Pues al final estéticamente es una mezcla de lo que se veía por la red. No es exactamente como la de las fotos de MCN, tiene menos colín y el depósito es más redondo. La versión real se parece más a la XSR900, casi me gustaba más la versión de MCN y también los colores.
Para mí, los números son buenos. El peso es fantástico (¡solo 215 kg!), los frenos son suficientes, 17 litros en el tanque dan para mucho si consume lo mismo que una Z800, que es un mechero. Tiene las mismas medidas de neumático que mi XJR, con lo cual puede calzar perfectamente PR2, rueda baratísima que da un resultado excelente en agarre y duración. El asiento parece racional y cómodo.
De instrumentación va bien, con indicador de marchas. Tiene algo de electrónica, qué le vamos a hacer, pero... ¡no tiene acelerador electrónico, bien!!
Ahora falta el precio.
Aunque estéticamente me gustaba más en las fotos de MCN, no es fea. Como defecto principal, creo que puede ir algo justa de suspensiones, pero eso se puede mejorar invirtiendo. Mejorar frenos o autonomía es mucho más complicado.
Me encaja por concepto, por peso, por autonomía y por comodidad. La iremos a ver el año que viene (no creo que llegue antes) y valoraremos un cambio. De momento, la veo una neoclásica muy equilibrada que ocupa un pequeño hueco libre. Supera a las Bonneville en ciclo, peso, potencia, autonomía. Supera a la CB1100RS en peso, potencia. Supera a la Nine en precio (espero), en comodidad y en plazas. Supera a la XSR900 en clasicismo y polivalencia. Supera a la V7 en todo menos en precio.
Bueno, pues en mi caso es una firme candidata (roja o negra) a ser mi última moto (o penúltima
).