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Aunque soy poco amigo del saber empildorado, hay una frase que me impactó cuando la leí, aunque sea necesario extenderse un poco para explicar el contexto en el que se generó. Como la historia me gusta, aunque sea un poco rollo, os la emplasto aquí.
La frase, Mi espada es más fuerte que mi amor, se atribuye a Mehmed el Conquistador (de constantinopla, claro), y no sería gran cosa si no fuese por las difíciles circunstancias en las que se pronunció.
Al parecer, el tal mehmed se encaprichó de una esclava durante una campaña militar y sin preocuparse de otra cosa, estuvo más de una semana encerrado con ella sin salir de su tienda. Yo ignoro los pasatiempos en los que se ocupaban, pero vosotros podéis imaginarlos.
Pero claro, todo esto no era muy del agrado de la tropa, que carecía de tiendas y quizá de esclavas, y lo que quería era ir a la guerra para conseguirlas, por lo que el malestar fue aumentado cada día.
Finalmente, cuando los jenízaros, de natural belicoso, estaban ya a punto de la revuelta, mehmed apareció en la puerta de su tienda, descalzo, con la cabeza de su amada en una mano y la espada desnuda en la otra, las dos chorreando sangre.
Fue entonces cuando, levantándolas, le dijo a la tropa "Mirad, mi espada es más fuerte que mi amor", entre la locura de los jenízaros, que lloraban como críos, emocionados de tener un sultán de tanta virtud.
(Yo he visto esa espada; aún se distinguen en ella unos hilillos de sangre de la amada).
V'sss