CHARLYE39
Curveando
El Sistema de Protección para motoristas (SPM) de la empresa Hiasa funciona «muy bien», según Juan Manuel Reyes, presidente de la Mutua Motera, que asistió a las pruebas realizadas para comprobar su efectividad de acuerdo a la norma española UNE-135900 sobre «Evaluación del comportamiento de los sistemas de protección de motociclistas en las barreras de seguridad y pretiles».
Se trata de un sistema continuo que evita tanto el impacto contra los postes de los sistemas de contención -que pueden producir amputaciones al impactar contra ellos a más de 30 km/h-, como que el motero se cuele por el hueco de la barrera -se evitan choques con elementos que separan los SPM y que están detrás o caídas por desniveles-. Además, el protector no debe afectar negativamente al comportamiento de la barrera de seguridad o pretil ante impacto de vehículos, debiendo cumplir los ensayos a escala real.
La prueba que se realiza para aprobar el sistema, «bastante impresionante» según Reyes, consta de cuatro tests de impacto. Dos de ellos consisten en lanzar un vehículo contra el sistema: primero uno de 900 kilos -que sería el equivalente a un coche ligero, como un Opel Corsa- a 100 km/h y, segundo, un vehículo de 1.500 kilos -el equivalente a un coche pesado, como un Ford Escorpio- a 110 km/h. Los otros dos ensayos consisten en lanzar un «dummy» de 86 kilos -un maniquí con unos sensores que evalúan el daño en la cabeza y el cuello- contra el poste a 60 km/h y un ángulo de 30 grados, y el otro en lanzar un «dummy» con las mismas características contra el vano -entre los postes- del SPM.
Parece que las concentraciones de los moteros para pedir que no se instalen más barreras metálicas y que, en las que ya hay, se coloquen SPM han servido para algo, aunque todavía falta bastante trecho para ver estos dispositivos instalados en todas las carreteras.
Y es que, después de que el Ministerio de Fomento se comprometiera a tomar cartas en el asunto -sólo controla entre el 15 y el 20 por ciento de la red viaria-, hay que ver el grado de compromiso que deciden adoptar las comunidades autónomas -con responsabilidad en un 50 por ciento de las carreteras-.
De momento, el mayor de los compromisos es el de la Junta de Andalucía. El presidente de la Mutua Motera aseguró que llegaron «a un acuerdo por el que de los 10.000 kilómetros de la Junta nos van a dedicar 2.000», es decir, que permitirán que las asociaciones indiquen la serie de tramos que quieren «proteger». Ahora, los motoclubes tienen «tres meses para ponerse de acuerdo», afirmó.
Hasta finales de mayo, la Mutua Motera tiene programadas varias reuniones con las comunidades para pedirlas que instalen protectores -lo menos lesivos posibles para los motociclistas, Nivel 1, los cuales ya existen en el mercado, en sus carreteras y que no sigan instalando barreras metálicas sin tener en cuenta a los usuarios más vulnerables. Los moteros también reclaman que se use la menor cantidad de pinturas en la calzada y que, las que se utilicen, sea antideslizante
V,s
Se trata de un sistema continuo que evita tanto el impacto contra los postes de los sistemas de contención -que pueden producir amputaciones al impactar contra ellos a más de 30 km/h-, como que el motero se cuele por el hueco de la barrera -se evitan choques con elementos que separan los SPM y que están detrás o caídas por desniveles-. Además, el protector no debe afectar negativamente al comportamiento de la barrera de seguridad o pretil ante impacto de vehículos, debiendo cumplir los ensayos a escala real.
La prueba que se realiza para aprobar el sistema, «bastante impresionante» según Reyes, consta de cuatro tests de impacto. Dos de ellos consisten en lanzar un vehículo contra el sistema: primero uno de 900 kilos -que sería el equivalente a un coche ligero, como un Opel Corsa- a 100 km/h y, segundo, un vehículo de 1.500 kilos -el equivalente a un coche pesado, como un Ford Escorpio- a 110 km/h. Los otros dos ensayos consisten en lanzar un «dummy» de 86 kilos -un maniquí con unos sensores que evalúan el daño en la cabeza y el cuello- contra el poste a 60 km/h y un ángulo de 30 grados, y el otro en lanzar un «dummy» con las mismas características contra el vano -entre los postes- del SPM.
Parece que las concentraciones de los moteros para pedir que no se instalen más barreras metálicas y que, en las que ya hay, se coloquen SPM han servido para algo, aunque todavía falta bastante trecho para ver estos dispositivos instalados en todas las carreteras.
Y es que, después de que el Ministerio de Fomento se comprometiera a tomar cartas en el asunto -sólo controla entre el 15 y el 20 por ciento de la red viaria-, hay que ver el grado de compromiso que deciden adoptar las comunidades autónomas -con responsabilidad en un 50 por ciento de las carreteras-.
De momento, el mayor de los compromisos es el de la Junta de Andalucía. El presidente de la Mutua Motera aseguró que llegaron «a un acuerdo por el que de los 10.000 kilómetros de la Junta nos van a dedicar 2.000», es decir, que permitirán que las asociaciones indiquen la serie de tramos que quieren «proteger». Ahora, los motoclubes tienen «tres meses para ponerse de acuerdo», afirmó.
Hasta finales de mayo, la Mutua Motera tiene programadas varias reuniones con las comunidades para pedirlas que instalen protectores -lo menos lesivos posibles para los motociclistas, Nivel 1, los cuales ya existen en el mercado, en sus carreteras y que no sigan instalando barreras metálicas sin tener en cuenta a los usuarios más vulnerables. Los moteros también reclaman que se use la menor cantidad de pinturas en la calzada y que, las que se utilicen, sea antideslizante
V,s