Hasta las 15:00 horas de esta tarde se llamaba Dani, tenía 26 años y su boda iba a ser dentro de dos meses, pero un furgón se ha cruzado en su camino y los ha engullido a él y a su CBR, truncando para siempre su futuro.
Era un compañero de trabajo, y como prestaba siempre servicio en turno de noche, nos conocíamos poco, pero la última vez que tuve ocasión de hablar con él, fue a la salida de un cine a la una de la madrugada.
Esa noche nos echamos unas risas y hablamos sobre temas triviales.
Me quedo con su sonrisa; franca, abierta y juvenil, con su rostro amable y con su voz pacífica.
Así quiero recordarle.
Hoy no me sobran las palabras, sirvan estas humildes lineas para rendir homenaje a un joven, motero e ilusionado que nos ha dejado para siempre.
Era un compañero de trabajo, y como prestaba siempre servicio en turno de noche, nos conocíamos poco, pero la última vez que tuve ocasión de hablar con él, fue a la salida de un cine a la una de la madrugada.
Esa noche nos echamos unas risas y hablamos sobre temas triviales.
Me quedo con su sonrisa; franca, abierta y juvenil, con su rostro amable y con su voz pacífica.
Así quiero recordarle.
Hoy no me sobran las palabras, sirvan estas humildes lineas para rendir homenaje a un joven, motero e ilusionado que nos ha dejado para siempre.