A cada día que pasa me atraen menos las motos nuevas, sin que ello suponga negar sus excelencias en muchos casos. Pero si no me atraen, ¿qué le voy a hacer?
Hace veinte años me sabía de pe a pa sus características, en qué habían variado de un año para otro, prestaciones. puntos fuertes y débiles en comparación con las rivales directas... Me gastaba una pasta en revistas de motos, que absorbía como una esponja.
Hace unos diez años dejé de comprar revistas porque acabé defraudado con el menguante nivel periodístico del motor de este país (y con el no periodístico más aún, pero ese es otro tema). Coincidió -qué casualidad... o no- con la tendencia de las marcas a meterse en una carrera por crear -en mi opinión- necesidades ficticias a base de electrónica, hasta para analizar los gases de un pedo que te tiras mientras conduces (y mostrarte la composición en una maravillosa pantalla full HD Retina de chorrenta pulgadas, junto al nivel de cobertura 5G de la moto). Y mi interés empezó a decaer exponencialmente, porque mi forma de disfrutar una moto se basa en un tío de carne y hueso que, con mayor o menor habilidad maneja y domina un amasijo de engranajes, palancas, manetas y pedales... y disfruta con ello. Del mismo modo que a veces me da por recargar mi pluma estilográfica y usarla en lugar de utilizar un maravilloso bolígrafo de gel que desliza y escribe de maravilla, dura mucho más y nunca te emborrona el papel.
Para desplazarme sin sentir ni padecer ahí está los coches "normales" (como los que tenemos en casa; los hay pasionales que no dudo que sean orgásmicos, pero no es lo que hay en mi garaje), el tren o el bus. La moto, para disfrutar de la conducción pura y dura. De ahí que con el coche busque autovías y huya de las rutas llenas de curvas, cambios de rasante y similares, y con la moto haga lo opuesto. De ahí que me parezca estupendo tener ABS + ASR + TCS + ÑKASHVPOIQWJHV y todas la siglas del mundo en un coche, y me importen un bledo en una moto.
A día de hoy sinceramente, de las novedades me entero indirectamente, es decir, me encuentro con información de forma pasiva y no activa, sin buscarla, a base de toparme con ella al entrar en ciertos foros, como este. Y lo que leo, sin que me cause rechazo - aún-, no me motiva. Me importa cero coma cero las "evoluciones" a base de gadgets, tener Netflix en el cockpit y un inclinómetro digital con tres decimales que sube los registros a la nube.
Aparte, por supuesto, pesa el tema económico (consecuencia de ser un currito del montón y no un futbolista o una personalidad para "Sálvame" y similares): si no quieres sólo cosas "normalitas" (porque a priori si uno cambia es para ir a mejor, en la mayoría de los casos), prepara 15.000, 20.000, 25.000 machacantes. ¡Juas, que me esperen sentados!
Y todo ello en unas condiciones de intervencionismo y control que empiezan a rozar el absurdo (radares como setas, pegatinas medioambientales y restricciones incluso en zonas donde ello es ridículo por innecesario -al menos hoy en día- , tasas por CO2, prohibido pisar el campo...). Suma todo lo anterior a un panorama generalizado de incertidumbre económica, inflación desbocada, impuestos confiscatorios y subiendo... Mira, no, que como estoy muy bien con lo que tengo es absurdo gastar una burrada en algo que ni necesito ni me atrae.
¿Descarto con todo ello tener alguna vez una moto nueva? Aún no... pero casi. Y a cada día que pasa, más cerca estoy del sí. Es mucho más probable que me compre unas usadas de las que han sido espinitas que no he conseguido desclavarme como una DR400S, una FJR1300 y una XJR 1300 para ir de paseo... y me compraría las tres por menos de lo que me costaría una nueva.