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Un manto de polvo sahariano.
El polvo del Sahara ha llegado hasta las cotas más altas de Peñalara, en la Sierra de Guadarrama.
Los cielos de la península Ibérica amanecieron este miércoles cubiertos de un color ocre. Su causante era Celia, el nombre de la última borrasca que ha afectado a la península que, unida al polvo proveniente del desierto del Sáhara, formaron una calima que dejó estampas apocalípticas a lo largo y ancho del país.
En Peñalara, en la Sierra de Guadarrama, la nieve y el polvo se dieron la mano. Tal y como cuenta Álvaro Pantoja, de Recmountain, y autor de la fotografía, "en este proceso se tallan formas preciosas, dejando ver la estratificación de las capas de nieve y las diferencias en su composición. El polvo del desierto coloreaba la superficie del manto, más oscura cuanto más perpendicular a la dirección del barlovento". Las autoridades ya han alertado del peligro que supone para la salud respirar estas partículas y han desaconsejado cualquier actividad al aire libre.
Foto: Álvaro Pantoja.
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Prudencia excesiva.
El leopardo raramente defiende la presa que ha cazado, y pocas veces ataca a su víctima si no está seguro de enfrentarse a ella con éxito. Cazador solitario, la más mínima agresión o contratiempo pueden llevar a este felino a renunciar a su pieza, aun cuando demasiados intentos de captura fallidos puedan significar la muerte.
Foto: Sergey Gorshkov.
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Surfing festival.
Una toma de un día tormentoso de surf en La Haya, Países Bajos. Las austeras siluetas de los surfistas destacan sobre las olas grises y la lluvia torrencial.
Foto: Raido Nurk.
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Un Mustang salvaje en la tormenta.
Una dramática fotografía en blanco y negro de un semental Mustang salvaje, inclinando la cabeza mientras levanta una tormenta de polvo en el noroeste de Colorado, Estados Unidos.
Foto: Scott Wilson.
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La familia del emperador.
El paulatino calentamiento de la Tierra ya está teniendo consecuencias en todo el mundo, pero si hay una zona especialmente sensible al aumento de la temperatura global esa es la Antártida. Allí, en el refrigerador natural del planeta, un ejemplar de pingüino emperador y su cría de 8 semanas resisten a los envites de un mundo cada vez más cambiante.
En la bahía de Atka no falta la nieve, pero numerosos estudios ya han puesto de manifiesto el peligro que supone el cambio climático para las distintas especies de pingüinos que habitan en el hemisferio sur. Por ahora, la familia del emperador sigue creciendo, sus descendientes quizá no puedan decir lo mismo.
Foto: Cordon Press.
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Tripulación del HSM Endurance en la isla elefante.
Imagen tomada por el fotógrafo abordo del HMS Endurance, Frank Hurley. El terreno montañoso helado de la isla Elefante fue un refugio desafiante pero necesario para la tripulación del HMS Endurance.
Foto: Frank Hurley.
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Un cazador en la nieve.
Un zorro ártico (Vulpes lagopus) es pillado mirando a cámara tras merodear en la nieve en busca de algo con lo que llenar el estómago en Hornstrandir, Islandia. Su pelaje marrón, característico del verano, le permite pasar desapercibido en latitudes en las que la nieve no predomina, pero le convierte en un cazador mucho menos sorprendente en entornos nevados.
Foto: Evgeny Ermolov.
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A la deriva.
Para hacer un seguimiento de los cambios en la banquisa, el buque de investigación noruego Lance viajó a la deriva durante cinco meses en un insólito viaje desde el invierno ártico hasta la primavera. A finales de febrero ya se intuía la llegada del sol.
Foto: Peter Leopold.
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Luces del norte.
La aurora boreal ilumina el cielo de la región rusa de Murmansk, donde las conocidas como luces del norte regalan un espectáculo luminoso en mitad de la tundra a mediados de la época invernal. Esta región rusa es una de las mejores zonas del mundo para observar la aurora boreal en época invernal.
Foto: Stefan Liebermann.
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Canadá.
Un zorro ártico camina entre el hielo en la bahía de Hudson. Estos animales atraviesan largas distancias a través de la banquisa en busca de comida, pero el frío no es ningún problema para este mamífero capaz de sobrevivir a las gélidas temperaturas del Ártico.
Foto: Robert Postma .
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Búhos de tuberia.
Mientras iba en coche con su padre por la ciudad, Arshdeep vio un ave desaparecer por una vieja tubería de desagüe. Pidió a su padre detuviera el vehículo, preparó la cámara y el teleobjetivo, se arrodilló en el asiento y lo apoyó en la ventana entreabierta al nivel de los ojos. No pasó mucho tiempo antes de que surgiera un mochuelo Brahmán, seguido de un segundo, y que se quedaron mirando al objetivo fijamente. Los mochuelos Brahmán suelen anidar en los huecos de los árboles, donde la hembra pone hasta cinco huevos. Aunque son comunes en el Punjab, estas pequeñas aves rara vez son avistadas durante el día, ya que son nocturnas. Esta pareja reproductora -la hembra, a la izquierda, es más grande que el macho- suelen anidar en territorios urbanos, debido a la deforestación generalizada que azota la región. A Ashdeep le gustaría convertirse en un fotógrafo de naturaleza y ayudar en labores de conservación. Empezó a hacer fotos cuando contaba con seis años de edad y ha publicado su trabajo en diarios y revistas de India y otros países.
Foto: Arshdeep Singh Kapurthala.
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Barrido por el viento.
En la cima de la duna, el autor de la fotografía se enfrentó a un trío de elementos climáticos: un fuerte viento del noreste, un cálido sol de tarde y una densa niebla marina. Utilizando la cresta de arena afilada frente a él como punto focal, mantuvo el barrido de dunas a su derecha en el foco, dejando el lejano paisaje costero escondido detrás de una cortina de niebla: un misterio. Una mezcla de niebla y sol no es inusual en la Costa de los Esqueletos. Los vientos frescos de la corriente de Benguela, una corriente oceánica que fluye hacia el norte, se mezclan con el clima árido del desierto de Namib para crear una espesa niebla. La humedad de esta niebla se derrama tierra adentro y es vital para la supervivencia de muchas plantas e insectos.
Foto: Orlando Fernandez Miranda.
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Moeraki Boulders, Nueva Zelanda.
La playa de Koekohe, en Moeraki, es una de las más misteriosas de Nueva Zelanda. Sobre su arena blanca, y bañadas por aguas cristalinas, se encuentran unas enormes piedras conocidas como los “huevos de dragón”, por su forma y las estrías de su superficie. El tamaño de algunas de ellas puede llegar a alcanzar los 2,2 metros de diámetro y pesar hasta seis toneladas. Consideradas como rocas sagradas para los lugareños, se formaron gracias las concentraciones cálcicas que se acumularon hace millones de años alrededor de un núcleo central.
Foto: Kai Schwörer.
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De la mano con la conservación.
Madagascar.
"Mientras estaba en una expedición científica para analizar anfibios en Madagascar, un granjero local llamó nuestra atención sobre la pequeña rana verde que sostenía cuidadosamente en sus manos. Es crucial que los miembros de la comunidad entiendan la importancia de cada criatura viviente que nos rodea. Debemos aprender a proteger su biodiversidad y, por lo tanto, su futuro".
Foto: Javier Lobón-Rovira.
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Casa natal de Leonardo Da Vinci, situada en la localidad llamada Vinci, Italia, proxima a Stavia y Lamporechio(a aprox 100 km de Florencia), pueblos de la toscana Italaina:
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Lo vista de viñedos que podia observar de algunas de sus ventanas:
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posteriori, la escultura del circulo del hombre:
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Maniobras conjuntas.
Un MV-22 Osprey participa durante un simulacro conjunto de la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón -JGSDF- y los Marines de Estados Unidos en el campo de pruebas de Higashi Fuji, en Gotemba, al suroeste de Tokio.
Foto: iStock.
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Colibrí de Ana.
Las actividades humanas no siempre son beneficiosas para las aves, pero el colibrí de Ana ha aprovechado al máximo los cambios que hemos realizado en el paisaje y anteriormente residente al sur de California y la Baja California, ahora ha ampliado su área de distribución hacia el este, hasta Arizona y al norte hasta la Columbia Británica. La plantación de jardines perennes le ha permitido prosperar en este vasto nuevo territorio.
Foto: Bibek Ghosh.
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Bisontes en la nieve.
Los bisontes proporcionaron alimento, abrigo y combustible a los indios de las praderas hasta que la caza indiscriminada casi acabó con ellos. Buffalo Bill los mató por miles durante la construcción del ferrocarril en Estados Unidos. Eran 60 millones; un siglo después, en 1900, solo quedaban unas pocas docenas. Hoy su población se ha recuperado parcialmente, y cerca de 4.000 bisontes sobreviven desperdigados por las casi 900.000 hectáreas del parque nacional de Yellowstone.
Foto: Mark Newman.
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Bañera para mamuts.
Mammoth Hot Springs es un gran complejo de aguas termales en una colina de travertino adyacente a Fort Yellowstone. Fue creado durante miles de años cuando el agua caliente del manantial se enfrió y depositó carbonato de calcio formando las características terrazas de colores. Para poder acercarse, Mammoth Hot Springs tiene dos rutas con pasarelas y terrazas, la superior y la inferior. Aquí hay otros 10.000 puntos hidrotermales. Otro punto de interés geológico y arqueológico es Obsidian Cliff. Declarado en 1996 monumento histórico nacional, las tribus de la región obtenían de este acantilado de obsidiana el afilado vidrio natural empleado para fabricar puntas de flecha, hachas y otras herramientas.
Foto: Jorge Peraza.
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El arrendajo siberiano.
Lasse Kurkela quería dar una sensación de escala en esta fotografía de un arrendajo siberiano que vuela entre los árboles de un bosque dominado por abetos. Usó trozos de queso para acostumbrar a los arrendajos a su cámara controlada a distancia y para alentarlos a lo largo de una ruta de vuelo particular.
Los arrendajos siberianos usan los árboles viejos como despensas. Su saliva pegajosa les ayuda a pegar alimentos como semillas, bayas, o pequeños roedores e insectos en lo alto de los agujeros, grietas y líquenes de sus cortezas.
Foto: Lasse Kurkela.
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El hombre frente a la montaña.
Este 15 de mayo de 2019, en plena efervescencia de la temporada primaveral en los ochomiles, Kami Rita volvía a poner el pie sobre la mágica altitud de 8.848 metros, logrando su vigésimo tercera cima del Everest.
Foto: Istock.
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