Interesante tema.
Me
identifico mucho con la idea reflejada arriba.
Esto de educar es un poco como andar en moto: depende mucho de la maquina (deportiva, trail, turistica,...), pero también de quien la conduce y de como la conduce. Todo ello bien aderezado con una inexperada dosis de fortuna, pues los disgustos en la carretera no solo dependen ddel que conduce.
Pues en la educacion de los hijos creo que pasa algo parecido. La forma en que uno lo guíe (el conductor) es vital. Pero el carácter del niño (la máquina) y la suerte que tengas es muy importante.
Pero un poco a modo de resumen
mucho cariño y comprensión, con
cierto grado de respeto y disciplina serán de gran ayuda en la educación. A partir de estas variables, que
serán la base de la educación, las demás ocuparán un segundo plano.
Es mi opinión, forjada un poco en la observación como modo de ecperiencia (muchos muchos primos pequeños en una gran familia), intercambio de opiniones con muchos amigos, y un poco de lectura. No se si será acertada, pero ¿quien lo sabe? :

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Dos puntualizaciónes:
Una gran amiga mía (profesora en la universidad de psicología en SAntiago) me ha dicho que a la hora de aplicar un castigo (importantísimo en tema de los premios y castigos) los efectos secundarios de una mala aplicación de un castigo, siempre serán mayores si este se aplica por defecto que por exceso.
Otra que me dijo no hace mucho un amigo forero: "prefiero que llore ahora mi hijo a que llore yo más adelante".
En cierto modo creo que se trata de lo mismo.
Pero lo dejo, que ya me estoy liando ;D ;D ;D

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Por cierto, por ahora somos 3: Sandra, yo y Antón, de 28 meses, aunque en esta foto (que me encanta) tenía un añito.

:-*