unos 240 hasta Irun.
Nos movimos por el centro de la ciudad, admirando su zona vieja y su catedral, el día estaba muy bueno, y había mucho ambiente “giri” por la zona y como no, muchos japoneses sacando fotos.
Y... aunque dijimos que...... el primer día comeríamos de bocata, al final lo hicimos en un restaurante con las mesas de la calle de la zona vieja, y la verdad es que comimos muy bien y a buen precio.
Para no andar con historias raras de... “paga tu..., no pago yo, no paga tu, no ya pago yo...”, decidimos que lo mejor sería hacer un bote y así pagaríamos todos los gastos comunes con él, y así fue.
Ya relajaditos por la tarde y después de admirar la zona monumental de Burgos, tomamos rumbo hacia Irún, ésta sería una ciudad casi de paso en nuestra ruta hacia Europa, aunque por la tarde noche, salimos a dar un paseo por su famosa “zona de tapas”, para luego ir a descansar al hotel.
En Irún pasaríamos la primera noche, para coger fuerzas y lanzarnos a la conquista de Francia y Bélgica.
*Burgos: Las motos bien aparcadicas, en la acera como es menester, nada más llegar y antes de visitar la zona monumental de la ciudad...
*Burgos: Puerta de entrada a la ciudad...
*Burgos: plaza de la catedral...
*Burgos: ahí comimos las lentejas medievales...
*Irún: Así dejamos en la puerta del hotel aparcadas las motos, bien cerraditas....
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2ª ETAPA: IRUN--LA ROCHELLE.-
Madrugamos un poquillo y ya descansados y desayunados, partimos hacia La Rochelle sobre las 9,15 h.
Yo llevaba dos “Gps”, por si alguno se rompía, con la ruta predefinida, y Carlos el “mapadetodalavida” que había comprado unos días antes y gracias al cual salimos de algún que otro embrollo y pérdidas por los senderos galos.
La ruta hasta La Rochelle fue buena, pasamos por la gran ciudad de Bourdeaux, impresionante la altura de los puentes que surcan el rio que la rodea.
Llegamos a la Rochelle sobre la hora de comer, esta vez habíamos hecho sobre 410 km. sin ningún problema, aunque bastante tráfico, salvo en los últimos 100 km.
Esta ciudad es famosa por su puerto viejo, precioso y fastuoso, digno de una tarjeta postal, preferido por corsarios y piratas, custodiado por la torre de Chaine y la torre de Saint Nicolás, desde estas dos torres levantaban una cadena para que los barcos no pasasen al interior del puerto. Este puerto ha inspirado a numerosos artistas y pintores.
Pues nada... Llegamos bien al Hotel Altica, pero cuando aparcamos y para nuestra sorpresa... El Hotel estaba con la puerta cerrada, escuche a alguien decir... “¡¡¡ Hostia que fuuuerte !!!. Si era muy fuerte, porque no habrían hasta las cinco de la tarde, salvo que tuvieses un código para poner en la puerta y entrar.
¡¡¡“Meecagguuuenttooo lo que se meneaaa, esto no pasa en España”!!!,
joood... con lo cansados que venimos de la ruta, nos apetecia tumbarnos un ratillo antes de salir a patear por La Rochelle y... nadie en el Hotel y nosotros probando cuarenta claves distintas en los pitorros que había en la puerta, pero ésta no se habría, alguien sugirió.... ¿y si le damos un empujoncito con la pierna?, pero bueno la cosa se calmó un poco y decidimos dejar las cazadoras y cascos en la moto e ir a comer y a patear por la zona vieja hasta la apertura del Hotel o nos cansásemos.
La verdad es que creo que esta ciudad nos encantó a todos, pateamos por la zona vieja, tiene infinidad de edificios medievales y algunos de ellos con soportales para evitar la lluvia como en Santiago.
Este puerto fue muy importante en la Segunda Guerra Mundial porque era una base de submarinos alemanas, de los famosos “U-boot”, que tanto daño hicieron a la marina aliada.
Subimos a las dos torres del puerto, bueno mejor dicho a las tres que hay, y la verdad es que hay una vista preciosa.
Sacamos infinidad de fotos, aunque estábamos vestidos de romanos y un poco sudados del viaje, hacía un sol radiante y mucho calor.
Ya habíamos visitado gran parte de la ciudad, sobre las 19 h., decidimos ir al Hotel a ducharnos, cambiarnos y salir a cenar y a disfrutar de las maravillosas terrazas del puerto, y así lo hicimos.
En la zona había infinidad de motos aparcadas y de muchos tipos y muchas de ellas tuneadas.
Aunque los precios no son los mismos que en España, buscamos una terracita para cenar a un precio asequible.
Al acabar, nos fuimos paseando por el puerto viejo y a lo lejos vimos una actuación de un grupo llamado “Los piratas de La Rochelle”, lo hacian de maravilla y allí estuvimos bastante tiempo de fiesta y baile hasta acabar la actuación.
Sobre la 1,30 h nos fuimos para el Hotel, y aunque nos mosqueamos cuando llegamos, ya que estaba cerrado, luego el trato fue muy agradable y el Hotel estaba muy bien.
Por la noche, antes de acostarnos, lo que siempre hacíamos era engrasar las cadenas de las motos, para salir al día siguiente ya listos y dispuestos, sin tener que hacerlo.
Pues esta fue la crónica de la segunda etapa, con el grato recuerdo del concierto de “Los Piratas”, y la sorprendente y emocionante ciudad de La Rochelle.
*La Rochelle: parte exterior del puerto...
*La Rochelle: zona portuaria...
*La Rochelle: barco museo...
*La Rochelle: precioso el puerto desde lo alto de una torre...
*La Rochelle: Carlos en una de las torres descansando tran el viaje...
*La rochelle: puerto...
*La Rochelle: vistas desde una de las torres...
*La Rochelle: Unos corsarios peleando en sus calles...
*La Rochelle: en los alrededores del puerto...
*La Rochelle: los caballeros y damas medievales también tenían sus retorcijones...
*La Rochelle: vistas desde una de las torres...
*La Rochelle: Motomaceta, en una de sus calles...
*La Rochelle: Moto tuneada, aparcada cerca del puerto, flipante...
*La Rochelle: nuestras motos en una plaza del centro, antes de irnos al hotel...
*La Rochelle: foto nocturna del puerto...
*La Rochelle: fiesta nocturna e improvisada...
*La Rochelle: el Hotel Altica con claves raras en las puertas...
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3ª ETAPA: LA ROCHELLE-MONT SAINT MICHEL.-
Nos levantamos y desayunamos en una cafetería cerca del hotel, ya que en este nos querían cobrar por 5,00 € por cabeza y desayunamos por la mitad.
Esta sería una de las rutas más tranquilas y relajadas, ya que "sólo" teníamos por delante 327 km. hasta Mont Saint Michell.
Planificamos la ruta a seguir el día anterior, ya que del rutómetro que habíamos hecho antes de salir de viaje, hubo que modificar algunos trazados de carreteras.
El hotel lo teníamos en el pueblo de Roz Sur Cuesnon, a unos 8 km. de M.S. Michel, ya que dormir ahí nos salía carísimo.
Llegamos sobre la 13:30 h. al Hotel. Este también era un restaurante de prestigio, ya que tenía menús variados y de la “nouveau cousine”. Las habitaciones estaban bien, sin más, pero cómodas para descansar y recuperarse de la ruta.
Una vez que nos cambiamos y nos relajamos un ratillo, salimos hacia la abadía de M.S. Michell y en 15 minutos estábamos allí.
Precioso, maravilloso, grandioso, impresionante, todos los adjetivos parecen pocos para definir este monumento, así es el más visitado de Francia.
Situado en un promontorio rocoso en el estuario del río Couesnon, debe su nombre al culto del arcángel San Miguel.
Este río divide las zonas entre Normandía y la Bretaña francesa, y la abadía está en Normandía.
La arquitectura prodigiosa y la bahía hacen de este monumento, el primero de Francia por visitantes, según una guía local, más visitado que la propia Torre Eifiel. Desde el año 1979 es patrimonio mundial de la UNESCO.
Ya me habia dicho mi amiga Lourdes lo bonito que era, pero hasta que lo ves en directo, no te das cuenta.
Aparcamos las motos en un parking en las cercanías, exactamente en el espigón que llega hasta la villa y nos cobraron 1,50 €, había leído en algún foro que si decías que ibas a dormir en hotel de la abadía, te dejaban aparcar gratis; Carlos se lo dijo al vigilante del parking, pero este... no tragó y tuvimos que pagar como “tookiski”
Subimos hacia la Abadía y ufff.... creo que nunca subí tantas escaleras juntas, llegamos todos hechos polvo arriba, yo más, ya que tengo una lesión en el pié izquierdo que todavía no me ha curado, bueno el único fresco era Carlos, que decía... pero,,, ¿ya no hay más escaleras que subir?.
Al final del túnel vimos la luz, ya que, una avezada y guapetona guía local estaba esperando por nosotros para llevarnos de ruta turística por la abadía y fortaleza, y por fin alguien nos hablaba en castellano, durante casi dos horas nos estuvo explicando la historia y las leyendas de la Abadía y realmente quedamos alucinados.
La bahía tiene algo raro y singular, ya que la marea sube en una hora más de veinte kilómetros. Los que vivimos en el Atlántico estamos acostumbrados a ver subir la marea durante varios horas, pero lo de la bahía de Mont Saint Michell era único, ya que es un sitio extremadamente plano y la marea sube y baja en un... “ya”.
En 1943, los nazis estuvieron a punto de fastidiarla, porque querían instalar un radar en la Abadía para controlar los movimientos de los barcos aliados en el Canal de la Mancha, pero al final desistieron porque, aunque era muy alto, quedaba demasiado alejado de la costa.
Bueno pues... ya de bajada de la Abadía, nos paramos a tomarnos algo en el pueblo, precioso por cierto, ya que no habíamos comido.
Y después de varias horas por allí, decidimos ir al Hotel a descansar un rato y bajaríamos a cenar a Pontorson (pueblo más cercano a la Abadía) y venir a sacar unas fotos por la noche, ya que estaría todo iluminado y sería alucinante verlo y sacar fotos.
Y así lo hicimos, sobre las 21:00 h partimos hacia la Abadía para contemplarla de noche y sacar algunas fotillos.
Luego nos fuimos a cenar a Pontorson. Este pueblo era precioso, todas sus calles limpias, sus casas muy bien arregladas, sus calles y sus paseos llenos de flores, la verdad es que la tenían muy cuidada.
Nos fuimos a dormir sobre las 12:00 h. ya que al día siguiente tendríamos que recorrer unos 585 km. hasta Brujas y la verdad es que... nunca me imagine que iba a ser una de las etapas más duras y peligrosas del viaje.
*M. S. Michell: preciosa foto desde la moto, antes de aparcar...
*M.S. Michell: aparcando las motos antes de subir a la Abadía...
*M.S. Michell: puerta de entrada, con sus cadenas y tóo...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: Preciosa extructura medieval en el interior...
*M.S. Michell: Paseando por el pueblo, chupachups en ristre...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: vistas desde la abadía...
*M.S. Michell: que bonica que táa...
*M.S. Michell: a nuestros pies, bueno... en nuestras cabezas...
*M.S. Michell: ellas se lo merecieron más que nadie...
*Pontorson: Nos fuimos a cenar a Portonson, a 10 minutos de la Abadia...
*Pontorson: un pueblo precioso...
*Pontorson: cena y Mont Saint Michell de fondo...
*M.S. Michell: Lo visitamos también por la noche, y merecio mucho la pena...
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