MADRID.- Un potente coche bomba con 18 o 20 kilos de explosivos ha estallado a las 09.30 horas en la calle Rufino González de Madrid. El coche se encontraba cercano al número 506 de la calle Alcalá, en el barrio de Simancas (distrito de San Blas). Unas 15 personas han sido atendidas por el Samur. El atentado se ha producido tras una llamada al diario GARA en nombre de ETA.
Según informó la Ertzaintza, el diario Gara comunicó esta mañana a la Policía vasca que había recibido una llamada a las 8.45 horas informando de la colocación de un coche bomba en Madrid, en las cercanías de la calle Alcalá, que iba a estallar a las 9.30 horas.
Los testigos coinciden en señalar que ha sido una explosión de gran intensidad. La columna de humo resultante podía verse desde distintos puntos de la capital. Según el ministro del Interior, José Antonio Alonso, las primeras conclusiones de los Tedax apuntan a que había entre 18 y 20 kilos de explosivo.
El vehículo que ha estallado es una furgoneta Renault Express que fue robada anoche en San Lorenzo del Escorial y que mantenía su matrícula original, según Alonso. Fue colocada en las proximidades de la boca de Metro de Suanzes y de una gasolinera. Dentro de la furgoneta había una mochila con el artefacto que ha hecho explosión.
La explosión se produjo en pleno desalojo del Edificio Aragón, en el número 506 de la calle de Alcalá. En él trabajan unas 200 personas y alberga concesionarios de automóviles de las marcas Opel y Land Rover, así como sedes de la empresa de telemarketing Bouncopy, de Citibank y de Unisono Soluciones. Cuando estalló la furgoneta sólo habían sido evacuadas dos plantas, por lo que el resto de trabajadores permaneció en el interior del edificio.
Según Alonso, dos personas han resultado heridas y una de ellas hospitalizada, aunque más de una decena han sido atendidas por el Samur.
El Samur-Protección Civil precisó que ha atendido en el hospital de campaña instalado a 15 personas que sufrían diversas lesiones consideradas leves, como fuerte dolor de oídos a causa de la onda expansiva.
Todos los afectados fueron dados de alta en el lugar de los hechos, con excepción de una persona, que sufrió lesiones en la cabeza y ha sido trasladado al hospital 12 de Octubre para ser sometido a diversas pruebas que determinen su estado. Este herido es el que tiene pronóstico moderado, añadieron las fuentes informantes.
Uno de los heridos es un vigilante jurado de una empresa de telecomunicaciones situada en el 506 de Alcalá: sufrió una herida en la cabeza además de lesiones en cara y manos. Otro de los heridos presentaba heridas en tobillos, manos y cara. Un tercer herido sufrió una contusión torácica por la onda expansiva.
La estación de metro de Suanzes, cerrada a las 9.40 horas, fue reabierta hacia las 11.30. La infraestructura de la red no ha sufrido daño. Las líneas de autobuses de la zona suspendieron temporalmente la recogida de viajeros.
El ministro del Interior ha señalado que "ETA sigue viva, activa y operativa" y que, ante tanta expectativa de negociaciones con ETA, "la lucha antiterrorista se vería favorecida si entre todos rebajaramos el nivel de ruido". Ha añadido que la lucha contra ETA seguirá "hasta acabar" con ella.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha señalado en la zona del atentado que "hay que ser conscientes de que ETA carece de ninguna voluntad de hacer otra cosa que causar el terror".
Atentados y negociación
El nuevo atentado de ETA en Madrid se produce después de las dos bombas colocadas en Zarautz este domingo. Una semana antes, cuatro artefactos explotaron contra cuatro empresas de Guipúzcoa.
La explosión se produce apenas ocho días después de que el Congreso de los Diputados autorizara al Gobierno a realizar una negociación de paz con ETA si ésta abandonaba las armas.
Ayer, otro dirigente de Batasuna, Pernando Barrena, afirmó que "el Gobierno desconoce cuál es el significado de la palabra tregua".
La última vez que ETA atentó en Madrid fue el pasado 9 de febrero, cuando la banda terrorista hizo explosionar un coche bomba junto a ARCO, en el Parque Ferial Juan Carlos I, pocas horas antes de que la exposición fuera inaugurada por los Reyes.