Que una válvula se quede pisada cuando dilata es lo peor que le puede pasar a ella y a su asiento. Así que cuanto más nos acerquemos al límite más hay que cogérsela con papel de fumar, y más tiempo y paciencia debería invertirse en la tarea. De todas formas, yo para empezar procuraría eliminar todas las holguras que puedan existir desde el árbol de levas hasta el balancín apretando bien fuerte con la palma de la mano, aunque pueda parecer un bobada, pero es el motivo de que a muchos se les quede flojo el ajuste. Y luego que la galga se quede apretada lo justo para que con el peso del mazo de ellas no se caiga, pero que no se aprecie ningún retroceso al sacarla. Esto último sería muy importante y quizás la clave, y ya sé que luego entre tornillo y contratuerca, contratuerca y tornillo, todo se complica. Pero es lo que tiene caminar por el borde del abismo, que hay que hacer bastante equilibrio y hasta lo mismo correr algún riesgo.
Y ni que decir tiene que después de bien apretada la contratuerca, como es casi inevitable que se mueva algo el tornillo para un lado o para otro, convendría hacer una pocas de veces la prueba, y si no va todo como la seda, aflojar y volver a empezar.
Ten en cuenta también que en principio había unas holguras que se han ido reduciendo, no sé si por veredicto popular aquí en el foro, o cual es su origen y fundamento, aunque yo son las que aplico, y también supongo que debería contar al intentar valorar lo cerca que andamos de quemarnos.