Refloto aquí para contar una batallita para no abrir un post nuevo sobre talleres.
El caso es que hace un par de semanas me he pillado una Varadero 1000. Llevaba casi 3 años con una Burgman 650 Executive que iba ESPECTACULAR con 133.000km. y tenía mono de MOTO, con un depósito entre las piernas y una palanca de cambios y eso que tienen las motos que no tienen los escúters por muy espectacularmente que vayan. Y como no era el momento en casa de gastar dinero, me he pillado la Varadero tras salir la Burgman. El cambio ha salido muy barato.
Bueno, pues consigo en gualapop el baúl que buscaba, SHAD SH58X, el expandible. Y a precio de chollo. Nuevecito, con respaldo puesto y todo, con parrilla genérica...casi a mitad de lo que vale.
Todo contento, voy a encararlo a la parrilla de la Vara...y bajón : los agujeros de la parrilla de la Vara no valen para acoplar la parrilla del SHAD. Busco en internet y hay adaptadores para cientos de modelos...pero no para la Vara.
Escribo a SHAD, y horas después (gran atención al cliente, la verdad!) me contestan que efectivamente, para este baúl ya no han hecho adaptador para el soporte de la Vara.
Casi resignado a vender de nuevo el baúl y buscar otro que sí pueda poner en el colín de la Vara, y comentando todo esto con Julio, de Doctor CVT, el tío que más sabe de Burgman en España y al que llevo estos 3 años llevándole la moto, mientras revisaba un par de cosas de la moto antes de venderla, me dice que se la lleve, que lo ponemos.
Y durante una hora y pico asisto a una clase de mecánica tradicional, de artesanía de taller de barrio, de sapiencia del siglo XX, de saber hacer...
Corte de varilla metálica plana, medida por aquí y por allí, taladro, medida, taladro, lima en el torno, cajoncitos de tuercas y tornillos, separadores, arandelas...y voilà!
Termina. Imponente. ¡Qué solidez! ¡Qué ajuste!
"Vaya trabajo! ¿Qué te debo, Julio?"
"Nada. Te lo he hecho porque si no, no te iba a hacer esto nadie. Ya me invitarás a desayunar un día de éstos".
"Coño, que has estado más de una hora con esto, Julio, cóbrame al menos la mano de obra!".
No hubo manera.
Te quedas...que te vas a casa pensando : "Benditos talleres de barrio...Que esto no se pierda nunca, por favor!"
Ahora soy El Tío la Vara!