(AVISO: tocho largo. Quien lo prefiera, que espere a que salga en DVD)
En este post yo soy de los que ha defendido la queja de
@J.J. porque,
y esta es la primera (y posiblemente la última) vez que lo cuento en un foro, he vivido personalmente (nada del amigo del vecino de la prima de...) una situación no sé si poco o muy equiparable, pero elevada al cuadrado, o más.
Nos ponemos en situación: una obra de carretera en una zona periurbana en la que estuve hace años. A eso de las tres del mediodía (o de la tarde) un sargento de la GC llega en el coche patrulla, pregunta por el responsable de la obra y que si no está ahí, que le llamasen. Yo, que estoy en las oficinas atiendo la llamada en el móvil, y me dicen eso: que la GC de tráfico preguntaba por algún responsable para que fuese allí ahora mismo. Tengo la puñetera mala suerte de que llamaron a dos o tres y fui yo el que respondió al teléfono (como eran las 15 h, con todo el mundo comiendo menos yo que me había liado en la oficina). Bueno, el caso es que vale, les digo que esperen tres minutos, que cojo el coche y voy para allá.
Llego y saludo y el sargento, sin saludo ni nada, tajantemente me pregunta si soy el responsable de la obra, y le digo que hombre, a ver, que en el organigrama no soy el máximo responsable (tenía dos niveles por encima) pero que sí, que de los que estábamos en ese momento ahí, soy el que más "arriba" está, que a esa hora es a quien han encontrado y que espero poder ayudarle independientemente de que tenga más o menos jefes por encima o subordinados por debajo. Respuesta tajante: "Muéstreme su carnet de conducir". Se empieza a oler la tostada por las formas imperativas y el tono de las mismas. Le doy el carnet de conducir (qué no entiendo que pinta mi carnet de conducir, en lugar del DNI, pero bueno...) y veo que empieza a rellenar en la tablet esa (como se llame) lo que parecía ser una denuncia (¿qué iba a ser si no?) metiendo los datos de mi carnet. Le pregunto si me está denunciando y que en tal caso, que por qué. Me dice que cuando acabe lo veré, acompañado de un "Retírese a al lado de su coche y espere ahí a que le llame" (se ve que estando a dos metros de él le molestaba). Perfecto... ya hemos dado con el agente cabreado a saber por qué, de turno, y lo voy a pagar yo. Cuando acaba me dice que
yo personalmente (no la empresa, no, yo, el pringado que a la hora de la comida cogió el teléfono y acudí a donde me dijeron) he sido denunciado como responsable de una obra que por no tener señalización de obras pone en grave riesgo la seguridad vial. ¿¿¿

??? ¿Cómo?. Le pido que me concrete qué es lo que justificaba semejante acusación y me dice que hay obreros trabajando en la calzada sin que haya la correspondiente señalización de obras. Le digo que eso es falso, y le señalo dónde estaban puestas las señales de obras. Mire allí, también las tenemos en esa acceso y ese otro... Me ordena: "Espere aquí". El sargento va, las comprueba, vuelve y yo pienso para mí "buf, menos mal... las ha visto, con lo que no hay denuncia y todo es un malentendido y aquí paz y después gloria, al margen de sus formas autoritarias más o menos de lugar".
¡Ja, iluso de mi!: me responde que bueno, que sí, que hay una señales, pero que es obvio que si él no las ha visto conduciendo el coche patrulla era porque evidentemente o eran insuficientes o estaban mal puestas. Olé sus huevos... Le muestro mi disconformidad y me dice que dicha disconformidad no se la cuente a él, que si quiero que haga un recurso. Todo esto con unas formas secas y bordes que daban ganas de mandarle a ... ya sabéis a dónde. "¿Desea firmar el boletín?". Le digo que no, independientemente de que eso sirva o no para absolutamente nada. Lo imprime, me lo entrega y sin despedirse (y obviamente yo tampoco, visto lo visto), se da la vuelta, se sube al coche del que su compañero ni se bajó, arrancaron y adiós. La cosa "mejora" cuando veo en el boletín que ha mentido el muy ****** : no dice que que a su criterio la señalización está mejor o peor, o si es insuficiente o no, sino que reitero: mintiendo, pone que NO hay señalización alguna. Vergonzoso.
¿Puede la cosa ser aún peor?. Por supuesto que puede. Un detallito sin importancia que a lo mejor os parece de interés: además, como ya he dicho, de encasquetarme
personalmente a mí (NO a la empresa) la denuncia, el importe de la sanción ascendía a nada menos que.
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3.000 euros. Importe NO reducible por pronto pago.
De todo esto están de testigos los tres obreros que estaban en el tajo donde pasó todo, y que flipaban con la escena y que en todo momento se me ofrecieron, si era necesario, a ser testigos de lo allí sucedido.
Al volver de comer (los demás, yo no comí nada, como es normal), estando yo encabronado con el tema, llega mi jefe y le cuento lo que me ha pasado y me dice que esté tranquilo: que obviamente si la multa acaba siendo esa, o la que sea, la empresa la paga, pero que obviamente vamos a recurrirla, máxime habiendo testigos.
Hacemos el recurso, explicamos todo de pe a pa, identificamos testigos, proponemos incluso otros testigos (responsable de seguridad de la obra que comprobaba que la señalización era correcta...) y obviamente decimos que nos parece absolutamente inadmisible que, al margen de la procedencia o no de la multa y de lo desproporcionado del importe, esta se realice contra un trabajador concreto que acude a atender una llamada de la GC en lugar de contra la empresa.
Yo personalmente (al ser el denunciado) voy a la Jefatura de Tráfico de mi provincia a presentar el recurso.
La funcionaria que me atiende en la presentación del recurso, lo lee (curioso, no sé si eso es procedente o no, pero tuve esa suerte como veréis), ve el boletín de la denuncia (realmente la copia del boletín, que entrego como documento adjunto al recurso) y me pide que por favor, que si no tengo mucha prisa, que espere unos minutos. OK, espero... Ella se va con el recurso y se mete en un despacho.
Al cabo de pocos minutos sale del despacho con otra mujer, que entiendo que tendría cierto cargo en la Jefatura, y separadamente me dice que lo ha leído, y que esté tranquilo. Le pregunto que qué significa eso, y me dice, que nada más que eso: que me vaya tranquilo. Me sellan el comprobante de entrega (una copia de lo entregado) y yo más perdido que Paquirrín en una biblioteca, me voy.
Al cabo de unos días llega a las oficinas una comunicación de Tráfico: la cuantía de la multa baja de 3.000 € a 250 ó 300 €, no recuerdo exactamente, y en lugar de a mi nombre, ya va al de la empresa. Obviamente tiramos por lo pragmático, escogemos el mal menor (que es pagar y no continuar con el contencioso administrativo, que sabe Dios lo que te puede costar y cómo puede acabar) y pese a lo injusto que es pagar esos 250 ó 300 €, aparte de cabreo, los malos ratos, la pérdida de tiempo... pagamos (bueno, paga mi empresa) y asunto liquidado.
Como es una anécdota cuanto menos interesante (no todos los días le cascan a uno una multa injusta de 3.000 €), un compañero del trabajo tiene un hermano que trabaja en un autoescuela, y le cuenta todo este follón. Las autoescuelas, obviamente, están todo el santo día con la gente de tráfico, tiene trato habitual con policía municipal, con GC de tráfico... y en cuanto mi compañero le empezó a contar la historia, el del autoescuela (su hermano) le debió decir: "No me digas más. Otra liada del Sargento XXXXXXXX, del cuartel de la calle tal". Efectivamente. Al parecer el susodicho es un señor 'muy agradable' que va de Sheriff allá por donde pasa, con unas formas bordes y autoritarias de agárrate y no te menees, originando follones como el que me tocó sufrir personalmente.
No sé si las lía a razón de una al día, una a la semana o a qué ritmo, pero era "famoso", al parecer entre todo el que tuviese relación con el mundillo de tráfico en la provincia. Ahora cuadraba ("al final todo encaja") lo de la mujer de la Jefatura de Tráfico cuando me dijo que "estuviese tranquilo": debían tener ya fichado al elemento en cuestión, y sabían de qué palo iba, por lo que sospecho (no afirmo, sólo sospecho) que ya debían ser habituales episodios como el que yo personalmente sufrí en mis carnes, y que debía ser igual de habitual que a las burradas de denuncias que ponía el susodicho, se anulasen o se admitiesen los recursos, para en medida de lo posible "arreglar el desaguisado".
Conclusiones:
- 1.- Sí, lamentablemente hay garbanzos negros, pero negros de cojones, dotados de una placa y dotados de una autoridad que mal ejercida puede joder gravísimamente al ciudadano. Imaginad por un momento que no prospera mi recurso porque en la Jefatura de Tráfico no detectan que es uno de sus habituales numeritos, o que hubiese dado con una Jefatura que aun sabiéndolo, pasase del tema. Que el elemento ese se ratifica y se impone su palabra (presunción de veracidad del agente) frente a la mía: rabazo de 3.000 €. Si encima mi empresa no se hubiese hecho cargo, me hubiese jodido no el mes, sino el año. Todo con una denuncia falsa y con la prepotencia del que tiene la sartén por el mango e impone su posición de autoridad.
- 2.- No, lamentablemente la Administración no ejerce su deber de retirar del servicio a elementos como este. Extraoficialmente y los hechos lo apoyan, el elemento era (y supongo que seguirá siendo, ya que por edad no creo que se haya jubilado aún) problemático y las liaba con asiduidad. Y eso se sabía. Lo saben sus compañeros, lo saben el la Jefatura de Tráfico, lo saben los de las autoescuelas por estar en "el mundillo"... La Administración (y suerte que tuve), por una vía paralela minimizó los daños reduciendo brutalmente la sanción a nivel que, aun siendo injusta, te daban la salida menos mala del problema. De los 3.000 € a los ya citados 250 ó 300 € más o menos. Pagas y das gracias porque, pese a no merecerlo, te han dado sólo una bofetada en lugar de una paliza de muerte. Maravilloso.
- 3.- Posiblemente seré injusto, pero desde este episodio mi respeto por la GC de Tráfico ha tornado en "miedo" a dicho cuerpo. Y no creo que se me pueda culpar, porque la realidad es que mi experiencia de reduce a dos ocasiones: una normal (radar, parada dos kilómetros más adelante y entrega de la receta), y una nefasta, con lo que la media es de suspenso rotundo. Que sí, que será mala suerte, pero es mi experiencia y eso no me lo puede discutir nadie. Y sinceramente, cada vez que veo por esa zona por la que paso con cierta frecuencia de lejos a un coche patrulla de la GC, se me revuelve el estómago acordándome de aquel elemento y pensando si seguirá jodiendo a quien le dé la gana tirando de placa y galones. Por suerte no me pasa en otras zonas alejadas de esa zona y de su "cuartel" asociado.
- 4.- Y sí: yo cometo fallos, irregularidades, ilegalidades o como se quiera llamar cada dos por tres. Como en mayor o menor media lo hacemos todos (ese tramo absurdamente señalizado a 30 km/h por el que pasas a 40 ó 50, ese semáforo que al ponerse en ámbar en lugar de meter un frenazo das un toque de acelerador y lo pasas estando aún en ámbar; o siendo peatón, ese cruce de calzada que haces aquí en vez de ir al paso de peatones que está allí a hacer puñetas para luego tener que regresar por la otra acera...). Y la inmensa mayor parte de estas ocasiones no soy sancionado, como no los somos la mayoría. De lo que sí me cuido muy mucho es de que, cuando infrinjo una norma, ello no suponga ni peligro ni molestia para nadie. Y pese a reconocer que no soy Teresa de Calcuta y que la pifio como todos, eso no es un "contrapeso" que justifique que en algunos cuerpos (en este caso en la GC de Tráfico) haya gente que vaya de sheriff, de chulo y no sólo que de esa sensación, sino que ejerza y de qué manera.
- 5.- Y por último: supongo que no faltarán los "eso es una de las versiones, habría que ver la de la otra parte". Sí, cierto, es una de la versiones. La mía y la de los tres testigos que se ofrecieron como tales si así lo requería para defenderme de semejante atropello, incluso delante de un juez si se llegaba a tal extremo. Versión que en la Jefatura de Tráfico de mi provincia tardaron cinco minutos en creerse y dar por buena, a la vista del historial de pirulas que va montando por ahí el sargento que me denunció. Cuando el río suena...
Vsss