1200 GS del 2007 comprada de 2ª mano hace un mes. En perfecto estado, con 17500 km. Ayer la saqué de la revisión de los 20.000 km. Cambios y comprobaciones correspondientes, alguno más que pedí yo, potente clavo y la moto perfecta. Hoy después de rodar unos 60 km, entrando en Madrid me ha dejado tirado. Iba por el carril izquierdo. Aprieta embrague, haz aspavientos para llegar al arcén sin que te arrollen y pon cara de haba debajo del casco. "¿La bomba de la gasolina?"-pensé. El CHECK perfecto. La batería bien, el motor de arranque también. "No, un sábado por la mañana, no". Cuando en voz alta y adornado con insultos varios he dicho esto último no me he dado cuenta, pero mientras esperaba a la grúa me ha dado tiempo a pensar. Llevo meses leyendo este foro y he visto muchos (demasiados) casos como el mío. En mi primera reacción (la que vale) no me ha indignado que la moto fallase. ¡Me ha cabreado que lo hiciese un sábado!¡Tenía interiorizado que me podía pasar y sólo lo he tenido que asumir como un hecho inevitable! Sigo enamorado de la moto. Es la de mis sueños. He disfrutado este mes una barbaridad (y espero seguir haciéndolo). Tampoco le echo la culpa al taller (por ahora, veremos el lunes que avería es la que tiene). Pero por un tiempo, hasta que me resazca de este fin de semana perdido y me demuestre lo que vale, dejaré de recomendarla. No recomendaré la Varadero o la KTM, porque, entre otras cosas, no las he probado. Guardaré un respetuoso silencio, porque lo que me ha hecho hoy mi GS me ha dolido. Un abrazo a todos.