woodleg
Curveando
Pues no, pero casi.
Es una auténtica pena que lo que podría ser la naked perfecta, sufra de ciertos fallos que todos conocemos y que no voy a volver a relatar.
Ayer durante una rutita hice un intercambio de moto con un compañero.
Mi F800R limitada por su Honda Hornet "fullpower" y una trompeta termignioni que parece anunciar la llegada del juicio final. Lo sé, no debí hacerlo, pero no pude evitar la tentación de probar una moto sin limitar.
Después de unos cuantos kilómetros retorciéndole la oreja a la Honda, llegué a la conclusión de que salvo la más que evidente diferencia de potencia (34-101) debido a la limitación, y el precioso sonido del termignioni, la R produce mejores sensaciones. Descubrí cosas que están ahí y no las aprecias hasta que las comparas con otras.
La primera es la ergonomía, la sensación de sentirte integrado en la propia moto. La altura del falso depósito, con las aletas envolviendo la parte superior de las piernas te hace sentir dentro de la moto, en lugar de encima de ella.
El manillar ancho y bastante plano, aunque no bajo, proporciona una postura "al ataque" pero sin resultar incómoda, dando un mayor control de la dirección, y notando más la rueda delantera.
La calidad de acabados del puesto de mando no tiene ni punto de comparación. El acabado anodizado plata de la R es a mi parecer de una calidad envidiable por cualquier otra del sector.
La información extra del ordenador no tiene precio (bueno, lo tiene pero muy bien pagado,
)
El tacto de frenos le da mil vueltas. En la Hornet tienes que emplearte con ganas apretando la maneta para sacar toda la potencia de frenada mientras en la R, basta una ligera presión con dos dedos para detenerla dónde y cuando quieras, con una dosificación de la potencia simplemente perfecta (sin ABS, con él debe ser la repera).
La capacidad de retención del freno trasero también es muy superior en la R.
Cierto es que la horquilla invertida de la Hornet le da un poco más de aplomo al tren delantero, pero no sé si por la postura o por los neumáticos (M3 en la R, BT016R en la Hornet), la R da mucha más confianza a la hora de tumbar. (No sólo lo digo yo, lo también el propietario de la Honda).
En cambio el amortiguador trasero trabaja mejor en la R.
Creo que es más progresivo, lo que te permite una amortiguación menos seca, más cómoda, pero sin resultar un flan.
Una pena no poder comparar la entrega de potencia por el tema de la limitación. Pero sí puedo decir que después de haber estirado la Hornet hasta las 12.000 rpm para exprimir sus 100 caballitos, no me resultó ningún suplicio volver a los escasos 34 CV a 6500 rpm, que están muy pero que muy bien aprovechados.
Bueno, hasta ahí la crónica de hoy, si el próximo día me lían para cambiarla por una z750 ya os contaré mis impresiones de novato.

Es una auténtica pena que lo que podría ser la naked perfecta, sufra de ciertos fallos que todos conocemos y que no voy a volver a relatar.
Ayer durante una rutita hice un intercambio de moto con un compañero.
Mi F800R limitada por su Honda Hornet "fullpower" y una trompeta termignioni que parece anunciar la llegada del juicio final. Lo sé, no debí hacerlo, pero no pude evitar la tentación de probar una moto sin limitar.
Después de unos cuantos kilómetros retorciéndole la oreja a la Honda, llegué a la conclusión de que salvo la más que evidente diferencia de potencia (34-101) debido a la limitación, y el precioso sonido del termignioni, la R produce mejores sensaciones. Descubrí cosas que están ahí y no las aprecias hasta que las comparas con otras.
La primera es la ergonomía, la sensación de sentirte integrado en la propia moto. La altura del falso depósito, con las aletas envolviendo la parte superior de las piernas te hace sentir dentro de la moto, en lugar de encima de ella.
El manillar ancho y bastante plano, aunque no bajo, proporciona una postura "al ataque" pero sin resultar incómoda, dando un mayor control de la dirección, y notando más la rueda delantera.
La calidad de acabados del puesto de mando no tiene ni punto de comparación. El acabado anodizado plata de la R es a mi parecer de una calidad envidiable por cualquier otra del sector.
La información extra del ordenador no tiene precio (bueno, lo tiene pero muy bien pagado,

El tacto de frenos le da mil vueltas. En la Hornet tienes que emplearte con ganas apretando la maneta para sacar toda la potencia de frenada mientras en la R, basta una ligera presión con dos dedos para detenerla dónde y cuando quieras, con una dosificación de la potencia simplemente perfecta (sin ABS, con él debe ser la repera).
La capacidad de retención del freno trasero también es muy superior en la R.
Cierto es que la horquilla invertida de la Hornet le da un poco más de aplomo al tren delantero, pero no sé si por la postura o por los neumáticos (M3 en la R, BT016R en la Hornet), la R da mucha más confianza a la hora de tumbar. (No sólo lo digo yo, lo también el propietario de la Honda).
En cambio el amortiguador trasero trabaja mejor en la R.
Creo que es más progresivo, lo que te permite una amortiguación menos seca, más cómoda, pero sin resultar un flan.
Una pena no poder comparar la entrega de potencia por el tema de la limitación. Pero sí puedo decir que después de haber estirado la Hornet hasta las 12.000 rpm para exprimir sus 100 caballitos, no me resultó ningún suplicio volver a los escasos 34 CV a 6500 rpm, que están muy pero que muy bien aprovechados.
Bueno, hasta ahí la crónica de hoy, si el próximo día me lían para cambiarla por una z750 ya os contaré mis impresiones de novato.
