Viene de esta dirección: https://atencionglobal.ocu.org/temoignages_step02.html
La moto no arranca
T.E.C., de Alicante, va una vez al mes a su pueblo natal, Villanueva de los Infantes (Cuidad Real). En febrero de 2008 se encontraba en esta localidad cundo la moto, marca BMW, le empezó a fallar. Pidió cita en el taller Azuer Motor de Cuidad Real para que la pusieran a punto. Esperó que terminaran de arreglarla, abonó la factura por importe de 78,30 euros y recogió la moto; pero no arrancaba.
Tuvo que insistir para que viniera el mecánico, quien tampoco consiguió que arrancara. Parecía que el problema era el botón de la puesta en marcha, cuyo remate se había despegado y caído, pero presionando un pequeño resalte de plástico, arrancaba sin ninguna dificultad. En el taller no tenían repuesto del remate, así que tuvo que dejar allí la moto. Como T.E.C. debía marcharse a Alicante, preguntó si podría dejarla hasta que regresará el mes siguiente, a lo que le contestaron que no había problema, pues contaban con espacios suficiente.
A los dos días le llamó el jefe del taller para indicarle que lo que estaba averiado y había que sustituir era el motor de arranque; le iba a costar casi 600 euros, más mano de obra e IVA. Hacía poco tiempo que T.E.C. se había gastado alrededor de mil euros en otra reparación en otro taller BMW, por lo que decidió retirar la moto y no repararla. Cuando fue a por ella con una furgoneta le dijeron que no se la podían entregar porque estaba desarmada. T.E.C. insistió en llevársela como estuviera. Al fin se la trajeron: no era cierto que estuviese desarmada, sólo la habían quitado unas placas embellecedoras que se volvían a colocar con una leve presión. No obstante, pretendieron cobrarle una hora y media de trabajo. T.E.C. se negó a pagar: sólo lo haría rellenando una hoja de reclamaciones. Viendo su actitud, prefirieron entregarle la moto y desistir de su pretensión de cobrarle. Una vez que tuvo la moto en Alicante, consultó con un mecánico, encontraron el repuesto del botón averiado en un desguace, lo colocaron y la moto arrancó enseguida.
T.E.C. envió una carta al taller Azuer Motor para hacerles saber que el motor no estaba quemado y que por 20 euros el problema se había resuelto. Además, les advirtió de que pensaba contar su mala experiencia en la revista de la OCU. Al cabo de unos días le llamó el jefe del taller para decirle que si publicaba algo, darían órdenes a BMW para que no le atendieran en ningún taller. También le dijo que no fuera más por su taller, a lo que T.E.C. le contestó que ése era un firme propósito que ya se había hecho él tiempo atrás.
La moto no arranca
T.E.C., de Alicante, va una vez al mes a su pueblo natal, Villanueva de los Infantes (Cuidad Real). En febrero de 2008 se encontraba en esta localidad cundo la moto, marca BMW, le empezó a fallar. Pidió cita en el taller Azuer Motor de Cuidad Real para que la pusieran a punto. Esperó que terminaran de arreglarla, abonó la factura por importe de 78,30 euros y recogió la moto; pero no arrancaba.
Tuvo que insistir para que viniera el mecánico, quien tampoco consiguió que arrancara. Parecía que el problema era el botón de la puesta en marcha, cuyo remate se había despegado y caído, pero presionando un pequeño resalte de plástico, arrancaba sin ninguna dificultad. En el taller no tenían repuesto del remate, así que tuvo que dejar allí la moto. Como T.E.C. debía marcharse a Alicante, preguntó si podría dejarla hasta que regresará el mes siguiente, a lo que le contestaron que no había problema, pues contaban con espacios suficiente.
A los dos días le llamó el jefe del taller para indicarle que lo que estaba averiado y había que sustituir era el motor de arranque; le iba a costar casi 600 euros, más mano de obra e IVA. Hacía poco tiempo que T.E.C. se había gastado alrededor de mil euros en otra reparación en otro taller BMW, por lo que decidió retirar la moto y no repararla. Cuando fue a por ella con una furgoneta le dijeron que no se la podían entregar porque estaba desarmada. T.E.C. insistió en llevársela como estuviera. Al fin se la trajeron: no era cierto que estuviese desarmada, sólo la habían quitado unas placas embellecedoras que se volvían a colocar con una leve presión. No obstante, pretendieron cobrarle una hora y media de trabajo. T.E.C. se negó a pagar: sólo lo haría rellenando una hoja de reclamaciones. Viendo su actitud, prefirieron entregarle la moto y desistir de su pretensión de cobrarle. Una vez que tuvo la moto en Alicante, consultó con un mecánico, encontraron el repuesto del botón averiado en un desguace, lo colocaron y la moto arrancó enseguida.
T.E.C. envió una carta al taller Azuer Motor para hacerles saber que el motor no estaba quemado y que por 20 euros el problema se había resuelto. Además, les advirtió de que pensaba contar su mala experiencia en la revista de la OCU. Al cabo de unos días le llamó el jefe del taller para decirle que si publicaba algo, darían órdenes a BMW para que no le atendieran en ningún taller. También le dijo que no fuera más por su taller, a lo que T.E.C. le contestó que ése era un firme propósito que ya se había hecho él tiempo atrás.