He estado fuera todo el fin de semana y anoche cuando llegué me encontré con este mazazo. Aún estoy en estado de shock… anoche me fue imposible escribir nada y ahora me está constando muchísimo. De hecho, lo acabaré en el tercer intento.
Es difícil despedir a un amigo, muy duro. Pero cuando éste se lo merece, como es el caso, no se le puede privar de tal honor.
Habíamos salido solos en varias ocasiones en los últimos meses y su ayuda fue para mí un apoyo importantísimo para ayudarme a superar una situación personal muy difícil. Sus ánimos, su carácter, su serenidad, su simpatía, sus exquisitos modales… compartimos interesantes y tranquilas charlas de todo; de nuestras motos, de la vida, los hijos…
Hace apenas unos días, esta última semana, nos habíamos hablado para animarnos a mover nuestras motos, pues estábamos pasando ambos una crisis de afición, quedamos para vernos este fin de semana, para despedirnos del invierno y comenzar de nuevo a rodar… pero no hará falta que nos llamemos antes, ya hemos quedado, porque cada día que mueva mi RT sé que tu vendrás siempre detrás de mí y de mi moto, como a ti te gustaba.
Me queda la gran satisfacción de que en su última intervención en este foro me mencionara en sus palabras, siempre lo recordaré. Como sus fotos de mis motos, de las rutas…
Dios siempre se lleva a los mejores… es normal, pudiendo elegir. En este caso sabía bien dónde elegía, se lleva uno de los mejores.
Los grandes hombres dicen que no mueren nunca, que su alma, su figura, sus palabras, sus acciones… se quedan entre nosotros y perviven para siempre.
Fernando, amigo, nos vemos siempre.
