mababel

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Hola a todos!

Abro este post para contaros la crónica de nuestro viaje de este verano a Irlanda.
El viaje se realizó en agosto y salimos con el Ferry desde Bilbao a Rosslare el 08/08, y volvimos con el mismo el 27/08.

Las temperaturas y el tiempo...
La verdad es que las temperaturas en Irlanda son bastante estables. Por el oeste y el norte rondarán los 12-16ºC, y por el sur y el este los 18-24 ºC.
En cuanto a la lluvia, salvo un par de días que llovió con mucha mucha intensidad, de normal la lluvia es escasa (chiribiri como aquí la llamamos) que moja pero sin intensidad. En el oeste y norte es normal que te llueve prácticamente todos los días en alguna ocasión de la jornada, mientras que en el sur y oeste puede que ni la veas aparecer y te haga un sol radiante.
Así que lo ideal, si tenéis, es que llevéis un traje goretex de estos laminados.
Yo llevaba el Klim y genial! Si llueve, cierras cremalleras y listo. Y para esos rangos de temperatura fue genial. Los días de frio una térmica debajo y los de calor una camiseta técnica. No necesitaba más.
Mientras que mi pareja, que llevaba el traje BMW rallye, de temperatura bien, pero si llovía para y ponte el traje de lluvia (con lo que te hace pasar más calor y sudas más). Sin contar que allí verás nubarrones constantemente y no sabrás si te va a calar o no hasta que te cala...

En cuanto al equipaje...
Básicamente algo de cambio de camisetas, una muda para cambiarte cuando llegues al destino...
Y recomiendo llevar algo de herramientas.
Está claro que Irlanda no es un país tercermundista y hay talleres. Pero carreteras principales hay pocas, y el resto (por donde nos metimos el 99% de las veces) son carreteritas estrechas, muchas veces en mitad de la nada, de difícil acceso y a veces hasta sin cobertura. Nosotros, debido a una mala revisión por parte de BMW antes del viaje, tuvimos que usar bridas y remplazar unos tornillos. Además, con tanto mal firme y baches, es seguro que tendrás que reapretar algún que otro tornillo o tensar la cadena si es tu caso.

Para que os hagáis mejor una idea de lo que llevábamos, os dejo un par de videos que hicimos cuando preparamos el equipaje justo para este viaje.
Nos sobraron un par de camisetas cortas y poco más...
Así que esto es tal cual lo que llevamos:



Tipo de moto recomendada para este viaje...
A priori se puede pensar que Irlanda es adecuada para todo tipo de motos, al fin y al cabo es una gran país con una amplia red de carreteras asfaltadas...
Nuestro viaje estaba diseñado 100% asfalto, todas y cada una de las carreteras aparecían como tal en el base camp y en el google maps.
Y hasta cierto punto es cierto...

Tras recorrer toda la costa Irlandesa (incluida la de Irlanda del Norte) durante más de 4000km en 19 etapas, puedo aseguraros que al menos esta ruta no está diseñada para todo tipo de motos.
¿Se puede hacer? Si, pero probablemente si no llevas una moto al menos maxitrail acabes sudando la gota gorda en más de una ocasión.

En Irlanda los tipos de carreteras que vimos se clasifican en:
- N (Nacionales?): las que más se parecen a las autovías de aquí. Con más de un carril para cada sentido y arcenes. Por cierto, recordad que para adelantar se hará por la derecha, y en muchas ocasiones los coches o camiones se apartarán al arcén para facilitaros la maniobra. Nuestra ruta discurrirá en un 2-5% por este tipo de carretera más aburrida, aunque eficiente para cubrir distancias.

- L (Locales?): te sales de una nacional y te encuentras con esta carretera que se parecen a nuestras nacionales. Siguen distinguiéndose en la mayoría de las ocasiones los dos carriles, uno para cada sentido, y suele estar marcada con líneas y tal... Normalmente están en buen estado y transitables para cualquiera. Nuestra ruta discurrirá en un 50% por este tipo de carreteras, que son las que van por pueblos y zonas de interés turístico.

- R (Regionales?): se bifurcan de la L y, a veces, incluso de las propias N. Son más bien caminos asfaltados, sin ningún tipo de marca vial, que pese a ello suelen estar muy transitadas, pero ya es un solo carril para ambos sentidos. Aquí el mantenimiento no es tanto y el firme suele ser algo bacheado e irregular, en muchas ocasiones con gravilla. Además, veréis que lo transitan tanto tractores como camiones! Así que puede ser complicado adelantar, y tal vez os toque apartaros a algún margen con barro o tierra para dejar paso. Nuestra ruta discurrirá en un 20% por este tipo de carretera. Gran parte de la Wild Atlantic Way (WAW) circula por ella y son carreteras muy bonitas que te adentran a la verdadera Irlanda.

- Carreteras no clasificadas: hay un último tipo de "carreteras", por llamarlas de alguna manera, que no tienen clasificación según el GPS y no tienen marcas viales ni señalización. Pese a ello están asfaltadas, pero debido a la poca afluencia de tráfico y el nulo mantenimiento, han sido abandonadas a la naturaleza, que las invade por todas partes. Son carreteras que en el centro ha crecido un frondoso césped (no el musgo que puedes imaginar) dejando solo dos carriles de apenas medio metro a cada lado transitable. Y en los lindes, la maleza comienza a su vez a intentar echarte del poco espacio disponible, así que en ocasiones deberás atravesar el frondoso césped de lado a lado (lo bueno es que es tan denso que no resbala). Son las carreteras que muchos dirían que son una mierda, pero yo las llamo interesantes y aventureras! Parte de la WAW sorprendentemente circula por ahí, y en la mayoría de veces no te cruzarás con nadie y te adentrarán en plena naturaleza hasta paisajes INCREIBLES! Nuestra ruta circula por este tipo de "carretera" al menos en un 15%, lo cual es una maravilla, pero no la hace apta para todo tipo de motos.
Además de estrechas suelen ser retorcidas y con pendiente, puede que la encuentres mojada porque llueva, o que haya barro o caca de vaca por todas partes y se vuelva algo resbaladiza... así que una moto que no tenga una buena suspensión, neumáticos mixtos (80%road/20%trail es más que suficiente) y bastante maniobrabilidad puede que no las disfrute en absoluto y acabe por evitarlas.

Luego cada uno podrá hacer lo que quiera, pero es nuestro consejo tras este viaje.
Mi pareja llevaba una 1250GSA y yo una 750GS, y disfrutamos de lo lindo! Fue genial!!! Y repetiríamos sin dudar! Pero con otra moto o un coche no nos meteríamos por ahí ni locos.

Los Tracks o las Rutas en el GPS...
Para guiarnos llevábamos el GPS
(Rafa un BMW navigator VI y yo un Zumo XT).
Les habíamos metido el mapa de Irlanda sacado que aquí:
Release

Ya en casa había diseñado las rutas tomando como base este mapa, que es mucho más completo e incluye muchas carreteras que para garmin ni existen. Así que al llegar desactivamos los mapas de garmin para Europa y activamos este otro de Irlanda.

Además, llevábamos la ruta con waypoints y puntos de paso y, como ya tenemos mucha experiencia con los GPS y la liada que te pueden montar si te fías de ellos en exceso, en casa habíamos generado también los tracks de estas rutas y se los habíamos metido también al GPS.
Así podríamos ver de manera sobreimpresa en el mapa la ruta diseñada (track), y veríamos si las indicaciones del GPS se ceñían a ésta, o debíamos ignorarlo en algún momento.

Así viajamos todos los días, comparando la ruta diseñada con las indicaciones del GPS, para rectificarlas en caso necesario, y muy bien!

De hecho los tracks nos fueron de mucha utilidad desde el minuto 1.
Y es que, pese a que la ruta diseñada para este día era de menos de 150km, nada más salir del Ferry a Rafa su GPS le indicaba que la ruta serían 359km y más de 3h!!

En nuestro caso llevamos 2 GPS y a mi me marcaba bien, así que simplemente podía haber guiado yo.
Pero en caso de que ambos fallaran, y en ocasiones lo harán, lo único que debíamos hacer era seguir el track que le habíamos metido y el GPS iría recalculándose correctamente.

APPs Meteorológicas...
El tema de las aplicaciones meteorológicas es algo muy personal. Todos confiamos en la que mejor suerte nos ha dado, creemos que es infalible, y nos olvidamos de asomarnos a la ventana y mirar simplemente cómo está el tiempo.
Acaso no os ha pasado que vuestra aplicación dice que va a llover toda la mañana, sales y ves que el día está raso pero piensas, en cualquier momento se pone a llover, que lo he visto en mi aplicación...

Lo cierto es que, sin exageraros, yo llevo instaladas 8 aplicaciones del tiempo (lo acabo de comprobar) y ninguna es infalible:
Meteoblue para la montaña, que no suele fallar, menos cuando falla...ElTiempo para la ciudad, que suele acertar, menos cuando no lo hace... TheWeatherChannel que suele ir bien en el extranjero, salvo cuando se equivoca... Pero ahí están! Para cuando aciertan!

Para estos viajes en moto, en los que recorres distancias variadas cambiando entre costa y montaña, suelo utilizar una aplicación que muestra la predicción meteorológica sobre el propio mapa, y puedes ver como varía en función de las horas y hacia donde se desplaza.
Puede que luego no caiga tanto... o caiga más de lo predicho, pero al menos podemos ver la tendencia horaria de cómo irá avanzando y cómo debemos prepararnos.
En mi caso utilizo Windy, que además de ver precipitación, temperatura o viento sobre mapa a lo largo del día, te permite visualizar las webcams que hay en la zona (importante cuando hablamos de carreteras con nieve).
Se de gente que utiliza el Ventusky, que es muy similar, pero mi app de confianza es Windy 😆

Etapas...
Os dejamos también los tiempos que marca la app Connected de BMW para que os hagáis de una idea, con paradas incluidas, de cuanto puede costaros cada tramo.
Copper Coast Scenic Drive
Día 1: Rosslare (llegada ferry tarde) - Waterford
135km 2h58
Día 2: Waterford - Clonmel 240 km 5h48
Día 3: Clonmel - Skibbereen 306 km 7h02
Wild Atlantic Way
Día 4: Skibbereen - Castletownbere
326 km 6h18
Día 5: Castletownbere - Killarney 280km 6h10
Día 6: Killarney - Tralee 220km 4h22
Día 7: Tralee - Doolin 270km 6h03
Día 8: Doolin - Louisburgh 270km 7h45
Día 9: Louisburgh - Belmullet 330km 6h41
Día 10: Belmullet - Grange 240km 5h09
Día 11: Grange - Teelin 210km 5h21 (Ruta Francisco de Cuellar)
Día 12: Teelin - Letterkenny 290km 5h20
Día 13: Letterkenny - Londonderry 216km 5h01
Causeway Coastal Route (Irlanda del Norte)
Día 14: Londonderry - Belfast
263km 6h30
Día 15: Belfast - Bettystown 247km 5h36

Irlanda Ancestral del Este
Día 16: Bettystown - P.N. Wicklow
200km 5h34
Día 17: P.N. Wicklow - Kilkenny 226km 4h45
Día 18: Kilkenny - Wexford 270km 5h18
Día 19: Wexford - Rosslare (y ferry pa' casa) 150km 4h00

Presupuesto, para 2 motos y 2 personas...
Entendemos que más de uno, antes de plantearse este viaje, pueda preguntarse de qué presupuesto aproximado estamos hablando.

Así que como adelanto, ya que la final de la crónica espero haceros un listado más detallado de posibles gastos, os puedo decir que en 22 días de viaje total (del 7 al 29 de agosto) nos gastamos algo menos de 5.400€ teniendo en cuenta que éramos 2 motos, e incluyendo todo (hasta algún recuerdo y mi PCR).

A modo resumen, los gastos principales fueron:

Gasolina Total: 820,81€ (para un total de 7.252 km, que incluyen la ida/vuelta Valencia-Bilbao, de dos motos)
  • Gasolina Irlanda: 608,03€ (precio medio 1,5 - 1,6€/l, 5.977 km)
  • Gasolina España: 212,76€ (precio medio 1,4 - 1,5€/l, 1.280 km)
Como veis, pese a recorrer bastante más kilómetros en Irlanda que en España y que el precio de la gasolina fuera superior, las bajas velocidades y el tipo de carretera hace que el consumo disminuya ayudando en el gasto.

Alojamiento Total: 1.823,69€ (en habitación doble)
  • Alojamiento España: 75€ (1 noche sin desayuno)
  • Alojamiento Irlanda: 1.748,64€ (18 noches con desayuno, precio medio 100€)
El alojamiento en Irlanda no es barato. Básicamente son B&B, muy hospitalarios que te harán sentir como en casa y que incluirán desayuno y todos los consejos que necesitéis. Suelen tener parking privado, o bien no es problema el aparcar en la propia puerta. Aun así, el único sitio donde sí tuvimos muy en cuenta el tema de que tuviera parking fue Belfast, y es que al parecer los robos de motos en esta ciudad es un problema. Así que, pese a ser algo más caro, nos alojamos en el Radisson Blue que incluía parking gratuito privado.

Ferries: 1.098,19€ (dos motos)
  • Ferry Bilbao-Rosslare: 1.040,00€ (que incluye dos motos y un camarote básico sin ventanas con 4 literas, pero de uso doble)
  • Ferries locales de Irlanda: 58,19€ (fueron un total de 4 ferries con 2 motos)
Aquí el cálculo de 1 moto y 2 pasajeros será algo más complicado, ya que sumar una moto aumenta un coste que depende del ferry.

Dietas: 1.480,74€ (dos personas)
  • Dietas España: 65,25€
  • Dietas Ferry: 53,10€ (se puede quitar si os lleváis la comida de casa)
  • Dietas Irlanda: 1.362,39€ (19 días, sin incluir desayunos que venían con el alojamiento)
Aquí depende de cada uno... Nosotros no nos privamos de nada (pintas por la noche, café irlandés, chuletón....). Obviamente se puede ahorrar más o menos según se quiera. La comida por lo general es algo más cara que en España y las cervezas similares.

Esto es solo una guía... ya que las dietas son muy variables dependiendo de si coméis de supermercado, gasolinera, comida rápida o restaurante. Pero el resto de gastos puede haceros una idea de lo que necesitaréis ahorrar.

Y sin más dilación... comienza la crónica de nuestra saga irlandesa!
 
Última edición:
Primer día: Valencia - Bilbao - Ferry Bilbao - Rosslare

El primer día nos desplazamos a Bilbao desde Valencia.
Sin más, autovías y horas por delante...
Una vez en Bilbao nos alojamos en un Ibis que estaba al lado de un centro comercial por facilidad.
Total, al día siguiente saldría nuestro ferry hacia Rosslare a las 12:00 y debíamos estar 90min antes para hacer el check-in.

Tiempos de covid... qué necesitábamos?

Pues para embarcar nos solicitarían un formulario de localización que debíamos haber completado antes en una web del gobierno irlandés. En él te piden las fechas que vas a estar por allí, cómo llegas y qué tipo de certificado aportas (vacunación EU completa, PCR con menos de 72h, haber pasado el covid en los últimos 6 meses).
Y luego obviamente te piden también esa PCR o certificado de vacunación o lo que tengas.
Yo me había vacunado con la última dosis el día 5 de agosto, así que no cumpliría con las fechas de pauta de vacunación completa que exige 7 días después de la última dósis.
Puede que no revisaran mucho... puede que simplemente verificaran que tenía las dos dosis... no lo sé! Había tantas ganas de viajar que no quise jugármela y pagué una PCR un día antes de salir hacia Bilbao. Y menos mal! Porque si que lo revisaron todo, y muy concienzudamente.

Embarcar Ferry Bilbao - Rosslare
Básicamente debes seguir las indicaciones de Ferry en amarillo y llegas a la terminas de Brittany Ferries que hay en Bilbao.
Primero control de documentación: nos piden el billete, DNIs, certificados/PCR, el formulario de localización... y listo! Nos dan las tarjetas de embarque, un identificativo para las motos y la línea a la que tenemos que acudir.

En el camino hay guardia civil con perros que registran aleatoriamente a diferentes vehículos o caravanas. A nosotros nada.

Ya en las filas hay una pequeña cafetería por si te quieres tomar algo mientras esperas, y es que en estos ferries embarcan tantísimos camiones que la espera puede ser muuuuy larga.

Antes de ir a otra fila de embarque se pasa por aduanas/policia nacional, que simplemente verifican DNI y listo.
Subimos al barco!

En el barco te indican dónde colocarte.
Las motos las sitúan en popa, alineadas con el casco, y las amarran ellos con una única cincha que atraviesa el asiento de lado a lado.
Así que poned una marcha por si acaso, la moto sobre la pata y bloqueada y listo. Ellos se encargan.
Para no dañar el asiento ponen como una alfombrilla sobre el mismo antes de la cincha. Nuestro viaje fue movidito y las motos ni se movieron ni se dañaron, así que confiad en ellos.
Eso si! Muy importante! No te dejan acudir a las motos durante la travesía, así que coged todo lo que necesitéis.
Nosotros lo bajamos todo porque lo teníamos fácil distribuido en bolsas, pero si no, preparaos una mochila con lo que necesitéis.
La travesía es larga (unas 28h o 32h según día), así que necesitareis cambiaros para estar más cómodos a bordo.

Una vez en el barco, es muy muy simple.
"Hay internet" super mega lento de la leche en las zonas comunes (comedores), una cafetería self service que abre a ciertas horas y un bar.
Los precios no son desorbitados para lo que puedes pensar en un barco. Nosotros llevábamos comida, pero allí, para haceros una idea, hay pizzas por 7€ y pintas de cerveza por 5€.
Poned el móvil en modo avión, ya que si no os conectareis a la red marítima que no es barata.
Y llevad biodramina, porque el barco va leeeento y se come cada ola, así que es un viaje movidito, al menos el nuestro de ida lo fue.

Y poco mas!
Aquí tenéis un video de nuestro embarque al ferry donde veréis mucho mejor todo lo que os comento:

 
... Nosotros, debido a una mala revisión por parte de BMW antes del viaje, tuvimos que usar bridas y remplazar unos tornillos. Además, con tanto mal firme y baches, es seguro que tendrás que reapretar algún que otro tornillo o tensar la cadena si es tu caso....
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.

Manuel

PD Gran relato y un excelente viaje.
 
Tal cual! Pero coincidía por kilometraje...
Aunque mas bien la conclusión sería
"no pases revisiones en agosto, que no solo tú estás pensando en vacaciones"
 
Me está recordando a mi primer viaje en ferry a Inglaterra jejeje.
Me quedo aquí para ver cómo transcurre el viaje!!

Enviado desde mi Redmi Note 7 mediante Tapatalk
 
Otro más que se queda por aquí. Además que a mi mujer quiere volver a Irlanda conmigo en moto, ya que vivió 12 años allí.
Muchas gracias por compartirlo.
 
Tipo de moto recomendada para este viaje
A priori se puede pensar que Irlanda es adecuada para todo tipo de motos, al fin y al cabo es una gran país con una amplia red de carreteras asfaltadas...
Nuestro viaje estaba diseñado 100% asfalto, todas y cada una de las carreteras aparecían como tal en el base camp y en el google maps.
Y hasta cierto punto es cierto...

Tras recorrer toda la costa Irlandesa (incluida la de Irlanda del Norte) durante más de 4000km en 19 etapas, puedo aseguraros que al menos esta ruta no está diseñada para todo tipo de motos.
¿Se puede hacer? Si, pero probablemente si no llevas una moto al menos maxitrail acabes sudando la gota gorda en más de una ocasión.


En Irlanda los tipos de carreteras que vimos se clasifican en:
- N (Nacionales?): las que más se parecen a las autovías de aquí. Con más de un carril para cada sentido y arcenes. Por cierto, recordad que para adelantar se hará por la derecha, y en muchas ocasiones los coches o camiones se apartarán al arcén para facilitaros la maniobra. Nuestra ruta discurrirá en un 2-5% por este tipo de carretera más aburrida, aunque eficiente para cubrir distancias.

- L (Locales?): te sales de una nacional y te encuentras con esta carretera que se parecen a nuestras nacionales. Siguen distinguiéndose en la mayoría de las ocasiones los dos carriles, uno para cada sentido, y suele estar marcada con líneas y tal... Normalmente están en buen estado y transitables para cualquiera. Nuestra ruta discurrirá en un 50% por este tipo de carreteras, que son las que van por pueblos y zonas de interés turístico.

- R (Regionales?): se bifurcan de la L y, a veces, incluso de las propias N. Son más bien caminos asfaltados, sin ningún tipo de marca vial, que pese a ello suelen estar muy transitadas, pero ya es un solo carril para ambos sentidos. Aquí el mantenimiento no es tanto y el firme suele ser algo bacheado e irregular, en muchas ocasiones con gravilla. Además, veréis que lo transitan tanto tractores como camiones! Así que puede ser complicado adelantar, y tal vez os toque apartaros a algún margen con barro o tierra para dejar paso. Nuestra ruta discurrirá en un 20% por este tipo de carretera. Gran parte de la Wild Atlantic Way (WAW) circula por ella y son carreteras muy bonitas que te adentran a la verdadera Irlanda.

- Carreteras no clasificadas: hay un último tipo de "carreteras", por llamarlas de alguna manera, que no tienen clasificación según el GPS y no tienen marcas viales ni señalización. Pese a ello están asfaltadas, pero debido a la poca afluencia de tráfico y el nulo mantenimiento, han sido abandonadas a la naturaleza, que las invade por todas partes. Son carreteras que en el centro ha crecido un frondoso césped (no el musgo que puedes imaginar) dejando solo dos carriles de apenas medio metro a cada lado transitable. Y en los lindes, la maleza comienza a su vez a intentar echarte del poco espacio disponible, así que en ocasiones deberás atravesar el frondoso césped de lado a lado (lo bueno es que es tan denso que no resbala). Son las carreteras que muchos dirían que son una mierda, pero yo las llamo interesantes y aventureras! Parte de la WAW sorprendentemente circula por ahí, y en la mayoría de veces no te cruzarás con nadie y te adentrarán en plena naturaleza hasta paisajes INCREIBLES! Nuestra ruta circula por este tipo de "carretera" al menos en un 15%, lo cual es una maravilla, pero no la hace apta para todo tipo de motos.
Además de estrechas suelen ser retorcidas y con pendiente, puede que la encuentres mojada porque llueva, o que haya barro o caca de vaca por todas partes y se vuelva algo resbaladiza... así que una moto que no tenga una buena suspensión, neumáticos mixtos (80%road/20%trail es más que suficiente) y bastante maniobrabilidad puede que no las disfrute en absoluto y acabe por evitarlas.

Luego cada uno podrá hacer lo que quiera, pero es nuestro consejo tras este viaje.
Mi pareja llevaba una 1250GSA y yo una 750GS, y disfrutamos de lo lindo! Fue genial!!! Y repetiríamos sin dudar! Pero con otra moto o un coche no nos meteríamos por ahí ni locos.

Os dejo una foto para que os hagáis una idea de lo que os hablo, aunque si queréis verlo en profundidad no os perdáis lo videos que iré subiendo del viaje.
IMG_20210812_143521.jpg
 
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.
No pasaré la revisión antes de salir de viaje.

Manuel

PD Gran relato y un excelente viaje.


je je je, puedo dar fe de ello, mejor pasarse, que quedarse al pairo nada más salir, y lo digo por experiencia
 
Día 1: Rosslare - Waterford
136km

Tras unas 28h de larga travesía, el ferry desembarcó en Rosslare sobre las 17:30 hora de allí, así que rápidamente nos pusimos en marcha ya que habían varios sitios que pretendíamos ver antes de llegar a nuestro destino.

Nada más salir del barco nos hicieron una comprobación de documentación y certificado EU-COVID y listo!

Pese a que habíamos leído que Rosslare era la ciudad más soleada de Irlanda y desde el ferry se podían contemplar sus inmensas playas de arena blanca que invitaban a un baño, no tendríamos suerte. Irlanda nos recibía desde el principio con sus tiempo nublado y cambiante, del que no te puedes fiar ni un momento.

-------------------------------GPS-------------------------------

Para guiarnos llevábamos el GPS
(Rafa un BMW navigator VI y yo un Zumo XT).
Les habíamos metido el mapa de Irlanda sacado que aquí:

Ya en casa había diseñado las rutas tomando como base este mapa, que es mucho más completo e incluye muchas carreteras que para garmin ni existen. Así que al llegar desactivamos los mapas de garmin para Europa y activamos este otro de Irlanda.

Además, llevábamos la ruta con waypoints y puntos de paso y, como ya tenemos mucha experiencia con los GPS y la liada que te pueden montar si te fías de ellos en exceso, en casa habíamos generado también los tracks de estas rutas y se los habíamos metido también al GPS.
Así podríamos ver de manera sobreimpresa en el mapa la ruta diseñada (track), y veríamos si las indicaciones del GPS se ceñían a ésta, o debíamos ignorarlo en algún momento.

Así viajamos todos los días, comparando la ruta diseñada con las indicaciones del GPS, para rectificarlas en caso necesario, y muy bien!

De hecho los tracks nos fueron de mucha utilidad desde el minuto 1.
Y es que, pese a que la ruta diseñada para este día era de menos de 150km, nada más salir del Ferry a Rafa su GPS le indicaba que la ruta serían 359km y más de 3h!!

En nuestro caso llevamos 2 GPS y a mi me marcaba bien, así que simplemente podía haber guiado yo.
Pero en caso de que ambos fallaran, y en ocasiones lo harán, lo único que debíamos hacer era seguir el track que le habíamos metido y el GPS iría recalculándose correctamente.

En fin.... volvamos a la ruta de hoy!
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Hoy comenzaríamos la Copper Coast Scenic Drive, una carretera costera de 166km que comienza en Rosslare y finaliza en Dungarvan atravesando uno de los recorridos panorámicos más bellos y vírgenes de Irlanda, que incluso rivaliza con el Wild Atlantic Way.

The Copper Coast Scenic Drive atraviesa seis pueblos y serpentea a lo largo de la costa, revelando playas secretas y calas escondidas, a lo largo de un recorrido que también incluye el geoparque europeo costero de Waterford, reconocido por la UNESCO. El Geoparque es un área notable donde la geología, la ecología, la arqueología, la agricultura y el patrimonio minero de la bulliciosa industria minera del cobre durante el siglo XIX contribuyen al carácter y la cultura de la región.

Nuestro primer destino será la bahía de Kilmore Quay, un pequeño pueblo de pescadores con pintorescas cabañas encaladas y techos de paja, que ofrece bellas vistas de las islas Saltee, la reserva de aves más grande de toda Irlanda.

Desde aquí nos desplazamos hasta la iglesia parroquial de St Mary's, situada en un promontorio relativamente plano en la desembocadura de la Bahía de Bannow, o al menos lo que queda de la próspera ciudad medieval. Las ruinas de la iglesia están muy chulas, abandonas en un lugar precioso sin prácticamente nadie que las visite. Y contiene tumbas medievales.

Pero lo que nos interesó de esta zona fue que en esta misma bahía desembarcaron en mayo de 1169 las primeras tropas normandas venidas desde Gales e Inglaterra. El hecho de que fueran llamados por un rey irlandés depuesto, que quería reclamar su trono, parece hoy una amarga ironía ya que esto derivó en la conquista normanda de Irlanda, que trajo consigo siglos de opresión.

Camino a nuestra próxima parada visitaremos una antigua draga de Waterford, que retiraron en 1987 y desde entonces yace varada en la bahía sobre el agua. Muy chula, inmensa y toda oxidada.

En todo este camino os sorprenderá la calidez de los irlandeses, a los que les sorprende gratamente ver motos extranjeras recorriendo y admirando sus tierras. Y que no dudarán en saludaros enérgicamente a vuestro paso o ayudaros si lo necesitáis.
Si os paráis y se os acercan, de seguro será para preguntaros de dónde venís y recomendaros sitios que ver!
Los irlandeses son gente orgullosa de su cultura y sus tierras. Y si ya de por sí les sorprende ver motos (en toda la ruta durante 10 días desde el sur-oeste-norte se podría decir que nos cruzamos con menos de 5 motos), más aun si son extranjeras de España que han venido adrede a visitar sus tierras!
Además, como ya veréis en las próximas crónicas, aquí España es admirada por tratar de ayudarles cuando más lo necesitaban. Y pese a que de poco sirvió, en muchos sitios se conmemora a los españoles allí fallecidos con los llamados Spanish Points que salpican toda la costa oeste.

Por último, y antes de ir a nuestro destino de hoy, visitaremos el faro de Hook, que tras 800 años aún cumple su función y ahora es el faro operativo intacto más antiguo del mundo. Y veremos un poco de la historia de los guardianes de la luz que custodiaron el faro y su luz durante años.

Y por fin llegaremos a Waterford.
Los vikingos lo llamaron Vadra Fiord (el fiordo del clima), que fue el origen de su nombre.
Más de 1.100 años de historia convierten a Waterford en la ciudad más antigua de Irlanda. Mucho ha llovido desde que los vikingos fundaron Waterford, pero en la ciudad quedan vestigios de toda esta historia.
Hoy en día, Waterford es conocida también por Waterford Crystal, un legado de la antigua industria de fabricación de vidrio de la ciudad.

En este primer día ya nos daríamos cuenta que cenar por Irlanda no sería nada fácil, pero aun no éramos conscientes de lo DIFICILÍSIMO que sería...

En esta ocasión, y tras llegar algo tarde y ducharnos, comprendimos que cenar a las 9 no sería posible em ningún lado.
Pese a ser una gran ciudad, las cocinas cerraban entonces y nada se podía hacer en ninguno de los múltiples sitios que intentamos.
Así que optamos por lo único que vimos que servía comida a esas "intempestuosas horas" (21:05 - 21:10), un kebab.
Compramos la comida y nos fuimos al puerto a disfrutar de ella y de las vistas de la ciudad que ya parecía dormir.

Tras cenar dimos una vuelta por las vacías calles, tomamos unas fotos, y a cargar pilas al hotel! Que mañana comenzaría la aventura, tras esta primera toma de contacto. Y al menos sí podríamos disfrutar de nuestro primer full irish breakfast de los 19 que pretendíamos probar!

El track de esta etapa podéis descargarlo de aquí:

Y aquí podréis disfrutar del vídeo de esta crónica, y que adelanta lo que está por venir:
 
Muy buena pinta!! Otro que se queda siguiendo vuestro relato.


Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
 
Interesante viaje. Diferente.
Buena redacción que hace amena la lectura, y vídeos bien grabados y entretenidos que no se hacen nada pensados.
Enhorabuena amigos.
Como muchos otros, me quedo esperando más
 
Día 2: Waterford - Clonmel
240 km

Nos levantamos "temprano", sobre las 8, con la intención de desayunar y comenzar a rodar antes de las 9:30.
El día de hoy no tendría muchos kilómetros... pero tras la jornada de ayer sabemos que aquí la velocidad la marcará el estado de las carreteras y no conviene llegar muy tarde a los destinos si se quiere encontrar un sitio para cenar.

Desde antes de comenzar el viaje, nos habíamos comprometido a que diariamente desayunaríamos un Full Irish Breakfast.
Un completísimo desayuno irlandés a base de salchichas, bacon, huevos, champiñones, judías de esas inglesas (beens), algo de patata y MORCILLA!! Si, si!! Como la de Burgos! Morcilla de arroz! Una rodaja de la clásica negra y otra blanca, que curiosamente está bastante buena!
Pero no os preocupéis por las calorías! Para rebajar, o sentirse menos mal con uno mismo, esta gente también incluye en el desayuno medio tomatito a la plancha!

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Y nosotros decidimos ceñirnos a "tan solo" eso! Porque la gente de allí lo suele combinar con algo de yogur, fruta y cereales. Por si no llegan a cenar a tiempo!

Apetito saciado y estómagos llenos, nos ponemos en marcha con el día de hoy!

El día ha salido bastante bueno, de momento no se espera lluvia, así que retomamos la Copper Coast Scenic Drive por donde la dejamos.
Y nuestro primer desvío nos llevará a las ruinas de Dunhill Castle, un castillo con un pasado temible.
Se dice que la dueña del castillo se entregó en cuerpo y alma a la defensa de su casa y permaneció en las murallas día y noche, instando a su guardia a luchar hasta la muerte.

Pero volviendo a la costa, encontraremos un asentamiento que da nombre a esta ruta.
Desde su posición cubierta de hierba, muy por encima de la playa, las ruinas de Tankardstown Engine House añaden un toque industrial a un tramo de paisaje dominado por las vistas desde los acantilados del Mar Céltico. El sitio fue una vez parte de un complejo minero que prosperó en el pueblo cercano, gracias a la rica abundancia de minerales disponibles en el área.

Poco masificada y con preciosas carreteras que se precipitan hacia las playas y acantilados, esta zona de la costa irlandesa luce teñida de un verde que daña la vista.
En esta región las vacas y ovejas dominan los prados a partes iguales.
Pronto descubriremos que este es el sustento de gran parte de la población, que vive ajena al mundo en sus grandes propiedades de cientos de metros.

En Irlanda hay playas. Si, hay playas y además con banderas azules!
Pero su concepto de playa y cómo disfrutar de ellas no es el mismo que tenemos aquí.
En esta región de la isla la gente acude en masa con neoprenos, dispuesta a realizar actividades marítimas de todo tipo como el surf o el kayak.

Tras visitar la costa nos adentramos hacia el interior con el fin de visitar algunos de los castillos y fortalezas más fotografiados de todo el país.
Pero antes, un desvío en el camino nos conduce hacia una carretera conocida como la "Magic Road".
El camino discurre entre las montañas de Comeragh y te acerca a las magníficas cataratas de Mahón. Pero además de discurrir por un entorno mágico, su principal magia reside en que, si estacionas el vehículo al pie de la colina y le quitas el freno de mano, el vehículo rodará hacia atrás ¡cuesta arriba!
En este mismo punto, marcado por una roca con el nombre de la carretera, se encuentra además un árbol de las hadas cubierto con harapos y otros adornos. Los irlandeses veneran a estos seres mitológicos, a los cuales no conviene molestar si no quieres ser maldecido.

Obviamente todo se trata de una ilusión óptica que nos hace creer que la carretera desciende hacia delante cuando en realidad está ascendiendo, ¡pero quien sabe… igual es cosa de hadas!

Sobre la hora de comer llegaremos a The Rock of Cashel, de visita obligada para los amantes del patrimonio irlandés.

Para aparcar hay una zona de parking inmensa, cuyas barreras nos permitirán salir y entrar con las motos sin mayor problema.
Se podría decir que en Irlanda hay tan pocas motos, que existe cierta benevolencia con su estacionamiento. Y es que no importan si aparcas en un parking o zona azul, las motos son admiradas y no tendrás mayor problema que el de saludar a todos los que sorprendidos se acercan a verte.

Como hemos coincidido en tiempo de COVID la mayoría de los castillos y abadías son de acceso gratuito, ya que el acceso al interior está prohibido y solo dejan que visites los exteriores. Así que aprovechamos y paseamos por la inmensa catedral, o lo que quedan de ella, así como su cementerio poblado de cruces celtas.

Originalmente sede de los reyes de Munster, según la leyenda, el mismo San Patricio vino aquí para convertir al rey Aenghus al cristianismo. Precisamente aquí puede contemplarse la preciada Cruz de San Patricio del siglo XII.

Continuaremos nuestra ruta por carreteras que discurren entre lo que parece la "campiña irlandesa" más rural, cruzándonos con restos de importantes abadías como la de Hore o Athassel.
Para visitar cualquiera de ellas basta con aparcar en la linde de la carretera y desplazarse andando a descubrir sus restos, pero aun nos queda camino por delante y decidimos continuar.

Nuestro siguiente waypoint era un paso de montaña conocido como Glen of Aherlow, paraíso de senderistas y con buenas vistas de las montañas Galtee. Sin embargo, tas cruzarnos con varios carteles de obras que avisan de que el acceso es solo a residentes, nos topamos con maquinaria asfaltando el camino. Así que toca retroceder y renunciar a este paso.

Por último, nos dirigimos al Castillo de Cahir para visitar su fortaleza, la cual se creía inexpugnable. Y es por ello que se ha conseguido conservar gran parte de la estructura original, apareciendo en producciones como Excalibur.
Nuestra primera grata sorpresa es que el sitio debe ser tan turístico que hasta hay parking de motos!! Si! no solo lo visitan motos, sino que van tantas que nos han hecho un parking!!
Desgraciadamente el castillo acababa de cerrar y debemos conformarnos con su vista desde el exterior.
Aun así, nos sirve para ver las primeras motos desde que estamos en Irlanda. Dos alemanas y un francesa, pero siempre alegra ver más motos!

Siendo ya casi las 6 de la tarde nos dirigimos a Clonmel, la que será nuestro destino de hoy.
Nos recibe una ciudad decadente, casi deshabitada. Comercios abandonados, escaparates vaciados, pubs cerrados, calles desiertas.... Qué pasa aquí??
Será el COVID?, será agosto? Hasta sentimos cierta inseguridad al dejar nuestras motos aparcadas tan solitarias...
Sin embargo, cae la noche y parece que la ciudad retoma algo de su vida, como si de una ciudad dormitorio se tratase.
Y nuestras motos pasan desapercibidas entre las hileras de coches.

Aun así, con tiempo buscamos un sitio donde cenar. Apenas hay nada abierto, y los horarios son todavía más reducidos, así que a las 19:30 sin pensarlo demasiado entramos en el único pub con ambiente del pueblo.
Y menos mal! Por que a los 10 minutos no cabe nadie más.
Primer café irlandés. ESPECTACULAR!! No en todos los pubs lo hacen bueno, pero pronto sabréis detectar aquellos con cierto encanto en el que seguro que saben hacerlos bien.

Hoy cenaremos sentados y calientes.

El track de esta etapa podéis descargarlo de aquí:

Y el vídeo de esta crónica se publicará el domingo, así que si creéis que exagero con Clonmel no os lo perdáis!
 
Bueno gente, muchas gracias por los comentarios!
Un placer compartir nuestro viaje con vosotros y os animamos a hacerlo.

Os dejo el video donde podréis ver mejor sobre la última etapa narrada:

 
¡Bravo, @mababel. Impresionado estoy con tu minuciosidad, tu generosidad al currar de lo lindo para compartir todo tipo de detalles que tanto nos sirven a otros, tu simpatía al narrar y complementar las imágenes con "culturilla" en el mejor de los sentidos y, sobre todo, con tu saber hacer. Un auténtico placer ver vuestra aventura en una tierra, Irlanda, que además me tiene enamorado desde hace tiempo. ¡Seguimos esperando el resto de videos!
 
Última edición:
Pues yo respetando a todo el mundo, es el ultimo destino que haria en moto....
mal clima en general, se conduce por la izquierda, se debe comer de pena, la ruta son prados continuos con ovejitas, carreteras de tercera....en fin que entendiendo que haya moteros que esto les guste a mi no me atrae en absoluto. Es solo una opinion.
 
Pues yo respetando a todo el mundo, es el ultimo destino que haria en moto....
mal clima en general, se conduce por la izquierda, se debe comer de pena, la ruta son prados continuos con ovejitas, carreteras de tercera....en fin que entendiendo que haya moteros que esto les guste a mi no me atrae en absoluto. Es solo una opinion.
De acuerdo en alguna cosa... y en desacuerdo en otras, Fran-BMW. Me explico:

Es cierto que no me he planteado nunca hacer Irlanda en moto. He estado dos veces y las dos fui en avión y alquilé coche para recorrerla. El clima es ciertamente, fastidioso por lo cambiante. Llueve a mala leche y por algunas zonas, el viento puede llegar a ser bestial.

Comer... no creas, en esto Irlanda no es como Inglaterra. Un buen estofado irlandés está de muerte y los desayunos son, como puede verse en los videos de mababel, tremendos.

En lo que difiero totalmente es en lo de los prados y ovejas. El "Ring of Kerry" es un deleite para los ojos. La península de Dingle, más al norte, no digamos. Hay acantilados como los de Moher (y otros muchos)... en fin. La Calzada del Gigante, en el norte, de impresión. Lagos entre montañas que quitan el hipo (Glenndalough, por ejemplo), la zona de military Road es preciosa. En resumen, que puede que eches de menos puertos de montaña al estilo de los Alpes o Los Pirineos, está claro que Irlanda no va de eso, pero de ahí a que sean todo prados con ovejas, hombre... hay un mundo.

Ah, y que se conduce por la izquierda, con lo que ello supone para nosotros en rotondas y cruces, es innegable 😅.
 
Como destino pendiente, y habiendo estado por Inglaterra y Escocia en moto, a mi si que me atrae, y mucho, de hecho, era el plan B de este verano pasado, después de posponer una vez más Cabo Norte, finalmente optamos por Alpes, pues saliendo el 27 de junio, no estaba aún definido el tema, y menos en Irlanda del Norte, probablemente, viendo lo visto, si mis vacaciones se hubieran retrasado, podría haber ido a Irlanda, NK ya lo descartamos un par de meses antes, por segundo año consecutivo.

Llívia y fuertes vientos tuve en Escocia, especialmente en Lewis & Harris, pero mayormente tuvimos buen tiempo.

Lo de conducir por "el otro lado", te habituas en dos días, pero siempre alerta, pues es fácil que rodando por esas carreteras que no hay nadie, se te olvide, en cuatro días, totalmente interiorizado, además de un respeto al motorista impresionante.

Lo del comer, se puede comer muy bien, pero no cada día, dependerá del bolsillo de cada uno, pero tengo muy buenos recuerdos de los buenos restaurantes que estuve, sus steack de ternera escocesa, y platos de pescado más allá del salmón y mejillones, que también.

Me ha resultado infinitamente más caro comer en Suiza, para ser medio bien.

Ahhh, y si eres amante de la cerveza y del ambiente de Pub (donde por cierto puedes comer a precio asequible y no mal del todo), estás perdido 🍻
 
Última edición:
Es obvio que Irlanda, como cualquier destino motorista, habrá gente que le guste más o le guste menos...

Lo de la izquierda en moto, ni lo notas. Habíamos estado en coche alquilado y es mucho más difícil por estar el volante al otro lado, y el cambio y las distancias....pero en moto no te das ni cuenta.

Lo del tiempo es innegable, es bastante probable que te llueva, y pese a que a nadie nos gusta mojarnos... no suelen ser chaparrones sino que más bien es una llovizna de vez en cuando.
Aunque, por otro lado, las temperaturas en verano son fantásticas!
Unas medias muy estables que no te harán sudar la gota gorda con el traje de moto en pleno agosto!

En cuanto al resto...
Solo dame un poco de tiempo para mostrarte la grandiosidad de Irlanda: acantilados, bosques, cascadas, carreteras que se retuercen a la vez que alcanzan las montañas... Sin contar la Irlanda ancestral con sus miles de castillos, fortalezas, abadías... historia aun latiente que explica la forma de ser de esta sociedad.
Hay prados con ovejas, si, y muchas vacas! Pero en Cantabria también y es mucho más que eso.

La comida, se come de fábula.
Obviamente, y más en nuestra ruta por la costa, el pescado y el marisco fueron los grandes protagonistas. En la costa oeste encontrarás ostras, mejillones, langostas o cangrejos en prácticamente cualquier lugar, sin mencionar la famosa sopa de pescado (chowder) que es un imprescindible de cualquier restaurante para comer.
Pero no hay que olvidar que Irlanda es un gran productor de carne de vacuno, y sus filetes y hamburguesas se importan a todo el mundo, incluida España.

Y pese a que muchas carreteras no se encuentran en buen estado... también hay que decir que casi todos los caminos están asfaltados. Caminos que por otros países, incluidos España, serían pistas de tierra. Que les crece hierba... que se le va a hacer! Llueve a diario! Es imposible que no crezca!

Así que si bien es cierto que Irlanda en moto no es para todo el mundo... nosotros volveríamos sin dudarlo!
 
Despues de leer vuestros comentarios donde me dais la razon con matizaciones, solo decir que "la moto es free" y que obviamente no todos tenemos las mismas preferencias claro, asi que solo desearle a Mababel y su pareja, que disfruten al maximo de la ruta y el verde pais ....

Estuve en Edimburgo y alrededores una semana en verano de turista hace dos años y de 7 dias me llovieron 5 .entiendo que Irlanda sera similar.
No vi una sola moto.
 
Día 3: Clonmel - Skibbereen
306 km

Nos levantamos como siempre, sobre las 8.
Esa será la hora que fijaremos para todos nuestros días en la isla, con la intención de vestirnos y prepararnos en media horita, desayunar y estar con todo listo sobre nuestras motos a las 9:30 para comenzar la jornada.

La de hoy se presenta nublada, chispeando... las nubes bajas invaden el cielo que nos rodea y sin mucha confianza consultamos el tiempo en las zonas de paso.

-------APPs Meteorológicas-----------------
El tema de las aplicaciones meteorológicas es algo muy personal. Todos confiamos en la que mejor suerte nos ha dado, creemos que es infalible, y nos olvidamos de asomarnos a la ventana y mirar simplemente cómo está el tiempo.
Acaso no os ha pasado que vuestra aplicación dice que va a llover toda la mañana, sales y ves que el día está raso pero piensas, en cualquier momento se pone a llover, que lo he visto en mi aplicación...

Lo cierto es que, sin exageraros, yo llevo instaladas 8 aplicaciones del tiempo (lo acabo de comprobar) y ninguna es infalible:
Meteoblue para la montaña, que no suele fallar, menos cuando falla...ElTiempo para la ciudad, que suele acertar, menos cuando no lo hace... TheWeatherChannel que suele ir bien en el extranjero, salvo cuando se equivoca... Pero ahí están! Para cuando aciertan!

Para estos viajes en moto, en los que recorres distancias variadas cambiando entre costa y montaña, suelo utilizar una aplicación que muestra la predicción meteorológica sobre el propio mapa, y puedes ver como varía en función de las horas y hacia donde se desplaza.
Puede que luego no caiga tanto... o caiga más de lo predicho, pero al menos podemos ver la tendencia horaria de cómo irá avanzando y cómo debemos prepararnos.
En mi caso utilizo Windy, que además de ver precipitación, temperatura o viento sobre mapa a lo largo del día, te permite visualizar las webcams que hay en la zona (importante cuando hablamos de carreteras con nieve).
Se de gente que utiliza el Ventusky, que es muy similar, pero mi app de confianza es Windy 😆

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En fin... volvamos al viaje.
Según las aplicaciones, parecía que el tiempo comenzaría complicado pero mejoraría al llegar a la costa, así que solo confiábamos en que no fuese tan malo como las predicciones marcaban.

Pero antes, desayuno. Y es que el día comenzaría preparándonos nuestro propio Irish Breakfast!
Con esto del COVID muchos negocios han encontrado una excusa para seguir cobrándote igual pero por menos servicios...y sospecho que esta tendencia ha venido para quedarse.
En esta ocasión, teníamos un comedor con todo lo necesario para prepararnos nosotros mismos un desayuno! Microondas, sandwichera, tostadora, hervidor de huevos y hasta una freidora de esas sin aceite! Y en la nevera teníamos también de todo, pero no me enrollo más con esto que seguro lo visteis en el anterior video!

El resultado... podría haber sido mejor pero, suficiente para llenar nuestras tripas y continuar hacia el siguiente destino.

Lo que al principio era algo de agüilla va tomando forma hasta convertirse en una lluvia incesante que apenas te deja ver.
Pese a todo, y como somos motoristas que no se achantan con la lluvia, proseguimos nuestro camino que nos llevará subiendo por una carretera con algo de graba hasta The Vee. Allí, un giro en forma de V desemboca en un mirador en medio de un puerto que sube hasta las montañas de Knockmealdown. La lluvia no nos deja ver mucho, pero pese a ello se nota que subimos alto, hasta los 610m sobre el nivel del mar que, para Irlanda, no está nada mal.
Aquí las ovejas campan a sus anchas, ajenas a la lluvia y al escaso tráfico que atraviesa la carretera.

Tras alcanzar la cima comienza una bajada que discurre más lenta entre bosques.
El agua comienza a complicar el viaje, y es que la baja velocidad no ayuda a que las viseras se desempañen (pese a llevar el mágico pinlock), y la incesante precipitación comienza a calar en nuestro estado de ánimo.

Por fin llegamos al imponente castillo de Lismore, antigua casa del Principe John de Inglaterra, pasó por varias manos ilustres (como la familia Astaire o Kennedy) antes de ponerse en alquiler para alojar a cualquiera que pueda permitírselo.
Vamos mal de tiempo, pero la lluvia nos obliga a parar, respirar profundamente y retomar el viaje que irá mejorando gradualmente a medida que nos acercamos a la costa.

Y por fin llegamos a Cobh, ciudad que nos da paso al mar céltico y al buen tiempo.
Hasta hace unos meses Cobh era el puerto de unión entre España e Irlanda por ferry (Santander - Cobh), antes de que lo relegasen al transporte de mercancías y desplazasen la ruta turística a Bilbao-Rosslare.
Este puerto animado nos recibe lleno de colores y bullicio, que nos hace entrar en calor.
Aquí en el muelle, un edificio en memoria del Titanic recuerda que este fue el último puerto que le vio zarpar, antes de sucumbir en las frías aguas del atlántico.
Puerto de unión con Norteamérica, sirvió de punto de partida para millones de irlandeses que se vieron obligados a abandonar sus tierras en un momento de escasez y hambruna.

Este día no ha hecho más que empezar y otra gran ciudad portuaria nos aguarda!
Kinsale se consagra como uno de los pueblos más pintorescos de la isla esmeralda, donde las casas de colores se combinan con los colores del mar y las miles de tonalidades de verdes que existen en el país.
Un enclave estratégico en otros tiempos, que en la actualidad alberga un puerto deportivo de renombre y atrae a miles de turistas en temporada alta.

Pero para nosotros, el mayor atractivo reside en su historia. Y es que aquí, en 1171, el rey de Inglaterra desembarcó con una gran flota invasora y dio comienzo a más de 8 siglos de dominación inglesa sobre el país.

Ante los desmanes de los ingleses, durante el siglo XVI se sucedieron diversas rebeliones de independentistas irlandeses. Quizá la más importante de ellas fue la conocida como Guerra de los Nueve Años (1594-1603). Hugh O’Neill, un terrateniente gaélico consiguió unir a varios clanes para oponerse al poder inglés y a la difusión de la religión protestante en una isla profundamente católica.

Tras varios años de guerra, el dominio inglés no había podido imponerse a los rebeldes, de manera que en 1599 desembarcaron 17.000 soldados en la isla.

En aquel tiempo Inglaterra y España, dos de las mayores potencias de la época, estaban inmersas en varios conflictos. No sólo en la Guerra anglo-española, cuyo lance más conocido fue la derrota de la Armada invencible española (1588), sino también en la Guerra de Flandes.
El rey Felipe III de España, histórico enemigo de Inglaterra, envió desde La Coruña una flota de 33 navíos, aunque algunos regresaron debido a terribles tempestades durante la travesía. Más de 3000 soldados españoles ocuparon el puerto de Kinsale y sus fortalezas. Su objetivo era tomar la importante ciudad de Cork, sin embargo, las tropas inglesas que les doblaban en número les sitiaron en Kinsale.

Mientras las tropas españolas, capitaneadas por Juan del Águila, resistían durante semanas de escaramuzas la superioridad inglesa, los rebeldes irlandeses recorrieron más de 400km en pleno invierno para auxiliarles. Sin embargo, de poco sirvió y la derrota en Kinsale supuso el último gran enfrentamiento de la guerra anglo-irlandesa.

Por todo ello, aquí la bandera española ondea en uno de los mástiles, en homenaje al país que fue su aliado en uno de sus peores momentos.

Tras visitar uno de sus fuertes mejor conservados, el Fuerte Charles, y atravesar el concurrido pueblo de Kinsale, comenzamos por fin la Wild Atlantic Way. La ruta costera que, a lo largo de sus 2600km, nos llevará a descubrir las zonas más recónditas y salvajes del oeste de Irlanda.
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Nuestra primera parada, el Old Head, un gran promontorio que se adentra en el Océano Atlántico y se eleva sobre el agua, albergando actualmente uno de los campos de golf más prestigiosos del planeta y un faro.

Por un trágico accidente de la historia, este faro es el punto de tierra más cercano a uno de los naufragios históricos más famosos. El RMS Lusitania se encuentra a poco más de 17km al sur de Old Head, después de ser alcanzado por un solo torpedo disparado por un submarino alemán el 7 de mayo de 1915. El barco resultó tan mal parado que los botes salvavidas chocaron contra los pasajeros, abarrotados en la cubierta, y los arrojaron al agua. La mayoría no tuvieron ninguna oportunidad, ya que el barco se hundió en apenas 18 minutos, muriendo 1.119 de los 1.924 a bordo.
Este acontecimiento cambió el curso de la Primera Guerra Mundial, consiguiendo que EEUU entrara en juego.

Continuaremos bordeando la costa y en nuestro camino nos cruzaremos con multitud de torres que, aunque parecen pequeños castillos en ruinas, son Torres de Señales napoleónicas que se distribuyeron por toda la costa para protegerse de las posibles invasiones francesas.
En total se construyeron 81 de estas torres, situadas en lugares expuestos estratégicamente, altos y, a menudo, remotos cerca de la costa. Todas tenían visibilidad con sus torres vecinas, y la señalización se realizaba mediante banderas y bolas en lo alto de un mástil que había frente a la torre. Después de la derrota de Napoleón, en Waterloo en 1815, la amenaza de una invasión francesa disminuyó. Esto, junto con los altos costes de mantenimiento, provocó el abandono de la mayoría de las torres, hoy en día muy deterioradas.

Y por fin llegaremos a nuestro destino de hoy, Skibbereen, una ciudad plagada de banderas y pancartas que lucen con orgullo a sus medallistas olímpicos, que se alzaron con el oro en remo en las últimas olimpiadas de Tokio 2021.
Resulta increíble ver cómo los irlandeses presumen de ser irlandeses y lucen con orgullo sus insignias y colores allá donde vayan. De hecho, a lo largo de todo el viaje, veremos multitud de casas y coches adornados con banderas de colores que representan su condado o región.

Sin embargo, el área que hoy se ve alegre y bulliciosa, sufrió uno de los episodios de hambruna más severos de cuales se conocen en Irlanda, diezmando en más de un tercio su población.
En 1845 se perdió un tercio de toda la cosecha de patata, sumiendo a la zona en un auténtico caos del que no lograban salir…

La " Gran Hambruna ", ocurrida entre 1845 y 1852, no fue ni la primera ni la última de las muchas hambrunas que padecieron en Irlanda durante la primera mitad del siglo XIX, pero el impacto de este desastre eclipsó a todas las que lo precedieron. Como dijo el revolucionario John Mitchel en el sigo XIX "Dios envió la plaga, pero los ingleses crearon el hambre", y hasta cierto punto esto fue cierto, porque los gobiernos ingleses de la época hicieron más bien poco para ayudar a una población irlandesa que se moría, mientras sus barcos seguían zarpando cargados de grano hacia las costas inglesas.

En el punto álgido del desastre, más de 60 personas morían al día de tifus y fiebre amarilla. Entre 8.000 y 10.000 personas sin identificar se encuentran enterradas en los fosos de la Hambruna, en Abbeystrory, uno de los tres cementerios masivos utilizados durante la Gran Hambruna de Skibbereen. Los monumentos de piedra erigidos aquí son un recordatorio desgarrador de esta gran tragedia que dio forma a Irlanda y América.​

La ruta la podéis descargar de aquí:

Y mañana mismo sale otro video en el que os enseñaremos lo que aun queda por ver de esta apasionante etapa.
 
Última edición:
Enhorabuena por la ruta y también por las crónicas del viaje. La verdad que muy buena y el detalle, no dejas nada al azar, muy bien explicado.
 
Muchas gracias! Mi intención es que, puesto que le dedicamos tiempo y esfuerzo a planearlo y organizarlo todo, más gente pueda beneficiarse de este trabajo y vivir la experiencia!

Os dejo el último video que subimos ayer, porque una imagen vale más que mil palabras:
 
Día 4: Skibbereen - Castletownbere
326 km

Nos levantamos como de costumbre a las 8.
El día parece algo nublado y bastante ventoso, lo cual nos preocupa algo ya que hoy visitaremos el cabo más meridional de la isla, y en esos lugares tan extremos suele soplar con fuerza...
Pero al menos tenemos la esperanza de que, si hace tanto viento, al menos no nos mojemos.

Nos preparamos con ropa de abrigo y bajamos a por el desayuno.
A causa del covid este B&B ha decidido que elimina los desayunos en comedor y, a cambio, te lo facilita para llevar o comer en la habitación.
Algo decepcionados vemos lo que contiene la bolsa del desayuno: unos yogures, un par de piezas de fruta y unos minibocadillos, que esperamos sean al menos contundentes... Como vamos a ver sitios escénicos decidimos comernos los yogures, que puede ser peligroso llevarlos en la maleta aplastados, y guardar los bocadillitos para luego.

Cargamos las motos y en el trasiego de arriba a bajo pasando entre ambas... ¡clock! golpe al retrovisor.
No el doy mucha importancia y seguimos colocando todo. Total, luego me lo recoloco en un momento...

Nos subimos y salimos dirección al punto más al sur de Irlanda!

En eso que miro hacia atrás y me acuerdo del retrovisor.
Mierda! Esta suelto del brazo! No puede ser verdad!
Suerte que llevamos un par de llaves para reapretarlo, pero entre las prisas, tuerca y contratuerca, para que maldito lado era!? la gente mirando... Hemos ido a parar en la zona más concurrida del pueblo o qué?!
Por fin nos calmamos, recolocamos el espejo y podemos seguir.

Suerte que llevamos las herramientas necesarias... lo que nunca te pasa en casa puede arruinarte el día estando fuera.
Y es que eres consciente de la buena asistencia en carretera que tienes en España hasta que te ocurre algo en el extranjero. Y pese que Irlanda es un país civilizado que tiene de todo, días más tarde descubriríamos lo complicado que puede ser hacerse con un par de tornillos...
Para aquellos que tengáis curiosidad de qué herramientas nos llevamos para este viaje, podéis verlo en este video:

Retomamos la costa con un tiempo algo desapacible y las nubes bajas obligan a Rafa a enfundarse el traje de agua.
No llueve en exceso, pero con el frio que hace, mojarse puede significar pasar un mal día.

Y por fin llegamos al primer punto del día, el Mizen Head! Uno de esos puntos importantes en la Wild Atlantic Way!
¿Estará lleno de ciclistas y motoristas inmortalizando el momento de su llegada? Nada más lejos de la realidad...
No sabemos si sería por las tempranas horas o el tiempo, que no acompañaba, lo cierto es que allí no encontramos ningún vehículo de dos ruedas.

La estación de señales de Mizen Head, sita en este lugar desde 1910, incluye a día de hoy el Centro de Visitantes Mizen Vision, que ocupa la antigua casa del guardián y la sala de máquinas, el famoso Puente colgante, los 99 escalones y unas magníficas vistas de las costas sur y oeste, que resisten el envite de las salvajes olas del Atlántico.
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Sin embargo, debido al viento, el puente se encuentra cerrado. Así que nos limitamos a entrar en el centro y buscar alguna pegatina para reflejar este punto en nuestras maletas. Pero tampoco...

Irlanda no es un país que viva del turismo, y mucho menos del turismo de motos, y es por ello que no encontraremos típicos carteles que señalizan los puertos de montaña o puntos estratégicos con su altitud para hacerse una foto, ni obviamente pegatinas de la WAW o de cualquier ruta panorámica.
Y es que, pronto descubriréis que la Wild Atlantic Way (WAW), aunque ampliamente conocida entre ellos, es apenas transitada, incluso por la gente local. Así que, cuando comentas que la estás recorriendo, te miran con cierta admiración y orgullo.

Como el tiempo no da tregua, al menos de momento, decidimos continuar hasta nuestro siguiente destino por si hay más suerte.
En esta ocasión, una estrecha carreterilla con impresionantes vistas de la costa nos conduce hasta el Sheep's Head.

Con aproximadamente 21km de longitud y apenas 4km en su punto más ancho, esta cresta ondulada que sobresale del Atlántico desde el oeste del condado de Cork es un hermoso lugar para explorar.
Con paisajes salvajes, lagos pintorescos y fantásticas vistas de la costa, la península de Sheep's Head es uno de los tesoros de Irlanda. Y, a pesar de ello, ha logrado eludir el ajetreo y el bullicio de la vida moderna, siendo uno de los lugares menos visitados del país.

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El sol asoma tímidamente, y aprovechamos unas mesas de picnic para tomarnos lo que queda del desayuno.

En el cabo hay una pequeña cafetería donde tomar un café caliente, y unos aseos públicos.
Y se obtienen unas vistas increíbles del Mizen Head que hemos abandonado y la escarpada costa irlandesa que nos conduce hacia el norte.
Sin duda, merece mucho la pena una visita!

El faro solo es accesible mediante una caminata a pie de unos 4km (circular), para aquellos que quieran animarse.

Tras comer algo, nos dirigiremos a la Península de Beara, la cual resultará ser una grata sorpresa!
Posiblemente el punto que más nos gustó de toda la isla de Irlanda!!! 100% recomendable!
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Solitaria, llena de naturaleza salvaje que lo invade todo, el atlántico golpeando con furia todo su perfil y elevadas montañas y cascadas ocultas en su interior esperando ser descubiertas.
Todo esto y mucho más es la desconocida Península de Beara!

Tras atravesar una serie de túneles esculpidos en piedra, salimos a una carretera ancha, bien pavimentada, que traza amplias curvas adentrándose en un extenso verde valle... Una carretera con mucho carácter motorista que te invita a curvear alegremente.

Pero pronto, y tras abandonar esta amplia carretera, nos adentramos sin darnos cuenta en plena naturaleza.
Una carreterilla, que nada tiene que ver con la anterior, nos conduce entre matorrales y césped hacia lo alto de una colina.
Esta carreterilla, por llamarla de alguna manera, parece olvidada por el hombre, e incluso sería difícil transitarla con otro vehículo que no fuera una moto, capaz de circular por uno de los pequeños surcos que ha quedado libre de naturaleza.

Y, sin previo aviso, nos asoma hacia un pequeño valle surgido de entre las montañas, abierto quizá por un riachuelo que discurre tímidamente ente tanto verde. Una pasada! Nos quedamos sin palabras ante lo que acaba de pasar. Cómo hemos llegado hasta allí?? La gente conoce este lugar? Imposible! Porque de ser así no podríamos ser testigos de la magia que allí se respira.

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Impresionados con el paisaje continuamos hacia lo que creíamos sería el plato fuerte, el Parque Nacional de Gleninchaquin. Sin embargo, tras lo que acabábamos de ver, sería muy difícil impresionarnos.

El parque nacional de Gleninchaquin descansa en un valle, largo y estrecho, que se se formó hace 70.000 años gracias a la glaciación, y desde entonces ha cambiado mucho.
De una de las paredes surge un espectacular cascada que a su vez alimenta a una sucesión de lagos que se encuentran en el fondo del valle.

El parque en sí no es privado, pero sí el parking de acceso, así que si queréis adentraros hasta la cascada deberéis pagar una entrada.
O simplemente conformaros, como nosotros, con las vistas que se obtienen desde la carretera de acceso que os llevará hasta casi hasta el final a través de lagos glaciares.

Por último, cruzaremos la península por el interior haciendo uso del puerto de montaña conocido como el Healy Pass.
Esta carretera serpenteante discurre durante 12km entre dos de las cumbres más altas de la cordillera de Caha y nos eleva 334m sobre el nivel del mar.
Construida en 1847, durante los años de hambruna para prevenir la inanición en aquellas zonas más incomunicadas, lleva el nombre de Time Michael Healy, un político de Cork que se convirtió en el primer gobernador general del Estado Libre de Irlanda. Después de su retiro, Healy pidió que el camino de herradura que serpentea a través del paso fuera actualizado y mejorado.
Una vez llegamos al punto más alto y contemplamos la retorcida carretera que serpentea bajo nuestros ojos, nos preguntamos cómo es posible que esta maravilla no sea más popular entre turistas.

Pero tal vez éste es precisamente el encanto de toda la península.
Mientras que los anillos de Dingle y Kerry reciben cientos de turistas, la bella península de Beara pasa inadvertida y solo disponible para unos cuantos aventureros privilegiados.

Retomamos la costa y nos dirigimos a nuestro destino de hoy, Castletownbere.
Al borde de la bahía Bantry, este es el principal puerto de pescado blanco de Irlanda, donde las recompensas de los arrastreros se llevan a las mesas de los restaurantes de toda Europa continental.

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Los pubs de Cork son conocidos por su encanto relajado y sus amables habitantes a quienes les encanta contar una historia, pero Castletownbere está en otro nivel. El bar de McCarthy, en el centro de la ciudad, ha aparecido en la portada de un libro de viajes superventas sobre cómo nunca debes pasar por un pub con tu nombre, y Aidan McCarthy, quien lo abrió, hizo que se hiciera una película sobre su vida aventurera (por ejemplo, recibió la espada de la rendición de los japoneses en Hiroshima, y eso es solo para empezar).

Lamentablemente el covid ha hecho estragos también aquí. Y nos resulta prácticamente imposible encontrar un sitio donde cenar sin reserva, aun siendo las 7 de la tarde, en un pueblo donde a las 8 ya no sirven a nadie...
Tras muchas negativas, y casi avocados al fracaso de cenar de supermercado, damos con un pequeño local español de tapas que parece el único en apiadarse de nosotros.
Así que aquí estamos, en el culo del mundo, tomando unas bravas :ROFLMAO:

En fin... quien iba a decir que las cenas serían la mayor de nuestras pesadillas durante todo el viaje...
En este mismo instante aprenderíamos la importancia de reservar durante la mañana el sitio donde pretendíamos cenar durante la noche.

Aquí os dejo el link de este recorrido tan especial:

Y el video que muestra parte de esta etapa!
 

Adjuntos

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Menos mal que no encontraron coches de frente por esa “carretera”, si no ……

Sigan disfrutando
Como esas la mayoría... afortunadamente hemos de decir que los irlandeses están más que acostumbrados a circular por ellas y se apartan sin problemas, ya sea un coche como si es un tractor.
La verdad es que, el hecho de que no estén acostumbrados a ver motos y les fascinen tanto, juega un papel a nuestro favor, ya que seguro que te facilitarán la maniobra!
Otra cosa muy distinta será cuando te cruces a otro turista asustado... pero afortunadamente la península de Beara suele quedar ajena al turismo!
 
Día 5: Castletownbere - Killarney
280km

Tras desayunar fuerte algo tarde (cuanto menos turístico es el destino menos madrugan) y comprar algo para la comida, salimos a recorrer los que nos queda de esta fantástica península!

Lo primero que visitamos es la Dursey Island, una de las pocas islas habitadas que se encuentran frente a la costa suroeste de Irlanda. Pero lo que la hace realmente fascinante es que está unida al continente por un teleférico, el único en Irlanda, y el único de Europa que cruza el mar abierto.
Inaugurado originalmente en 1969, el teleférico de la isla Dursey sigue siendo, hasta el día de hoy, el medio de transporte más utilizado a través de las turbulentas aguas de Dursey Sound y ofrece una experiencia verdaderamente singular.

La península de Beara es uno de los lugares más bellos de Irlanda con una gran cantidad de atracciones históricas y de todo tipo. Los pueblos de la zona incluyen Allihies, famoso por sus impresionantes vistas de la costa y sus minas de cobre, y Eyeries, uno de los pueblos más pintorescos y coloridos, ganador del premio nacional a la "Ciudad Mejor Guardada 2012".

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Y con este último finalizamos con esta península que nos ha sorprendido gratamente, y damos a paso a uno de las grandes atracciones de la isla esmeralda. Mucho más transitado y turístico que la el de la península de Beara, el Anillo de Kerry es conocido en todo el mundo y sigue la costa de la península de Iveragh. Es uno de los recorridos escénicos más espectaculares del país y constituye una excursión de un día muy emocionante. A lo largo de la ruta circular de 175 km hay pueblos pintorescos, una gran cantidad de monumentos históricos, calas de arena y playas.

Pero antes de tomarlo por la concurrida costa, nos desviaremos del anillo que rodea la península de Iveragh para adentrarnos en las montañas y visitar un paso de la carretera N71, que une Kenmare con Killarney, con vistas a Macgillycuddy's Reeks. The Moll’s Gap y su tienda es un lugar panorámico visitado por miles de turistas cada año. Lleva el nombre de Moll Kissane, que dirigía un shebeen, un pequeño pub, en una brecha rocosa durante la construcción de la carretera Kenmare-Killarney original, en la década de 1820. Se hizo popular por vender poitin, whisky elaborado en casa, a los hombres resistentes que trabajaban en la carretera.

Uniremos este último con otro puerto de montaña algo más desconocido, el Ballaghbeama Gap, una joya escondida que en la mayoría de la ocasiones pasa desapercibido al turista ocasional, lo cual hace que aun merezca más la pena! Esta garganta estrecha cruza la roca verdosa rodeada de naturaleza salvaje y alguna que otra oveja. Una maravilla oculta! Pues apenas está transitado.
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Y nada más salir de la garganta nos esperan las llanuras infinitas del Ballaghisheen Pass, que te hará adentrarte en la inmensa soledad del interior de la isla antes de volver al bullicio de la costa.
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Retomaremos el mar en la bahía de Ballinskelligs, una de las pocas áreas de habla irlandesa que quedan en Kerry. Tiene una historia impregnada de la lengua irlandesa y el pueblo puede rastrear sus orígenes hasta los monjes del siglo V o VI que hicieron su hogar en la cercana roca inhóspita de Skelligs. De hecho, su nombre viene de las Skellig. "Baile" es la palabra irlandesa para ciudad y, por lo tanto, "Baile na Skelligs" significa la ciudad de los Skelligs.

Seguiremos bordeando la costa hasta el pintoresco pueblo de Portmagee, en el extremo suroeste del puerto de Valentia. El área fue una vez un refugio para contrabandistas y piratas que se aprovechaban de los barcos comerciales del continente y América del Norte. Hoy es un poco más tranquilo.

Desde aquí cruzaremos el puente para visitar la Valentia Island, que aunque de tamaño pequeño, contiene una serie de sitios interesantes que, cuando se combinan con la ubicación de la isla y la identidad única de los lugareños, la convierten en un lugar que vale la pena visitar.
Las carreteras de la isla tienden a ser estrechas incluso para los estándares de Kerry.
La montaña Geokaun es la montaña más alta de Valentia Island y los acantilados de Fogher son los acantilados marinos que forma en su cara norte.
Para acceder al complejo hay que pagar por vehículo (3€ por moto) y se puede conducir hasta la cima de la montaña, desde donde hay tres áreas de observación: The Miner's View, The Shepherd's View y Carraig na Circe junto con 36 placas de información relacionadas con las vistas.

Tras cruzar en ferry de vuelta a la isla principal, visitaremos Killorglin, una animada ciudad que conserva uno de los festivales más antiguos, largos e inusuales de Irlanda, la Puck Fair.
Celebrado a principios de agosto, una de las versiones cuenta que Puck Fair honra un evento durante la Irlanda de Cromwell cuando una estampida de cabras salvajes recorrió la ciudad advirtiendo a los residentes de la proximidad del ejército de Cromwell. Otra de las explicaciones está relacionada con el período precristiano cuando en las ceremonias paganas los celebrantes agradecían al macho cabrío o al Puck que se asemeja al dios de los pastores ”Pan”.
Sea como sea, para celebrarlo, una cabra salvaje de Puck es capturada y coronada en un pedestal.

Y entre el tumulto de miles de turistas, por fin llegamos a Killarney, una de las ciudades más cálidas y acogedoras del país. Siendo la entrada al parque nacional de su mismo nombre, no es de extrañar que encontremos la ciudad abarrotada.
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La impresionante casa torre de Ross Castle es quizás uno de los monumentos nacionales más ilustrados del país. Cuenta la leyenda que O'Donoghue descansa, sumido en un profundo sueño, bajo las aguas de Lough Leane. La primera mañana de mayo, cada siete años, se levanta del lago en su magnífico caballo blanco y rodea el lago. Se dice que cualquiera que lo vea tiene asegurada la buena fortuna por el resto de sus vidas.
Sin embargo el Castillo, así como el parque que lo rodea, cierra temprano, así que no nos da tiempo a verlo.

Lo que sí podemos disfrutar es de una concurrida ciudad a la que no le faltan restaurantes, pubs y todo tipo de entretenimiento (hasta tiene su propia cerveza local!).

No os perdáis nuestro próximo video que se publica hoy domingo!

Y para seguir esta ruta, podéis descargaros el track aquI:
 
Aquí tenéis ya el video que incluye los mejores tramos recorridos por la península de Kerry.

Seguro que muchos de vosotros, si tenéis interés en ir o ya habéis estado en Irlanda, conocéis el anillo de Kerry.
Pero en con este video os descubrimos muchos puertos de montaña increíbles para recorrerlos en moto, que para muchos turistas pasan desapercibidos, y sin duda alguna son de los mejores secretos que guarda la isla:
 
Y yo que solo tenía como objetivo de viaje Escocia...
Pues voy a tener que ampliarlo a Irlanda y ya sabéis quiénes sois los responsables, gracias por la crónica.

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Día 6: Killarney - Tralee
220km

Tras desayunar nuestro full irish breakfast del día, Rafa se enfunda su traje de agua pues las predicciones marcan bastante lluvia y tormenta.
Pero así son los viajes! Hay que estar preparados para todo si se quiere continuar con ellos!

Por cierto, tras nuestro camino por Irlanda ya no habíamos dado cuenta de la devoción y entusiasmo que esta gente pone al cuidado de su césped, que cortan con esmero cada mañana, ya sea manualmente o subidos sobre un cortacésped motorizado. Pero lo último de lo último que pudimos ver en este B&B fue uno, de la marca Husqvarna, que funciona como una roomba mapeando el jardín y desplazándose automáticamente!!! Para flipar!
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El día comenzaría atravesando el Parque Nacional de Killarney, a cuya entrada encontraremos la Abadía de Muckross. De 1448, fue el lugar de entierro de muchos jefes locales y poetas de Kerry, y en su jardín encontraremos un tejo que se cree es tan viejo como la propia abadía. Se dice incluso que una imagen milagrosa de la Virgen María está enterrada debajo del árbol y cualquiera que lo dañe moriría en un año.

El parque nacional es un lugar concurrido de senderistas con ganas de descubrir sus lagos, cascadas y montañas que lo rodean. Y tras atravesar varios túneles excavados en roca llegamos a un punto ya conocido por nosotros, el Molls Gap! Solo que hoy, las horas tempranas y el clima lo presentan mucho más tranquilo y solitario.

Desde aquí tomamos el desvío que nos adentrará en una de las carreteras desconocidas y más impresionantes de Kerry, el Gap of Dunloe.
Visible a kilómetros de distancia, el icónico Gap of Dunloe, entre las montañas más altas de Irlanda (McGillycuddy Reeks) y las montañas Purple y Tomies de Killarney, ha atraído la atención durante siglos.
El río Loe fluye a través del valle, uniendo sus cinco lagos glaciares: Coosaun Lough, Black Lake, Cushnavally Lake, Auger Lake y Black Lough. Cuando los grandes glaciares se agitaron a través de las montañas hace 2 millones de años, dejaron enormes rocas esparcidas por el valle, una de las cuales es la famosa "Turnpike", que se posa en una sección estrecha del paso de montaña, dividiendo a modo de entrada natural como postes a ambos lados de la carretera. Desde aquí se puede admirar las impresionantes vistas del lago Auger, antes de continuar hacia el antiguo puente de piedra conocido como Wishing Bridge. Como habrás imaginado, pide aquí un deseo e incluso puede que se haga realidad. Aunque tras atravesar 3 puentes de piedra... desconocemos cual es el correcto!
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A la salida de este puerto descubrimos decenas de carros tirados por caballos que se dirigen con turistas al mismo. Al parecer es posible subir hasta el lago superior y desde allí tomar un bote que te lleve hasta el Castillo de Ross en Killarney, pero comienza a llover y sinceramente no sé si para esos turistas merecerá la pena lo que hayan desembolsado...

Y concluido con el Anillo de Kerry nos dirigimos a otro de los highlights de Irlanda, la Península de Dingle. Otra de esas rutas panorámicas muy transitadas ya que te permite ver en un día gran parte de los atractivos de la isla, y más si la combinas con el anillo que acabamos de abandonar.
Pero primero una parada en el pueblo de Annascul para visitar la taberna South Pole Inn.

Fundada por el lugareño Tom Crean y su esposa en 1920, acompañó a Ernest Shackleton y Scott en tres expediciones antárticas, el Discovery 1901-04, The Terra Nova 1910-13 y The Imperial Trans-Antarctic Expedition a bordo del Endurance en 1914- 17.
Pero aun siendo más de las 10 de la mañana, aun permanece cerrado, y es que básicamente lo que ya llevamos aprendido en cuanto a la restauración se refiere es que se abre a partir de las 12:00 y se permanece abierto hasta las 20:00 en horario ininterrumpido de comidas. Fuera de esa franja ni lo intentes! Y si no llevas reserva...directamente es NO.... (al menos en tiempo de covid, porque no recordaba este requisito de años antes).

Ellos se lo pierden! Así que comenzamos a bordear la península, que la lluvia amenaza seriamente el recorrido.

Sería fácil llegar a la península de Dingle y no salir del propio pueblo de Dingle. Bohemio, artístico y verdaderamente cordial, Dingle es famoso por sus pubs-ferretería (donde puedes pedir una pinta y comprar unas botas de agua) y su delfín Fungie, que vive en sus aguas desde hace décadas. Pero nosotros continuaremos para comenzar la Slea Head Road, una espectacular y serpenteante carretera comienza en el pueblo de Dingle y recorre toda la costa.
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Como consejo, los autobuses la recorren en sentido horario (este es el mejor sentido para recorrer toda la isla de Irlanda, ya que te permite estar en el lado más exterior de la carretera y contemplar mejor las vistas de la costa o parar en los miradores!!), así que si no quieres cruzarte con ellos o parar cada vez que un coche se cruza, será mejor que sigas el mismo sentido.

Cerca de Dún Beag encontraremos el Fahan Beehive, que cuenta con una buena colección de “clochán”, casas de piedra medievales habitadas en su día por monjes.

La playa de Coumeenoole es posiblemente la mejor de Kerry con sus arenas azotadas por el viento, las olas del Atlántico rompientes y las rocas negras escarpadas. En la icónica y sinuosa carretera que conduce hasta el puerto de Dunquin nos aguardan más paisajes conmovedores. Aquí podríamos coger un ferry hasta las desiertas y poéticas islas Blasket, el grupo de islas más al oeste de Europa.

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El Gallarus Oratory es la iglesia paleocristiana mejor conservada de Irlanda. La construcción se realizó superponiendo las piedras sin argamasa una sobre otra usando una técnica similar a la de las tumbas neolíticas e inclinadas hacia el exterior para una mejor evacuación del agua.
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Cerca se encuentra la Kilmalkedar Church, un complejo monástico del cual la iglesia es uno de los pocos restos que se conservan. Cercana a la iglesia está situada la casa de San Brandán, que según la leyenda fue morada del santo en la época medieval.
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Y diluviando a mares tratamos de comer en Dingle, pero su fama la hacen masificada y con pocas opciones, así que decidimos continuar algo más a la espera de encontrar alguna población algo menos concurrida de camino a nuestro destino.

Sin embargo, poco se cruzará en nuestro camino al Conor Pass, el que es uno de los pasos de montaña más altos de Irlanda y ofrece la forma más espectacular y pintoresca de cruzar de la costa norte a sur de la península de Dingle.
Esta carretera, estrecha y sinuosa, recorre 12 km entre la ciudad de Dingle en el sur y Kilmore Cross en el norte de la península. Las vistas desde la carretera son impresionantes, con un paisaje glaciar de montañas, lagos glaciares y un amplio valle extendido debajo. Y en la parte más empinada, la carretera serpentea alrededor de afilados acantilados y pasa por altos lagos.
Hay dos paradas principales, una en la cima del paso y la otra más al norte, en Peddlar's Lake.

Sin embargo, la lluvia no da tregua, y entre que las vistas son inexistentes y estamos empapados, decidimos continuar hasta el siguiente pueblo en el que poder secarnos y refugiarnos, degustando una calentita chowder de pescado.

Cuando hemos terminado de comer la lluvia parece que ha amainado, así que retomamos lo poco que nos queda hasta Tralee.
A su entrada, un molino de viento que se asemeja a los holandeses, nos sirve de escenario poco común para nuestras motos.
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Y por fin llegamos a Tralee, la cual no es un imprescindible y tampoco es una joya olvidada de Irlanda, pero por algo es la capital del condado.
Aquí tiene lugar uno de los concursos de belleza nacionales más importantes de la isla, la Rosa de Tralee, pero al margen de eso solo encontramos otra ciudad fantasma más. Con tiendas cerradas, calles vacías... y solo unos pocos bares con ambiente repletos de gente haciendo cola para que les dejen cenar. Pero sin reserva.... 👎
Así que tras preguntar en un par de sitios, por fin damos con una céntrica pizzería bastante bien de precio que no dudan en darnos una mesa! Bien! Otro día más que cenamos!!

Si algo hemos aprendido es que sin reserva resulta imposible cenar más allá de las 18:00, al menos si no quieres cenar en el sitio más cutre de todos o de supermercado. Y resulta sumamente agotador llegar a tu destino y tener que deambular por las calles escuchando constantes negativas a cenar sin reserva, pese a tener vacío el local (esta gente no vive del turismo).
Así que decidimos cambiar de estrategia y encontrar por las mañanas un sitio donde reservar para la cena! A ver si hay suerte!

Aquí tenéis el track de esta etapa:

Y el domingo el video!
 
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Pues aquí tenéis el video!
Como podréis ver, en esta ocasión una carretera que creíamos tal resulta ser una pista de barro en la que nos toca dar la vuelta...
El navigator la marcaba como carretera, sin embargo, el garmin zumo al que le habíamos metido mapas de Irlanda OSM si que la marcaba como pista. La única solución fue meternos para comprobarlo.

 
Que buena cronica, por detallada y cuidada, cuando me toque volver a irlanda, la seguiré fielmente, porque hice parte de la WAW antes de que fuera la WAW y apetece hacerla de nuevo, fue un pais que me gustó mucho para ir en moto, salvando la meteorologia, porque agua vas a pillar fijo...
Pero tengo buen recuerdo del asfalto, y de que la limitacion de velocidad era en ocasiones inalcanzable y carente de sentido... Y aun asi lo pasamos a lo grande...
 
Día 7: Tralee - Doolin
270km

Tras desayunar y coger fuerzas, Rafa se enfunda un día más el traje de agua. Las predicciones no son malas, pero está lloviznando y mojarse puede suponer congelarse para el resto del día.

Nos aproximamos al norte, y se nota...
La manga corta ya ha dado paso a la térmica, y es que las temperaturas comienzan a no alanzar los 20ºC en todo el día.
Además, el aire se respira diferente. Con un olor a chimenea, muy diferente al que estamos acostumbrados. Huele a café, y eso que por estas tierras apenas se consume esta bebida. Pero no será hasta unos días más tarde, en pleno norte de Irlanda, cuando descubramos el por qué.

Se ha levantado un día ventoso, aunque al menos así será menos probable que llueva.
Y con las eternas nubes como telón de fondo, nos dirigimos al primer faro del día, el Fenit Lighthouse.
Ubicado en una pequeña isla, no muy lejos de las costas del pueblo, atrae a miles de visitantes cada año. Sin embargo, la razón de nuestra visita es otra. Una estatua de bronce de 3m de alto que vigila al faro mientras lo señala desde la costa.

A pocos metros del puerto pesquero, una imponente escultura de San Brandán llama nuestra atención por las historias que relatan de él.

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Alrededor del siglo XI, una historia recorría todo el continente europeo. Una historia que se difundía en cientos de manuscritos, y que se relataba en monasterios, cortes, ciudades y aldeas. Una historia sobre un abad, natural de la lejanísima Irlanda, que, junto a catorce de sus compañeros, había realizado un largo viaje por el temido, furioso e impenetrable Océano Atlántico.

En ese viaje divisaría multitud de islas maravillosas y territorios legendarios, viviendo una serie de aventuras que lo convirtieron en uno de los personajes más conocidos de la Europa medieval. Ese abad se llamaba Brandán, y su historia pasó a formar parte del imaginario mítico de Occidente.

¿Quién era este personaje? Históricamente, no sabemos demasiado de él. Brandán nace a finales del siglo V en Tralee. Con una sólida educación cristiana, solo comparable a su inquebrantable fe, pronto Brandán comenzó a difundir la palabra de Dios a lo largo y ancho de las islas británicas.
Alrededor del año 557 fundó un monasterio en Clonfert (Galway), convirtiéndose en su abad y permaneciendo allí hasta su muerte. Y allí, en ese monasterio, es donde comienza la leyenda.

Una noche recibe la visita de un anciano monje, de nombre Barinto, que le relata la existencia de una serie de islas maravillosas en el océano occidental, más allá de los límites del mundo conocido. Maravillado por el relato, Brandán convence a catorce de sus monjes para construir un curragh (sencilla embarcación tradicional irlandesa hecha de madera y cuero) y emprender la navegación por el océano. Sin velas, sin timón, sin rumbo. Realmente, no lo necesitaban, sería Dios quien los guiaría. A lo largo de siete años, Brandán y sus compañeros navegan por el Atlántico, divisando un gran número de islas maravillosas.
Estas y otras islas conforman un auténtico catálogo de maravillas tras el cual llegan al mejor destino de todos: el Paraíso. Tras ser recibidos allí por san Pablo el Ermitaño y admirar las bondades de esa Tierra Prometida, navegan de vuelta a Irlanda, donde Brandán fallece tiempo después.

Más de 100 manuscritos son conocidos de esta historia, y se llegó a traducir a la mayoría de las lenguas vernáculas europeas. Quizás el episodio más conocido es aquel en el que, tras parar en una isla a celebrar la misa, comer y descansar, ésta comienza a moverse violentamente. No estaban sobre una isla, sino sobre el lomo de un pez gigante, que con el tiempo la tradición identificó con una ballena.

Años más tarde, el historiador inglés Tim Severin replicó el viaje en semejantes condiciones (sin brújula, sin herramienta modernas… simplemente ellos, el curragh, las velas y el océano) para comprobar su veracidad. Y tras un accidentado viaje pasando por varias islas lograron llegar a Norteamérica. Severin no quiso aventurarse a asegurar que la historia de San Brandán fuera verdad, pero demostró que una embarcación construida igual que en el siglo VI puede llegar a tierras americanas, pasando por islas que recuerdan a las que visitaron aquellos monjes irlandeses según un relato que tenía diez siglos de antigüedad.

Proseguimos nuestro viaje pasando por varias ruinas de castillos y monasterios, así como una de las torres redondas mejor conservadas de Irlanda, la Ratto Round Tower, antes de tomar el ferry que nos cruzará desde Tarbert a Killimer. Y aquí comienza lo bueno!

Nuestro primer desvío nos llevará a recorrer el cabo de Loop, que como su propio nombre indica, es una ruta circular que nos comenzará a mostrar los más impresionantes ACANTILADOS de Irlanda!! Una pasada!

Desde la propia carretera, sin necesidad de asomarnos más a pie, podremos deleitarnos con las formaciones de Bridge of Ross, que forma arcos marinos sobre las turbulentas aguas que azotan la costa. Y más un día ventoso como el que hoy nos acompaña.

Si hoy no era día de acantilados, por el viento que hacía según Rafa, íbamos a tenerlos de todas las formas y colores!! A estos primeros le siguieron los vertiginosos acantilados de Kilkee. Posiblemente, y tras comparar, los mejores de toda Irlanda para ver desde la propia carretera.
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Habían zonas por las que incluso el mar llegaba a subir hasta la misma carretera, tras el chocar de las olas con el precipicio de 40m. Una locura!!
Solo tenéis que ver el video y nuestras reacciones al pasar para haceros una pequeña idea de la magnitud del lugar!

La ruta también discurría por los acantilados de Moher, que para contemplaros es necesario aparcar las motos y recorrer gran parte del camino a pie. Nosotros ya los habíamos visto, por lo que decidimos continuar sin más, pero para aquellos interesados deciros que, aunque los acantilados son de acceso gratuito, el parking del centro de visitantes (que es ineludible) es caro de la leche.

Sin embargo, si queréis evitar el gasto deciros que en nuestra ruta teníamos localizado un parking gratuito a las afueras de Liscannor, desde el que comienza una caminata que con tiempo recorre también todos los acantilados. Además, desde este lado, podremos visitar la cercana torre que hacía sus funciones como Estación de Telégrafo.

Y por último, antes de llegar a Doolin visitaremos un Spanish Point, donde yacen el San Esteban y el San Marcos.

En 1588, al menos 25 naves españolas se hundieron a lo largo de la costa de Irlanda espolvoreando multitud de 'Spanish Points', lugares que recuerdan el fatídico acontecimiento que puso en jaque la Armada Española.
En este concretamente un monolito inaugurado por el rey Juan Carlos el 2 de julio de 1986 recuerda los hechos, convertidos en leyenda por lugareños, que se refieren al naufragio como “Tuama na Spainneach” (la tumba de los españoles). La tradición oral asegura que allí están enterrados los náufragos del San Esteban y el San Marcos, ajusticiados sin clemencia por Boetius Clancy, representante de la corona inglesa en Clare.
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Justo antes de Doolin se encuentra la colina de las horcas, Cnoc na Crocaire, donde tras un breve encarcelamiento, se ahorcaron a los 170 supervivientes de los naufragios españoles.

Y por fin llegamos a nuestro destino de hoy, un pequeño pueblo muy animado que luce sus carteles de completo.
Doolin es conocido como la cuna de la música tradicional irlandesa: una de las razones por las que siempre se aconseja elegir este pueblo para pasar la noche es la presencia de numerosos pubs donde se encuentran maravillosos conciertos improvisados como en O’Connor’s, McGann’s y McDermott’s. Nosotros pudimos disfrutar de una entretenida tarde en el McDermott’s, cenamos en el O’Connor’s y continuamos la noche en el Mc Gann's, que de los tres sin duda resulto ser el mejor.

Aquí os dejamos como siempre el track:

Y el video, que os anticipa bastante de la siguiente jornada, se publicará el domingo!
 
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@mababel , una vez, hablando con un lugareño en esas tierras, me contaron lo mismo que comentas de cuando la armada española acudió a esas costas y pasó lo que pasó. Aseguraba aquel buen hombre, de tez morena y ojos negros pero muy irlandés por lo demás, con su frente ancha y su pinta de Guiness, que él era descendiente de algunos supervivientes españoles que allí quedaron en aquel desastre y que dieron lugar a que a muchos, como él, se les conozca por el apelativo de "dark irish" o irlandés moreno.

Me pareció muy curiosa la historia.
 
Muchas gracias por los comentarios tan positivos!
La verdad es que si, para mi lo bueno de todo viaje es que se disfruta 3 veces: cuando lo preparas, cuando lo vives y cuando lo recuerdas con estas crónicas y videos.
Así que es un placer! Y si encima otros pueden sacarle provecho y servirles o inspirarles en futuros viajes, mejor que mejor!
Así que muchas gracias a vosotros.
 
Día 8: Doolin - Louisburgh
270km

Hoy parece que el tiempo pinta "bueno", o al menos todo indicaba que no iba a llover... sin embargo, sobre la ventana abuhardillada caen las primeras gotas, así que un día más tendremos que subir sobre las motos mojadas.

En el desayuno, como cada mañana, nos preguntan un poco qué hacemos por allí y hacia dónde nos dirigimos. Y nos sorprende encontrar a una española de nacimiento, que desde pequeña vive por estas tierras irlandesas.
No sé que nos pasa a los españoles, que siempre nos da vergüenza probar otros idiomas que no dominamos tanto y con los que no nos sentimos tan cómodos... Y en esta ocasión es ella quién, habiendo vivido prácticamente toda su vida en Irlanda, no se atreve a decirnos ni una palabra en español!! Esta es una de nuestras grandes desventajas como cultura, y es que en otros países no les da miedo a chapurrear cuantos idiomas necesiten, sin importarles el resultado.

Hoy entraremos en Connemara, una región de Irlanda más aislada del turismo, donde predomina el gaélico y un paisaje más salvaje y poco habitado. En esta zona la naturaleza es más baja, propia de humedales y zonas frías, donde el viento no deja que se desarrolle nada más alto. O habrá otra razón que más adelante descubriremos?

Nuestro primer desvío nos conduce a la abandonada mansión de Tyrone House, una de esas curiosidades que normalmente pasan desapercibidas al turismo. Con vistas al río Kilcolgan, la solemne estructura esquelética de Tyrone House eclipsa inquietantemente sus alrededores. En los días de antaño, esta mansión de origen francés albergó a la familia St. George, una influyente familia de renombre en el condado de Galway, a la que el siglo XIX afectó significativamente, desembocando en el abandono de la propiedad en 1905.

Durante la Guerra de Independencia de Irlanda, la casa fue destruida en un incendio por la unidad local del Ejército Republicano Irlandés, ya que se rumoreaba que la casa estaba destinada a ser utilizada como enfermería para los Black and Tans. Desde entonces, se han eliminado las piedras angulares, las chimeneas originales, los marcos de las ventanas, las balaustradas y otras valiosas características arquitectónicas, dejando solo una estructura desnuda abandonada, a los elementos duros, y que se rumorea está vigilada por el fantasma de Christopher St. George.

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Proseguimos hacia la costa para atravesar una de las escasas grandes urbes Irlandesas, Galway, y es que en la República de Irlanda pocas poblaciones pueden llegar a considerarse ciudades (Dublín, Cork, Galway... y para de contar).

Lo que nos atrae de Galway, y que se relaciona directamente con nosotros, es su Spanish Arch. Ubicado en la margen izquierda del río Corrib, The Spanish Arch es una de las joyas históricas de Galways, que se remonta a la época pre-medieval.

El Arco Español fue construido en 1584, pero es una extensión de la muralla de la ciudad construida por los normandos del siglo XII, que se extendía desde la Torre de Martín hasta la orilla del río. Albergaba soldados que vigilaban y cañones tripulados en el techo. Se cree que este nombre inapropiado es una referencia al antiguo comercio mercantil con España y los galeones españoles, que a menudo atracaban aquí. De hecho, Cristóbal Colón lo visitó en 1477.

Resulta, sin embargo, curioso que en el cementerio de de Forthill se encuentre la fosa común donde reposan más de 300 nobles, marinos y soldados de la Armada Invencible ejecutados aquí en un solo día.

Poco a poco abandonamos la civilización y nos vamos adentrando en el parque nacional, una basta región apantanada, con un carácter algo solitario y desolador. Tanto es así, que esta zona tan despoblada fue la escogida por Alcock y Brown para finalizar el primer vuelo transatlántico en biplano!

El 15 de junio de 1919, Alcock y Brown hicieron un aterrizaje forzoso con su avión, Vickers Vimy, en Derrygimla Bog, al sur de Clifden, después de un angustioso vuelo de dieciséis horas desde St. John's, Terranova.

El inicio del vuelo fue relativamente fácil, sin problemas más allá de un despegue prolongado. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a tenerlos. La niebla y las nubes redujeron la visibilidad, lo que causó dificultades a Brown, que necesitaba cielos despejados para volar de manera segura. Luego, la radio falló y el escape de estribor y el silenciador se desintegraron, lo que hizo imposible la conversación. Las condiciones meteorológicas también fueron empeorando. Golpeados por el granizo, ambos hombres temieron que la tela exterior del avión se rasgara. Cuando la lluvia se convirtió en nieve, los controles comenzaron a congelarse y Brown, en seis ocasiones, tuvo que abandonar la cabina y limpiar manualmente el hielo de las partes críticas de la aeronave.

Los hombres decidieron aterrizar en el condado de Galway, por lo que giraron ligeramente al sur de su rumbo y tocaron tierra en la entrada de Clifden Bay, sobrevolando la estación inalámbrica Marconi, donde intentaron sin éxito contactar. Después se dirigieron a Clifden, donde rodearon la ciudad y fueron observados por varios habitantes. Con la esperanza de encontrar un lugar de aterrizaje adecuado, regresaron a la estación Marconi y confundieron un tramo de pantano con una pista de aterrizaje verde y lisa. Aunque el morro del avión se hundió en el pantano, ni Alcock ni Brown sufrieron lesiones graves y su lugar en la historia de la aviación estaba asegurado.
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Tras atravesar esta región de múltiples lagos costeros, retomamos una carretera costera que bordea diversas poblaciones pesqueras algo más animadas. Es en ese momento cuando nos damos cuenta de lo sucias que están nuestras motos, y es que, al parar junto a una cafetería, un par de mujeres nos piden educadamente que las apartemos, pues el olor les impide disfrutar de su almuerzo!!

De verdad?? Tanto huelen??!! Imagino que la combinación de caca de vaca, barro y lluvia hacían que nuestros motores calientes desprendieran un embriagador aroma a monte que no era del gusto de todos. "Habrá que lavarlas", pensamos sin saber la misión imposible en la que nos estábamos embarcando... Y es que, creéis que en un país donde el 99% de las poblaciones están formadas por grandes chalets unifamiliares, con garajes y enormes parcelas propias, iban a necesitar de lavaderos?? Lava...qué??!! Para qué??!!

Tras varias poblaciones llegábamos a la que era nuestro destino de hoy. Un pub pesquero y animado en pleno puerto de Cleggan debía alojarnos y darnos de cenar tras la fría jornada de hoy. O eso pensábamos....

Tras aparcar las motos y descargar, nos dirigimos al concurrido pub para hacer el check-in... No está mal, parece que hoy no tendríamos que complicarnos buscando dónde cenar...

Tras una larga e inhabitual espera, nos suben a la habitación, que es pequeña pero acogedora. Y entonces, en lo que pensábamos sería darnos las llaves y abandonar nuestra estancia, la camarera nos advierte de que se acaban de enterar de que una de sus empleadas ha tenido contacto directo con un COVID!! Y que la normativa les obliga a cerrar el restaurante y el hotel durante 2 días a la espera de los resultados.... Cómo??!! Y qué hacemos aquí arriba??

Nos explica que, como se acaban de enterar, nos conservarían la reserva... Que el restaurante tendría que cerrar, pero nos darían algo de cena en una estancia cercana a nuestra habitación donde servirían también el desayuno. Que el dueño está doblemente vacunado, pero que el personal no y esperaban tener suerte y que no estuvieran infectados...

Tras un momento de shock nos deja a solas en la habitación, sin saber si quitarnos las chaquetas o qué hacer... Son las 6 de la tarde, qué hacemos ahora?? Encontrar dónde alojarnos en pleno agosto, a estas horas "intempestuosas" para ellos, tendríamos opción? Pero y si no... quien nos ha hecho la habitación? Estarán todos contagiados al no estar vacunados? Estamos en Irlanda, no en España!!, y si resulta que nos obligan a confinarnos por haber estado en contacto? Adiós al viaje? Y si todavía es peor, y nos contagiamos y nos afecta seriamente?? Estamos en un país extranjero en el que no me gustaría comprobar cómo es su sanidad ni tener que hacer uso del seguro médico que nos hemos sacado!

No hay alternativa, debemos irnos.

Así que sin pensarlo mucho, recogemos las cosas (lo cual no resulta difícil, ya que aún lo llevábamos todo en la mano) y bajamos con la intención de buscar otro alojamiento. Cuanto antes lo hiciéramos más opciones tendríamos.

Nos sorprende ver cómo, pese a la alerta con la que nos habían avisado, el pub sigue lleno a rebosar. Clientes disfrutando de sus pintas fuera y dentro del local, ajenos al posible contagio... No pensaban cerrar y avisarles?! En un pueblocon tan solo un puñado de casas, seguro que si alguien lo tiene, lo tienen todos! En fin... no es nuestra guerra...

Nos dirigimos a nuestras motos y buscamos rápidamente alojamiento. Todo lleno como era de imaginar... Buscamos en nuestro camino de mañana y vemos un hostal, algo subido de precio, pero que opción nos queda?? Así que reservamos y nos dirigimos hacia él a ver qué nos espera!

Tras el shock inicial comenzamos a disfrutar de las impresionantes vistas que el PN de Connemara nos ofrece. Lagos que parecen fiordos, montañas recubiertas de un verde que hace daño a la vista, una niebla densa comienza a descender de las montañas... y todo contribuye en su conjunto una estampa que consigue llevarnos a un estado de increíble relajación.

Pensemos en lo positivo, mañana daban lluvias y de otra forma no hubiéramos podido disfrutar de un lugar tan increíblemente mágico!!

Tras el camino avanzado llegamos a nuestro destino, donde no tuvimos mayor percance que el de poder encontrar un sitio en el que cenar de caliente. Pero nada que no se resuelva con un lugar de comidas para llevar y un dueño de un pub con intención de ayudar al ajeno y cansado viajero!

Esta tarde el video de lo que es la primera y mitad de esta última etapa!!
 
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Pinta muy bien compañero, me quedo para disfrutarlo con más tiempo. Ya he visto el desayunaco inglés... gratos recuerdos.

Un saludo.
 
Increíble país para recorrer pero aún más impresionantes sus gentes!

Como anécdota por añadir un poco más al relato y compartir experiencias vividas tras ocho años casado con una dublinesa "dark irish" el vecino de mis suegros motero de toda la vida quedo en llevarme un día con su fjr 1300 a tomar unas cervezas con amigos suyos. Llovía a cantaros y yo pensé que se pospondría. Craso error. Sonó el timbre y allí estaba el con otro casco para que salieramos. Pero que dices? Fucking mediterranean spaniard let´s go! Me dejó llevarla porque sabía que tenía mono. A los quince minutos me golpeó en el hombro y me dijo que parase. Estas bien? Por? Le pregunté? Porque vamos parados. Déjame que te enseñe a llevar una moto con lluvía... De repente el suelo es como si el suelo dejase de estar mojado y sólo lloviera por el ruido en el casco. Flipante y gran lección. Aquel día aprendí varias cosas: una que el que es motero allí lo es de verdad porque la mayoría del tiempo están conduciendo en condiciones que a mas de uno le harían replantearse su afición (no sólo la lluvía, el viento es terrible). Dos: que nada como compartir birras con ellos para entender que su afición y concepto tan criticado aquí sobre las road races es tan comprensible y apasionante como el que decide irse de aquí a Cabo Norte. Tres... jamás te piques con una matricula irlandesa si en tu ruta empieza a chispear 🤣🤣

Magnífico relato que estamos leyendo y viendo con muchísima nostalgia por parte de mi mujer...

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