Como quiera que ese tornillo suele ser blando, por aquello de que es especial por ser a la vez un respiradero y que lo fabrican así, también es pequeño y no tiene que soportar apenas esfuerzo, yo pondría un helicoil.
Además, por lo general, para roscar un helicoil se necesita taladrar un agujero de menos diámetro que para un casquillo y así, si con el tiempo o a la hora de ponerlo, se te vuelve a estropear, si te encuentras con algún problema con un segundo helicoil, el casquillo te dará una segunda oportunidad. De lo contrario tendrías que andar luego con casquillos de grosores diferentes y se vuelve todo más complicado.
El proceso en teoría es fácil, haces un taladro con el mínimo diámetro posible, esto lo puedes medir con un pie de rey entre dos valles de la rosca exterior del macho recomendado, y procuras que te salga bien recto, que de lo contrarío se te puede quedar con mucha holgura.
Una forma de conseguir esto último es ir utilizando brocas de distintos grosores de forma sucesiva. Lo ideal es ir aumentado 0,5 mm. cada vez, de forma que al retirar poco material el mismo agujero te haga un poco de guía y te ayude a que no salga torcido. Cuando llegues al final lo dejas el mismo espesor, 0,5 mm., menor que la medida que te daba el pie de rey y haces la primera prueba. Si así consigues que rosque el primer macho, bingo, y si no le pasas la última broca. Ten en cuenta que el truco está en que quede ajustado, y en un material blando como es el aluminio todas las precauciones son pocas.