Calma. Que esto del programa es muy laborioso y estamos en enero, solamente. Pero estoy autorizado para avanzar que empezará un viernes con alojamiento y vituallas, seguirá un sábado con la ruta elegida, comida, regreso, ducha y cena, copas por la ciudad y, el domingo de amanecida, despedida con besos y abrazos y fotos de familia. Que todo asistente dormirá, si quiere, encamado y dolorido; que comerá, si quiere, mucha arena y barro; que beberá, si quiere, aguas silvestres y jugo de rocío bien fresco; que disfrutará, si quiere, de maravillosas maniobras sobre una moto y de increíbles paisajes invernales; que sonreirá, si quiere, con las muchas anécdotas de las que será protagonista y/o testigo; que disfrutará, si quiere, echando un cable a los más torpes cuando caigan y será levantado, aunque no quiera, cuando tropiece. En fin, que no voy a descubriros nada que no hagais cada día. Hala, que vayais llegando. 
