Me contaron una vez que en un pueblo de estos perdidos de la mano de Dios había una pareja en trámites de boda y, como es habitual en estos casos, el marido estaba deseando empezar las “labores de cama”.
La señora, casta donde las haya, dice que hasta la boda no hay nada que hacer y el marido, escaso de dinero decía que lo de la boda tendría que esperar.
Dando solución a su problema se marcha al monte y a la primera cabra montesa que encuentra la agarra por los cuernos y ........ no lo cuento que ya os lo imagináis.
Claro está que a la cabra no le hizo gracia y en estampida sale a correr con el señor en cuestión agarrado a los cuernos y en postura comprometedora, pasando por todo el pueblo y como no por delante de su futura señora, que ante la escena dice ......
“Mira el joputa, no tiene dinero para casarse y va y se compra una Vespa”
La señora, casta donde las haya, dice que hasta la boda no hay nada que hacer y el marido, escaso de dinero decía que lo de la boda tendría que esperar.
Dando solución a su problema se marcha al monte y a la primera cabra montesa que encuentra la agarra por los cuernos y ........ no lo cuento que ya os lo imagináis.
Claro está que a la cabra no le hizo gracia y en estampida sale a correr con el señor en cuestión agarrado a los cuernos y en postura comprometedora, pasando por todo el pueblo y como no por delante de su futura señora, que ante la escena dice ......
“Mira el joputa, no tiene dinero para casarse y va y se compra una Vespa”