Bueno, lo que yo quería decir es que la estética de una moto, desde mi punto de vista, no es solo la estética exterior. Creo que esta es solo una parte y es efímera, porque en cuanto subes a la moto, desaparece. Influye entonces, en mi opinión, otra estética que es la de funcionamiento.
Pero bueno, veo que la mayoría cuando hablamos de estética, os referís solo la estética exterior. Lo demás (las sensaciones que una moto da cuando la conduces) lo consideráis otra cosa. En todo caso, yo pienso que esas sensaciones, sean estéticas o no, son totalmente subjetivas también, como la valoración de la estética exterior.
Este tema está íntimamente relacionado con el eterno dilema que siempre vaga por el foro: la moto es razón o es corazón. La importancia que le damos a la estética exterior determina bastante cómo resuelve cada uno esta encrucijada.
En mi caso, y como ya ha dicho alguien, primero parto del estilo de moto que me gusta y que tiene que ver con el uso que hago yo de la moto.
Una vez seleccionado el estilo, ya tengo acotados los modelos en los que me puedo mover. Entonces sí influye bastante la estética exterior en su selección, aunque no es definitiva. Porque a la vez exijo unos mínimos técnicos a cumplir y un presupuesto máximo a gastar. Esto, hace años ni lo miraba. Ahora me parece fundamental. Soy capaz de descartar modelos porque no cumplan los mínimos técnicos que yo considero. Hay muchas motos que me parecen muy bonitas, pero que yo no me compraría porque no cumplen esos mínimos.
Lo que me ocurre cuando compro una moto de mi estilo solo por la estética sin fijar unos mínimos técnicos, es que me pasa lo que a mucha gente: entro en un espiral de gasto para mejorarla, que cuando se suma a lo que cuesta la moto nueva, se convierte en una ruina y acabas desembolsando lo que cuesta un modelo muy superior. Eso no es para mí.
Una vez seleccionadas las motos del estilo que me gustan y que cumplen con mis exigencias en la mecánica entrando en mi presupuesto, viene la prueba en marcha que me revela la "estética interior", "belleza de funcionamiento", "sensaciones de marcha" o como queráis llamarlo.
Y luego con el precio negociado, decido.
La marca solo entra en juego con la atención que recibo y la valoración del soporte postventa que puedo tener en el futuro. No suelo mirar el logo, ni el valor de reventa (mal hecho), ni fama, ni tradición, ni historia, ni nada de eso. Eso yo no lo valoro. Ni cuando admiro la moto aparcada, ni cuando la estoy conduciendo, me importa cero y no quiero pagar por ello, por supuesto. Considero que todas las marcas tienen su "historia y tradición" de la misma forma que tienen una cadena de producción. No me parece aceptable pagar por ello.
Todo este proceso es consecuencia de muchos años de ir en moto y de comprar algunas de ellas (no demasiadas). Antes no era así. Yo he comprado motos sin probarlas, cosa que ahora no haría ni en pintura. Todas mis motos y las experiencias que he tenido sobre ellas me han llevado a pensar de la forma que pienso ahora. Cuando era joven, todo esto ni me lo planteaba. Ahora es distinto, tengo más perspectiva, la que te dan todos los errores que has cometido.