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Al rescate del jaguar.
Un jaguar se agacha en un área recientemente arrasada por los incendios forestales que tuvieron lugar en el parque Encontro das Aguas, en el estado de Mato Grosso, Brasil. Bomberos, tropas militares y voluntarios han estado luchando para encontrar y rescatar jaguares y otros animales antes de ser alcanzados por las llamas que este año se han visto agravadas por la peor sequía en 47 años, fuertes vientos y temperaturas superiores a los 40ºC.
Foto: AP.
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Walchensee, en los Alpe de Baviera.
El lago Walchen es un destino muy popular en la región de Baviera. Para visitarlo lo mejor es situarse en la estación del telecabina del monte Herzogstand, a la que se llega en autobús desde el pueblo de Kochel am See (a 10 km). Una vez allí se puede elegir entre subir caminando al refugio-restaurante situado en la cima (20 min) para deleitarnos con las vistas, o descender hasta la orilla, con el telecabina (25 min) o a pie (2 h) por una senda que al inicio es escarpada y después más suave. Ya junto al lago, se pueden realizar rutas en bicicleta y actividades náuticas. El Museo del Walchensee, instalado en un chalet bávaro, muestra la historia y los valores naturales del que es uno de los lagos más grandes (16,4 km2) y profundos (192,3 m) de Alemania.
Foto: AgeFotostock.
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Depredadores y carroñeros.
“Dondequiera que encuentres caribúes -Rangifer tarandus granti- habrá muchos lobos siguiéndolos”, explica Peter Mather, autor de esta fotografía. Un lobo puede matar a un adulto y los restos pueden alimentar a una gran variedad de otros animales como el zorro ártico que vemos en la imagen alimentándose del cadáver un ejemplar que probablemente murió al luchar contra otro macho.
Foto: Peter Mather.
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Atrapados en el mar.
Unos viajeros que habían quedado atrapados en una remota playa de Australia a causa de la pleamar hacen señas al avión del fotógrafo pidiéndole ayuda. «El piloto llamó por radio a las autoridades en Brisbane, a más de 1.500 kilómetros de distancia, y estas alertaron al asentamiento aborigen más cercano», explica el fotógrafo Sam Abell. Los rescataron con un enorme cabrestante antes de que llegase la marea alta.
Foto: Sam Abell.
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El cormorán orejudo.
Los cormoranes son excelentes buceadores bien adaptados a la búsqueda rápida de peces bajo el agua. Sus cuerpos son pesados pero aerodinámicos y poseen un plumaje denso. Cuando se zambullen, mantienen sus alas firmemente pegadas a los costados, impulsándose con sus poderosas patas y pies palmeados orientando su cuerpo a través del agua con la cola. Algunos cormoranes son capaces de bucear a más de 90 metros bajo la superficie, no obstante cazan a la mayor parte de sus presas a profundidades menores.
Foto: Joanna Lentini.
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Arrozales de Honghe.
China— Vistos desde una ladera donde abundan los árboles en flor, los arrozales en terraza de Honghe forman un mosaico de color: el verde de la vegetación, el rojo de las plantas acuáticas y el azul del cielo reflejado en el agua. La etnia hani lleva 13 siglos cultivando estas 16.500 hectáreas en las laderas de los montes Ailao, hoy Patrimonio de la Humanidad.
Foto:AP.
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Un lugar para los tigres.
Con curiosidad y gracia felina, una tigresa llamada Bachhi se hace su propia foto al interceptar un haz de luz infrarroja en el emplazamiento de una cámara con control remoto en el Parque Nacional de Bandhavgard, en la India. Sofocada por una temperatura de 48 ºC, busca alivio en una charca, a pesar del fétido brebaje de orina de mono y hojas podridas que contiene.
Foto: Michael K. Nichots.
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Islandia, bajo el firmamento de Vesturland.
Una escapada en invierno a la isla de hielo y fuego es una ocasión idónea para admirar las auroras boreales que en las noches despejadas salen a bailar por el cielo. La península de Snæfellsnes, en el oeste islandés, está considerada un lugar excelente para mirar las luces polares. La oferta de actividades en la zona incluye la visita al pueblo de Hellissandur y su museo sobre los marineros locales, una ruta por el Parque Nacional Snaefellsjökul hasta el glaciar del volcán Snaefells, y también propuestas vinculadas a las auroras: desde seguir su reflejo en el agua mientras se navega en bote por un lago –en la imagen, el monte Kirkjufell–, a relajarse mirando el cielo desde un típico hot pot, los jacuzzi de agua caliente y al aire libre que hay en muchas cabañas-hotel.
Foto: iStock.
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Un ojo de camaleón.
Esta imagen ampliada muestra el ojo de un camaleón de Parson -Calumma parsonii-, una de las especies de este reptil más grandes del mundo, y también más longevas. Los camaleones cambian rápidamente de aspecto en función de la temperatura, el entorno y su estado de ánimo. La ciencia acaba de identificar un factor clave de esta capacidad: los reptiles pueden «ajustar» el espaciado de los nanocristales fotorreflectantes de su piel, creando así toda una gama de colores.
Por ejemplo, cuando están en reposo, los camaleones suelen adoptar el color verde o parduzco para confundirse con el entorno, mientras que cuando se muestran agresivos o están excitados sexualmente presentan colores vivos. En este caso los cristales se separan, reflejando las longitudes de onda del amarillo, el naranja y el rojo.
Foto: Lucas Bustamante.
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Torres del desierto.
Unas agujas de arenisca despuntan en el valle de Karnasai, en el Sahara central. Los fuertes vientos, las severas tormentas de arena y los chubascos ocasionales deshacen lentamente estas formaciones rocosas convirtiéndolas de nuevo en arena.
Foto: George Steinmetz.
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Un león entre dos tierras.
En una frontera barrida por el viento entre dos países, un león recorre el lecho seco del río Nossob, centro de un vasto refugio de caza mayor. En este punto el Parque Nacional de Kalahari Gemsbok de Sudáfrica está unido por un paso sin barreras con el Parque Nacional Gemsbok de Botsuana, más extenso.
Foto: Chris Johns.
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Italia, el espactáculo de los Dolomitas.
Una forma de admirar los montes Dolomitas (Patrimonio de la Humanidad) es acampar y contemplar sus cimas con las estrellas de fondo y rodeados del silencio que regala la naturaleza. Esto resulta especialmente emocionante en el Parque Natural Paneveggio-Pale di San Martino, en el Trentino oriental, una reserva de abetales, picos que rozan el cielo – en la fotografía, el Pale di San Martino (2.982 m)– y los valles de Canali, Venegi y Vanoi, unidos desde 1863 por el legendario Passo Rolle. En el sur destaca San Martino di Castrazzo, un histórico pueblo de esquí del que parten rutas con raquetas de nieve y en carros de mulas, así como telesillas a pistas y teleféricos que suben a las cimas circundantes. La Villa Welsperg, antiguo coto de caza, acoge la casa visitantes del parque.
Foto: Olimpio Fantuz.
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Un oso curioso.
Más de 5.000 visitantes al año suben a unos grandes vehículos denominados Buggies de la Tundra para ver a los osos polares de la bahía de Hudson, en Canadá. Los guías advierten que deben mantenerse a una distancia prudente de los plantígrados. En la foto, un ejemplar merodea en torno a un campamento motorizado.
Foto: Flip Nicklin.
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La colosal frontera de Adriano en Inglaterra.
Durante la época de ocupación romana de Britania (siglo I), el emperador Adriano hizo construir un muro de costa a costa para defender el límite norte del Imperio. Aquel adarve que separaba los páramos ingleses de las Tierras Altas escocesas tenía gruesos muros (5 m de alto por 3 de ancho), decenas de fuertes y multitud de torres de vigilancia. Declarado en 1987 Patrimonio de la UNESCO, el Muro de Adriano es hoy el eje de una atractiva ruta de 117 km que, entre las localidades de Newcastle-upon-Tyne (este) y Carlisle (oeste), se puede recorrer por etapas a pie o en bicicleta, mientras se bordean colinas y lagos, y se visitan pueblos y restos romanos. Entre los mejor preservados se hallan el fuerte Housesteads, en Haxham, y las caballerizas de Chester.
Foto: AP.
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Petra, antigua ciudad de piedra.
Sentado en una azotea excavada hace dos milenios, un beduino contempla el reino de los nabateos, cuya antigua capital atrae desde las arenas del sur de Jornadia. Olvidada durante muchos siglos, en Petra todavía resuenan los misterios del pasado: este grandioso edificio, Al Deir (el Monasterio), probablemente fue un templo nabateo.
Foto: Annie Griffiths Belt.
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Baño con bufalos.
Para combatir las elevadas temperaturas de agosto, un joven pastor hace una voltereta en el aire antes de lanzarse al río Turag, al oeste de Dacca, junto a una manada de búfalos que acuden al mismo lugar a refrescarse. Aunque las aguas cercanas a la capital de Bangladesh están contaminadas por aceites, colorantes, productos químicos y residuos, la mayoría de los cerca de 250 ríos del país son lo bastante caudalosos durante la temporada del monzón para eliminar las impurezas.
Foto: James P. Blair.
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Exhibición de salto.
La fotógrafa Buddhilini de Soyza capturó esta impresionante imagen de una ballena jorobada que se abría paso en junio de 2020 en la aguas de la costa de Sydney, una vez se levantó el confinamiento de la ciudad a causa del coronavirus. Buddhilini explica: “Vimos un impacto en la distancia y nos dirigimos en esa dirección y nos encontramos con una ballena. Los barcos de avistamiento de cetáceos solo observan ballenas saltando alrededor del 30% del tiempo. Pero con este chico, no tuvimos que preocuparnos. Durante los siguientes 90 minutos organizó un espectáculo como nunca habíamos visto en nuestros 8 años de avistamientos de ballenas en Australia".
Foto: Buddhilini de Soyza.
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La mítica Calzada del Gigante.
La Calzada del Gigante es uno de los enclaves naturales más visitados de la costa irlandesa del Ulster. Aunque los geólogos afirman que se creó a partir de lava hace 60 millones de años, la leyenda cuenta que fue obra del gigante irlandés Finn McCool, quien la construyó para llegar a Escocia y ver a su amada. Este prodigio natural, declarado Patrimonio de la Unesco en 1986, está formado por más de 30.000 bloques hexagonales de basalto que descienden escalonadamente hasta el mar. En el pueblo de Bushmills –con bed&breakfast, destilerías de ron y pubs– nace un sendero costero de dos kilómetros que pasa por la panorámica punta de Chimney Tops y deja ver las singulares rocas de El Arpa, Los Órganos y Los Ojos del Gigante.
Foto: AP.
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Un oso polar nada hacia la costa en la Bahía de Hudson,Canada.
Un oso polar ofrece un primer plano a la cámara del fotógrafo en la bahía de Hudson, a tres kilómetros de la costa. Con el deshielo de los meses de verano, los osos más grandes
del mundo, una especie vulnerable, deben alcanzar la costa a nado.
Foto: Steve Leviv.
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Los impactantes Montes Dolomitas.
Los Alpes muestran su cara más fantasiosa en las moles de los Dolomitas. Desde cualquier punto que se contemplen ofrecen un espectáculo de muros de roca y crestas afiladas –18 picos de más de 3.000 metros–, cuya composición geológica hace que se tiñan de color rosáceo con la luz del sol.
Su vertiente más agreste emerge al norte de Cortina d’Ampezzo, una localidad de esquí rodeada por aldeas de aspecto tirolés y algunos de los valles alpinos más bellos: Fassa, Fiemme, Badia... Cortina es la puerta al Parque Natural de los Dolomitas de Sesto, donde destacan las Tres Cimas de Lavaredo, las más emblemáticas del macizo. Sus agujas se yerguen sobre un pedestal por encima de bosques de alerces y prados de lirios, en invierno ocultos bajo la nieve.
Foto: Johanna Huber.
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Parque Trójmiejski Krajobrazowy (invierno).​

Polonia— El hielo y la nieve tapizan en invierno el Parque Trójmiejski Krajobrazowy, situado en la región de Pomerania. El fotógrafo sobrevoló en paramotor este minúsculo lago para retratar este paraje natural en distintas estaciones del año.
Foto: AP.
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Manada de elefantes, Kenia.
Una manada de elefantes se abre paso a través de la vegetación del pantano en el Parque Nacional Amboseli, en Kenya. Esta zona protegida situada a los pies del monte Kilimanjaro abarca una superficie de 392 kilómetros cuadrados y fue establecida como parque nacional en 1974. Hoy es el hogar de más de 450 especies de animales, entre ellos elefantes, ñúes, grullas, y garcetas.
Foto: George Steinmetz.
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Atardecer en Liwa, Abu Dhabi.
Emirato de Abu Dhabi— Atardece en la región de Liwa, y los hombres de las tribus locales conducen sus camellos hacia una zona de pastos de la vecina Arabia Saudí. Las arenas móviles crean enormes dunas en forma de media luna que se desplazan lentamente y llegan a medir 150 metros de altura.
Foto: AP.
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Bahía de Milne.
En la bahía de Milne, en Papúa y Nueva Guinea, los bancos de peces se arremolinan en torno a los pilares tapizados de coral de un muelle en ruinas. Las cálidas aguas de la bahía –parte del área marina del Triángulo de Coral– albergan miles de especies de peces.
Foto: Mark Thiessen.
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Aguilas kirguisas.
En esta fotografía tomada en septiembre de 2018, un niño Kirguiso sostiene a su águila de caza durante la celebración de la tercera edición de los Juegos Nómadas, en Cholpon-Ata, a 250 kilómetros de Bishkek, en Kirguistá
La nación centroasiática de Kirguistán celebró sus Juegos Nómadas bienales para promover y celebrar los deportes tradicionales de los nómadas. La competición de una semana de una semana de duración, y que se celebra en una garganta cerca del pintoresco lago Issyk-Kul, cuenta con deportes tradicionales de los pueblos nómadas como la lucha libre a caballo y el polo en cabra.
Foto: AP.
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Cabo Fisterra.
Multitud de leyendas envuelven desde hace siglos al mítico cabo Fisterra, el Finis Terrae o «final de lo conocido» para los romanos y la culminación del Camino de Santiago para muchos peregrinos. Frontera natural entre las Rías Altas y Bajas de Galicia, el cabo también pone fin al dramático litoral de la Costa da Morte, repleta de historias de naufragios y tempestades. A sus puertas se asienta la villa marinera de Fisterra, dispuesta en anfiteatro alrededor del puerto. De allí sale la carretera que recorre todo el precipicio, y también hay senderos que trepan por sus lomas y se asoman a los abismos. El final del cabo lo corona un faro de 1853 y una plaza abalconada para disfrutar del maravilloso ocaso, que los romanos interpretaban como si el sol se hundiese en el océano. El paraje fue declarado Patrimonio Europeo (2007) por su simbolismo histórico.
Foto: GTRES.
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Aguilas kirguisas.
En esta fotografía tomada en septiembre de 2018, un niño Kirguiso sostiene a su águila de caza durante la celebración de la tercera edición de los Juegos Nómadas, en Cholpon-Ata, a 250 kilómetros de Bishkek, en Kirguistá
La nación centroasiática de Kirguistán celebró sus Juegos Nómadas bienales para promover y celebrar los deportes tradicionales de los nómadas. La competición de una semana de una semana de duración, y que se celebra en una garganta cerca del pintoresco lago Issyk-Kul, cuenta con deportes tradicionales de los pueblos nómadas como la lucha libre a caballo y el polo en cabra.
Foto: AP.
Ver el archivo adjunto 216194

Esta foto es justo ahí, a orillas de Issyk-Kul:

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Un país del todo recomendable, ya sea para ir en moto o para realizar senderismo.
Saludos cordiales.
 
Rocas pareidólicas.
El desierto es hogar de trampas visuales. Constantes son las alusiones a los espejismos de los viajeros que ellos se pierden en ellos y sobreviven para contarlo. Más la serena y calma peligrosidad del desierto, con sus paisajes aparentemente vacíos y desolados, son también un lienzo en blanco para imaginación de quien se adentra en sus dominios, y las formas de sus rocas, donde la pareidolia aguarda agazapada en cada pequeño rincón, pueden adoptar las figuras más inesperadas, como la de esta roca en forma de elefante. Solo hay que mirar con atención.
Foto: iStock.
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Una madre protectora.
Una tigresa de Bengala llamada Sita descansa junto a uno de sus tres cachorros de seis meses de edad. Bautizada con el nombre de una diosa hindú, era admirada por visitantes del Parque Nacional Bandhavgarh, en la India, por sus habilidades de caza y su devoción por las crías. Los conservacionistas valoran su reproducción prolífica; durante sus años de vida reforzó la población local con seis camadas. Se cree que acabó siendo presa de los cazadores furtivos.
Foto: Michael Nichols.
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En Auckland Nueva Zelanda tener una embarcación es como en España tener una paellera en casa, navegar forma parte de la vida, en Auckland. Uno de cada tres hogares posee un barco, la proporción más alta del planeta. Me llamó la atención pasar por delante de un "parking" para embarcaciones, tienes tu sitio para guardarla, te hacen el mantenimiento y cuando la necesites se encargan de subirlas, bajarlas y ponértelas en el agua, así como sacarlas y darles un manguerazo...claro que el nivel de vida allí es muy alto.

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