E
estrella_de_mar
Invitado
Buenas noches, amigos:
No sé muy bien dónde colocar estos pensamientos, pero supongo que "Otros Temas" es la mejor sección: el lugar donde cabe todo.
Aunque tengo motos en casa desde hace tiempo (por cierto, hoy se incorpora una nueva, al menos hoy se ha pagado y la tendremos dentro de poco en nuestras manos), nunca había asistido a ninguna concentración (por un problema personal), no ponía cara a ninguno de vuestros nicks (miento: conocía a alguno de vosotros), no hago salidas en grupo (por expreso deseo de mis pilotos habituales) y, la verdad, hasta ahora nunca me hizo falta nada de esto. Si estoy en el foro es por mis pilotos y para aprender, que como bien dice uno de ellos, "parezco el Google, pero animado. Y con más batería que el ordenador personal".
Pero por fin, y por las insistencias de Iceman, accedí a emprender lo que para mí ha sido una aventura: la I Cadifornia's Concentréichon. Tengo que darle las gracias, porque él sabe muy bien que en múltiples ocasiones cedí mi puesto a terceras personas. Gracias, Carlos, por no aceptar ese cambio, gracias por casi obligarme a ir, porque también sabes que he puesto toda mi ilusión y mi fuerza. Ha quedado demostrado que así ha sido.
Bueno, menos romanticismo y al grano.
A este post se podrá acceder desde, al menos, otros dos. He querido escribir aparte, porque esos posts se han abierto por otros temas más concretos y deben continuar así. Escribir este pequeño "Quijote" en ellos puede desviarles del tema al que se refieren, y no quiero que eso ocurra. Sé que muchos cotillas van a caer aquí, procedentes de esos dos lugares y de otros. No importa, que yo soy la primera amiga del marujeo.
Como os decía, la I Cadifornia's Concentréichon (en adelante, pondré I CC) ha sido mi primera concentración. Pero para todo tiene que haber alguna primera vez y he podido comprobar que no he sido la única primeriza y sin embargo, de entre otras novatas, sí que he sido la única que no ha protestado por las curvas. Puede que yo ya estuviera familiarizada con ellas, que vivo en tierra de montañas.
He saboreado cada segundo, desde el instante en que se abrieron las preinscripciones hasta el día 3 en que he entrado en casa. Preparé cada detalle, busqué información de posibles lugares que visitaríamos (que de hecho sí que hemos visitado), repasé mentalmente todas y cada una de las indicaciones que me suelen dar mis pilotos (luego os cuento, que me salté una de ellas en cuanto tuve cerca la moto que me llevaba a vivir un sueño).
Durante el viaje, he sentido: he disfrutado de olores (ummm, qué bien huele en esta España nuestra), he visto campos de trigo, de olivos, tierras de gigantes (¡que no, señor Caballero, que son molinos!), he tocado el viento con las manos, he probado delicias gastronómicas y me he oido a mí misma, que hacía mucho tiempo que no me hablaba, mientras la velocidad hacía dificultosa la comunicación con el piloto.
En poquitas palabras, que no os quiero aburrir, me he sentido feliz.
Puedo contar alguna anécdota. Como que, al acercarme a la Princesa (la moto de Iceman), justo unos minutos antes de iniciar el viaje, me quemé el pantalón con el tubo de escape (sí, sí, reios, que me lo merezco: ésa es una de las reglas que mis pilotos repiten hasta la saciedad, pero ya véis, también es la primera que se me olvidó). O que en Grazalema llegó un grupo de turistas ingleses y, al verme con la acreditación colgada, pensaron que era personal del hotel y me fueron preguntando, en un correcto chino ( ;D), dónde tenían que ir a registrarse.
Pero lo que de verdad me apetece es hablaros un poquito de las personas.
Yoni_metumbo, ha sido todo genial. Es cierto que apenas pudimos hablar, pero era lógico: tenías muchos invitados y has sido el anfitrión perfecto. Una vez te di las gracias en privado. Pues ahora quiero hacerlo en público, bien alto: GRACIAS, mi niño, ha sido magnífico.
Iguazú, El Coleta, con ayudantes como vosotros no puede fallar nada. Iguazú, me uno a lo que te dijo El Coleta en la Salina: gracias por ser tan cabezota y empeñarte en llevarnos allí (es que Estrellita tiene un sistema de satélites de radio-comunicaciones, instalados en la azotea. Vamos, que soy como Torrespaña, pero en chiquito, y me entero de todo). Muchas gracias.
Madriles, sólo os voy a contar una cosilla. Y de esto sólo hay un testigo. He llorado con toda mi alma, en la despedida. Me habéis cuidado con todo cariño, a pesar de no conocerme en absoluto. Tengo que advertiros de que, al principio, me sentí muy sola y desarropada. Quizá estoy demasiado acostumbrada a un exceso de mimos en mi casa. Pero al fin, sólo puedo llenar mi boca de palabras llenas de sentimiento: gracias, amigos, sabed que os guardo en mi corazón. Iceman tiene un verdadero tesoro, a vuestro lado.
(Angélica, un pequeño inciso en mi historia, dedicado a ti: tres Tauros en mi casa, mis hijos y mi padre. Y otros tres, vosotros, tú, Carlos y Óscar. Y, lo siento, mi niña, pero ninguno sois buenos ;D. Os quiero mucho, pero suelo hacer las cosas que no debo, ¿cierto, Carlos?, como ésta de querer a los Tauros).
Un saludo más que especial para Atomic_Fiddle, que el sábado por la noche, cuando apenas habíamos llegado, se levantó de su mesa para venir expresamente a saludarme. Gracias, Aurora, eres un encanto. No te cortes la melena. Pero haz que Marques98 adelgace, eso sí ( ;D ;D ;D). Marques, ésta es una pequeña venganza: ¿dónde está esa cervecita que me debéis, Angélica y tú? Que Iceman sí que se comportó como un Caballero, que es lo que es, y pagó la cena. Yoni, que sí es del Taco, te lo digo yo.
Iceman, mi querido piloto. El placer del viaje se queda en nada cuando vivo la emoción de estar a tu lado. Te quiero con toda mi alma y has hecho que el viaje haya sido perfecto. Piensa sólo que, cada persona, somos un pequeño espejo: reflejamos el brillo de quienes nos rodean. Y si opinas que yo soy tanto o cuanto, imagina cómo luces tú. Magnífico, porque lo eres. Sabes que tienes en mí a una amiga fiel, incondicional, que siempre estaré a tu lado, no importan las circunstancias o las compañías. Y a quien no le guste, que mire a otro lado. Por cierto, aviso a las "navegantas": no cedo mi asiento de atrás a nadie, y si Iceman me ofrece otra oportunidad, no pienso decir que no.
Sólo una última reflexión. No me gustan las palabras "siempre", "nunca". Creo estar casi segura de que ésta ha sido la primera, la última, la única reunión de amigos a la que yo pueda asistir (a pesar del aviso a las navegantas de antes). No importa. Ésta está guardada en un rincón privilegiado del alma.
Gracias, muchos besos a todos, me despido por una temporada.
V'ss, Estrella de Mar. :-*
No sé muy bien dónde colocar estos pensamientos, pero supongo que "Otros Temas" es la mejor sección: el lugar donde cabe todo.
Aunque tengo motos en casa desde hace tiempo (por cierto, hoy se incorpora una nueva, al menos hoy se ha pagado y la tendremos dentro de poco en nuestras manos), nunca había asistido a ninguna concentración (por un problema personal), no ponía cara a ninguno de vuestros nicks (miento: conocía a alguno de vosotros), no hago salidas en grupo (por expreso deseo de mis pilotos habituales) y, la verdad, hasta ahora nunca me hizo falta nada de esto. Si estoy en el foro es por mis pilotos y para aprender, que como bien dice uno de ellos, "parezco el Google, pero animado. Y con más batería que el ordenador personal".
Pero por fin, y por las insistencias de Iceman, accedí a emprender lo que para mí ha sido una aventura: la I Cadifornia's Concentréichon. Tengo que darle las gracias, porque él sabe muy bien que en múltiples ocasiones cedí mi puesto a terceras personas. Gracias, Carlos, por no aceptar ese cambio, gracias por casi obligarme a ir, porque también sabes que he puesto toda mi ilusión y mi fuerza. Ha quedado demostrado que así ha sido.
Bueno, menos romanticismo y al grano.
A este post se podrá acceder desde, al menos, otros dos. He querido escribir aparte, porque esos posts se han abierto por otros temas más concretos y deben continuar así. Escribir este pequeño "Quijote" en ellos puede desviarles del tema al que se refieren, y no quiero que eso ocurra. Sé que muchos cotillas van a caer aquí, procedentes de esos dos lugares y de otros. No importa, que yo soy la primera amiga del marujeo.
Como os decía, la I Cadifornia's Concentréichon (en adelante, pondré I CC) ha sido mi primera concentración. Pero para todo tiene que haber alguna primera vez y he podido comprobar que no he sido la única primeriza y sin embargo, de entre otras novatas, sí que he sido la única que no ha protestado por las curvas. Puede que yo ya estuviera familiarizada con ellas, que vivo en tierra de montañas.
He saboreado cada segundo, desde el instante en que se abrieron las preinscripciones hasta el día 3 en que he entrado en casa. Preparé cada detalle, busqué información de posibles lugares que visitaríamos (que de hecho sí que hemos visitado), repasé mentalmente todas y cada una de las indicaciones que me suelen dar mis pilotos (luego os cuento, que me salté una de ellas en cuanto tuve cerca la moto que me llevaba a vivir un sueño).
Durante el viaje, he sentido: he disfrutado de olores (ummm, qué bien huele en esta España nuestra), he visto campos de trigo, de olivos, tierras de gigantes (¡que no, señor Caballero, que son molinos!), he tocado el viento con las manos, he probado delicias gastronómicas y me he oido a mí misma, que hacía mucho tiempo que no me hablaba, mientras la velocidad hacía dificultosa la comunicación con el piloto.
En poquitas palabras, que no os quiero aburrir, me he sentido feliz.
Puedo contar alguna anécdota. Como que, al acercarme a la Princesa (la moto de Iceman), justo unos minutos antes de iniciar el viaje, me quemé el pantalón con el tubo de escape (sí, sí, reios, que me lo merezco: ésa es una de las reglas que mis pilotos repiten hasta la saciedad, pero ya véis, también es la primera que se me olvidó). O que en Grazalema llegó un grupo de turistas ingleses y, al verme con la acreditación colgada, pensaron que era personal del hotel y me fueron preguntando, en un correcto chino ( ;D), dónde tenían que ir a registrarse.
Pero lo que de verdad me apetece es hablaros un poquito de las personas.
Yoni_metumbo, ha sido todo genial. Es cierto que apenas pudimos hablar, pero era lógico: tenías muchos invitados y has sido el anfitrión perfecto. Una vez te di las gracias en privado. Pues ahora quiero hacerlo en público, bien alto: GRACIAS, mi niño, ha sido magnífico.
Iguazú, El Coleta, con ayudantes como vosotros no puede fallar nada. Iguazú, me uno a lo que te dijo El Coleta en la Salina: gracias por ser tan cabezota y empeñarte en llevarnos allí (es que Estrellita tiene un sistema de satélites de radio-comunicaciones, instalados en la azotea. Vamos, que soy como Torrespaña, pero en chiquito, y me entero de todo). Muchas gracias.
Madriles, sólo os voy a contar una cosilla. Y de esto sólo hay un testigo. He llorado con toda mi alma, en la despedida. Me habéis cuidado con todo cariño, a pesar de no conocerme en absoluto. Tengo que advertiros de que, al principio, me sentí muy sola y desarropada. Quizá estoy demasiado acostumbrada a un exceso de mimos en mi casa. Pero al fin, sólo puedo llenar mi boca de palabras llenas de sentimiento: gracias, amigos, sabed que os guardo en mi corazón. Iceman tiene un verdadero tesoro, a vuestro lado.
(Angélica, un pequeño inciso en mi historia, dedicado a ti: tres Tauros en mi casa, mis hijos y mi padre. Y otros tres, vosotros, tú, Carlos y Óscar. Y, lo siento, mi niña, pero ninguno sois buenos ;D. Os quiero mucho, pero suelo hacer las cosas que no debo, ¿cierto, Carlos?, como ésta de querer a los Tauros).
Un saludo más que especial para Atomic_Fiddle, que el sábado por la noche, cuando apenas habíamos llegado, se levantó de su mesa para venir expresamente a saludarme. Gracias, Aurora, eres un encanto. No te cortes la melena. Pero haz que Marques98 adelgace, eso sí ( ;D ;D ;D). Marques, ésta es una pequeña venganza: ¿dónde está esa cervecita que me debéis, Angélica y tú? Que Iceman sí que se comportó como un Caballero, que es lo que es, y pagó la cena. Yoni, que sí es del Taco, te lo digo yo.
Iceman, mi querido piloto. El placer del viaje se queda en nada cuando vivo la emoción de estar a tu lado. Te quiero con toda mi alma y has hecho que el viaje haya sido perfecto. Piensa sólo que, cada persona, somos un pequeño espejo: reflejamos el brillo de quienes nos rodean. Y si opinas que yo soy tanto o cuanto, imagina cómo luces tú. Magnífico, porque lo eres. Sabes que tienes en mí a una amiga fiel, incondicional, que siempre estaré a tu lado, no importan las circunstancias o las compañías. Y a quien no le guste, que mire a otro lado. Por cierto, aviso a las "navegantas": no cedo mi asiento de atrás a nadie, y si Iceman me ofrece otra oportunidad, no pienso decir que no.
Sólo una última reflexión. No me gustan las palabras "siempre", "nunca". Creo estar casi segura de que ésta ha sido la primera, la última, la única reunión de amigos a la que yo pueda asistir (a pesar del aviso a las navegantas de antes). No importa. Ésta está guardada en un rincón privilegiado del alma.
Gracias, muchos besos a todos, me despido por una temporada.
V'ss, Estrella de Mar. :-*