D
Dr._Infierno
Invitado
Cuando por primera vez conseguimos mantenernos sobre un vehículo de dos ruedas en marcha, pensamos que hemos aprendido a tener equilibrio sobre la máquina… y es falso. Esta es una de tantas ideas preconcebidas que echamos en el saco y la llevamos encima durante toda la vida.
Nunca nos paramos a verificar nuestras ideas preconcebidas y, sin embargo, condicionan mucho nuestra forma de pensar y, en consecuencia, nuestro comportamiento… demasiado trascendente si resulta que la idea preconcebida es falsa.
Tanto una bicicleta como una moto, por el diseño de su chasis y debido también al efecto físico del giroscopio, son máquinas que tienden a mantenerse estables cuando están en movimiento:
El equilibrio les viene puesto, pues, de fábrica. ¿Lo dudáis? Echadle un vistazo a este vídeo:
[media]http://www.youtube.com/watch?v=9ewqeheLL_I&feature=PlayList&p=33EA54CD50638B01&playnext=1&playnext_from=PL&index=25[/media]
El efecto giroscópico de las ruedas –principalmente- es el que mantiene la moto vertical. Como una imagen vale más que mis palabras, mirad este vídeo:
[media]http://www.youtube.com/watch?v=vWsuXNi_Vnw[/media]
La moto se relaciona con el suelo mediante la superficie de contacto que mantienen los neumáticos con el asfalto. Os sorprendería ver lo pequeña que es esta superficie y, sin embargo, en ella convergen todos los efectos dinámicos que condicionan su comportamiento.
La horquilla es la parte delantera de la moto o bicicleta. Aloja la rueda delantera y solo tiene movimiento de rotación sobre su eje. Puede rotar hacia la derecha o hacia la izquierda, desplazando la rueda del plano de marcha rectilínea y, en su parte superior, lleva acoplado el manillar para que el piloto pueda actuar sobre el comportamiento de la moto. En su conjunto, el tren anterior es la parte más importante para el control de los vehículos de dos ruedas. Sin esta parte móvil de la estructura, la moto sería inconducible y carecería de equilibrio vertical y direccional. Veamos como funciona.
El eje sobre el que rota la dirección para doblar hacia la derecha o izquierda no es perpendicular al suelo, sino que está dirigido hacia delante cierto número de grados según que modelo de moto. Con esto se consigue que el eje sobre el que rota la rueda se sitúe por delante del punto de contacto de su neumático con el suelo. Lo podemos ver con más claridad si prolongamos el eje de dirección mediante una línea imaginaria hasta el asfalto. Este punto de contacto virtual se sitúa por delante de la huella de contacto de la rueda con el suelo. La distancia que separa ambos puntos se le denomina “avance de la rueda”. Cuando por cualquier causa la rueda se dobla un poco hacia un lado estando la moto en marcha, se origina en la huella de contacto una fuerza lateral que devuelve a la rueda hacia la dirección de marcha correcta, constituyéndose así un mecanismo automático –fuerza de autoalineación- de equilibrio direccional.
Este esquema simplifica lo que estamos hablando:
En este vídeo -que ya conoceis- se muestra muy bien como cuando se desvía la rueda delantera de su trayectoria, la fuerza autoalineante la devuelve hacia la dirección de marcha.
[media]http://www.youtube.com/watch?v=xODNzyUbIHo&feature=related[/media]
Cuando la rueda delantera se introduce en un surco se anula este mecanismo corrector del desequilibrio y se hace muy difícil seguir montado sobre la moto.
Si el eje de la dirección fuera perpendicular al suelo, anulando el avance de la rueda, la moto sería inmanejable porque la rueda estaría dando vueltas constantemente a la más mínima desviación, como sucede con las pequeñas ruedas de los carritos de supermercado.
Existe algún otro mecanismo que proporciona equilibrio a la moto, pero lo trataremos en otra ocasión para no alargar demasiado este post.
La moto, pues, viene con el equilibrio puesto de fábrica. Son movimientos imperceptibles de corrección, pero claves para manejarla. Lo que en realidad aprendemos, es a no alterar el equilibrio natural de la máquina.
¿Qué es lo que puede desestabilizarla? Fundamentalmente las maniobras incorrectas del piloto al frenar o acelerar, apoyarse sobre el manillar, en especial de forma asimétrica o agarrarse a él como punto de apoyo para cambiar de posición sobre la moto… o los traslados laterales de peso inapropiados.
Cuando el piloto conduce con tensión o asustado, pone de forma inadvertida los brazos rígidos sobre el manillar, dificultando estas sutiles auto-correcciones que la moto precisa realizar para hacer bien su trabajo … complicándosele, aún más, la vida al motorista.
Conducir con los brazos relajados es la primera norma técnica que se debe de respetar cuando se pilota una moto.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
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Nunca nos paramos a verificar nuestras ideas preconcebidas y, sin embargo, condicionan mucho nuestra forma de pensar y, en consecuencia, nuestro comportamiento… demasiado trascendente si resulta que la idea preconcebida es falsa.
Tanto una bicicleta como una moto, por el diseño de su chasis y debido también al efecto físico del giroscopio, son máquinas que tienden a mantenerse estables cuando están en movimiento:

El equilibrio les viene puesto, pues, de fábrica. ¿Lo dudáis? Echadle un vistazo a este vídeo:
[media]http://www.youtube.com/watch?v=9ewqeheLL_I&feature=PlayList&p=33EA54CD50638B01&playnext=1&playnext_from=PL&index=25[/media]
El efecto giroscópico de las ruedas –principalmente- es el que mantiene la moto vertical. Como una imagen vale más que mis palabras, mirad este vídeo:
[media]http://www.youtube.com/watch?v=vWsuXNi_Vnw[/media]
La moto se relaciona con el suelo mediante la superficie de contacto que mantienen los neumáticos con el asfalto. Os sorprendería ver lo pequeña que es esta superficie y, sin embargo, en ella convergen todos los efectos dinámicos que condicionan su comportamiento.

La horquilla es la parte delantera de la moto o bicicleta. Aloja la rueda delantera y solo tiene movimiento de rotación sobre su eje. Puede rotar hacia la derecha o hacia la izquierda, desplazando la rueda del plano de marcha rectilínea y, en su parte superior, lleva acoplado el manillar para que el piloto pueda actuar sobre el comportamiento de la moto. En su conjunto, el tren anterior es la parte más importante para el control de los vehículos de dos ruedas. Sin esta parte móvil de la estructura, la moto sería inconducible y carecería de equilibrio vertical y direccional. Veamos como funciona.
El eje sobre el que rota la dirección para doblar hacia la derecha o izquierda no es perpendicular al suelo, sino que está dirigido hacia delante cierto número de grados según que modelo de moto. Con esto se consigue que el eje sobre el que rota la rueda se sitúe por delante del punto de contacto de su neumático con el suelo. Lo podemos ver con más claridad si prolongamos el eje de dirección mediante una línea imaginaria hasta el asfalto. Este punto de contacto virtual se sitúa por delante de la huella de contacto de la rueda con el suelo. La distancia que separa ambos puntos se le denomina “avance de la rueda”. Cuando por cualquier causa la rueda se dobla un poco hacia un lado estando la moto en marcha, se origina en la huella de contacto una fuerza lateral que devuelve a la rueda hacia la dirección de marcha correcta, constituyéndose así un mecanismo automático –fuerza de autoalineación- de equilibrio direccional.
Este esquema simplifica lo que estamos hablando:

En este vídeo -que ya conoceis- se muestra muy bien como cuando se desvía la rueda delantera de su trayectoria, la fuerza autoalineante la devuelve hacia la dirección de marcha.
[media]http://www.youtube.com/watch?v=xODNzyUbIHo&feature=related[/media]
Cuando la rueda delantera se introduce en un surco se anula este mecanismo corrector del desequilibrio y se hace muy difícil seguir montado sobre la moto.
Si el eje de la dirección fuera perpendicular al suelo, anulando el avance de la rueda, la moto sería inmanejable porque la rueda estaría dando vueltas constantemente a la más mínima desviación, como sucede con las pequeñas ruedas de los carritos de supermercado.
Existe algún otro mecanismo que proporciona equilibrio a la moto, pero lo trataremos en otra ocasión para no alargar demasiado este post.
La moto, pues, viene con el equilibrio puesto de fábrica. Son movimientos imperceptibles de corrección, pero claves para manejarla. Lo que en realidad aprendemos, es a no alterar el equilibrio natural de la máquina.
¿Qué es lo que puede desestabilizarla? Fundamentalmente las maniobras incorrectas del piloto al frenar o acelerar, apoyarse sobre el manillar, en especial de forma asimétrica o agarrarse a él como punto de apoyo para cambiar de posición sobre la moto… o los traslados laterales de peso inapropiados.
Cuando el piloto conduce con tensión o asustado, pone de forma inadvertida los brazos rígidos sobre el manillar, dificultando estas sutiles auto-correcciones que la moto precisa realizar para hacer bien su trabajo … complicándosele, aún más, la vida al motorista.
Conducir con los brazos relajados es la primera norma técnica que se debe de respetar cuando se pilota una moto.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

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