Las ballenas jorobadas (Megaptera Novaeangliae) viven en océanos y mares de todo el mundo. Se alimentan solo en verano en aguas polares. Recorren hasta 25.000 km cada año y migran a aguas tropicales o subtropicales para reproducirse. Y dar a luz un ballenato que mida más de 4 metros y pese más de una tonelada al nacer.
Foto: Alain Ernoult.
Foto: Alain Ernoult.
Última edición:
A principios de año, roca negra en el desierto de nevada, ha sido testigo de una doble hazaña: por primera vez, el motor de un vehículo rompe la barrera del sonido; por primera vez, la onda de choque durante el cruce de mach está en una película fotográfica. Alain ERNOULT es el primer fotógrafo en materializar esta leyenda de la barrera del sonido de velocidad.
Foto Alain Ernoult.
Foto Alain Ernoult.
Gámbia. Se aproxima la tormenta.
https://photos.google.com/share/AF1...?key=dDZYT3puLVFJaEI1NGFzME9mXzl5dFVnY2dZWml3
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Amor perruno.
Seis pequeñas crias de jabalí encontraron un nuevo amigo en este bulldog francés llamado Bebé. Tras ser rescatados en el bosque con tan solo 3 días de vida, los rayones fueron llevados al santuario de fauna de Lehnitz, a las afueras de Berlín. Tan pronto como llegaron al refugio, bebé corrió y comenzó a acurrucarse con ellos para mantenerlos calientes. La madre de los pequeños, que probablemente murió a manos de un cazador, fue encontrada en las inmediaciones del lugar donde fueron rescatados.
Foto: Michael Sohn.
Seis pequeñas crias de jabalí encontraron un nuevo amigo en este bulldog francés llamado Bebé. Tras ser rescatados en el bosque con tan solo 3 días de vida, los rayones fueron llevados al santuario de fauna de Lehnitz, a las afueras de Berlín. Tan pronto como llegaron al refugio, bebé corrió y comenzó a acurrucarse con ellos para mantenerlos calientes. La madre de los pequeños, que probablemente murió a manos de un cazador, fue encontrada en las inmediaciones del lugar donde fueron rescatados.
Foto: Michael Sohn.
Circulo de vida.
Este enjambre de peces de cinco metros de diámetro cambiaba constantemente de forma y movimiento. La estrategia defensiva de la caballa parecía estar funcionando, ya que durante la hora que Jordi siguió al banco no se produjo el ataque por parte de ningún depredador. Cuando la enorme pelota de pescado se hundió, el fotógrafo captó la imagen con una perspectiva "aérea" en la que una graciosa coreografía desmentía la tensión a fuego lento.
Al nadar en una escuela apretada y coordinada, la caballa confunde a sus depredadores -rayas, barracudas europeas y peces azules más grandes.
Foto: Jordi Chias Pujol.
Este enjambre de peces de cinco metros de diámetro cambiaba constantemente de forma y movimiento. La estrategia defensiva de la caballa parecía estar funcionando, ya que durante la hora que Jordi siguió al banco no se produjo el ataque por parte de ningún depredador. Cuando la enorme pelota de pescado se hundió, el fotógrafo captó la imagen con una perspectiva "aérea" en la que una graciosa coreografía desmentía la tensión a fuego lento.
Al nadar en una escuela apretada y coordinada, la caballa confunde a sus depredadores -rayas, barracudas europeas y peces azules más grandes.
Foto: Jordi Chias Pujol.
Elefantes.
Una de las características más destacadas de los elefantes de sabana es, sin duda, su enorme trompa y sus grandes orejas. Las orejas miden unos 183 centímetros de largo por 114 centímetros de ancho, mucho más grandes que las del elefante asiático, que solo alcanzan los 60 centímetros de largo. El gran tamaño de las orejas es de gran ayuda a la hora de regular la temperatura corporal. Por ejemplo, pueden agitarlas para refrescarse, pues, a pesar de ser animales de sangre fría, los elefantes carecen de un sistema de termorregulación, como puede ser el sudor. Además, los vasos sanguíneos de las orejas se dilatan, lo que les ayuda a disipar el exceso de calor acumulado en el resto del cuerpo, algo muy útil para soportar las tórridas temperaturas de la sabana africana.
Foto: Istock.
Una de las características más destacadas de los elefantes de sabana es, sin duda, su enorme trompa y sus grandes orejas. Las orejas miden unos 183 centímetros de largo por 114 centímetros de ancho, mucho más grandes que las del elefante asiático, que solo alcanzan los 60 centímetros de largo. El gran tamaño de las orejas es de gran ayuda a la hora de regular la temperatura corporal. Por ejemplo, pueden agitarlas para refrescarse, pues, a pesar de ser animales de sangre fría, los elefantes carecen de un sistema de termorregulación, como puede ser el sudor. Además, los vasos sanguíneos de las orejas se dilatan, lo que les ayuda a disipar el exceso de calor acumulado en el resto del cuerpo, algo muy útil para soportar las tórridas temperaturas de la sabana africana.
Foto: Istock.
El útimo carroñero.
En los roquedos y candiles de la cordillera pirenaica sobrevive una de las aves cuyo nombre resulta, a la vez que temible, especialmente descriptivo.
El quebrantahuesos -Gypaetus barbatus- se establece como el último eslabón en el reciclado de nutrientes de los ecosistemas en los que se establece. Altamente especializado y adaptado a su hábitat, este ave de la familia de los accipítridos -un clado de rapaces diurnas caracterizado por poseer un pico ganchudo, patas y garras fuertes y una visión excepcional- sobrevive alimentándose de los últimos restos de carroña descartados por otros depredadores, sobre todo tendones y huesos.
Foto: Rubén Gázquez.
En los roquedos y candiles de la cordillera pirenaica sobrevive una de las aves cuyo nombre resulta, a la vez que temible, especialmente descriptivo.
El quebrantahuesos -Gypaetus barbatus- se establece como el último eslabón en el reciclado de nutrientes de los ecosistemas en los que se establece. Altamente especializado y adaptado a su hábitat, este ave de la familia de los accipítridos -un clado de rapaces diurnas caracterizado por poseer un pico ganchudo, patas y garras fuertes y una visión excepcional- sobrevive alimentándose de los últimos restos de carroña descartados por otros depredadores, sobre todo tendones y huesos.
Foto: Rubén Gázquez.
El enjambre.
Los tiburones ballena del Ningaloo suelen ir acompañados de grupos de peces como este, los cuales usan al tiburón como refugio flotante. Este, sin embargo, era enorme, mucho más denso y con muchos más peces de lo habitual. El tiburón casi parecía estarse hartando de los peces y estaba tratando de sacudirse del enjambre que lo rodeaba. Haría inmersiones pronunciadas y luego ascendería de nuevo agitando su cola, pero los peces se arremolinarían aún más densamente alrededor del pobre tiburón, ¡que probablemente apenas podría ver a través de ellos! "Tenía la esperanza de pasar un poco de tiempo fotografiando a este tiburón ballena, pero después de algunos altibajos, desapareció en las profundidades del océano Índico. Un encuentro que nunca olvidaré!."
Foto: Oliver Clarke.
Los tiburones ballena del Ningaloo suelen ir acompañados de grupos de peces como este, los cuales usan al tiburón como refugio flotante. Este, sin embargo, era enorme, mucho más denso y con muchos más peces de lo habitual. El tiburón casi parecía estarse hartando de los peces y estaba tratando de sacudirse del enjambre que lo rodeaba. Haría inmersiones pronunciadas y luego ascendería de nuevo agitando su cola, pero los peces se arremolinarían aún más densamente alrededor del pobre tiburón, ¡que probablemente apenas podría ver a través de ellos! "Tenía la esperanza de pasar un poco de tiempo fotografiando a este tiburón ballena, pero después de algunos altibajos, desapareció en las profundidades del océano Índico. Un encuentro que nunca olvidaré!."
Foto: Oliver Clarke.
Desesperanzado.
Esta ballena jorobada sufriría una muerte lenta, dolorosa y agonizante después de que su cola se enredara en varias cuerdas asidas a una boya. Esto es un reflejo de lo que están sufriendo no solo nuestros océanos, sino también nuestro planeta, producto del egoísmo y falta de responsabilidad del hombre. "Tomar esta fotografía fue para mí el momento más triste que he vivido en el océano. Especialmente porque he pasado mucho tiempo con ballenas jorobadas bajo el agua, experimentando contacto visual, interacciones y viendo con mis propios ojos cómo son seres sensibles e inteligentes. Pero estoy "feliz" de poder capturar ese momento y mostrarle al mundo lo que está pasando, lo que estamos haciendo. Realmente espero que esta imagen nos haga conscientes, nos abra los ojos y nos impulse a hacer cambios reales."
Foto: Álvaro Herrero López Beltrán.
Esta ballena jorobada sufriría una muerte lenta, dolorosa y agonizante después de que su cola se enredara en varias cuerdas asidas a una boya. Esto es un reflejo de lo que están sufriendo no solo nuestros océanos, sino también nuestro planeta, producto del egoísmo y falta de responsabilidad del hombre. "Tomar esta fotografía fue para mí el momento más triste que he vivido en el océano. Especialmente porque he pasado mucho tiempo con ballenas jorobadas bajo el agua, experimentando contacto visual, interacciones y viendo con mis propios ojos cómo son seres sensibles e inteligentes. Pero estoy "feliz" de poder capturar ese momento y mostrarle al mundo lo que está pasando, lo que estamos haciendo. Realmente espero que esta imagen nos haga conscientes, nos abra los ojos y nos impulse a hacer cambios reales."
Foto: Álvaro Herrero López Beltrán.
Y lluvia.....
