Estamos en otra situación parecida a 2015, donde no es que ganó Lorenzo, que ganó, sino que no ganó Márquez. Aquél año Márquez ganaba o caía. Este año ha empezado así, pero se ha hecho daño en la primera carrera... y hay menos carreras, están más juntas y el margen de error es mucho menor. Las 2 victorias consecutivas de Quartararo dan como resultado un líder a 50 puntos del vigente campeón.
Remontar 50 puntos no va a ser fácil, porque también está claro que con distancias de 4,5 segundos en carrera, nadie le tose al francés ni le va a toser hasta que no vuelva Márquez... si está en forma cuando vuelva. Y si gana todo Márquez, que está por ver, y todos los segundos los hace Fabio, que también está por ver, hasta Cheste no se va a decidir nada. Vamos, que sí hay mundial.
Márquez obligado a ganar -no sólo a no fallar- para remontar, Quartararo a ganar todas las que pueda y no fallar, para que no le recorten a más de 5 por carrera... y todos los demás a pelearse por el tercer cajón. Ahí entrarán Viñales y Dovi como primeros candidatos, pero para ese tercer cajón ya hay más gente apuntada.
Igual las primeras carreras de Breno y Austria Márquez aún no está fino pero, en cuanto note seguridad en su hombro -y ya dicen que hizo 40 flexiones al día siguiente de la operación para que le dieran el alta-, pues como que sí, que hay mundial, pero siempre y cuando esté Quartararo ahí arriba y nos regalen buenos duelos. El resto no sé si no están al nivel, o esperan que estos 2 se caigan para llevarse los puntos que dejan perder. O a lo mejor todavía están poniendo una base buena para este campeonato. Las Yamaha siguen generando dudas de fiabilidad. Aún así nos queda la esperanza de que por esos puestos más retrasados, del tercero para atrás, tengamos buenos duelos. Ojalá.