goonbike
Allá vamos
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Tras sólo dos salidas y 500 kms con mi nueva R1200RT no quiero dejar pasar más tiempo sin contaros mis primeras experiencias con ella. Atiendo así la petición de algunos apañeros del metal, colegas de este foro de amotos y aprovecho para complementar, con mis puntos de vista, las opiniones de otros recientes propietarios que ya nos las han dado.
Empezaré por lo que más me ha sorprendido de esta moto y que también recuerdo de cuando probé durante 400 Kms el modelo anterior. No es otra cosa que su suspensión, que hace que parezca como si te deslizaras, sobre una nube, en una alfombra voladora. A la par, la rigidez del chasis te da una confianza total en cualquier circunstancia. Ello, unido a la facilidad con que la metes en curvas y la mantienes dentro de ellas, lleva el placer de conducir una moto hasta límites que yo personalmente desconocía.
El cambio de marchas es silencioso y extraordinariamente preciso. Ni aún equivocándome aposta he dejado a medias ni una sola marcha. También es útil, para mí que no estaba acostumbrado a ello, el ver la marcha engranada en el display del salpicadero.
El cardán simplemente pasa desapercibido. Por el contrario el motor si que se siente, aunque sus vibraciones no llegan a molestar. Lo que sí es un aspecto negativo es que hasta las 2.500 ó 3.000 revoluciones, aun en segunda, el motor parezca estar muerto, lo que se convierte en especialmente molesto en curvas cerradas. Así que, durante el rodaje que le estoy haciendo, su margen de utilización se me hace realmente estrecho, ya que, hasta las 4.000rpm aconsejadas, cuento sólo con unas 1.000 vueltas efectivas de motor. Espero, no obstante, que su respuesta en bajas mejore tras el rodaje, aunque lo dudo.
Otro aspecto que destaco positivamente es su ergonomía. Exceptuando la altura del asiento estándar, ya que con mis 1,80cms no llego a apoyar, de plano, los dos pies en el suelo, lo que me resta algo de confianza en parado; por otra parte las piernas van menos flexionadas durante la marcha. Es entonces, rodando, cuando valoras lo que supone conducir una moto tan bien hecha. La pantalla, regulable en altura e inclinación, cubre todo lo que tú quieras. El acoplamiento del cuerpo en la máquina es excelente. La posición del cuerpo es realmente cómoda y muy erguida. Por compararla con la Paneuropean, otra moto casi perfecta al respecto, la sensación en ésta es la de estar más alejado del manillar, lo que te obliga a ir ligeramente tumbado sobre el depósito, en una posición sin duda más relajada para largos viajes, al menos para el trasero, que comparte con los brazos la absorción de todos los movimientos verticales que no asume la amortiguación.
Por su diseño, el depósito de la BMW esconde totalmente los muslos y rodillas y el carenado del motor y los cilindros el resto de las piernas.
No llega aire a las manos y los calentadores de puños, en su posición intermedia, funcionan perfectamente a temperaturas en torno a los 0º, sin necesidad de llevar guantes de invierno.
Vas totalmente parapetado dentro de la moto, envuelto por ella. Abstraído, más que en la mayoría de las motos, del mundo exterior: velocidad, frío, lluvia y viento.
Respecto a este último fenómeno, el viento, con quien tuve la desgracia de encontrarme ayer, comentar que la moto lo afronta perfectamente, no así quien la conducía, o sea yo. Me explico, hasta casi el final del recorrido no me di cuenta de la nobleza de la moto. Apenas la descolocaban las fuertes rachas de aire y, simplemente, tenía que contrapesar la inclinación y sujetar fuerte, aunque no rígidamente el manillar. A ver si me explico, la sensación es como la de ir en tensión, aferrado con pies y manos a la barra de seguridad del asiento de una montaña rusa o, de otra forma, relajarte y disfrutar, tras darte cuenta que todo eso no sirve de nada, que no vas a salir despedido de allí. No obstante, para las próximas escapadas dominicales, cuando intuya que puede hacer viento, optaré por dejar las maletas y el baúl en casa. Estéticamente la moto adopta entonces un aspecto más cañero y seguro que no ofrece tanta resistencia al viento.
Para terminar, los frenos, que todavía no he tenido oportunidad de probar a fondo, me parecen por su sistema semi-integral con ABS y asistencia, al menos en teoría y junto con los de la nueva GS, los mejores construidos sobre máquinas de dos ruedas.
De momento sigo con la sensación de no estar, como conductor, a la altura de la moto, aunque mejor así. Tal vez algún día…
Vs
PS: Podéis preguntarme cualquier duda que tengáis sobre la moto, que en la medida de mis conocimientos y escasa experiencia con ella os responderé.
Empezaré por lo que más me ha sorprendido de esta moto y que también recuerdo de cuando probé durante 400 Kms el modelo anterior. No es otra cosa que su suspensión, que hace que parezca como si te deslizaras, sobre una nube, en una alfombra voladora. A la par, la rigidez del chasis te da una confianza total en cualquier circunstancia. Ello, unido a la facilidad con que la metes en curvas y la mantienes dentro de ellas, lleva el placer de conducir una moto hasta límites que yo personalmente desconocía.
El cambio de marchas es silencioso y extraordinariamente preciso. Ni aún equivocándome aposta he dejado a medias ni una sola marcha. También es útil, para mí que no estaba acostumbrado a ello, el ver la marcha engranada en el display del salpicadero.
El cardán simplemente pasa desapercibido. Por el contrario el motor si que se siente, aunque sus vibraciones no llegan a molestar. Lo que sí es un aspecto negativo es que hasta las 2.500 ó 3.000 revoluciones, aun en segunda, el motor parezca estar muerto, lo que se convierte en especialmente molesto en curvas cerradas. Así que, durante el rodaje que le estoy haciendo, su margen de utilización se me hace realmente estrecho, ya que, hasta las 4.000rpm aconsejadas, cuento sólo con unas 1.000 vueltas efectivas de motor. Espero, no obstante, que su respuesta en bajas mejore tras el rodaje, aunque lo dudo.
Otro aspecto que destaco positivamente es su ergonomía. Exceptuando la altura del asiento estándar, ya que con mis 1,80cms no llego a apoyar, de plano, los dos pies en el suelo, lo que me resta algo de confianza en parado; por otra parte las piernas van menos flexionadas durante la marcha. Es entonces, rodando, cuando valoras lo que supone conducir una moto tan bien hecha. La pantalla, regulable en altura e inclinación, cubre todo lo que tú quieras. El acoplamiento del cuerpo en la máquina es excelente. La posición del cuerpo es realmente cómoda y muy erguida. Por compararla con la Paneuropean, otra moto casi perfecta al respecto, la sensación en ésta es la de estar más alejado del manillar, lo que te obliga a ir ligeramente tumbado sobre el depósito, en una posición sin duda más relajada para largos viajes, al menos para el trasero, que comparte con los brazos la absorción de todos los movimientos verticales que no asume la amortiguación.
Por su diseño, el depósito de la BMW esconde totalmente los muslos y rodillas y el carenado del motor y los cilindros el resto de las piernas.
No llega aire a las manos y los calentadores de puños, en su posición intermedia, funcionan perfectamente a temperaturas en torno a los 0º, sin necesidad de llevar guantes de invierno.
Vas totalmente parapetado dentro de la moto, envuelto por ella. Abstraído, más que en la mayoría de las motos, del mundo exterior: velocidad, frío, lluvia y viento.
Respecto a este último fenómeno, el viento, con quien tuve la desgracia de encontrarme ayer, comentar que la moto lo afronta perfectamente, no así quien la conducía, o sea yo. Me explico, hasta casi el final del recorrido no me di cuenta de la nobleza de la moto. Apenas la descolocaban las fuertes rachas de aire y, simplemente, tenía que contrapesar la inclinación y sujetar fuerte, aunque no rígidamente el manillar. A ver si me explico, la sensación es como la de ir en tensión, aferrado con pies y manos a la barra de seguridad del asiento de una montaña rusa o, de otra forma, relajarte y disfrutar, tras darte cuenta que todo eso no sirve de nada, que no vas a salir despedido de allí. No obstante, para las próximas escapadas dominicales, cuando intuya que puede hacer viento, optaré por dejar las maletas y el baúl en casa. Estéticamente la moto adopta entonces un aspecto más cañero y seguro que no ofrece tanta resistencia al viento.
Para terminar, los frenos, que todavía no he tenido oportunidad de probar a fondo, me parecen por su sistema semi-integral con ABS y asistencia, al menos en teoría y junto con los de la nueva GS, los mejores construidos sobre máquinas de dos ruedas.
De momento sigo con la sensación de no estar, como conductor, a la altura de la moto, aunque mejor así. Tal vez algún día…
Vs
PS: Podéis preguntarme cualquier duda que tengáis sobre la moto, que en la medida de mis conocimientos y escasa experiencia con ella os responderé.