ovejanegra
Curveando
Pongámonos en situación: estamos todos los motoristas subidos en el Tren de Alta Velocidad en que se ha convertido el mercado de la moto ya desde hace décadas. Vamos a toda hostia por la vía, nuestras melenas al viento (el que tenga), con los ojos achinados por el aire sin apenas ver a nuestro alrededor y con las novedades pasando por nuestro lado sin apenas tiempo para disfrutar nada.
La consecuencia es que nada más comprar un modelo, ya estamos pensando en el próximo. Vamos cambiando dejando por el camino un reguero de motos semi-nuevas sin apenas aprovechar y algunas de ellas con aspectos sin estrenar, a veces hasta desconocidos por el usuario.
Digo esto porque hace ya unos años que miro motos de segunda mano para arreglar o para modificar a mi gusto, y estoy viendo todo lo que me he saltado: muchos modelos espectaculares que en muchos casos son hasta mejores que los actuales. Motos algunas incomprendidas que con un poco de cariño pueden superar cualquier compra nueva de trinca. Y por supuesto, a la mitad o un tercio en coste de lo que se nos pide hoy en cualquier concesionario.
Y digo yo: ¿no es el momento de apretar el botón de parada de emergencia, bajarse del tren y viajar andando y con tranquilidad por el super poblado mercado de segunda mano?
No sé, moverse entre R1200GS, R1200R Classic, R1100RS, etc, etc... hay todo un mundo de motos-joya en todas las marcas que nos hemos saltado espoleados por el frenesí del mercado y que a lo mejor ahora, a estas alturas del partido con los conocimientos y la experiencia que tenemos, podemos recuperar y dejarlas a nuestro gusto. Y no hablo solo de clásicas, que también, estoy hablando de aquellos modelos con 10-15 años que todavía funcionan bien y que languidecen porque sus propietarios las tienen a la venta con muy poco uso.
¿No tenemos la mirada demasiado enfocada hacia delante y nos saltamos un mundo entero que ha quedado atrás si apenas utilizar?
Voy a fundar otro movimiento (y ya van cuatro): el Comando por el Reciclaje de Joyas de Dos Ruedas (CRJDR). Sería una Unidad de Intervención Rápida y Rescate: entramos, realizamos la extracción y luego reciclamos en un par de meses a lo sumo para volver a la carretera y seguir dando caña con una joya resucitada y salvada del ostracismo. Rápido, limpio, económico y sostenible.
Cómo lo veis, ¿es factible o me he saltado la pastilla?
?
La consecuencia es que nada más comprar un modelo, ya estamos pensando en el próximo. Vamos cambiando dejando por el camino un reguero de motos semi-nuevas sin apenas aprovechar y algunas de ellas con aspectos sin estrenar, a veces hasta desconocidos por el usuario.
Digo esto porque hace ya unos años que miro motos de segunda mano para arreglar o para modificar a mi gusto, y estoy viendo todo lo que me he saltado: muchos modelos espectaculares que en muchos casos son hasta mejores que los actuales. Motos algunas incomprendidas que con un poco de cariño pueden superar cualquier compra nueva de trinca. Y por supuesto, a la mitad o un tercio en coste de lo que se nos pide hoy en cualquier concesionario.
Y digo yo: ¿no es el momento de apretar el botón de parada de emergencia, bajarse del tren y viajar andando y con tranquilidad por el super poblado mercado de segunda mano?
No sé, moverse entre R1200GS, R1200R Classic, R1100RS, etc, etc... hay todo un mundo de motos-joya en todas las marcas que nos hemos saltado espoleados por el frenesí del mercado y que a lo mejor ahora, a estas alturas del partido con los conocimientos y la experiencia que tenemos, podemos recuperar y dejarlas a nuestro gusto. Y no hablo solo de clásicas, que también, estoy hablando de aquellos modelos con 10-15 años que todavía funcionan bien y que languidecen porque sus propietarios las tienen a la venta con muy poco uso.
¿No tenemos la mirada demasiado enfocada hacia delante y nos saltamos un mundo entero que ha quedado atrás si apenas utilizar?

Voy a fundar otro movimiento (y ya van cuatro): el Comando por el Reciclaje de Joyas de Dos Ruedas (CRJDR). Sería una Unidad de Intervención Rápida y Rescate: entramos, realizamos la extracción y luego reciclamos en un par de meses a lo sumo para volver a la carretera y seguir dando caña con una joya resucitada y salvada del ostracismo. Rápido, limpio, económico y sostenible.
Cómo lo veis, ¿es factible o me he saltado la pastilla?

Última edición: