Pues ese trabajo supone desmontar media moto y un buen montón de "ya ques", pero el invierno es largo.
Yo te recomendaría que desmontes el basculante, si el par cónico se encuentra revisado y en buen estado, no hace falta que lo desmontes del basculante. Luego retiras la caja de cambios y el embrague y ya estás en presencia del volante. Conviene sujetar el cigüeñal axialmente para evitar correr riesgos, un taco de madera y una correa tensada podría servir. Ahora ya puedes aflojar los cinco tornillos que sujetan el volante al muñón del cigüeñal y retirarlo; tras él, está la bomba de aceite que te conviene revisar en su desgaste y sustituir junta de la tapa; es el momento de cambiar tambien el retén del trasero, así como la tórica del interior del casquillo del volante.
Una vez hecho todo lo anterior y con todo bien limpio, llega el momento de resituar el volante; con el cigüeñal situado en pms(pistones en proximidad máxima a la culata), coloca el volante de forma que las referencias coincidan con la ventana del cárter, aproximadamente, solo tiene una postura, así que no te preocupes por la precisión. Los tornillos del volante, mejor si los pones nuevos, puesto que no sabrás cuántas veces han sido ya reapretados y se trata de una pieza muy masiva del motor que gira muy rápido, por lo que su fijación debe de estar por encima de cualquier duda; por el precio de esos cinco tornillos no deberías sembrar ahí una.
Con el embrague en piezas, es la oportunidad de revisar desgastes; lo mismo para el retén del primario del cambio y el sistema de empuje del embrague.
Luego a montar todo en su sitio.