Re: Presentacion (ojo, ladrillo) y peticion de con
PRESENTACION (EL LADRILLO)
Mi primer amor (platónico, pues no llegue a tener una) fue una R100RS del 79 (azul con los laterales del depósito gris plata) que había en mi garaje comunitario. Tras usarla un solo año, y con solo 4500 km, su dueño la dejo “abandonada” (lo digo entre comillas porque aun estando en su plaza de garaje no se digno ni a cubrirla con una funda) durante mas de diez años en los cuales acumulo polvo y desperfectos. A medida que crecía, me hice firme propósito de hacer una oferta al propietario de la moto y ponerla en marcha, pero meses antes de sacarme el carnet, la moto desapareció, y con ella mi entusiasmo por las motos se mitigo considerablemente.
Me compre una vespa 125 y tire con ella un añito, hasta que me pico de nuevo el gusanillo, la escasez de recursos me hizo comprar una Aprillia 125 (horror, de los horrores) que me duro 3 meses antes de venderla aburrido, tras cada salida tocaba ir al taller (cadena, piñón, bomba de agua, etc..) y cambiarla por una Suzuki GS500, que me duro otros 6 meses, la moto iba bien y era bonita, pero no me llenaba y cuando surgió la oportunidad de cambiarla por una K100RS no lo pensé dos veces.
La K me acompaño infatigablemente desde el año 90 y no me ha dado más que satisfacciones, pero, cuando me case mi mujer dejo de querer montar salvo ocasiones esporádicas, y cuando llegaron los enanos, se negó categóricamente, además de que entre nos niños y el trabajo apenas quedaba tiempo para la moto, con lo que quedo relegada a uso puramente ciudadano y solo de cuando en cuando (menos de 1500 km anuales).
En el 2006 hubo algunos cambios que me hicieron replantearme la escala de valores y decidí volver a salir en moto (entre otras cosas), pero he aquí que me sentía inseguro en la K y (tonto de mi) lo achaque a que era una moto “vieja” y no a que yo había perdido facultades y practica.
Me auto convencí de que lo suyo era una moto más moderna y me compre una R1100S, por suerte no me aceptaron la K como parte del pago y la guarde en un garaje. Tras el entusiasmo inicial (como corre, como frena, como mola el telelever, etc…) empecé a apreciarle peguillas a la bóxer (tironcillos a bajo-medio régimen, ruidillos varios, frecuencias de resonancia a velocidades sostenidas, etc…) pegas pequeñas pero que no me cuadraban con una moto moderna. El tema se agravo cuando uno de los ruiditos que a mí me traía loco y que según los expertos era normal (ya conocéis la explicación, estas motos suenan por todos lados y demás) resulto ser el casquillo de biela izquierdo desgastado y casi sin metal antifricción. Repare, pero perdí confianza en la moto, y aunque en el conce me aseguraban que la moto iba perfecta, todos los ruidos y vibraciones me ponían el alma en vilo y hacían que estuviera todo el día dando la tabarra a mi mecánico que finalmente me dijo que posiblemente el bóxer no estuviera hecho para mi, que debería volver al mundo K.
Y eso hice, hace un año compre en el conce una K1200S y como era usada, no cogieron mi R1100 como parte del pago aunque me dejaron tenerla en la exposición. La K1200S es un cañón, pero mientras tanto puse en marcha de nuevo la K100 y cada día disfruto más de su conducción, es muy diferente de la de la K1200 pero igual o incluso mas satisfactoria.