Bueno, no ha salido como esperaba. Cuando estaba en el punto de reunión con los colegas, me ha llamado mi mujer diciendo que ella y mi hijo estaban con fiebre... así que... Hoy no ha habido vueltita.
Aun así, me ha gustado ponerme el traje, quitarle la funda a la moto, verla reluciente y escuchar lo bien que suena con su escape nuevo.
A ver si la semana que viene hay más suerte.