como nadie se anima al tutorial, ahí va uno de la caza de moscas a mano:
Existen dos modalidades, la caza y captura con una mano y la palmada en emboscada a dos manos. Empecemos por la primera.
CAZA Y CAPTURA DE MOSCAS CON UNA MANO
Lo primero para este modo de cazar moscas es tener los materiales imprescindibles: una mano y una mosca. Una vez verificado el inventario, nos acercamos lentamente a la mosca siempre por delante con la palma abierta frente a su cara, que nos vea como una pantalla de cine. Las muy cabronas son rápidas y no se espantan fácilmente sabedoras de sus talentos en el vuelo rápido, así que nos podremos acercar bastante. Lo que no tienen tan claro ellas -y nosotros sí- es que son muy rápidas siempre que puedan iniciar el vuelo hacia delante, así que si les atacas frontalmente y tienen que iniciar el vuelo hacia atrás, tenemos media batalla ganada. Con un poco de experiencia podréis confirmar una distancia útil de captura y no hará falta acercarse más de lo necesario. Una vez en esa distancia idónea lanzamos el certero zarpazo y la tendremos en la mano cerrada pero viva!!!. A partir de ahí tenemos varias opciones: apretar la mano fuertemente y lavarnos la mano después. Ahuecar la mano un poco sin abrirla, agitarla para marearla y lanzarla fuertemente contra el suelo o la pared para dejarla KO y rematarla de un pisotón o ser benévolos y soltarla para seguir practicando si no tuviérais suficiente "ganado".
LA PALMADA EN EMBOSCADA A DOS MANOS
Aunque el nombre bien podría referirse al estado de la mosca tras aplicarle el método 2, en realidad se refiere al acto de dar una palmada con una mosca entre ambas manos. Al igual que en el primer método es imprescindible tener todo el inventario, una mosca y en este caso 2 manos (dos) para realizarlo correctamente. Una de las formas más efectivas es sentado en pantalón corto. Preferiblemente si antes de mojas con un poco de zumo de frutas como cebo a la altura de las rodillas, siempre por la parte visible, y así se puede perpetrar una verdadera escabechina. Si no tienes zumo, igual hay que esperar un poco más. Lo he visto hacer con leche condensada también. Ponemos las manos una a cada lado de las piernas, ya abiertas (las manos) con el fin de cercar el espacio y a un par de centímetros de las rodillas. Esperamos cual paciente cazador de patos con el escenario perfectamente controlado. No hace falta buscar las moscas en vuelo. Curiosamente este método es superatractivo para ellas (tendrán tendencias suicidas). Por fin llega una mosca. Se posa tranquila. Dependiendo de en qué pierna se pose, acercamos la mano que esté más lejos hasta que ambas manos equidisten de nuestra "pieza". Al igual que en el método 1 es muy importante que una de las manos ataque frontalmente. En caso contrario podemos hacer una maniobra de buscar la rodilla sin mosca con el talón del pie de la pierna con mosca. De esta forma conseguiremos girar casi 90º la mosca y la atacaremos con mayores garantías. PLAFF. Aquí nuevamente hay dos variantes: palmada seca y abrimos rápidamente sin espachurrar. La mosca suele salir viva. O palmada fuerte y sin abrir. En caso de duda podemos frotar las manos para asegurar el resultado. Es recomendable desplazar las manos un poco para que los dedos de una mano ocupen los espacios entre dedos de la otra y así evitar que se esconda entre esos huecos si no estuviera en la palma. Limpiarse adecuadamente después sea cual sea el método elegido y, por supuesto, con mucho jabón si se tratara o tratase de una mosca verde.
LA GOMA GORDA
Para las moscas en el techo vienen mejor unas gomas elásticas gordas que cuando era joven se usaban para llevar los libros al cole. Ahora aún las venden en algunos sitios. Son cojonudas para la caza de moscas en lugares poco accesibles. Si depuramos la técnica podemos incluso no espachurrarlas demasiado, pues una fuerza excesiva nos obligará a acceder al área del crimen con un paño húmedo. También son ideales para mosquitos.
Los métodos químicos o electrónicos son presuntamente efectivos, pero nadie dudará de que lo más efectivo es, sin duda, la exterminación y aniquilación total de los intrusos
Y dicho ésto... podemos volver a las actividades colegiales de mi infancia. Nuestro desficio era mayor y cazábamos con una mano para capturarlas con vida. Con cuidado les enebrábamos un pelo largo o un hilo atravesándoles el abdomen. En un extremo del hilo poníamos una bolita de papel mojado y en el otro anudábamos para que no se saliera. Se lanzaba la pelotita mojada al techo y la mosca volaba en círculos y rodaba durante toda la clase como un tiovivo. De vez en cuando nos castigaban a limpiar el techo de cadáveres, pero éso es otra historia.
Un verano estuvimos veraneando con mis padres en un pueblo con muchísimas moscas. Tantas había que le envié una carta a unas amigas de Castellón con una mosca pegada con celo. Todavía se descojonan al recordarlo ;D ;D ;D ;D ;D ;D
Y creo que mejor que no siga o me va a denunciar la protectora de moscas.