CRÓNICA DE UN VIAJE NO ANUNCIADO A LOS ALPES
Un día cualquiera de mayo. Suena el teléfono.
–Juanjoo, venga, prepara la maletas que nos vamos. Decía mi amigo Parras.
-Vamos a donde, si puede saberse?. Contesté.
-Pues a los Alpes, o por ahí.
-Y cuando sería eso?.
-Pues este mismo mes de mayo…
-Ah, este mes de mayo, así me gusta, las cosas con tiempo.
Y así comenzó un viaje sin programar, y que iba a ser programado, un viaje a la improvisada carta de lo que vaya surgiendo, un viaje de dos parejas con dos motos, la ruta…”tirar pa lante” y con un solo destino: pasárnoslo bien. Y así fue.
DIA 22 DE MAYO. TOTANA Y CEHEGIN –PERPIGNAN . 780 KMS.
Son la 6.00 h. de la mañana y ya llevábamos más de dos horas despiertos, cuando echamos pie al suelo y prestos y dispuestos nos comenzamos a preparar para salir dirección Jumilla donde habíamos quedado con Antonio y Quiti, a eso de las 8.00 h. Una hora antes nos disponemos a salir Lola y yo. Qué mañana para cualquier motero que se precie. Temperatura 15º y ni un pelo de viento. La GT en el garaje mirando para el norte y con la boca abierta para comerse el asfalto que le echen. Lola un poco nerviosa… y yo también, pero con una sonrisa silenciosa de oreja a oreja.
Son las 7:45 h. y ya estamos en Jumilla en el lugar acordado. A mi, que se me va a hacer tarde irme a un viaje de estos. Y todavía no habían dado las 8 cuando la otra pareja de cómplices ya estaban ahí. Nos tomamos un café y cuando nos marchábamos el sonido de dos perolos rugiendo llama nuestra atención. Eran SITO y BASI en su Adventure. Por un momento pensamos que se venían con nosotros, sentíamos un pequeño cosquilleo por nuestro cuerpo…y es que por ese momento se nos reían los huesos. Sin embargo habían tenido el detalle de pegarse el madrugón y hacer un puñado de kms. para despedirse. En verdad, este viaje era más de quien se quedaba que de quien se iba. Los tuvimos en nuestra mente todo el tiempo.
Pasadas las 8:30 h. salimos dirección La France. Tras un par de paraditas a las 14:00 tomamos un refrigerio en Barcelona y marcha para arriba. Hacía bastante calor. El día iba madurando…y los traseros también. Paramos para repostar y a las 17:00 nos encontrábamos en Persignan…un poco cansados pero bien. Las máquinas se habían portado, las mujeres también…solo faltaba que funcionasen los intercomunicadores de Parras y Quiti…que se tiraron todo el viaje –Me oyes, me oyes, me oyes? Ahora si, ahora no, ahora tampoco…Yo si que los oía a ellos.
Aunque el hotel no tenía Parking, la chica se enrolló y nos cedió un pequeño garaje para nuestras monturas. Tras asearnos un poco dimos una vuelta por la ciudad y cenamos en la terraza de un restaurante, La Braserie de la Bourse, como nuestros cuerpos se merecían. Después un paseito y a la cama.
Y aquí estoy yo...y debajo los compinches sufridores.
Entre el navegador y los mapas no se como no nos fuimos a Moscú.
Aquí Lola, tan confiada y saber lo que tenía por delante.
Otra vez las chicas buscando sitio.
Aquí en restaurante donde tomamos un tentenmpié, bastante bueno, por cierto.
Continuará...
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y no programar nada por la espera de acontecimientos 
