docemonos
Curveando
- Registrado
- 7 May 2004
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Buenas foro.
Lo primero agradecer a Dios, a mi protectora particular Mamen que vela por mi en las alturas o simplemente a que me toca marcharme a la otra vida en algún otro momento el que os pueda contar lo que quedó simplemente en un susto, sin daños físicos o materiales afortunadamente pero con unas consecuencias que resumo en el título de este mensaje.
Hace un par de semanas en una incorporación desde una autovía a otra transversal (para los que conozcan la zona, A-30 entrando desde Madrid a Murcia a la altura del Ikea hacia A-7 dirección Andalucía, es decir, justo enfrente del cementerio) encontré en mitad del carril que une ambas autovias una hermosa mancha de aceite, de estas discretas que sólo te das cuenta de que está ahí cuando ya estas encima.
Por suerte los reflejos moteros evitaron tocar freno alguno y me limité a soltar gas de forma suave y tratar de controlar el manillar. Patinaron ambas ruedas, la moto se movía hacia todos lados sin mucho control por mi parte. La inercia de mi trayectoria me fue llevando hacia la parte externa de la curva y cuando creí que ya me la pegaba contra el quitamiedos este dejó paso a esa zona de pintura blanca y pivotes verdes de plástico habitual en las incorporaciones.
El anterior propietario de mi moto (BMW R 1200 C Independent) pensó que era buena idea poner un pequeño emblema de BMW en el lateral de la maleta derecha pero uno de estos pilotes decidió quedárselo como recuerdo.
Aún con la moto descontrolada y deslizándose entré en la autovía y de nuevo la suerte o el destino que me mantenía sobre ella sin descabalgar, cual Randy Mamola, quiso que en ese momento no viniera nadie desde Alicante porque pasé los tres carriles con la moto aún deslizándose de delante y detrás a su antojo.
Por segunda vez pensé que me comía los quitamiedos, en este caso de la mediana, pero justo antes de llegar a ese punto las ruedas ganaron de nuevo tracción, comprobé que ya podía guiar la trayectoria, comprobé por los retrovisores que no tenía a nadie detrás y atravesé de nuevo los tres carriles, en esta ocasión ya controlando la moto, hasta llegar al arcén y parar allí poniendo la luz de warning.
Antes incluso de poner la pata de cabra ya estaba dando gracias a Dios y a Mamen (una de nis mejores amigas que falleció hace unos años y a cuya protección me encomiendo siempre y cuyo nicho, de hecho, está justo frente al lugar de los hechos). Llamé de inmediato al 112 para avisar de la presencia de la mancha de aceite, comprobé que en las ruedas ya no había rastro del mismo y reemprendí la marcha con precaución y seguí mi rutina diaria.
Pero ese día y el posterior no pude evitar una sensación de inseguridad en la moto. Cada curva era una duda, cada irregularidad del terreno una inseguridad, cada pequeña mancha contemplada desde lejos se convertía en intranquilidad.
He tenido un par de caídas sin mayores consecuencias (lo más grave, romperme por la mitad la uña del pulgar del pie izquierdo, que parece una chorrada pero me tuvo varios días sin poder andar por la inflamación del impacto) y nunca antes había sentido está intranquilidad. He estado unos días tomando las curvas prácticamente recto y circulando por ciudad a velocidad de tortuga. En carretera creo que en alguna ocasión incluso he sido un obstáculo para el tráfico. Decisión: dejo las dos ruedas.
Lo que no significa que abandone las motos... no del todo.
Me gustó mucho cuando la sacaron y por alguna razón casi desde el mismo momento de pararme tras el incidente me vino a la cabeza la Gilera Fuoco 500, la versión con estética más deportiva y agresiva de la Piaggio MP3 500. Recordé que un buen amigo probó la MP3 125 cuando salió y me contó que la única forma de volcar aquella moto era bajarse de ella y empujarla. Me habló de su capacidad para salir airosa de cualquier curva en la que tratases de forzar la trazada porque las dos ruedas delanteras actuaban al estilo de lo que sucede en un coche, si deslizas pero sabes contravolantar (en este caso, contramanillar) puedes controlar la trazada.
Todo eso me vino a la mente, estuve unos días en que no dejaba de acordarme de esas dos ruedas frontales y tras reflexionar que incluso dentro de un tanque puedes tener un accidente y que la seguridad al 100 % no existe desde el momento en que te levantas de la cama por la mañana decidí que ya que por cuestiones de necesidad y comodidad laboral moverme sólo en coche sería muy complicado iba a vender mis dos motos (además de la mencionada Cruiser tengo una BMW K75) y me desprendía también del otro vehículo de dos ruedas que alguna vez cojo para desplazamientos cortos en ciudad en los que se pierde más tiempo realizando el trayecto en moto, una bicicleta plegable Strida.
En la sección de compraventa de BMWmotos.com puse hace unos días los anuncios, además de en las webs habituales del sector, y afortunadamente con éxito pues de momento hay media docena de personas interesadas con lo que no creo que haya problema para venderlas y cambiar dos parejas de dos ruedas por un vehículo de tres.
Estos días estoy moviéndome en coche y aunque la actividad profesional es más relajada y no me ocasiona tanto inconveniente este medio de transporte también sufro los inevitables males de las cuatro ruedas: atascos, falta de aparcamiento, tener que pagar por aparcar y/o hacerlo lejos de la mismísima puerta de donde vas, que es algo que la moto nos facilita y que quizá sólo apreciamos en su justa medida el día que cogemos el coche.
Los que me conozcáis del foro sabéis mi pasión por BMW y mi devoción por la Cruiser (la 1200 actual la tengo desde hace un año y medio pero hace como diez años accedí a esta gran familia con el mismo modelo en cilindrada 850). Entre otras motos (desde una Vespa 200 a una Goldwing 1500, pasando hasta por una Honda Transalp 600) también he tenido mi actual K75 y una BMW F 800 ST, así que creo que he pasado por casi todos los tipos de moto. Nunca me han gustado mucho los scooter. Estéticamente la Vespa es caso aparte, pero entre las ruedas y los frenos no es de las que más seguro me hacen sentirme sobre ella. Pero esto de la doble rueda delantera me pareció una gran idea cuando apareció, he oído y leído muchas cosas buenas de este tipo de motos y cuando me he informado al respecto he descubierto algo muy curioso.
Hace una década los scooters comenzaban a imponerse como medio de transporte no sólo urbano sino que con modelos como Suzuki Burgman y Yamaha T-Max ofrecían posibilidades ruteras. Mientras en grandes ciudades como París y muchas capitales italianas, países ambos con gran tradición motera, eran un vehículo omnipresente. Al cabo de los años BMW ha incluido dos modelos de scooter en su catálogo.
Ahora esa proliferación de triciclos (sobre todo italianos, pero cada vez más también de fabricación francesa) se deja notar en esas mismas grandes ciudades que vivieron el despegue de los scooters. ¿Veremos un triciclo BMW? Yo estoy convencido de que es más que posible.
Entre otras cosas este año ya están saliendo modelos de cilindrada mayor que los 125 CC que la legislación permite conducir SIN carnet de moto, sólo con el de coche. Unas pequeñas modificaciones como doble luz trasera y de iluminación de la matrícula, mayor separación entre intermitentes y la obligatoriedad de contar con un pedal de freno en la parte derecha, al estilo de las Vespas, esta revitalizando el sector de los triciclos de motor grande facilitando que los propietarios puedan conducirlos sin necesidad de tener carnet de moto, les basta con el B-1 de coche.
A mi no me extrañaría que ya que otras marcas están aprovechando esa situación en BMW decidan desarrollar una versión con doble rueda delantera de sus actuales scooters. Hasta ese momento en que mi querida marca bávara me ofrezca la posibilidad de volver a ella voy a explorar las posibilidades de la Gilera Fuoco 500 (en negro mate, que parece la moto de Batman) a ver si me proporciona si no mas seguridad al menos más tranquilidad, y como siempre que sea lo que Dios quiera.
Si habéis llegado hasta aquí gracias por la paciencia y sabed que esto no es un adiós, ni siquiera un hasta luego, porque yo ya estaba por aquí incluso antes de tener una BMW y no voy a dejar de formar parte de esta gran familia.
V'sss
Lo primero agradecer a Dios, a mi protectora particular Mamen que vela por mi en las alturas o simplemente a que me toca marcharme a la otra vida en algún otro momento el que os pueda contar lo que quedó simplemente en un susto, sin daños físicos o materiales afortunadamente pero con unas consecuencias que resumo en el título de este mensaje.
Hace un par de semanas en una incorporación desde una autovía a otra transversal (para los que conozcan la zona, A-30 entrando desde Madrid a Murcia a la altura del Ikea hacia A-7 dirección Andalucía, es decir, justo enfrente del cementerio) encontré en mitad del carril que une ambas autovias una hermosa mancha de aceite, de estas discretas que sólo te das cuenta de que está ahí cuando ya estas encima.
Por suerte los reflejos moteros evitaron tocar freno alguno y me limité a soltar gas de forma suave y tratar de controlar el manillar. Patinaron ambas ruedas, la moto se movía hacia todos lados sin mucho control por mi parte. La inercia de mi trayectoria me fue llevando hacia la parte externa de la curva y cuando creí que ya me la pegaba contra el quitamiedos este dejó paso a esa zona de pintura blanca y pivotes verdes de plástico habitual en las incorporaciones.
El anterior propietario de mi moto (BMW R 1200 C Independent) pensó que era buena idea poner un pequeño emblema de BMW en el lateral de la maleta derecha pero uno de estos pilotes decidió quedárselo como recuerdo.
Aún con la moto descontrolada y deslizándose entré en la autovía y de nuevo la suerte o el destino que me mantenía sobre ella sin descabalgar, cual Randy Mamola, quiso que en ese momento no viniera nadie desde Alicante porque pasé los tres carriles con la moto aún deslizándose de delante y detrás a su antojo.
Por segunda vez pensé que me comía los quitamiedos, en este caso de la mediana, pero justo antes de llegar a ese punto las ruedas ganaron de nuevo tracción, comprobé que ya podía guiar la trayectoria, comprobé por los retrovisores que no tenía a nadie detrás y atravesé de nuevo los tres carriles, en esta ocasión ya controlando la moto, hasta llegar al arcén y parar allí poniendo la luz de warning.
Antes incluso de poner la pata de cabra ya estaba dando gracias a Dios y a Mamen (una de nis mejores amigas que falleció hace unos años y a cuya protección me encomiendo siempre y cuyo nicho, de hecho, está justo frente al lugar de los hechos). Llamé de inmediato al 112 para avisar de la presencia de la mancha de aceite, comprobé que en las ruedas ya no había rastro del mismo y reemprendí la marcha con precaución y seguí mi rutina diaria.
Pero ese día y el posterior no pude evitar una sensación de inseguridad en la moto. Cada curva era una duda, cada irregularidad del terreno una inseguridad, cada pequeña mancha contemplada desde lejos se convertía en intranquilidad.
He tenido un par de caídas sin mayores consecuencias (lo más grave, romperme por la mitad la uña del pulgar del pie izquierdo, que parece una chorrada pero me tuvo varios días sin poder andar por la inflamación del impacto) y nunca antes había sentido está intranquilidad. He estado unos días tomando las curvas prácticamente recto y circulando por ciudad a velocidad de tortuga. En carretera creo que en alguna ocasión incluso he sido un obstáculo para el tráfico. Decisión: dejo las dos ruedas.
Lo que no significa que abandone las motos... no del todo.
Me gustó mucho cuando la sacaron y por alguna razón casi desde el mismo momento de pararme tras el incidente me vino a la cabeza la Gilera Fuoco 500, la versión con estética más deportiva y agresiva de la Piaggio MP3 500. Recordé que un buen amigo probó la MP3 125 cuando salió y me contó que la única forma de volcar aquella moto era bajarse de ella y empujarla. Me habló de su capacidad para salir airosa de cualquier curva en la que tratases de forzar la trazada porque las dos ruedas delanteras actuaban al estilo de lo que sucede en un coche, si deslizas pero sabes contravolantar (en este caso, contramanillar) puedes controlar la trazada.
Todo eso me vino a la mente, estuve unos días en que no dejaba de acordarme de esas dos ruedas frontales y tras reflexionar que incluso dentro de un tanque puedes tener un accidente y que la seguridad al 100 % no existe desde el momento en que te levantas de la cama por la mañana decidí que ya que por cuestiones de necesidad y comodidad laboral moverme sólo en coche sería muy complicado iba a vender mis dos motos (además de la mencionada Cruiser tengo una BMW K75) y me desprendía también del otro vehículo de dos ruedas que alguna vez cojo para desplazamientos cortos en ciudad en los que se pierde más tiempo realizando el trayecto en moto, una bicicleta plegable Strida.
En la sección de compraventa de BMWmotos.com puse hace unos días los anuncios, además de en las webs habituales del sector, y afortunadamente con éxito pues de momento hay media docena de personas interesadas con lo que no creo que haya problema para venderlas y cambiar dos parejas de dos ruedas por un vehículo de tres.
Estos días estoy moviéndome en coche y aunque la actividad profesional es más relajada y no me ocasiona tanto inconveniente este medio de transporte también sufro los inevitables males de las cuatro ruedas: atascos, falta de aparcamiento, tener que pagar por aparcar y/o hacerlo lejos de la mismísima puerta de donde vas, que es algo que la moto nos facilita y que quizá sólo apreciamos en su justa medida el día que cogemos el coche.
Los que me conozcáis del foro sabéis mi pasión por BMW y mi devoción por la Cruiser (la 1200 actual la tengo desde hace un año y medio pero hace como diez años accedí a esta gran familia con el mismo modelo en cilindrada 850). Entre otras motos (desde una Vespa 200 a una Goldwing 1500, pasando hasta por una Honda Transalp 600) también he tenido mi actual K75 y una BMW F 800 ST, así que creo que he pasado por casi todos los tipos de moto. Nunca me han gustado mucho los scooter. Estéticamente la Vespa es caso aparte, pero entre las ruedas y los frenos no es de las que más seguro me hacen sentirme sobre ella. Pero esto de la doble rueda delantera me pareció una gran idea cuando apareció, he oído y leído muchas cosas buenas de este tipo de motos y cuando me he informado al respecto he descubierto algo muy curioso.
Hace una década los scooters comenzaban a imponerse como medio de transporte no sólo urbano sino que con modelos como Suzuki Burgman y Yamaha T-Max ofrecían posibilidades ruteras. Mientras en grandes ciudades como París y muchas capitales italianas, países ambos con gran tradición motera, eran un vehículo omnipresente. Al cabo de los años BMW ha incluido dos modelos de scooter en su catálogo.
Ahora esa proliferación de triciclos (sobre todo italianos, pero cada vez más también de fabricación francesa) se deja notar en esas mismas grandes ciudades que vivieron el despegue de los scooters. ¿Veremos un triciclo BMW? Yo estoy convencido de que es más que posible.
Entre otras cosas este año ya están saliendo modelos de cilindrada mayor que los 125 CC que la legislación permite conducir SIN carnet de moto, sólo con el de coche. Unas pequeñas modificaciones como doble luz trasera y de iluminación de la matrícula, mayor separación entre intermitentes y la obligatoriedad de contar con un pedal de freno en la parte derecha, al estilo de las Vespas, esta revitalizando el sector de los triciclos de motor grande facilitando que los propietarios puedan conducirlos sin necesidad de tener carnet de moto, les basta con el B-1 de coche.
A mi no me extrañaría que ya que otras marcas están aprovechando esa situación en BMW decidan desarrollar una versión con doble rueda delantera de sus actuales scooters. Hasta ese momento en que mi querida marca bávara me ofrezca la posibilidad de volver a ella voy a explorar las posibilidades de la Gilera Fuoco 500 (en negro mate, que parece la moto de Batman) a ver si me proporciona si no mas seguridad al menos más tranquilidad, y como siempre que sea lo que Dios quiera.
Si habéis llegado hasta aquí gracias por la paciencia y sabed que esto no es un adiós, ni siquiera un hasta luego, porque yo ya estaba por aquí incluso antes de tener una BMW y no voy a dejar de formar parte de esta gran familia.
V'sss