Hola que hay.
Me interese por esta carta, desde el mismo día que lo publicaste Livngtone. Aún hoy no tengo respuesta que dar, y menos siquiera pudo dar argumento con el poder llevar esperanza a alguien, de quien no sé, su estilo de vida y forma de ser.
Si voy a decir, Lo normal es, que nuestras enfermedades son las peores. Esto no es cierto, lo que no lleva a estar enfermos realmente; es nuestro mal estado de ánimo.
No me cuentan, me dicen: Un día volviste del periodo de tiempo, en el que, permaneciste en inactividad y reposo absoluto. Te tuvimos que atar a la cama, no eras consciente de nada, tu única intención era marcharte. Tenias la pierna atravesada por la tibia con una barra, de la cual, tiraba unas cuerdas que tensaban unos contrapesos, para evitar que las treinta y ocho facturas reconocibles de tu fémur no estuvieran mínimamente cerca unas de otras, para así, evitar que cicatrizaran mal entre ellas.
Una vez recobraste las constantes mínimas, después del coma en que te encontrabas, se te pudo operar por primera vez. Tú nunca has sido consciente de esta intervención que tuvo una duración de ocho horas de quirófano. Pasado alrededor de un año, el neurólogo, me pregunta ¿qué día es hoy? (hasta tres años más adelante, cuando he estado en su consulta, siempre es lo primero que me ha preguntado. Salí de la clínica, con muletas y también con alguien que llevara mi pierna cogida con sus manos, para que el peso de la escayola que tenía desde los dedos del pie hasta prácticamente la cadera (durante medio año más) no se despegaran y dejaran caer mi rodilla al suelo.
Esto me lo han comentado quien estuvo en torno a mí, y aun están, no puedo concretar de quien viene cada voz. Simplemente he recogido retazo de cada una de las vivencias que he tenido.
Estando en la UVI de un hospital, llegan mis padres, el traumatólogo, les dice: Al encontrarse en coma, solo se puede esperar, dentro de sus distintas lesiones. Si se recobra del coma, cuando tenga las mínimas constantes, se le intervendrá “Para amputarle la pierna”. Mis padres se negaron a que pudiera dar esta situación. Piden el traslado de hospital, para lo que se vieron obligados a, hacer un poder notarial. Y en coma soy trasladado a otro hospital. En este, tras ser reconocido por otro traumatólogo, dice: En principio de realizarle la intervención, intentare sálvale la pierna, en lugar de amputarla directamente. Pero es complicado dado la situación en que se encuentra la pierna. Si quieren tener una mayor, posibilidad, de mejor resultado `Como aun sigue en coma´ le trasladaríamos a Toledo (mejores traumatólogos) donde se pudiera dar un mejor resultado “Claro” cuando recobre la consciencia.
De la primera operación, no tengo la menor idea, pues no he se aun si soy realmente consciente de estar vivo.
Pasado alrededor de un año desde mi primer ingreso en un hospital (el neurólogo, me pregunta ¿qué día es hoy? hasta tres años más adelante, cuando he estado en su consulta, siempre es lo primero que me ha preguntado) salí de la clínica, con muletas y también con alguien que llevaba mi pierna cogida con sus manos, para que el peso de la escayola que tenía desde los dedos del pie hasta prácticamente la cadera (durante medio año más) no se despegaran y dejaran caer mi rodilla al suelo.
- Un día me dice “José María Madruga Samaniego” (el traumatólogo, que ha conseguido, el mantenerme junto a mi pierna) que te parece si quitamos todos los hierros que tienes en el fémur.
- le pregunte ¿me permitirá andar mejor?
- Es una posibilidad.
- Le respondí, mañana es tarde. Y qué vais a hacer con las placas de hierro, los tornillos, y clavos que tengo en la pierna.
- Me dijo y tú para que los quieres.
- Me reí y…
Finalizada esta otra intervención, posibilito que ya no tuviera tan rígida la pierna y pudiera flexionarla (tras rehabilitación y algún año) alrededor de sesenta y cinco grados por la rodilla.
- En una de las revisiones que mantenía conmigo “Madruga” me dice, sabes que, tu intervención ha pasado a estudio.
- Bien, pero soy quien más tiempo llevo en la sala de rehabilitación, ya no consigo aumentar la flexión en la pierna. Quiero que “Me vuelvas a operar” para hacer que flexione la pierna, sino para correr, al menos pueda ante una escalera, no pensar como la tengo que subir o bajar.
- Ya puedes andar, y hasta hace nada no, es todo un logro.
- A todos os puede parecer increíble, pero, yo no sé ni tan siquiera quien he sido. Solo que un día he salido de la clínica El Rosario, donde gran parte de las enfermeras han estado (eso, pienso yo) viendo a quien al poco de salir del coma, las primeras palabras que dijo fueron en ingles, le tenían que dar de comer porque no sabía, no conocía a sus padres, quería salir de allí como fuera `Me tenían secuestrado´ aun teniendo la pierna rota (dicen que no era consciente de ello), no conocía a mis padres… En definitiva quiero vivir mejor.
- Si pero una nueva intervención, tiene un gran riesgo. Puedes perder la pierna.
- No me importa, de volver a intervenirme, por poco que aumente un mínimo la flexión en la pierna, me cambiara totalmente la vida. Ahora poco puedo hacer con una prácticamente inmóvil, poco voy a perder si dejo de tenerla.
Me volvió a intervenir, y hoy puedo subir en motocicleta.
*Igual, esta redacción pudiera ser una novela u “nuviola” –Unamuno- . [-Ya que aun no estoy seguro de que sea real u imaginación mía-] como a mí me gusta llamar a la que posiblemente sea:
Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.
De estos renglones, al menos se, que solo es en parte; pues no considero seguir hablado para que vosotros sepáis más de que mí <<Que yo mismo, se de mí>>
Dicen benévolamente que no era consciente de lo que decía; pero yo siempre pensé que quienes están locos, aun hoy, soy vosotros.
Bueno, dejo ya de escribir, que como dicen algunos ya esta pepe con sus ladrillos…nada,,, y sigo…
Livinstone, yo llevo hasta ahora (esta vez con número) 5 (intervenciones, no) operaciones. Y siempre las he preferido a cualquier otra posibilidad.
En definitiva, que tú amiga piense que se ha avanzado mucho en medicina. Que elija el mejor cirujano posible, y que una vez intervenida mejorara rápidamente, pudiendo hacer lo ahora por las circunstancias ni piensa.
Hala hasta luego y que su vida sea suya, y no de su pecho.
….Ahora si he dado fin al lápiz. ;D ;D ;D ;

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