Es la Monster inglesa. Está bien para el que guste de este tipo de moto, pero yo probaría las dos antes de decidir.
A mí lo que me admira de Triumph es el renacimiento de los 90. De tener solo unos pocos modelos, han creado de la nada varias gamas completas de forma que hoy, por variedad y cantidad pueden plantar cara a cualquier fabricante europeo y japonés. Y construir de cero nuevos motores no es una cosa nada fácil, ahí están BMW y Ducati alargando sus boxer y desmo que crearon hace décadas. Y no digamos Harley.
Triumph, como KTM, demuestra que es posible partir de cero y aparecer en el mercado para jugar de tú a tú con los veteranos. Si tuviéramos algo así en España...