miquel-silvestre
Curveando
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La tercera etapa del viaje europeo era de Viena a Berlín pasando por Bratislava y Praga. La moto estaba aparcada en el aeropuerto de Viena después del maravilloso tramo austriaco. Pero esta vez no regresé solo, sino con mi madre.
Mi señora madre, médico de profesión, hace tiempo que debería estar jubilada pues tiene 72 años. Pero no sólo sigue trabajando sino que es una fuerza de la naturaleza más poderosa que un tanque ruso. Hicimos hace unos años el Camino de Santiago, por el durísimo trazado norte asturiano y cuando cumplió 70 le regalé un salto tamdem en paracaidas. Cuanto aterrizó ya quería subir otra vez.
Cierto que no habla inglés, pero se las apaña perfectamente; en cuanto la dejaba suelta liaba alguna.
Pero resultó un placer y siguió cuidando de mí. Entrando en Berlin me golpeó una piedra suelta en la retina. Me dejó bastante jodido y medio ciego, pero ella se las arregló para explicar en la farmacia que necesitaba colirio antibiótico.
Todo un carácter y un ejemplo. Un último consejo: pensad que el tiempo es siempre breve.

Mi señora madre, médico de profesión, hace tiempo que debería estar jubilada pues tiene 72 años. Pero no sólo sigue trabajando sino que es una fuerza de la naturaleza más poderosa que un tanque ruso. Hicimos hace unos años el Camino de Santiago, por el durísimo trazado norte asturiano y cuando cumplió 70 le regalé un salto tamdem en paracaidas. Cuanto aterrizó ya quería subir otra vez.

Cierto que no habla inglés, pero se las apaña perfectamente; en cuanto la dejaba suelta liaba alguna.

Pero resultó un placer y siguió cuidando de mí. Entrando en Berlin me golpeó una piedra suelta en la retina. Me dejó bastante jodido y medio ciego, pero ella se las arregló para explicar en la farmacia que necesitaba colirio antibiótico.

Todo un carácter y un ejemplo. Un último consejo: pensad que el tiempo es siempre breve.