Por desgracia, amigos míos no sé poner fotos. Si supiera, hubiera puesto fotos de todos los lugares en que he estado con mi mujer y mi moto, que por suerte són muchos.
Aunque sí puedo describirlo con palabras. El relato entero sería como para escribir un libro. Una novela.
No me gusta mucho hablar, y menos de mi, mi mujer o lo que hago. Siempre que he escrito algo de mis viajes en el foro, lo acabo borrando antes de enviar. Siempre he creído que aun no sé lo suficiente como para enseñar a alguien o dar lecciones. Para mi es un pequeño milagro si logro enviar lo que voy a escribir. Si a alguien le aburre leerlo, si alguien cree que escribo mal el castellano (lo hago mucho mejor en catalán) o si a alguien le molesta lo que escribo, no me costará nada dejarlo.
En fin, va por quién le interese, a quien pueda ir en un futuro le va a servir de algo leerlo, a quien no pueda ir le va a servir para estar allí con la imaginación.
En primer lugar tengo que darle las gracias a mi mujer. A ella le debo poder realizar mis sueños de infancia, recorrer Europa y el mundo con una moto. Primero de novios y ahora de casados me ha acompañado incansablemente por los 30 países en que hemos estado con nuestra "burra". Omitiré su nombre pero la amo y aunque la llevo detrás, en la moto, mis ojos siempre la ven miren donde miren.
A los que me dieron algun consejo aquí, en el foro, muchas gracias.
LA IDEA. PROLEGÓMENOS:
La idea de llegar en moto a oriente próximo surgió en el año 2004, cuando de viaje de bodas fuimos al punto más al norte de Europa con nuestra preciosa GS negra. Fue entonces cuando pensé: "y si en vez de hacia al norte lo hiciéramos hacia el este? En aquella dirección no se acaba la tierra!". Mi idea aun estaba en el subterfugio de mi mente y allí permanecería aun algun tiempo.
Y aunque en el 2005 sí fuimos dirección levante, nuestro objetivo era Grecia. A alguien le podrá parecer anticuado pero nos gusta hacer las cosas por orden. No podíamos lanzarnos a intentar entender otras culturas si aun no entendíamos la nuestra.
Somos herederos directos de la civilización helenica. Y a Grecia, puente entre oriente y occidente, le debíamos una visita. Así lo hicimos, no nos decepcionó. Entrar por Macedonia, visitar Vergina -la antigua Aigai- y el panteón real de toda la família de Alejandro Magno, el sagrado Monte Olimpo, las Termópilas, Delfos, Meteora, la Acrópolis de Atenas, el cabo sunion, Micenas, el taller de Fídias en Olímpia...
Con un poco de imaginación podías incluso situarte en aquella época, revivir sus días de gloria, ver aun los edificios en pie y la gente caminado con sus túnicas por las calles empedradas, ver a los atletas entrenando. Incluso te invadía una especie de lucidez mental que no había notado en ningún otro lugar - bueno, quizás en el instituto-. Una especie de brisa que debía alimentar las ideas de los grandes sabios de la Grecia antigua, Sócrates, Platón, Aristóteles, Sófocles... no me extrañaba que fuese allí y no en otro lugar que surgieron tales cerebros y que revolucionaran el mundo conocido.
A la vuelta, y sólo entonces, me creí digno de emprender la aventura hacia Oriente. Por lo menos, ya sabíamos de donde veníamos y porqué. Ahora quedaba lo más duro, contarle a mi mujer mi idea, intentar convencerla y despues hacer lo propio con la família.
Lo que al principio mi mujer se tomó medio en broma, acabó siendo un drama a medida que se acercaba la fecha de las vacaciones. Unos prejuicios muy fuertes, la presión del -como lo llamaba Cruyff?-, entorno? (padres, conocidos...) y para acabar de romper el saco, a finales de julio, la guerra Israel-Líbano. No me lo podía creer. Justo cuando mi mujer ya estaba convencida, va y explota una guerra justo donde teníamos pensado ir. Tengo la immensa suerte que mi mujer confía ciegamente en mi en este aspecto y aunque sé que no era su destino ideal ni mucho menos yo sabía que como cada año, volvería maravillada. Pero lo de la guerra...
Primero descarté el Líbano, después Israel. Mi mujer hubiera deseado que tambien descartara el resto pero no. Por si fuera poco Bush no paraba de apuntar a Síria e Iran en sus declaraciones. Ante la presion deseperada de mi mujer por no ir tracé un plan B. Le prometí que si había un sólo tiro en Síria mientras durara la guerra y antes de cruzar su frontera, no pisaríamos Síria y visitaríamos Turquía. Si por el contrario, no sucedía nada, iríamos avanzando y avanzando hasta llegar a Jordania. Más o menos cerramos el trato. A velocidades de espanto y a una semana de la marxa tracé una ruta por Turquía, y me leí la Lonely Planet de dicho país en pocos días.
Casi podía asegurar al 100% que Síria no se entrometería en este embrollo. Había y hay razones de mucho peso, entre ellas las excelentes relaciones con Francia, Alemania y España; los titánicos esfuerzos del gobierno sirio en los últimos años para vender un producto, su país, al sector turístico mundial; las ganas de lavar la nefasta imagen que tenemos los occidentales de Síria, Palestina, Iran, Iraq... Además, a Israel ya le costaba lo suficiente penetrar por tierra al Líbano. Ni a los herederos del bíblico héroe David les interesaba entrar con un cara a cara con una potencia como Síria, que al mismo tiempo cuenta con el respaldo de un grande como Iran.
Mi chica lo empezó a ver más claro a medida que se acercaba la fecha. Supongo que se dijo a sí misma: "ya que vamos a ir, vayamos con una sonrisa".
Llegó el 7. Día de la partida. Día a partir del cual todo el trabajo de preparación, de documentación, de diseñar las rutas, iba a entrar en juego. No había llegado aun mi punto preferido, el del no retorno, pero se acercaba.
*El proximo día y si hay interés general puedo contar más.
Saludos.