Increíble país para recorrer pero aún más impresionantes sus gentes!

Como anécdota por añadir un poco más al relato y compartir experiencias vividas tras ocho años casado con una dublinesa "dark irish" el vecino de mis suegros motero de toda la vida quedo en llevarme un día con su fjr 1300 a tomar unas cervezas con amigos suyos. Llovía a cantaros y yo pensé que se pospondría. Craso error. Sonó el timbre y allí estaba el con otro casco para que salieramos. Pero que dices? Fucking mediterranean spaniard let´s go! Me dejó llevarla porque sabía que tenía mono. A los quince minutos me golpeó en el hombro y me dijo que parase. Estas bien? Por? Le pregunté? Porque vamos parados. Déjame que te enseñe a llevar una moto con lluvía... De repente el suelo es como si el suelo dejase de estar mojado y sólo lloviera por el ruido en el casco. Flipante y gran lección. Aquel día aprendí varias cosas: una que el que es motero allí lo es de verdad porque la mayoría del tiempo están conduciendo en condiciones que a mas de uno le harían replantearse su afición (no sólo la lluvía, el viento es terrible). Dos: que nada como compartir birras con ellos para entender que su afición y concepto tan criticado aquí sobre las road races es tan comprensible y apasionante como el que decide irse de aquí a Cabo Norte. Tres... jamás te piques con una matricula irlandesa si en tu ruta empieza a chispear

Magnífico relato que estamos leyendo y viendo con muchísima nostalgia por parte de mi mujer...

Añadido a favoritos con cinco estrellas
De acuerdo en todo! La verdad es que se ven muy muy poquitas motos, al menos en la costa oeste y norte, y aun así es un país increible para descubrilo en ellas. Nos encantó!!

De hecho, nos sentimos privilegiados! Porque recorres casi en solitario muchas regiones que, si la gente conociera más, estarían a reventar! Porque te dejan constantemente con la boca abierta.
 
Día 9: Louisburgh - Belmullet
330km

Nos levantamos como de costumbre y sin mucha esperanza miramos la ventana. Llueve... qué raro...
Teníamos claro que el tiempo no acompañaría en este viaje irlandés pero el clima, unido al cada vez más acusado cansancio, comienza a hacer mella en nuestro ánimo. Suerte que Irlanda está resultando tan fascinante que, las ganas por descubrir los nuevos parajes de hoy, nos levantan siempre la moral!

Pese al elevado precio del alojamiento, el desayuno no está incluido. Hay quien dice que las reservas de última hora siempre salen bien, pero en este país donde no viven del turismo, poco les importa estar o no llenos, así que por lo general el precio irá subiendo y en esta ocasión, con el COVID como excusa, ni siquiera sirven desayunos (para qué? si aun así llenan!).

Así que nos abrigamos y salimos en busca de una gasolinera donde tomar algo y repostar.

En España no está tan extendido porque tenemos bares y restaurantes a mansalva, pero por Europa resulta muy común que las gasolineras dispongan de un servicio de comidas para llevar (desde bocadillos o sandwiches, hasta sopas o guisos). Aquí las que han resultado tener más variedad han sido las K Circle (como en Noruega) y las applegreen.

Así que encontramos una gasolinera a la salida del pueblo y pedimos unos cafes acompañados de unos breakfast sandwiches con un poco de todo! Lástima que por tema covid haya que comérselo fuera mientras llueve... pero la comida nos da fuerzas y comienza el día!

El día comienza recorriendo la costa hacia el norte por carreteras relativamente rápidas y bien asfaltadas.

Tras cruzar las "grandes" urbes de Westport y Newport, nos desviamos hacia nuestra primera visita del día, el Rockfleet Castle. También conocido como castillo de Carrickahowley, se encuentra en la desembocadura de una pequeña ensenada en la costa norte de la bahía de Clew en el condado de Mayo. El castillo es famoso por sus vínculos con Grace O`Malley (o Granuaile), una reina pirata del mar que habitó el castillo en la última parte del siglo XVI. Tenía fama de tener el mando de tres galeras y unos 200 combatientes con los que pudo hacer pasar un mal rato a los barcos mercantes desde y hacia Galway. De hecho, tuvo tanto éxito que los ingleses enviaron una expedición de barcos y tropas para poner fin a sus hazañas marítimas. Asediaron el castillo durante muchos días, pero Grace les dio la vuelta y los cazadores se convirtieron en perseguidos.

La verdad es que poco podemos decir sobre si nos gustó o no este castillo ya que, como podéis ver en el vídeo, lo encontramos totalmente cubierto de andamios. Pero la zona aislada merece mucho la pena.

Tras atravesar la población de Mulranny el camino se vuelve más interesante! Parajes solitarios y fríos, costas azotadas por un mar bravío que condujo hacia su fatal desenlace a muchos navíos de la Armada Española en 1588. Aquí encontramos otra placa que recuerda al San Nicolás de Prodaneli, que sucumbió con 355 hombres, de los cuales se cree que solo 16 sobrevivieron.
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Nos adentramos en lo mejor del día, la Achill Island, donde solo compartimos camino con las ovejas que pastan a sus anchas ajenas al resto del mundo.
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En la ruta nos cruzamos con buen ejemplo de casa torre irlandesa, perteneciente también al Clan O'Malley, cuyo diseño se extendió mucho por Irlanda durante el siglo XV.

Durante el transcurso de la mañana, y harta de escuchar el traqueteo metálico que me estaba acompañando durante todo el viaje por Irlanda, me dispongo a examinar mejor todo el tren delantero.
Y... cómo??!! Faltan dos tornillos de sujeción de la defensa delantera??!! 🥳Viva!!🎉

Justo antes del viaje a Irlanda llevamos las motos a BMW para su revisión, en mi caso la de los 20.000km, para la cual tocaba reglaje de válvulas (414.46€ de revisión). En la factura ya me había encontrado la sorpresa de que me habían cobrado, sin avisar, 38€ de más (incluyendo un 10% de mano de obra :eek:) por desmontar y montar las defensas del depósito. La verdad es que no tenía ni idea de que era necesario, no me lo advirtieron y, en tal caso, seguramente hubiera decidido llevarla sin ellas (nosotros mismos las habíamos puesto en su día).
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Pero no solo me cobran por un servicio no comunicado sino que en el montaje omiten dos tornillos!!!
Esto nos enfureció muchísimo, porque de seguro al operario le sobraron estos dos tornillos, con sus respectivas tuercas y arandelas! Y pese a ello le dio igual, dejándonos en medio de Irlanda sin muchas opciones, con carreteras mal pavimentadas y dos únicos talleres BMW en cada punta del país (Dublín y Cork).

Tras respirar hondo, no íbamos a dejar que nos amargara esta estupenda aventura que estábamos viviendo, así que cogimos 4 bridas que llevábamos entre las herramientas y tratamos de fijar las defensas lo mejor que pudimos al chasis.
Ya buscaríamos un taller o ferretería donde conseguir los tornillos de la métrica adecuada para remplazarlos.

Así que si amigos... BMW en agosto.... por unos 50€ (entre mano de obra y tornillos perdidos) harán de tu viaje más interesante!!

En fin... tras desahogarnos un poco, prosigamos con el viaje que nos ha traído hasta aquí.
Y siguiendo la costa de Achill llegamos hasta las turquesas playas de la bahía de Keem, que está relativamente llena de turistas con intención de pasar un día en la playa.
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Tras la Achill Island, atravesaríamos el Parque Nacional de Ballycroy y visitaríamos el Doohoma Head, que como gran parte de Erris, tiene una larga historia de emigración. Un gran número de personas viajaba cada año a los campos de recolección de patatas de Escocia, los 'Tattie-hokers' era como se les conocía entre los escoceses.

Y por último llegamos a Belmullet, ciudad que sería nuestro destino de hoy y punto de unión con la península Mullet, que pretendíamos visitar al día siguiente.

Teniendo la cena reservada en nuestro hotel a las 20:30, lo cual nos daba cierta flexibilidad horaria, y siendo aún el medio día, partimos para adelantar el recorrido por la península de Mullet y así aligerar kilómetros de nuestra siguiente etapa.

Nuestra primera parada fue el santuario de St Deirbhile's Holy Well, cuya historia relata que St. Deirbhile viajó a la península de Mullet para escapar de un pretendiente noble. Sin embargo, la siguieron, así que decidió arrancarse los ojos para hacerse menos atractiva y alejar a todos los pretendientes para siempre, ya que estaba decidida a dedicar su vida a Dios. Cuando estaba en este lugar, y tras espantar a sus perseguidores, se acercó a lavarse los ojos en las aguas de un manantial que brotaba cerca del mar y su vista fue restaurada.
En su lugar fue construido un santuario que marcaba la ubicación del pozo, cuya mayor parte está tapiada y el agua del manantial brota por uno de los extremos del santuario.

Seguidamente, y tras visitar varios cabos de acantilados solitarios y olvidados, llegamos a un punto marcado como Dun na mBo. Situado en lo alto de los acantilados con vistas ininterrumpidas del Atlántico, este Discovery Point es uno de los más salvajes de Erris, una región que fue votada como el mejor lugar de Irlanda para volverse loco! Se ha construido una escultura aquí alrededor de un orificio de ventilación, lo que permite a los visitantes experimentar cómo las salvajes olas del Atlántico empujan y salen disparadas hacia arriba a través de la tierra.
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Ya solo nos queda visitar el cabo de Erris, que se encuentra en la punta más septentrional de la península de Mullet, bien conocido por los marineros y los meteorólogos. También es un mirador muy pintoresco, con una vista que conserva su belleza natural del océano Atlántico e inclinados acantilados rocosos.

El cansancio apremia, así que decidimos volver a nuestro hotel y analizar todo lo sucedido, buscar una ferretería en el camino y prepararnos para la siguiente aventura que la isla esmeralda nos tiene preparada!!

El track de esta etapa lo podéis descargar de aquí:

Y el video se publicó el domingo pasado. Aquí podréis nuestro apaño con las defensas de la moto:
 
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Día 10: Belmullet - Grange
240km

Hoy parece que el día ha salido bueno! O al menos las nubes nos dejan entrever parte del cielo azul.
Mientras desayunamos copiosamente, con algún que otro rayo de sol en la cara (increíble pero cierto), el tiempo comienza a cambiar radicalmente y el sol da paso a las nubes que un día más mojarán nuestras motos antes de salir! Era demasiado bonito para ser cierto...
Así que de nuevo, ya preparados con los trajes de agua, salimos rumbo hacia el norte!

Por estas zonas el frío se hace presente, y las casas lucen sus chimeneas a pleno rendimiento, desprendiendo un olor muy diferente al que estamos acostumbrados. Aquí en España, cuando discurres entre pueblos del interior, sientes ese olor a leña que da calidez al ambiente e impregna toda la ropa. Sin embargo, en Irlanda, este olor nos recuerda al... café recién hecho!?
Al principio nos sorprendió, ya que los irlandeses no son muy cafeteros que digamos... Pero luego comprendimos que ese olor debía provenir de sus chimeneas y aquello que queman en ellas. Era un olor entre dulce y acre, algo amargo, y que cara al final se nos haría hasta demasiado denso y pesado.
Pronto comenzamos a fijarnos en multitud de franjas excavadas en la tierra y montoncitos de lo que parecían ser ladrillos hechos con esa tierra extraída, montones que también acumulaban en los propios terrenos de las casas, y comprendimos que eso era lo que debía estar ardiendo en sus chimeneas. Pero la tierra arde? Puede que sea una mezcla con heces de vaca? Caca-leña? No... parece que directamente la extraen y acumulan sin mezclar con nada... solo tierra, hierba, raíces... TURBA!
Y así es como comprendimos la importancia de la turba en estas regiones del norte y lo extendida que está en todos los hogares.
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Tras esta incursión por tierras de nadie, rodeados de turba y ovejas, nos dirigimos a Ceide Fields, donde hace miles de años (6.000 años), nuestros antepasados de la Edad de Piedra construyeron casas, muros y campos, creando una comunidad agrícola temprana con tumbas megalíticas. El galardonado centro de visitantes se encuentra frente a algunas de las formaciones rocosas más espectaculares de Irlanda. Una plataforma de observación en el borde del acantilado de 110 metros de altura nos ayudará a aprovechar al máximo el impresionante paisaje.
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Pocos lugares transmiten tanta magia y espectacularidad a la vez que Downpatrick Head. Situado a pocos kilómetros del pueblo de Ballycastle, en el Condado de Mayo, encontramos expuesto en mitad del océano Atlántico, el cabo de Downpatrick, un pedazo de costa de una belleza inigualable y gran importancia histórica. Downpatrick recibe su nombre del propio San Patricio, que fundó en este lugar una iglesia. Todavía se pueden visitar las ruinas de la iglesia, una cruz de piedra y una fuente sagrada. En su día fue un destino muy popular para peregrinos y hoy en día sigue siendo un lugar sagrado que sigue atrayendo a multitud de fieles.
El farallón marino (la gran roca que sobresale) se llama “Dun Briste”. La leyenda local cuenta que cuando un jefe tribal pagano se negó a convertirse al cristianismo, San Patricio golpeó el suelo con su báculo, rompiendo un pedazo de tierra que quedó separado de la costa, con el jefe tribal encima. Hoy en día podemos observar las capas de colores que marcan los distintos estratos de la roca.
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Continuamos hacia KIllala, cuyo horizonte está dominado por una torre redonda , que data del siglo XII. Un testimonio de la distinción histórica del pueblo como centro eclesiástico. La torre redonda de Killala probablemente se usó como campanario y es uno de los mejores ejemplos de torres redondas en Mayo.

En esta zona también encontramos restos arqueológicos de la Abadía de Rosserk (fundada en 1400 d.C. como un antiguo convento franciscano), la Abadía de Moyne o la Abadía de Rathfran (Priorato dominicano 1274 d.C.).
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Pasaremos por la ciudad de Easky, cuyos alrededores cuentan con una gran cantidad de sitios históricos y atracciones turísticas, como por ejemplo, el Castillo de O'Dowd, conocido también como la Easky tower, aunque gran parte de la estructura original se ha perdido con el tiempo, el cuerpo principal del castillo permanece. O 1 milla al sur de Easky, en la R297, se encuentra la Split Rock de la era de hielo.
La leyenda local sostiene que la roca se dividió como resultado de una discusión entre dos gigantes en las Montañas Buey, uno de los cuales era Fionn MacCumhaill. Se dice que, si alguien se atreve a atravesar la grieta tres veces, ¡la roca cerrará con él dentro!

Por último nos dirigiremos a Sligo, una gran urbe por la que debíamos pasar, así que aprovecharemos para buscar un centro comercial con tienda de bricolaje, para ver si tenemos suerte y podemos sustituir los tornillos que faltan a las defensas de la 750GS.
Allí damos con un Homebase, que es muy similar a los Leroy Merlin de aquí, y en el que compramos unos tornillos que pueden valernos!! Bien!! Una cosa menos!!

En Rosses Point, a la entrada del puerto de Sligo, hay un hombre apartado. Un hombre apartado, pero que está en el corazón de toda la comunidad. Para la gente de Rosses Point, el Metal Man vincula el pasado con el presente, y sin duda vinculará el presente con el futuro.

Originalmente fue creado para posarse en una torre donde ahora se encuentra el faro Blackrock de la bahía. Blackrock siempre ha tenido una torre para ayudar a la navegación desde principios del siglo XVIII. Sin embargo, en 1814 la torre original fue arrasada por un fuerte vendaval. Los comerciantes de Sligo, Ballina y Killala presionaron para que se reemplazara, lo cual no ocurrió hasta 1816.
Por temor a que la nueva torre pudiera correr la misma suerte, se tomó la decisión de encargar la construcción de una torre más robusta de piedra caliza sobre la que se situó el Hombre de Metal. Se construyeron 4 modelos idénticos, uno de los cuales se encuentra en la playa Tramore de Waterford y las otras viajaron al extranjero, aunque se desconoce su paradero.
Justo a la entrada al puerto, se encuentra la Perch Rock, solo visible con la marea baja entre Rosses Point y Coney Island. Así que los armadores locales de Sligo presionaron para cambiar al Hombre de Metal a esta roca, para hacerla más visible, y colocar en su lugar un faro más adecuado en Blackrock. Y así se hizo en 1821.

Está de pie con el brazo derecho extendido, señalando el canal profundo seguro. Vestido con el uniforme de un suboficial de la Marina Real, es un impresionante monumento a los marineros. Mide 3.5m de alto y pesa siete toneladas. Una luz de navegación está montada en un pedestal frente a él, y en la oscuridad esta luz se mantiene a estribor al pasar canal arriba.
Hay muchas historias y anécdotas relacionadas con el Hombre de Metal. Algunos dicen que es el único hombre de Rosses Point que nunca ha mentido. Otros juran haberlo visto bajar a tierra a buscar una barra de pan. Sin embargo, se ha de suponer que un barco estaba cerca de las rocas el día que asumió el servicio, porque en su prisa por llegar a su posición, se vistió apresuradamente abrochándose la túnica incorrectamente.

Una historia que se sabe que es cierta se relaciona con la entrada al puerto de un barco de vapor griego en la década de 1920. Este barco de 6.000 toneladas estaba llegando a amarrar en las boyas debajo de la ahora abandonada Casa Elsinore. El piloto especial Bosun Gillen estaba al timón para guiar el barco de forma segura hasta su puesto. De repente, la bahía se vio envuelta en una densa niebla. La tripulación del barco se desplegó en sus puestos cuando, fuera de la niebla, y justo al lado de la proa de estribor, apareció un gigante. Toda la guardia de proa huyó aterrorizada y se negó a regresar a la proa del barco. No fue hasta que Bosun Gillen persuadió al Capitán, el único que hablaba inglés, sobre la verdadera naturaleza de su aparición, que la tripulación acordó continuar.

Sea como fuere, desde la costa de Rosses Point, se nos tercia tan lejano y minúsculo que nos es imposible saber si por fin se ha podido abrochar el uniforme correctamente... 🤣

Y por fin llegamos a nuestro destino, un pequeño B&B algo aislado, a unos 3km de la población de Grange.
Por recomendación de la dueña, habíamos reservado previamente la cena en un pub del pueblo, así que tras ducharnos iniciamos el tranquilo paseo hasta allí (tras todo un día de moto, siempre viene bien estirar algo las piernas!).

Es increíble lo simpáticos que son en esta región y no te cruzarás con nadie, en coche o a pie, que no dude en saludarte!
Así que, tras atravesar "caminos" asfaltados entre chalets y parcelas con ovejas y caballos, llegamos a Grange.

Pese a ser las 7 de la tarde, el pueblo luce excesivamente tranquilo y desierto. Sin embargo, aquí desde 1988, se encuentra la sede de la asociación "Spanish Armada Ireland", anteriormente "Grange y Armada Development Association", que tiene como objetivo principal el mantener vivo el recuerdo del naufragio y rendir homenaje a los españoles que allí perecieron. De hecho, el desarrollo de un Centro de Interpretación de la Gran Armada en el antiguo Palacio de Justicia de Grange y la celebración anual en la fecha del naufragio, son solo un ejemplo de las actividades que llevan a cabo.

Una de las actividades más relevantes fue la inauguración en 2018, en el mismo pueblo de Grange, del Museo de la Spanish Armada. Por la labor que lleva a cabo, en 2017, nuestro Rey Felipe VI concedió a esta asociación la placa de Isabel la Católica. Además, se procedió al diseño y la señalización de la Ruta Trail de Cuéllar, que recorreremos en la próxima etapa.

Aquí os dejamos como siempre el track:

Y el video que se publicó ayer domingo:
 
Vaya pedazo de crónica, las fotos los videos y el texto sobresalientes. Pedazo de curro os estáis dando. El viaje espectacular.

P.D.: que todas las "averías" sean los dos tornillos. Un saludo!!
 
Vaya pedazo de crónica, las fotos los videos y el texto sobresalientes. Pedazo de curro os estáis dando. El viaje espectacular.

P.D.: que todas las "averías" sean los dos tornillos. Un saludo!!
Y tanto que si! Mientras tenga solución... de todo se aprende!
Gracias por el comentario tan positivo.
 
Día 11: Grange - Teelin
210km

Hoy confiábamos que en sería un día muy especial, ya que el recorrido que seguiríamos sería en gran parte The Cuellar Trail.
Así que, tras desayunar junto a la chimenea (aunque solo fuera de esas que son radiadores simulando el fuego), recogimos todos nuestros pertrechos y cargamos las motos con mucha ilusión de ver qué nos esperaba!
Habiendo superado la primera mitad de nuestro viaje, sabíamos que cada día que pasaba nos acercaba más al fin de esta aventura, así que queríamos aprovecharlo al máximo con la ilusión del primer día.

Así que sin más nos dirigimos al inicio de The Cuellar Trail.
Esta ruta, ideada por la Asociación Irlandesa de la Armada Española, fue creada para rendir homenaje al capitán del Lavia de la Felicísima Armada que, junto con otras 25 naves, naufragó en 1588 en estas costas. Sin embargo, Francisco de Cuellar pudo sobrevivir y volver a España para contar a Felipe II su relato en una carta, nos sin antes vivir toda una odisea por estas tierras.

Cuesta decir que nuestro capitán tuvo mucha suerte tras seguir su relato, pero os anticipo que se encontraba a bordo del Lavia por desobedecer órdenes y romper la formación a bordo del San Pedro. Así que lo condenaron a muerte y mandaron a España embarcado en el Lavia para cumplir con su sentencia. Este naufragio, pues, le salvaría la vida.
Tras naufragar en Streedagh, en una tragedia en la que murieron alrededor de 1.100 hombres, el capitán Francisco de Cuéllar sobrevivió al propio naufragio y luego a los asaltos que perpetraron los irlandeses a aquellos que conseguían llegar a tierra firme. Cruzó a pie, casi desnudo y herido de gravedad, el noroeste de Irlanda durante siete meses. Resistió, junto a ocho españoles más, un ataque de 1.700 soldados ingleses. Logró viajar hasta Escocia y desde allí a Flandes, desde donde pudo regresar a España después de sufrir otro naufragio.

Esta es la historia que seguiremos y os contaremos en nuestra ruta de hoy....

Así que, sin dilación, nos plantamos en el primero de los puntos, la playa de Streedagh.
Fue aquí donde, el 21 de septiembre de 1588, naufragó el barco donde iba embarcado el capitán Francisco de Cuéllar, la Lavia, junto a otros dos más, la Santa María del Visón y la Juliana.
Según sus propias palabras...
“…vino tan gran temporal en travesía, con mar por el cielo, de suerte que las amarras no pudieron tener ni las velas servir, y fuimos á embestir con todas tres naos en una playa llena de arena bien chica, cercada de grandísimos peñascos de una parte y de otra, cosa jamás vista, porque en espacio de una hora se hicieron todas tres naos pedazos, de las cuales no se escaparon 300 hombres, y se ahogaron más de mil, y entre ellos mucha gente principal, capitanes, caballeros y otros entretenidos.”

La playa de Streedagh es por si misma absolutamente espectacular y merece la visita, aunque no te interese en absoluto la historia. Se supone que con la marea baja es hasta posible llegar hasta el naufragio de uno de los navíos, donde resisten sus restos al envite de las olas. Sin embargo, estudios recientes confirman que el conocido localmente como “Butter Boat” pertenece en realidad a los restos del The Greyhound, un barco comercial costero de Whitby en Yorkshire que se hundió en una tormenta en diciembre de 1770.
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Para aquellos pocos que sabían nadar en aquella época (ser marino no implicaba saber nadar, por extraño que nos parezca hoy en día), el llegar a la costa no era, ni mucho menos, sinónimo de salvación. En la playa, los “salvajes” irlandeses, desnudaban y robaban a los náufragos, mientras que las tropas inglesas que ocupaban Irlanda se dirigían a toda prisa a la costa a rematar a los supervivientes.

Cuéllar, a pesar de tener graves heridas en sus piernas, logró llegar a la playa, esconderse y pasar la noche a la intemperie. A la mañana siguiente intentó buscar refugio en un pequeño convento que divisó a lo lejos…
“…empecé á andar poco á poco en busca de un monasterio de monjes para me reparar en él como pudiese, al cual llegué con harta tribulación y pena, y le hallé despoblado y la iglesia y santos quemados, y todo destruido, y doce españoles ahorcados dentro de la iglesia por mano de los luteranos ingleses que en nuestra busca andaban para nos acabar á todos los que nos habíamos escapado de la fortuna de la mar, y todos los frailes huidos á los montes con temor de los enemigos que también los sacrificaran si los cogieran, como lo acostumbraban hacer, no dejándoles templo ni ermita en pie, porque todas las han derribado y hecho abrevadero de vacas y puercos…”

Poco le duró la esperanza al capitán Francisco de Cuéllar de encontrar refugio en la pequeña Abadía de Staad, a muy poca distancia de la playa de Streedagh. El monasterio había sido abandonado por los monjes debido a las fechorías del ejército inglés; las imágenes de los santos habían sido quemadas y doce españoles colgaban ahorcados de su techo.

Hoy las pocas ruinas de Staad Abbey pueden visitarse, aunque al estar en terreno particular, no es aconsejable saltar la pequeña valla para proteger el ganado sin permiso del dueño (al que es posible ver por los alrededores).
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Sin comida y herido decidió intentar volver a la playa donde se topó con dos hombres ensangrentados y desnudos, Alonso y Baltasar, marineros de la Santa María del Visón. Llorando, se abrazaron. La playa permanecía repleta de cadáveres (más de cuatrocientos contaron), llegando a enterrar a alguno de ellos en la playa, excavando con sus propias manos.
Algunos irlandeses compasivos, que presenciaron aquella imagen desgarradora, se apiadaron de ellos y les indicaron una ruta para llegar a un sitio seguro. Pero Cuéllar, malherido, no pudo seguir el ritmo de sus compañeros, que se adelantaron en su fuga dejándolo a él continuar sólo.

Desde aquí, tras pasar por el Spanish Point que homenajea los sucesos acontecidos en esta playa, llegamos al pueblo de Grange donde se puede visitar el Museo de la Armada Española. Sin embargo, siendo temprano, nos lo encontramos cerrado. Así que continuamos con nuestra ruta que nos adentrará en las montañas...

Desde una colina divisó unas chozas de paja, para las que debía de llegar atravesando el fondo de un valle boscoso. Estaba allí, cuando cuatro personajes le abordaron y robaron su cadena de oro y unas reliquias que portaba en un pequeño escapulario. A pesar de maltratarlo y robarlo, también uno de ellos le dio un ungüento para curar las heridas de su pierna y le indicó la dirección donde un señor irlandés, amigo de su rey Felipe II, estaba acogiendo a los supervivientes de los naufragios. Era el territorio del Señor de O’Rourke.
El capitán Francisco de Cuéllar, a pesar de llamar “salvajes” a los irlandeses, siempre tuvo claro que su encuentro era mucho mejor que el encontrarse con los ingleses. Los salvajes irlandeses robaban, pero solían dejar a sus víctimas vivas y a su merced. Ahora bien, con este pobre bien se ensañaban, pues en la ruta que debía seguir para intentar ser ayudado fue de nuevo asaltado por otro grupo de irlandeses que lo molieron a palos y lo dejaron en cueros y helado de frío.

Después de dos días de caminata renqueante, durmiendo en cuevas y vestido con helechos y paja divisó un lago, el Lago Glencar y en su orilla unas cabañas abandonadas. Una de ellas, la que mejor le pareció para guarecerse le brindó, por fin, una alegría; el encuentro con tres españoles supervivientes de un grupo de once náufragos y una cena a base de bayas y frutos del bosque.

El precioso entorno del lago Glencar tiene como estrella su hermosa cascada, Devil's Chimney. El entorno es idílico, si no vas desnudo, hambriento y con una pierna rota...​
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Los cuatro españoles se dirigieron juntos hacia el territorio de O’Rourke, no sin antes recibir auxilio de unos irlandeses católicos que cuidaron y curaron a Cuéllar de sus heridas. Deprimido y agotado en extremo, Cuéllar se mantuvo casi inconsciente durante toda una semana cuidado por estas almas caritativas. Sus compañeros, temerosos de encontrarse con tropas inglesas, se adelantaron en el camino dejándolo al cuidado de esta familia irlandesa.

Por primera vez en ruta, comenzamos a ver señales que nos indican el camino a seguir y explican parte de la historia de su recorrido por estas tierras.

Atravesamos caminejos asfaltados que nos llevarán entre aldeas y casas espolvoreadas por el verde campo. Olvidadas para el turista, que desiste de meterse por estos entresijos de Irlanda.
Es una pena que los españoles tengamos esta bonita ruta organizada y a nuestra disposición, y la inmensa mayoría desconozcan de su existencia... Así que, a todos os animamos a que si viajáis por estas tierras del norte, no dudéis en adentraros por lo que fue parte de nuestra historia, y es de gran importancia para los irlandeses! Ya que la carta de Francisco de Cuellar resultó ser de gran utilidad a historiadores, para comprender cómo vivían en aquella época los clanes gaélicos y las gentes que habitaban en el siglo XVI estas tierras.

Briand O’Rourke tenía por entonces a más de setenta supervivientes de los naufragios de la "Armada Invencible" en Irlanda, la mayor parte de ellos heridos y apenas vestidos. La noticia de que el galeón Girona iba a su rescate provocó la partida de algunos españoles hacia la costa. Cuéllar, a pesar de intentar llegar hasta él, no pudo hacerlo por su extrema debilidad.

El pobre Girona, maltrecho por los vendavales, no hizo sino recoger a algunos de aquellos desdichados para naufragar prácticamente de inmediato, llevando a la tumba a más de doscientos marinos. En esta ocasión, la escasa movilidad del capitán Francisco de Cuéllar, le salvó la vida. De este naufragio, Cuéllar sería informado en los alrededores de la Calzada del Gigante.

Hoy en día, apenas se pueden ver unos lienzos del Castillo de O’Rourke.

Perdido después de quedarse el último del grupo de españoles que intentaban ser socorridos por el Girona, agotado y pensando en el suicidio, se encontró con un católico irlandés que, siendo clérigo, le permitió entenderse con él en latín, lengua que Cuéllar dominaba. Le indicó como dirigirse de nuevo a territorio dominado por señores beligerantes de los ingleses y hacia allí partió.

Lurganboy es una minúscula comunidad que cuenta apenas con una parada de autobús y está de paso hacia el lago Melvin, que visitaremos más adelante.

Increíblemente, Cuéllar sigue con la mala suerte a sus espaldas y es apresado por una pareja que lo encadena con el propósito de hacerle esclavo en su herrería. Como lo oyes, el capitán Francisco de Cuéllar es ahora esclavo de un herrero.
Permaneció allí esclavo casi dos semanas, hasta que el clérigo que le había ayudado, pasó casualmente por la herrería y, recriminando su actitud al herrero mandó al día siguiente a un grupo de gente mandados por MacClancy (uno de los señores que ayudaban a los españoles en su huida). Entre los que acudieron en su socorro había también un español llamado Salcedo, que había naufragado en la costa de Donegal y que viendo como el herrero se disponía a martillear en la cabeza a Cuéllar para evitar su rescate, seccionó la yugular del maldito herrero mientras exclamaba un castizo: “Suelta el martillo, hideputa”.

Cerca de la oficina de correos de Largydonnel y según la tradición local, un camino a la derecha del puente lleva a las ruinas de la antigua forja donde Cuéllar fue esclavizado. Sin embargo el camino está prohibido para vehículos a motor, así que decidimos continuar con nuestra ruta.​

Levantado en una isla en el extremo oeste de la costa sur del lago Melvin, el Castillo de Rossclogher tenía forma circular y estaba rodeado por gruesos muros. Hasta allí lo acompañó Salcedo y allí le presentó al resto de españoles, ocho náufragos, a los que MacClancy (al que los españoles llamaban Manglana) brindaba su protección. Cenaron carne de vaca, cabrito, manteca de cerdo, pescado asado, bayas, leche agria, pan de avena y “una bebida turbia y áspera, con sabor a hierbas amargas”.

El acceso al castillo no es sencillo. Una pista de tierra se bifurca en el camino y nos conduce hasta una vaya de metal que lleva a un sendero.
Tras el sendero, y accediendo al lago, un pequeño islote dice llamarse castillo.
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Y allí tenemos a nuestro capitán, recuperándose al fin de sus penurias y empezando a demostrar de nuevo sus habilidades sociales. Encantador hombre de mundo, hablador y culto, hechizaba con sus narraciones y sus trucos a todo el vecindario, y en especial al público femenino. Hasta la misma Enihm, esposa de MacClancy, no dejó de “tirarle los trastos” hasta hacerlo retozar con ella.

Cómo no, tanta felicidad no nos parece cuadrar en nuestro sufrido Cuéllar, así que pronto lo veremos de nuevo sumirse en la desdicha. El virrey inglés Fitz William había partido de Dublín hacia el norte de Irlanda con un ejército de 1.700 hombres, dispuestos a la caza de los náufragos de la Armada Invencible. MacClancy, conocedor de las represalias que le esperaban por ayudar al enemigo español, decidió trasladarse con todo su pueblo y ganado a las montañas del norte del lago Melvin, invitando a los españoles a acompañarlo.
Pero, incomprensiblemente, Cuéllar y los otros ocho españoles acuerdan quedarse en el castillo para defenderlo. Tienen siete mosquetes, seis arcabuces, unas pistolas, alguna espada…y una despensa para resistir seis meses.

Los ingleses ya están a tiro de piedra del castillo. De hecho, ahorcan a dos náufragos apresados para intentar minar su moral. No pueden permitirse un ataque frontal en un entorno embarrado, y apenas pueden irles lanzando algunas flechas y exclamando algunos insultos. Un empeoramiento del tiempo hace que, después de 17 días de asedio, los ingleses abandonen su propósito.
Las noticias de la humillación inglesa se extendieron por toda Irlanda. MacClancy recuperó su castillo y llegó a ofrecerle a una de sus hermanas por esposa. Pero Cuéllar, deseoso de volver a España, declinó su ofrecimiento y abandonó, junto a cuatro de los españoles, al clan McClancy.
Era ya enero de 1589 cuando el capitán Francisco de Cuéllar y sus compañeros emprendieron camino a la región del Ulster (la hoy conocida Irlanda del Norte), desde donde poder embarcar hacia Escocia, como primer paso de su ansiada vuelta a España.

Y hasta el camino que nos une con el capitán del Lavia. Se sabe que, tras llegar a Derry, partieron hacia Escocia con la esperanza de encontrar asilo y ayuda para el regreso a España. Sin embargo, el rey Jacobo de Escocia, estaba controlado por la reina de Inglaterra y nuestros amigos lo tuvieron tanto o más complicado que en Irlanda. Sin embargo, la diplomacia española y los apoyos católicos en Gran Bretaña consiguieron que los dejaran con vida y los embarcaran hacia Flandes.
Los ingleses prometieron respetar el paso de los barcos que llevaban a los españoles náufragos de la Armada hacia Flandes a cambio de un precio acordado. Sin embargo, los ingleses ya habían hablado con los holandeses para que nada más llegaran a Dunquerque, los españoles fueran pasados a cuchillo. La suerte (o la providencia, como cuenta Cuéllar) quiso que su barco naufragara otra vez y pudiera escapar de los holandeses, lo que no ocurrió con otros 270 compañeros, que fueron asesinados.
Y desde Flandes escribió su carta a Felipe II, gracias a la cual conocemos todos estos hechos, dignos de una película de Hollywood!

Sin embargo, nuestro camino se aleja de la ruta Cuellar, pues antes de acceder a Irlanda del Norte aún nos queda mucho por explorar en esta zona de la isla. Como por ejemplo, un camino que discurre hacia el oeste desde el que podremos contemplar la Eagles Rock, la torre independiente más alta de Irlanda situada sobre una meseta cubierta por una gruesa alfombra del brezo. Actualmente, la caminata hasta la cumbre está prohibida y solo ha sido escalada por 6 personas con dos ascensos conocidos de la torre en 1971 y 2012.
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Seguimos por caminos invadidos de naturaleza hacia la Herradura de Gleniff, un bonito circuito de 10 km a lo largo de carreteras tranquilas, con vistas espectaculares a las gigantes montañas de Dartry (Tieve Baun, Trushmore, King's, Benbulben, Benwiskin) y a la bahía de Donegal.

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En el sentido de las agujas del reloj, Benbulben estará a nuestra derecha justo después del punto medio. En lo alto, hacia la cima, a más de 300 metros, veremos la siniestra abertura oscura de la cueva conocida como Kesh Corran, el hogar de los desventurados amantes, Diarmad y Grainne. La leyenda de Diarmuid y Grainne es una de las historias románticas más grandes de Irlanda.

A lo largo del camino puede que encontremos señales de advertencia del Sr. "Bull" McSharry, condenado por amenazar con anterioridad a otros excursionistas, pero el camino está pavimentado y es público.

De nuevo hacia la costa, atravesaremos Mullaghmore, un encantador pueblo de pescadores con un puerto en funcionamiento y una hermosa playa de arena con excelentes vistas de Benbulben. Mullaghmore es un famoso destino de surf con algunas de las olas más altas de Europa. Suele ser sede de competiciones internacionales de surf. De hecho, esta zona es muy frecuentada en verano para disfrutar de este deporte.
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El condado de Donegal recibe su nombre de la ciudad de Donegal, que antiguamente era la más importante de la zona. Significa “fortaleza de los extranjeros”, ya que esta ciudad, a fuerza de aceptar extranjeros en su territorio, se convirtió en la ciudad más importante del noroeste de Irlanda.

Su monumento más impresionante es el Castillo de Donegal, del siglo XV. Este castillo fue colocado estratégicamente para defender la bahía de Donegal. Y la defendió muy bien. Los ingleses tardaron nada menos que 9 años en capturarlo en el siglo XVII.

Otros monumentos interesantes de Donegal Town son la Abadía de Donegal o las casas de las orillas del río Eske, el río que atraviesa Donegal. En estas casas hay pequeñas galerías de arte, tiendas de música y pubs típicos irlandeses con música irlandesa en directo. Si escucháis un idioma muy raro que no entendéis, no os preocupéis, es gaélico, y eso quiere decir que es un sitio muy muy irlandés.

De aquí es natal “Red” Hugh O’Donnell, rey del condado que encabezó la rebelión contra el gobierno inglés en Irlanda que acabaría provocando la Guerra de los Nueve Años. Junto a la Abadía encontraremos una estatua suya, considerado héroe nacional.

Varias derrotas en el sur de la isla e incluso el desembarco en Derry (Ulster), en pleno territorio de Tyrconnell, de tropas inglesas, provocan que la alianza de clanes busque apoyos en el exterior. Red Hugh es enviado a España en una embajada a pedir ayuda a Felipe III. Estando en juego la ocupación protestante de un país católico, en seguida se gana el apoyo de la monarquía a un país tradicionalmente considerado amigo, y punto estratégico de la guerra de España contra Inglaterra.

En septiembre de 1601, un contingente de más de 4000 soldados españoles desembarca en Kinsale, cerca de Cork. Los O’Donnell y los O’Neill recorren a marchas forzadas la isla para auxiliar a las tropas al mando de Juan del Águila y Arellano, maestre de campo de los Tercios, sitiadas por los ingleses en la ciudad. Y tiene lugar la batalla de Kinsale que ya vimos cuando estuvimos por esas tierras del sur de la isla.

Arrasados por la superioridad estratégica y en mejores condiciones de los ingleses, la suerte está echada para la nobleza gaélica.
En 1602, junto con otros nobles, parte hacia España y desembarca en el puerto de A Coruña, donde permanece un tiempo. Visita Valladolid para entrevistarse con el rey, por aquel entonces la corte estaba aún en esa ciudad. La Corona le promete un nuevo desembarco, y vuelve a Galicia para preparar su retorno a Irlanda. Sin noticias de Felipe III emprende viaje a Valladolid de nuevo, en septiembre de 1602, pero la fatalidad hace que fallezca camino a la ciudad. Hay dos teorías. Una dice que fue envenenado por un espía inglés para desbaratar la operación de apoyo de España a Irlanda. Aunque la mayoría de los expertos cree que contrajo unas fiebres y murió en el castillo de Simancas.​

Por último, pero no menos impresionante, llegamos a los acantilados de Slieve League!
Slieve League es una cadena montañosa que cae abruptamente hacia el Océano Atlántico, lo que resulta en algunos de los acantilados más altos y hermosos de Europa. Los acantilados de Moher reciben mucha atención, pero pocos saben que Slieve League tiene una asombrosa altura de 609 m en su pico, casi tres veces la altura de su contrincante del sur. Además, su acceso es totalmente gratuito.

Conduciremos hasta la puerta que se encuentra justo delante del centro de visitantes, cerca del "Aparcamiento Bunglass". Una vez en esta puerta, y solo si vamos en moto, nos la abrirán para continuar!!!
Más allá de la puerta, hay un camino estrecho que conduce a la plataforma de observación.
Se puede conducir por ella hasta el mirador sin problemas y estacionar en la cima de la colina, donde disfrutaremos de la maravillosa vista de la bahía de Donegal y los magníficos acantilados de Slieve League que se elevan frente a nosotros.
El camino es largo, así que resulta todo un lujo ver como la gente sube caminando por él, mientras que a las pocas motos que se atreven a llegar les agradecen el gesto dejándoles subir hasta lo más alto!
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Una vez en cima, coincidimos con otras dos motos, como las nuestras pero versiones antiguas. Una 1200 GS Adventure y una 650 GS, ambas conducidas por unos jóvenes berlineses que estaban también de ruta por la isla!

También pretendían acceder a Irlanda del Norte, y agradecieron que les diéramos nuestros números para avisarles por si nos dejaban entrar.
En plena pandemia, y siendo aquello territorio inglés fuera de Europa, desconocíamos si nos dejarían pasar con los certificados de vacunación sin más.

Hoy nos alojaríamos en un B&B cercano a este punto y pudimos estirar las piernas de camino al pueblo más próximo para tomar algo.

Elo track lo podéis descargar de aquí:

Y el video, de la primera parte de la ruta de Cuellar, saldrá este domingo!​
 
Bonita y curiosa, historia la del Capitán Cuellar. Curiosa por cómo a veces una serie de trágicos acontecimientos, hacen que vayas dando esquinazo a la muerte.
Gracias de nuevo por compartir.

Esperando el video, voy a por palomitas y cerveza. 😉
 
Gracias! Puede que Irlanda no sea el destino más al norte de Europa, o no tenga la calidad del trazado de los Alpes, ni la aventura de otros países sin apenas infraestructuras... pero teniéndolo tan "a mano" nos sorprende que tan poca gente se atreva a descubrirlo en moto.
Es cierto que llueve pero, tras recorrerlo bastante en profundidad, no creo que haya mejor vehículo para disfrutar de este país.
Solo la agilidad y el tamaño de una moto te permitirán descubrir los rincones más bellos de esta isla!

Aquí el video de parte de la anterior etapa. Centrado solo en el recorrido de Francisco de Cuellar, es algo más histórico que de costumbre, pero merece la pena para conocer la historia que nos une con esta nación:
 
Hola a todos,
Tras unos días de descanso, retomamos esta crónica por el país esmeralda!!

Hace dos semanas publicamos otro video que era continuación de esta última etapa, y parece ser que se me olvidó añadirlo aquí.
Así que, antes de seguir, os lo añado para que tengáis todo en orden:

 
Y ahora si! Seguimos!!

Día 12: Teelin - Letterkenny
290km

Tras desayunar fuerte, como viene siendo habitual (y esta vez hasta con fruta!), nos preparamos para otro día lluvioso y ventoso.

Si Rosslare, donde comenzamos esta aventura, era la ciudad más soleada del país, aquí, justo en el otro extremo de la isla, el clima nos recuerda que estamos en el noroeste, la región irlandesa posiblemente más lluviosa y ventosa, azotada constantemente por el frío mar del norte.

Irlanda, al ser una isla, mantiene unas temperaturas relativamente estables.
Y por esta zona, pese a tener unas máximas de tan solo 14-15ºC, las mínimas apenas se desploman hasta los 9-10ºC, lo cual te permite decidir sin mucha incertidumbre la ropa de abrigo que llevarás durante toda la etapa.

Así que nos preparamos para recorrer lo poco que nos queda del norte, sin la certeza de si en un par de días podremos continuar nuestro reto rodeando la costa por Irlanda del Norte, o si deberemos desviarnos de la ruta establecida y sortear este pequeño país que linda con la república.

Y sin más dilación, abandonamos este parking pedregoso y nos dirigimos hacia la costa que continúa tras los acantilados de Slieve League.

Malainn Bhig es la versión irlandesa del nombre Malin Beg, una bahía sorprendentemente aislada que puede contemplarse desde la playa Silver Strand, en Donegal. Los acantilados en forma de herradura, que se elevan alrededor de la arena, hacen de éste uno de los lugares más espectaculares de Irlanda para relajarse y disfrutar del paisaje.​
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Prosiguiendo por una costa vacía, tanto de turistas como de locales, divisamos el Glencolmcille Folk Village. Encaramado con vistas a la idílica playa de Glen Bay en Gaeltacht, es una réplica de un típico pueblo rural irlandés.
El Museo Folk Village fue creación del sacerdote de Donegal, el padre James Mc Dyer, y desde su apertura en 1967 con tres cabañas, la atracción ha dado la bienvenida a mucha gente. De hecho, el padre Mc Dyer es una especie de héroe local. Trabajó para traer comodidades, proyectos comunitarios y una mayor industria a un área que comenzaba a verse despoblada.

Desde aquí comienza la primera ruta escénica del día. Y, pese a que la niebla comienza a apoderarse del Glengesh Pass, este valle glaciar sigue dejando entrever una carretera sinuosa y estrecha que se abre paso subiendo entre altas y verdes lomas.
Esta carretera es muy popular para regresar desde Slieve League, y a lo largo de la ruta encontraremos caseríos y cortijos.​

Pese a que ya desde Donegal comenzamos a descubrir los primeros vehículos con matrícula amarilla, en esta región tan próxima al país vecino comienza a ser un habitual ir acompañados por coches ingleses. Puede ser que cruzar la frontera no sea tan misión imposible, pese al Brexit y al covid? O se deberá a otro acto de cortesía no bidireccional que tiene Europa con su ex-socio de Reino Unido?
Sea como fuere, deberíamos esperar a mañana para descubrirlo.

Las obras nos rodean durante nuestra ruta hacia el interior del parque natural de Glenveagh. Y, tras abandonar las vistas de monte Errigal (el más alto de la cordillera de Derryveagh y el más grande de Donegal), encontramos las impresionantes ruinas de la antigua iglesia de Dunlewey. Un hermoso edificio que es un recuerdo duradero de una gran historia de amor entre James Russell, el propietario de la finca Dunlewey, y su esposa Jane.

James Russell se casó con Jane Smith en 1825 y establecieron su vida matrimonial en Londres, donde James llegaría a hacer una fortuna como comerciante de lúpulo. Utilizando la riqueza que habían adquirido en Londres, la pareja decidió dejar Inglaterra y comprar la finca Dunlewey, un área de ovejas, lagos y una belleza natural excepcional con el Atlántico salvaje al oeste y las montañas Derryveagh al este.

Pero poco dura la felicidad de la pareja, y en 1848 James muere al contraer alguna fiebre en un viaje por Egipto.
Con el corazón roto, su viuda decidió construir la iglesia como un monumento para su esposo. Al igual que el Taj Mahal, el edificio de la Iglesia de Irlanda se construyó con mármol blanco y también cuarcita azul que se extraía localmente. El ladrillo rojo en los arcos de las ventanas fue producido localmente. James Russell fue enterrado en una bóveda debajo del piso de la iglesia.​

La iglesia descansa en Poisoned Glen, un área de impresionante belleza y con una larga historia. La tradición cuenta que el rey tuerto de Tory, Balor del ojo maldito, tenía una hermosa hija, Ethniu, a la que mantenía encerrada en una torre fuera de la vista de los hombres. Esto se debía a que le habían pronosticado que sería su nieto quien acabaría con su vida. Sin embargo, se corrió la voz de su belleza y un día un granjero furioso logró colarse en la torre y yacer junto a ella.
Ethniu dió a luz trillizos, pero Balor temeroso de su profecía, se deshizo de ellos arrojándolos al mar. Sin embargo, uno de los bebes logró sobrevivir, y años más tarde se enfrentó a su abuelo en una batalla donde le mató clavándole una lanza en su ojo maldito.

Hoy hay una piedra que permanece en la cañada y la gente local dice que es el ojo maldito de Balor, quien le dio nombre a la cañada envenenada (Poisoned Glen).
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Con el viento en contra, proseguimos adentrándonos en el parque de Glenveagh, rodeado por las montañas Derryveagh y situado en torno a un lago (el Lough Veagh), que forma varios valles. Siendo el más grande de los seis parques nacionales de Irlanda, es una zona de montañas abruptas y lagos de origen glaciar.

Todo esto fue una vez parte de la propiedad del castillo de Glenveagh, que tiene la manada más grande de ciervos de Irlanda, así como un saludable conteo de águilas reales, previamente extinguidas en esta parte del país, pero reintroducidas en el año 2000. Un primer paso es el Centro de Visitantes de Glenveagh, en la orilla norte del lago, que se mezcla con el brezal gracias a su techo de brezo.
Puede accederse andando o en minibús desde el centro de visitantes. Pero nosotros no abandonamos nuestras motos, así que ya si eso en otra ocasión…

Aproximadamente a 10km de Dunfanaghy, hay un pequeño y atractivo puente de piedra, que la mayoría de la gente pasa hoy en día sin pensarlo dos veces. Pero si prestamos más atención a la placa cercana, escrita en irlandés dice: “Fad leis seo a thagadh cairde agus lucht gaoil an té a bhí ag imeacht chun na coigrithe. B'anseo an scaradh. Seo Droichead na nDeor “, (Los amigos y familiares de la persona que emigra llegarían hasta aquí. Aquí se separaron. Este es el Puente de las Lágrimas).
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Mucho antes de la construcción del ferrocarril, o carreteras modernas, esta era la ruta más común que conducía desde esta zona a Derry y, por lo tanto, a los barcos que los llevarían a Inglaterra, Escocia, Australia y América. Los familiares de los emigrados los acompañaban en la larga caminata hacia Muckish Gap, y aquí se despedían. No había un "Hasta pronto" o "Hasta luego". La partida se consideraba como la muerte, ya que nunca más se los volvería a ver. Cruzar el puente tuvo una finalidad para los que se fueron y para los que se quedaron atrás. Y muchas lágrimas se derramaron en este hermoso y solitario lugar.​
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Llegamos a Dunfanaghy, un pueblo junto a una extensa bahía que, con la marea baja, deja ver un fabuloso panorama de arenas doradas y brillantes. Los alrededores de este pueblo están llenos de referencias arqueológicas relacionadas con el folklore y la mitología. Eso unido a la belleza del paisaje hace de éste un lugar fascinante. Solo es necesario subir hasta el promontorio rocoso de Horn Head, con sus torres vigías junto a los acantilados, sus vistas y sus capas de turberas donde crece la hierba, para darse cuenta de ello.
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Otra parada en ruta nos lleva hasta el castillo de Doe, hogar tradicional del clan Sweeney. Construido durante el siglo XVI, cambió de manos muchas veces y estuvo habitado hasta 1843. Hoy en día se encuentra majestuoso, pero vacío, y hace aproximadamente una década se iniciaron importantes obras de renovación para restaurarlo, ¡y luego se detuvieron! Y así nos quedamos con una Fortaleza completamente renderizada, rodeada de toscos muros de piedra. Parece un poco extraño, pero, de hecho, este es uno de los mejores ejemplos de un castillo del siglo XVI en Donegal. El cementerio es de los más antiguos de Donegal, con lápidas que datan de 1800.

Seguimos rumbo al norte y nos adentramos en la península de Rosguill. Los doce kilómetros de carretera que la circundan se conocen como Atlantic Drive y es un itinerario alucinante y estimulante para los sentidos. Desde luego nadie espera encontrarse aquí playas enormes de arena dorada entre montañas verdes, un mar donde todos los tonos de azul se dan cita (incluido el turquesa) y rincones por el estilo. Pero ahí están.

Es fácil reconocer la principal atracción de esta península: el faro de Fanad Head, que se diseñó como un elemento esencial para los marineros tras una tragedia que sucedió hace más de 200 años. En diciembre de 1811, la fragata Saldanha buscó refugio en medio de una tormenta, y puso rumbo a Fanad mientras luchaba desesperadamente contra el viento y las olas embravecidas. Por desgracia, nunca pudieron ponerse a salvo en la orilla y el barco se hundió frente a la costa. Se dice que el único superviviente fue el loro, cuyo collar de plata con el nombre del barco inscrito en él sirvió para identificar al malogrado navío. Poco después, se construyó el faro de Fanad Head para ayudar a guiar barcos y marineros de forma segura en sus viajes. Aún sigue en pie hoy en día, proyectando su luz hacia el mar sobre un saliente rocoso. Resulta que el Fanad Lighthouse es privado y tiene un acceso restringido, por lo que no podemos llegar hasta el mismo edificio.

En nuestro camino, el pequeño pueblo pesquero de Rathmullan fue testigo de un evento clave en la historia de Irlanda: el fin del antiguo orden gaélico. De este lugar partió en 1607 un pequeño barco bajo la bandera francesa, con 99 personas a bordo, rumbo a España. A bordo iban los jefes de algunas de las principales familias gaélicas del Ulster, incluidos los O'Donnells y los O'Neill. Aquellos caciques que no podían convivir con el nuevo orden inglés buscaron refugio en el principal enemigo de Inglaterra, con la esperanza de hacer una nueva vida para ellos mismos o de vivir para luchar otro día. Este momento marcó el fin de la era medieval de Irlanda, y de su sistema de clanes ancestrales, ya que a través de la colonización de zonas importantes de la isla se introdujo un elemento cultural inglés.

Nuestro destino de hoy será la "gran" ciudad de Letterkenny, la más grande al menos del condado de Donegal.
Letterkenny tomó su nombre del gaélico irlandés "Leitir Ceannain" que significa "Hillside of the O'Cannons" (Ladera de los O'Cannons). Comenzó su vida como un humilde pueblo de pescadores, a orillas del lago Swilly, donde el río Swilly desemboca en el lago. En el siglo XVII se había convertido en una próspera ciudad comercial y capital regional. Hoy en día es la ciudad más grande y más densamente poblada de todo Donegal, y es una ciudad joven y vibrante, especialmente por la noche, cuando sus numerosos restaurantes, pubs y clubes están en plena fiesta.
Clasificada como la “ciudad más ordenada” de Irlanda en 2015, esta es la tierra que dio al mundo figuras como San Columba, que llevó el cristianismo a Escocia en el siglo VI.

Aquí nos alojaremos en un hotel!! Si, si! Habéis leído bien! Hotel! Donde un par de despedidas de soltero de ingleses, que nos ponen en aviso de lo que nos espera en esta ciudad. Pubs y más pubs! Y mucha fiesta! Eso si, en aquellos en los que sirven comida, sin reserva más allá de las 6p.m. olvidaos
Así que reservamos la cena en el hotel, y nos vamos a disfrutar de unas pintas en alguno de los establecimientos que sirven cervezas locales con junto con futbol o carreras de caballos (en esta región se nota que la gente tiene bastante afición por las apuestas de todo tipo).
Letterkenny no es una ciudad tranquila. En esta ciudad, tan cercana a la frontera, los borrachos ingleses con ganas de fiesta campan a sus anchas molestando a muchos locales, que aceptan con cierta pasividad su prepotencia.

Mañana cruzaríamos a Irlanda del Norte y, sin mucha información precisa de en qué situación encontraríamos la frontera, decidimos hacer caso a la página del gobierno de UK y hacernos uno de los tests de antígenos que habíamos traído. Según la web, ese era el único requisito para viajar por la que llaman la Common Travel Area (CTA) , que incluye a Irlanda, Irlanda del Norte, Inglaterra, Escocia, Isla de Man y demás islas británicas.
Tras hablar con varios B&B en anteriores etapas, parecía poco probable encontrar problemas para cruzar... pero quien sabe lo que nos esperaba!
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El track de esta etapa está aquí:

Y una semana más, el video verá la luz el domingo!

 
Última edición:
Día 13: Letterkenny - Londonderry (1a parte)
216km

Nos levantamos emocionados sabiendo que hoy será un gran día!

Esta nublado... como siempre!

Empaquetamos todo como de costumbre y nos damos cuenta de la cantidad de camisetas cortas que nos hemos traído de más a este viaje... Manga corta? En qué estaríamos pensando... De momento en los días que llevamos solo hemos gastado una, así que otras 2 ocupan un espacio valioso que podría haber sido reemplazado con otra cosa. Pero tampoco necesitábamos nada más.

Si hay algo que nunca ha sido un problema para nosotros es el tema de equipaje.
Siempre nos acaba sobrando espacio... y eso que, al finalizar, siempre hay algo de ropa que ni hemos tocado.
Así que cuando vemos fotos de motos con las 3 maletas de aluminio y además petates exteriores, para viajes de un mes o menos... nos surge la curiosidad de qué llevarán dentro!
Es cierto que nuestra experiencia por montaña nos ha hecho valorar la importancia del peso que acarreas durante el viaje.
Ese lastre que te acompañará día tras día, y que se va haciendo más pesado conforme pasa el tiempo...

Pensaréis que llevando dos motos...así cualquiera! Pero lamento deciros que todo nuestro equipaje de un mes cabe en las dos maletas laterales de Rafa. Su baúl trasero viaja vacío para almacenar los cascos en caso de querer hacer turismo, y el mío solo contiene herramientas y una mochila con electrónica y documentación.

Cual es nuestro truco? Viajar.... viajar... y viajar... solo viajando te das cuenta de todo lo que te sobra.
Llegas a casa tras un viaje largo y toca ese tedioso momento de deshacer las maletas y poner lavadoras.
Solo entonces te das cuenta de la cantidad de cosas inútiles que llevabas encima y no has necesitado.
Obviamente no hablo de las herramientas, que si todo va bien no necesitarás, pero solo es cuestión de suerte. Hablo de esas camisetas de por si esto, esos calcetines de por si lo otro... Ropa que tal cual llega se va a un cajón igual de doblada que cuando salió de él.
Podéis pensar que, total, si tengo espacio, lo hecho por si acaso.... Sin ser conscientes que os lastrará todo el viaje, cada mañana, cuando os desesperéis haciendo el tetris para volver a montarlo todo...

En fin, que me desvío del tema!
Hoy será emocionante porque llegaremos al punto más septentrional de la isla! El Cabo Norte Irlandés! Y el final de la que ha sido una sorprendente, larga pero emocionante etapa, la Wild Atlantic Way, que culmina en este punto tras unos 2.500km de carreteras serpenteantes de costa.
Pero no terminará aquí la cosa! Hoy, si todo va bien, cruzaremos una frontera con Reino Unido para visitar la región de Irlanda del Norte!
Así que comenzamos!

No hay desayuno en el hotel... No importa, alguna gasolinera habrá donde podamos tomar algo!
Al ser fin de semana parece que las cocinas de las gasolineras no están en funcionamiento, al menos a las 9 de la mañana, así que nos conformamos con algo de bollería empaquetada y cogemos un par de sandwiches para la ruta, que nunca se sabe.

Y sin más dilación, con la lluvia como telón de fondo, partimos hacia la península de Inishowen, un territorio donde curiosamente el clima es algo más... ¿benigno? que en el resto de Irlanda. ¿Cómo? Pues si amigos! Enfundados con nuestras prendas de más abrigo, listos para soportar el fin del mundo del intempestuoso norte... y esta zona nos recibirá con agradables temperaturas de casi 20ºC :ROFLMAO:

La formación del paisaje de la Península de Inishowen se produjo de forma intensa durante la Edad de Hielo, con una presión del hielo sobre la placa de roca, que levantó inmensos acantilados, con sendos lagos a los lados de la península, simulando dos fiordos, Foyle y Swilly.

Y, sobre una colina de más de 250 metros de altura nos encontramos con una curiosa construcción, una fortaleza de diseño circular que parece dominar el paisaje circundante, y ofrece unas excelentes vistas de los alrededores. Esta antiquísima fortaleza es conocida como Grianán de Aileach, y su nombre proviene de «grianan ailligh», cuyo significado es algo así como «lugar soleado de Aileach». Cabe aclarar que Aileach fue un antiguo reino que abarcaba el actual territorio del condado de Donegal.
Se estima que su construcción tuvo lugar durante la Edad de Hierro, aproximadamente en el 1700 a. C., y está compuesta de tres murallas hechas de piedras y tierra, entre las cuales encontramos varios pasillos, así como escaleras y cornisas. Hoy en día solitaria y a merced del viento, esta edificación perteneció a los Tuatha de Danann, que habitaron las tierras de Irlanda en tiempos anteriores a la llegada de los celtas, y que erigían sus puestos de vigilancia en la cima de las colinas, debido a su ventaja estratégica.
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Como la mayoría de sitios de Irlanda, Grianán de Aileach también tiene su lugar en las leyendas de la región, y una de ellas nos habla de un gigante que permanece dormido en su interior, a la espera de que alguien lo despierte para que pueda reclamar el territorio que le corresponde por derecho.

Hoy visitaremos en nuestra ruta varios fuertes, y el primero de ellos será el Ned's Point. Construido en la era napoleónica y es una de las baterías que se encuentran en la zona, que se construyeron para proteger la costa norte de Irlanda. El fuerte tiene excelentes vistas sobre una gran parte de Lough Swilly y se puede encontrar en Buncrana Shore Walk, que bordea una tranquila bahía rodeada de veleritos. Sin embargo, a día de hoy permanece cerrado al público, pese a que ha habido intentos en el pasado de convertir el fuerte en una atracción turística.

El siguiente, más animado, será el Fort Dunree. Dun Fhraoigh en irlandés significa "Fort of the Heather" e indica que este sitio ha sido un sitio defensivo importante a lo largo de la historia. Hoy en día, sin embargo, su impresionante belleza natural y abundante vida silvestre están atrayendo cada vez más visitantes a uno de los lugares más bellos y tranquilos de Inishowen.
Su principal atracción es el museo militar, que muestra cuarteles antiguos y curtidos por el clima, que pueden explorarse a pie.
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Esta fortificación tuvo una gran importancia por ejemplo a lo largo de la Primera Guerra Mundial, y en un primer momento se utilizó en las guerras napoleónicas debido a su excelente ubicación dentro de la costa de Irlanda.
Es un fuerte que estuvo bajo la soberanía de Gran Bretaña hasta 1938 que es cuando el territorio irlandés se separa de forma oficial y de esta forma el fuerte también pasó a formar parte de Irlanda.

Muy cercano a él encontramos un curioso faro. Fue construido en 1876, después de que el duque de Abercorn solicitara una mejor iluminación para el Swilly y sugiriera convertir las dos torres Martello, ubicadas en Macamish y Dunree. Pero el gobierno no tenía intención de deshacerse de sus torres Martello y, por lo tanto, después de una inspección, eligió esta posición para un nuevo faro. También se decidió que el edificio no debería tener más de un piso de altura, por lo que el faro se diseñó con la linterna unida a nivel del suelo al frente de la vivienda.

Y tras visitar la pacifica costa nos adentramos hacia las montañas en busca de verdes y ocultos paisajes. Y así es como comenzamos a recorrer el Mamore Gap, un paso en las colinas de Urris, y durante mucho tiempo la única conexión entre Urris y Buncrana.
Justo después de pasar la parte superior del paso, se presenta un panorama increíble, que se disfruta mejor desde un pequeño estacionamiento frente a un pozo sagrado dedicado a San Eigne y una estatua de Santa María. Aquí, cada 15 de agosto, se celebra una misa en conmemoración de los tiempos penales, cuando la gente tenía que practicar su religión en secreto para protegerse de la persecución.
El ascenso tiene una pendiente de casi el 30%!! Pero no os asustéis, si lo hacéis en el mismo sentido que nosotros os encontrareis con una larga carretera que sube en línea recta y que apenas entraña ninguna dificultad. Además, una vez que hayamos cruzado la cresta, seremos recompensados con una vista impresionante.

Tras atravesarlo nos desplazamos a los alrededores de otro fuerte, el Leenan Fort, que trabajó en colaboración con Dunree Fort para proteger el área de Lough Swilly. El fuerte cerró en 1946, solo ocho años después de que los británicos lo devolvieran a los irlandeses. Aunque el fuerte se encuentra ahora en un estado ruinoso, el área en sí ofrece impresionantes vistas de los alrededores y del mar.
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Nuestro siguiente destino, el ruinoso Castillo de Carrickabraghy. Adentrándonos por caminos por los que solo transitan locales, comenzamos a descubrir placas que exhiben una palabra y un texto en inglés, así que deducimos que es una forma de mostrar al mundo el idioma gaélico, arraigado en toda esta zona olvidada del condado de Donegal.

Construido en el siglo XVI sobre un promontorio rocoso con vistas espectaculares de las colinas y los promontorios de Donegal, este bastión de O'Doherty se encuentra en el sitio de un asentamiento previkingo registrado en los Anales (de Irlanda):​
Donde rugientes olas braman y hacen espuma, y barren la tierra con rocío.
Glashedy asoma su áspera cabeza y sonríe en Pollan Bay.
Detrás se encuentra un antiguo castillo, erigido por un tal McFall.
Todo lo que queda ahora es la torre derrumbada de ese otrora majestuoso salón.
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Y sin más, comenzamos a cruzarnos con grupos de motos y ciclistas! Que ocurre aquí! Más motoristas juntos de los que hemos podido cruzarnos en todo nuestro viaje! Estamos llegando al Malin Head!

Dirígete lo más al norte que puedas y llegarás al extremo de Irlanda, un lugar salvaje, escarpado y romántico también conocido como Malin Head. Es el inicio o, en nuestro caso, el final de la Ruta Costera del Atlántico, y es célebre desde hace mucho tiempo por su épico paisaje costero, próspera comunidad de aves y curiosidades históricas. Y aunque está aislada, nunca te sentirás solo en esta remota península, ya que pronto notarás la cálida bienvenida que los lugareños brindan a quienes vienen a disfrutar del paisaje intacto de su hogar.

Coches y más coches bordean el acceso a este cabo, en lo alto del cual ciclistas y motoristas por igual te reciben con una cálida bienvenida, y la curiosidad de qué te habrá motivado para recorrer tantos kilómetros para llegar hasta estas lejanas tierras desde la soleada España.

Los buscadores de locaciones de Star Wars sabían algo bueno cuando lo vieron y proyectaron esta belleza aislada en Star Wars: El Regreso del Jedi. Tanto los visitantes como los lugareños se maravillaron con el Halcón Milenario encaramado en los acantilados y los soldados de asalto vagando por las colinas, y el elenco y el equipo quedaron asombrados por el increíble paisaje y la cálida bienvenida que recibieron.

La elevación más alta en esta parte salvaje de la costa es la Banba's Crown, que lleva el nombre de la reina mística Banba. En la colina todavía se pueden visitar los restos de un edificio abandonado, conocido como The Tower, que se usó una vez como estación de señales de Lloyds conectando América y Europa. A su alrededor hay cabañas de hormigón que fueron utilizadas por el ejército irlandés en la Segunda Guerra Mundial como puestos de vigilancia.
Deberemos estar atentos a los letreros de Eire, marcadores de navegación colocados en todo el país para alertar a los pilotos de la Segunda Guerra Mundial que volaban sobre la Irlanda neutral. Aunque muchos están en mal estado, el letrero Eire 80 en Malin Head ha sido restaurado para que se pueda ver el letrero grabado en el suelo con piedras blancas.
Y en el estacionamiento se encuentra la panadería/cafetería más al norte de Irlanda, por lo que podemos tomar un café antes de explorar la zona.​
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Aprovechamos la parada para comer nuestros sandwiches, pero debo advertiros que no es buena idea. El sitio, aunque idílico y muy emocionante, está plagado de mosquitas que harán de tu comida una verdadera tortura. Se posan en todas partes, se te meten hasta en la boca, son pegajosas y no desistirán ni un momento hasta que abandones el lugar.

Así que no nos entretenemos demasiado y continuamos nuestra ruta, que aun nos queda día por delante! Seguiremos recorriendo la carretera de Inishowen Head, despidiéndonos de una zona apasionante que nos ha regalado multitud de paisajes y experiencias, y que no sabemos si volveremos a visitar en un futuro.​
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El video de esta primera parte se publicará mañana!
 
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Día 13: Letterkenny - Londonderry (2a parte)
216km

Comenzamos a descontar kilómetros de nuestra etapa, sabiendo que en cualquier momento cruzaremos la frontera sin saber que nos espera.... salvo... lluvia... si, mucha, muchísima lluvia.
Rafa se enfunda su traje de agua mientras divisamos al otro lado del fiordo a Irlanda del Norte.
Comienza a llover, pero esta vez es diferente, comienza a diluviar... Y sin darnos cuenta veo que los carteles de velocidad marcan velocidades anormalmente reducidas a lo que estamos habituados.
Espera... no será que... si... puede ser... Irlanda del Norte y sus millas? Ya? Sin tan siquiera una señal de aviso?
Pues si, sin saber cómo ni cuando, nos encontramos circulando por un nuevo país exterior a la Unión Europea.

Mentiríamos si dijésemos que sigue pareciéndonos el mismo país. Aquí las carreteras han cambiado, son anchas y bien asfaltadas, hay más infraestructuras, si, pero también han cambiado las casas, que ahora son más industriales y de ladrillo rojo.
La vida aquí se respira diferente, y la tranquilidad y el aire fresco y relajado del campo ha dado paso al bullicio y al tráfico agobiante, que recorre multitud de barrios pobres y obreros.
Aquí la gente ya no te saluda por igual. Sus sonrisas y amabilidad se ven apagadas y hastiadas por una situación que, pese a lo que puedan mostrarnos en el exterior, no ha terminado.

Y sin más llegamos a Derry, o Londonderry dependiendo de a quien preguntes. Y es que aquí, al igual que en toda Irlanda del Norte, la política y los dos bandos forman parte del día a día.

Después de Belfast, Derry es la segunda ciudad más importante de Irlanda del Norte. Aunque su nombre oficial en el Reino Unido es Londonderry, la mitad de sus habitantes la conocen con el nombre de Derry. De hecho, muchos de los carteles de tráfico tienen tachado "London" cuando indican "Londonderry".
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Desde que entras se respira el descontento social, en una ciudad donde la mayoría de sus ciudadanos opinan encontrarse en el lado incorrecto de la frontera. Una ciudad pobre, triste... un polvorín que espera impaciente la chispa que la vuelva a hacer arder.

Además, el hecho de que en ella se dieran los dramáticos hechos del llamado “Domingo Sangriento” o Bloody Sunday, la convirtieron en una ciudad famosa en el mundo entero.

El 30 de enero de 1972 se desató el caos en la ciudad de Londonderry durante una manifestación contra el gobierno norirlandés. Un grupo de paracaidistas de élite del ejército británico disparó inexplicablemente contra los manifestantes, abatiendo a 14 de ellos. Años después, y tras una exhaustiva investigación, el Gobierno británico reconoció su responsabilidad y lamentó lo ocurrido.

A principios de 1972, el ejército británico había tomado el control de la ciudad norirlandesa de Londonderry, donde la población católica había creado una Derry "libre". Así era conocida la población antes de que, a finales del siglo XVI, los primeros colonos londinenses llegaran allí y empezaran tomar posesión de las mejores tierras de cultivo. Como consecuencia, surgieron numerosos alzamientos y revueltas, que eran a su vez aprovechadas por los ocupantes británicos para arrebatar nuevas comarcas. Los representantes de los principales gremios de la lejana Londres acabaron estableciéndose en la zona para reforzar la influencia inglesa en el lugar.

El 7 de diciembre de 1688, las tropas del rey católico Jacobo II se presentaron frente a las murallas de una ciudad que había jurado lealtad a Guillermo de Orange, un príncipe protestante de origen holandés que se había hecho con el poder durante, la que ha pasado a la historia como, la Revolución Gloriosa. Londonderry aguantó 105 días la artillería, las enfermedades y el hambre al grito de "No Surrender" (no hay rendición). Un lema que trascendió más allá del asedio, convirtiéndose en una de las señas de identidad de los unionistas irlandeses.


En la actual Londonderry se encuentra Bogside, un barrio católico donde bandas de jóvenes se reunían en el conocido como aggro corner (rincón de los enojados), desde donde en esos años convulsos lanzaban a las patrullas británicas todo tipo de armas arrojadizas: piedras, palos de hierro, cócteles molotov, bombas de clavos... Tras las escaramuzas, los "vándalos", como eran llamados por los ingleses, se refugiaban detrás de las barricadas levantadas por el El IRA (ejército republicano irlandés).

Por su parte, el primer ministro británico, Ted Heath, en 1972 estaba decidido a llevar a Londonderry "la ley de su Majestad". Así, las tropas británicas tenían la orden de desalojar el aggro corner, con las dificultades que ello implicaba.

A pesar de ser conscientes de que esa decisión podía conllevar altercados, Londres decidió enviar una compañía del regimiento de los paracaidistas que nunca antes se había utilizado en desórdenes públicos. Estos hombres, armados con fusiles que disparaban balas capaces de agujerear una placa de hierro, fueron encargados de vigilar una manifestación que había convocado la Asociación por los Derechos Civiles de Irlanda del Norte (NICRA), en protesta contra unas normas especiales, que consideraban represivas, impuestas por el gobierno unionista de Irlanda del Norte. Una de las más controvertidas era la que preveía la posibilidad de que la policía pudiera encarcelar a alguien por tiempo indeterminado, sin proceso. Pero esta manifestación nada tenía que ver con los "vándalos" del aggro corner.

Sin embargo, la manifestación, que reunió a unas 15.000 personas, no tenía la autorización del gobierno, y los paracaidistas, que tenían la orden de dispersar a los manifestantes, inexplicablemente abrieron fuego contra ellos.

Tras los hechos, se abrió una comisión con el objetivo que dirimir lo sucedido. Durante la llamada Comisión Widgery, ésta sentenció que los primeros disparos procedieron de los manifestantes. Al ser desestimada dicha afirmación, se dijo que se habían lanzado bombas de clavos contra los paracaidistas, pero rápidamente también este extremo fue desmentido.
Ente las 14 víctimas había personas que fueron abatidas por la espalda mientras huían, otras que estaban ayudando a los heridos y algunas que enarbolaban un pañuelo blanco al grito de "no disparen" con los brazos alzados.

El Bloody Sunday provocó la disolución del parlamento de Belfast y los incendios de las embajadas británicas en Dublín e Irlanda del Norte, además de una oleada de adhesiones a la banda terrorista IRA.

Tras los acuerdos de Viernes Santo, el 29 de enero de 1998, lord Mark Saville de Newdigate fue designado para presidir la segunda Investigación del Domingo Sangriento.

Tras la publicación del informe el 15 de junio de 2010, el entonces primer ministro británico, David Cameron, se dirigió a la Cámara de los Comunes donde reconoció que, tras un disparo de advertencia por parte de un oficial, los soldados del regimiento de paracaidistas creyeron que les estaban atacando y fue entonces cuando dispararon contra los civiles que huían. Al finalizar las conclusiones de la investigación, Cameron se disculpó en nombre del Gobierno británico.


Derry (o Londonderry) es, tras Belfast, la única ciudad que conserva un recinto amurallado en Irlanda del Norte. Su historia, tan interesante como convulsa, todavía puede verse reflejada en multitud de murales de icónicos barrios que aun dividen a la sociedad entre la comunidad católica (o republicanos), defensores de la independencia de Irlanda del Norte, y protestante o lealista, a favor de la pertenencia al Reino Unido.

Muchas de las huellas que podemos ver en Derry se refieren a este periodo bélico comprendido entre 1968 y 1998, conocido eufemísticamente como The Troubles (Los Problemas). Durante estas tres décadas ambos bandos realizaron una guerra de guerrillas con sangrientos atentados por ambas partes y una desmedida brutalidad policial. Afortunadamente, hoy en día estos grupos terroristas han desaparecido y sus diferentes causas son defendidas de manera pacífica. Sin embargo, las heridas tardarán mucho tiempo en cicatrizar y lograr una plena reconciliación social.
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Pero, además de estos lugares marcados por la tragedia, Derry cuenta con un imponente recinto amurallado y otros monumentos relevantes.

Derry fue el primer gran asentamiento británico y, con el fin de proteger a sus ciudadanos de los irreductibles irlandeses, se construyó un sistema defensivo de murallas entre 1613 y 1619. Las murallas alcanzan los 8m de altura y casi 10m de ancho en algunos puntos, lo que ha favorecido su conservación hasta día de hoy. Dando un paseo por sus más de 1600 metros, podremos observar diferentes bastiones.
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Tanto desde el Double Bastion como desde el Royal Bastion se tienen excelentes panorámicas del barrio de Free Derry y tienen unos pocos cañones antiguos. Pasando por encima de las cuatro puertas del casco histórico, acabaremos en el Bastion Church, donde podremos aprovechar para visitar la Catedral de St Columbus.
Esta catedral anglicana situada intramuros fue levantada sobre las ruinas de una iglesia anterior, que había sido devastada en la Guerra de los Nueve Años (1600) y sus piedras utilizadas para construir la actual muralla. El templo actual se consagró en 1633 y se trata de la primera catedral no católica romana construida en Europa. En los siglos posteriores se fue ampliando hasta convertirse en un majestuoso edificio.

Pocas ciudades pueden presumir de poseer dos catedrales, pero debido a las diferencias religiosas, Derry es una excepción. Sin embargo, no siempre fue así. Hasta 1823, las autoridades británicas no permitieron a la comunidad católica construir una catedral. La Catedral de St Eugene está situada fuera de las murallas y se levantó entre 1849 y 1873, convirtiéndose en la “Iglesia Madre” de la diócesis católica de Derry.

El Guildhall o ayuntamiento fue construido a finales del siglo XIX y ha sobrevivido a las adversidades. Primero sufrió un grave incendio en 1912 y durante la época de The Troubles fue objetivo de numerosos ataques. Posteriormente, este emblemático edificio fue restaurado tanto por dentro como por fuera, para orgullo de la población local.

Y al otro lado de las murallas y el río, el pequeño barrio protestante y lealista a la corono inglesa, que luce sus propios murales y colores de la bandera inglesa en aceras y señales.

Esta ciudad, aunque grande, no será una excepción en cuanto a la odisea de "encontrar sitio para cenar sin reserva" se refiere. Y tras varias vueltas decidimos cenar en un tailandés. Si... un tailandés... en Irlanda del Norte... hasta ese punto de desesperación hemos llegado. Pero en fin, fue una estupendísima cena!

El track podéis bajarlo de aquí:

Y el primer video vendrá este domingo! Aunque la segunda parte puede que se haga esperar....
 

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Pues, gracias por esta nueva entrega con explicación bien detallada y seguiremos esperando las próximas, y como no, sus vídeos. 👍🏻
 
Estupenda crónica. ¡Me tienes enganchado! Muchas gracias por compartir vuestro viaje con nosotros, aunque me corroa la envidia lo estoy disfrutando mucho. Te quería preguntar si al final vas a poner una "memoria" económica de lo que cuesta los alojamientos, comida, ferris, etc. Nos vendría muy bien a los que nos estamos empezando a plantear un viaje por esas hermosas tierras.
 
Estupenda crónica. ¡Me tienes enganchado! Muchas gracias por compartir vuestro viaje con nosotros, aunque me corroa la envidia lo estoy disfrutando mucho. Te quería preguntar si al final vas a poner una "memoria" económica de lo que cuesta los alojamientos, comida, ferris, etc. Nos vendría muy bien a los que nos estamos empezando a plantear un viaje por esas hermosas tierras.
Gracias! Y claro!! Sin problemas! Podemos incluirlo cuando finalicemos el viaje ya que tenemos un excel con todos los gastos (nosotros íbamos dos motos, lo que implica doble gasolina, ferries... Pero puedo intentar escalarlo a una moto).
La verdad es que no nos privamos de nada (comimos chuleton cuando quisimos, ninguna noche faltaron unas pintas y siempre dormimos en cama), pero os puede servir para haceros una idea de los actuales precios irlandeses.
 
-Inciso Gastos-
Entendemos que más de uno, antes de plantearse este viaje, pueda preguntarse de qué presupuesto aproximado estamos hablando.

Así que como adelanto, ya que la final de la crónica espero haceros un listado más detallado de posibles gastos, os puedo decir que en 22 días de viaje total (del 7 al 29 de agosto) nos gastamos algo menos de 5.400€ teniendo en cuenta que éramos 2 motos, e incluyendo todo (hasta algún recuerdo y mi PCR).

A modo resumen, los gastos principales fueron:

Gasolina Total: 820,81€ (para un total de 7.252 km, que incluyen la ida/vuelta Valencia-Bilbao, de dos motos)​
  • Gasolina Irlanda: 608,03€ (precio medio 1,5 - 1,6€/l, 5.977 km)​
  • Gasolina España: 212,76€ (precio medio 1,4 - 1,5€/l, 1.280 km)​
Como veis, pese a recorrer bastante más kilómetros en Irlanda que en España y que el precio de la gasolina fuera superior, las bajas velocidades y el tipo de carretera hace que el consumo disminuya ayudando en el gasto.

Alojamiento Total: 1.823,69€ (en habitación doble)​
  • Alojamiento España: 75€ (1 noche sin desayuno)​
  • Alojamiento Irlanda: 1.748,64€ (18 noches con desayuno, precio medio 100€)​
El alojamiento en Irlanda no es barato. Básicamente son B&B, muy hospitalarios que te harán sentir como en casa y que incluirán desayuno y todos los consejos que necesitéis. Suelen tener parking privado, o bien no es problema el aparcar en la propia puerta. Aun así, el único sitio donde sí tuvimos muy en cuenta el tema de que tuviera parking fue Belfast, y es que al parecer los robos de motos en esta ciudad es un problema. Así que, pese a ser algo más caro, nos alojamos en el Radisson Blue que incluía parking gratuito privado.

Ferries: 1.098,19€ (dos motos)​
  • Ferry Bilbao-Rosslare: 1.040,00€ (que incluye dos motos y un camarote básico sin ventanas con 4 literas, pero de uso doble)​
  • Ferries locales de Irlanda: 58,19€ (fueron un total de 4 ferries con 2 motos)​
Aquí el cálculo de 1 moto y 2 pasajeros será algo más complicado, ya que sumar una moto aumenta un coste que depende del ferry.

Dietas: 1.480,74€ (dos personas)
  • Dietas España: 65,25€
  • Dietas Ferry: 53,10€ (se puede quitar si os lleváis la comida de casa)
  • Dietas Irlanda: 1.362,39€ (19 días, sin incluir desayunos que venían con el alojamiento)
Aquí depende de cada uno... Nosotros no nos privamos de nada (pintas por la noche, café irlandés, chuletón....). Obviamente se puede ahorrar más o menos según se quiera. La comida por lo general es algo más cara que en España y las cervezas similares.

Esto es solo una guía... ya que las dietas son muy variables dependiendo de si coméis de supermercado, gasolinera, comida rápida o restaurante. Pero el resto de gastos puede haceros una idea de lo que necesitaréis ahorrar.

En breves seguimos con la crónica!
 
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-Inciso Gastos-
Entendemos que más de uno, antes de plantearse este viaje, pueda preguntarse de qué presupuesto aproximado estamos hablando.

Así que como adelanto, ya que la final de la crónica espero haceros un listado más detallado de posibles gastos, os puedo decir que en 22 días de viaje total (del 7 al 29 de agosto) nos gastamos algo menos de 5.400€ teniendo en cuenta que éramos 2 motos, e incluyendo todo (hasta algún recuerdo y mi PCR).

A modo resumen, los gastos principales fueron:

Gasolina Total: 820,81€ (para un total de 7.252 km, que incluyen la ida/vuelta Valencia-Bilbao, de dos motos)​
  • Gasolina Irlanda: 608,03€ (precio medio 1,5 - 1,6€/l, 5.977 km)​
  • Gasolina España: 212,76€ (precio medio 1,4 - 1,5€/l, 1.280 km)​
Como veis, pese a recorrer bastante más kilómetros en Irlanda que en España y que el precio de la gasolina fuera superior, las bajas velocidades y el tipo de carretera hace que el consumo disminuya ayudando en el gasto.

Alojamiento Total: 1.823,69€ (en habitación doble)​
  • Alojamiento España: 75€ (1 noche sin desayuno)​
  • Alojamiento Irlanda: 1.748,64€ (18 noches con desayuno, precio medio 100€)​
El alojamiento en Irlanda no es barato. Básicamente son B&B, muy hospitalarios que te harán sentir como en casa y que incluirán desayuno y todos los consejos que necesitéis. Suelen tener parking privado, o bien no es problema el aparcar en la propia puerta. Aun así, el único sitio donde sí tuvimos muy en cuenta el tema de que tuviera parking fue Belfast, y es que al parecer los robos de motos en esta ciudad es un problema. Así que, pese a ser algo más caro, nos alojamos en el Radisson Blue que incluía parking gratuito privado.

Ferries: 1.098,19€ (dos motos)​
  • Ferry Bilbao-Rosslare: 1.040,00€ (que incluye dos motos y un camarote básico sin ventanas con 4 literas, pero de uso doble)​
  • Ferries locales de Irlanda: 58,19€ (fueron un total de 4 ferries con 2 motos)​
Aquí el cálculo de 1 moto y 2 pasajeros será algo más complicado, ya que sumar una moto aumenta un coste que depende del ferry.

Dietas: 1.480,74€ (dos personas)
  • Dietas España: 65,25€
  • Dietas Ferry: 53,10€ (se puede quitar si os lleváis la comida de casa)
  • Dietas Irlanda: 1.362,39€ (19 días, sin incluir desayunos que venían con el alojamiento)
Aquí depende de cada uno... Nosotros no nos privamos de nada (pintas por la noche, café irlandés, chuletón....). Obviamente se puede ahorrar más o menos según se quiera. La comida por lo general es algo más cara que en España y las cervezas similares.

Esto es solo una guía... ya que las dietas son muy variables dependiendo de si coméis de supermercado, gasolinera, comida rápida o restaurante. Pero el resto de gastos puede haceros una idea de lo que necesitaréis ahorrar.

En breves seguimos con la crónica!
hola que tal ?, os sigo por you tube y veo que sois de mi mismo pueblo , bueno pueblo es un decir , a ver si un dia quedamos y nos hacemos unas cervezas y mos conocemos , gracias por toda vuestra info
 
Día 14: Londonderry - Belfast (1a parte)
263km

El día de hoy será una etapa algo larga, en la que recorreremos la costa de este nuevo país, Irlanda del Norte, a través de la Causeway Coastal Route que serpentea a lo largo de toda la costa hasta la capital, Belfast.

Pero antes, qué nos deparará el desayuno a este lado de la frontera?
La verdad es que nada en especial... salchichas, bacon, huevos.... más de lo de siempre. Podríamos destacar que no llevaba morcilla y sí alubias, pero tratar de asociar este hecho a la pertenencia al UK y no a la mera casualidad del alojamiento, sería confabular demasiado.

Así que sin otra novedad salvo que no está lloviendo, salimos dispuestos a descubrir este nuevo país que se nos extiende en el horizonte!

Ya habíamos apreciado la diferencia de carreteras, y tras abandonar la convulsa ciudad nos adentramos en la primera autovía que nos conducirá hacia la costa. Amplia, con hasta tres o cuatro carriles para cada sentido, claramente diferenciados y señalados.
Otra gran diferencia es la existencia, y señalización, de varios merenderos en ruta en los que han dispuesto mesas y bancos para descansar o tomar algo en el camino.

Y cada kilómetro avanzado nos vamos cruzando con cada vez más pueblos, que muestran su simpatía a la corona inglesa mediante banderas, pinturas e incluso estatuas conmemorativas. Las matrículas han pasado a ser amarillas en casi su totalidad y esa simpatía y tranquilidad innata de los irlandeses se ha transformado en el caos y en el no dejar hacer.
Los conductores se muestran menos afables con las motos, y el ceder el paso se ha convertido en un "exijo, porque llevo un coche más grande". Pero otra cosa ha cambiado para bien... ya no estamos solos!

Cientos de motos se han echado a la carretera en este fantástico domingo de ruta, quedando con amigos, clubs... como si un domingo cualquiera en España se tratara! Y ese ambiente motero nos transforma el carácter y nos alegra el día.
Y aunque dejamos atrás verdes praderas, con vacas y ovejas pastando, nos dirigimos hacia un ambiente más costero y de playa, pasando por multitud de pueblos costeros que en pleno agosto lucen sus norias.

Y así llegamos al primero de los castillos en ruta. El Castillo de Dunluce es uno de los más pintorescos y románticos. Con evidencia de asentamiento desde el primer milenio, las ruinas del castillo actual datan principalmente de los siglos XVI y XVII. Estaba habitado por los clanes enfrentados McQuillan y McDonnell. El cercano mirador de Magheracross y el área de picnic es un excelente lugar para detenerse y contemplar el impresionante paisaje costero.
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La icónica ruina del castillo de Dunluce es testigo de una historia larga y tumultuosa. Construido por primera vez en los espectaculares acantilados costeros del norte del condado de Antrim por la familia McQuillan, alrededor de 1500, fue capturado por el ambicioso clan McDonnell en la década de 1550, que se dispuso a estampar su marca en el castillo bajo el liderazgo del famoso cacique guerrero Sorely Boy McDonnell, durante una era de violencia, intriga y rebelión. El sitio del castillo de Dunluce se ha considerado importante tanto espiritual como estratégicamente y, a menudo, se ha peleado por él. Muchas personas han encontrado la muerte en esta roca que se eleva sobre el mar con caídas escarpadas por todos lados. Ahora solo se puede llegar al castillo en ruinas en su cima por un puente estrecho desde el continente.

Dentro de sus frías paredes de piedra gris ha habido informes de avistamientos y apariciones de fantasmas durante cientos de años. Una de esas historias es la de Maeve Roe, que se cree que es la única hija de Lord McQuillan. Desafiando sus deseos de casarse con Richard Oge, McQuillan la hizo retener en la torre del noreste del castillo. Maeve le había entregado su corazón a otro, Reginald O'Cahan y todos los días y noches miraba fuera de su prisión con la esperanza de que él viniera por ella. Fue una noche oscura y tormentosa cuando Reginald O'Cahan finalmente llegó al castillo para rescatar a su amor. Con el viento silbando a través de las almenas del castillo de Dunluce y golpeando los gruesos muros de piedra, la pareja huyó en secreto de la fortaleza. En el aire frío de la noche descendieron a una gran cueva que se abría en las rocas debajo de Dunluce.
Con el ánimo en alto, los dos amantes partieron en un pequeño bote para cruzar los mares turbulentos hacia el asentamiento costero de Portrush (Irish-Port Rois). Luchando contra las olas coronadas de blanco, el pequeño bote fue sacudido sin piedad por el mar cruel. Empujado en todas direcciones, de un lado a otro, el pequeño barco finalmente sucumbió y fue arrojado contra las rocas. Maeve Roe y Reginald O'Cahan se abrazaron mientras se hundían en las frías y saladas profundidades.
Se dice que el cuerpo de Maeve nunca fue recuperado de su tumba acuosa. En noches oscuras y tormentosas, los visitantes del castillo regresan con extrañas historias de inquietantes lamentos desgarradores y gritos provenientes de la Torre Noreste, también conocida como Torre McQuillan. Aquellos que conozcan la historia del castillo de Dunluce podrán contar exactamente el origen de estos gritos terriblemente tristes. Lamentando su vida y su amor perdidos, es el 'Banshee of Dunluce Castle'; El alma triste de Maeve siempre mira hacia el mar desde la torre de su prisión en un castillo celta embrujado de Dunluce, buscando un rescate que nunca llegará.


La niebla se hace densa a medida que nos alejamos de la costa y nos dirigimos hacia otro de los grandes Highlights de Irlanda del Norte, la famosa calzada de los gigantes. La Giant's Causeway es una singularidad geológica y la estrella indiscutible del viaje por la costa oriental del condado de Antrim, el enclave natural más visitado en Irlanda del Norte. Este prodigio está formado por cerca de 40.000 columnas de basalto, la mayoría hexagonales, que descienden escalonadamente hasta el mar.

Según la leyenda, en la costa de Irlanda del Norte y sus alrededores existían dos gigantes, Finn el irlandés y Benandonner el escocés, que se peleaban a diario gruñéndose y lanzándose gigantescas rocas desde la lejanía.
Un día Finn decidió ir a Escocia para enfrentar a su enemigo, por supuesto que sus primeras intenciones eran luchar, pero cuando vio el tamaño Benandonner se volvió asustado, aunque este ya lo había notado.
Cuando el titán irlandés llego a su hogar, rápidamente le contó a su esposa lo que había sucedido, a ella se le ocurrió la idea perfecta para evadir al escocés. El plan era vestir a Finn de bebe y acostarlo en la cuna.
Cuando Benandonner vio al supuesto bebe, quedó tan impresionado por su tamaño que pensó que su padre triplicaría su tamaño, así que salió corriendo asustado con pasos fuertes y rápidos, formando la Calzada del Gigante.

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En realidad, la Calzada de los Gigantes se gestó durante una erupción hace 55 o 60 millones de años. Una gran colada de lava debió quedar atrapada en un declive del terreno. La parte superior, expuesta al aire, se enfrió más deprisa que la inferior. Al contraerse se formaron las columnas poligonales, al igual que vemos en las playas de Islandia.

A 3 km del pueblo de Bushmills se halla el Centro de Visitantes e Interpretación de la Calzada. Se puede llegar en vehículo, aunque es más atractivo seguir un sendero costero de 2 km que deja sentir la magia de este lugar, en el que habitan numerosas aves marinas. En este paraje de espectrales acantilados y miles de columnas geométricas, el visitante se ve transportado a otro planeta. El camino pasa por la panorámica punta de Chimney Tops y deja ver rocas de nombres curiosos como El Arpa, Los Órganos, Los Ojos del Gigante y La Silla de los Deseos.
La entrada vale 13£/adulto… y al igual que en Moher, los caminos de acceso son gratuitos, así que pagas por el parking y el acceso al centro de visitantes.

Proseguimos hacia otro castillo costero. Ubicado en Causeway Cliff Path, el castillo de Dunseverick y la península en la que se encuentra, fueron entregados al National Trust en 1962 por un agricultor local.
Los anales registran que Dunseverick Fort fue atacado por los vikingos en 871 y 924 d.C. Se convirtió en un centro señorial de los condes de Ulster desde alrededor de 1250 a 1350 d.C. y luego en un bastión de los O'Cahans y más tarde de los McDonnells desde 1560 d.C. Al igual que otros muchos, el castillo fue capturado y destruido por las tropas de Cromwell en la década de 1650. Hoy solo quedan las ruinas que albergan la puerta.
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Pese a que la carretera termina sin salida, bien merece meterse hacia el puerto de Dunseverick para contemplar a nuestra espalda las vistas del castillo y los riachuelos que se precipitan en la zona formando cascadas. Sin duda lo recomendamos.

Más adelante en la ruta, y conocida como una "playa elevada", se accede al Ballintoy Harbour por una carretera espectacular y empinada que baja por Knocksaughey Hill. Junto a la cafetería del puerto hay un aparcamiento e instalaciones para picnic. Además, esta impresionante ubicación portuaria se ha utilizado como lugar de rodaje en la épica serie Game of Thrones de HBO.
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De nuevo nos adentramos en los prados, por carreteras menos frecuentadas y... con algo de verde!
Costa escarpada, vistas espectaculares sobre Mull of Kintyre, olas rompientes e intrigas históricas son razones por las que se debe tomar este desvío en la ruta costera de la Calzada. El promontorio de Torr Head fue importante en la década de 1800 para registrar el paso de los barcos transatlánticos, transmitiendo la información a Lloyds de Londres. A menudo era la última esperanza de los clanes escoceses que solicitaban ayuda de los aliados en Argyllshire.​
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En el centro de Cushendall, un pequeño asentamiento junto al mar con un río, un puente y tres pubs, se encuentra The Curfew Tower. Construida con arenisca rosada rayada de negro, la torre ha proyectado su sombra sobre el cruce central de cuatro vías del pueblo durante casi 200 años. Parte prisión, parte locura, es una de esas curiosidades históricas que despierta el interés de los visitantes y, sin embargo, es solo parte de la vida cotidiana de quienes viven allí.
Aunque hay varias historias que dan razones por las que Francis Turnly la construyó, lo más probable es que fuera simplemente una locura o un punto de atracción en el centro del pueblo. El edificio fue aparentemente "el gran objeto de los pensamientos del Sr. Turnly" y fue erigido "como un lugar de confinamiento para holgazanes y alborotadores". Dejó instrucciones de que debía ser custodiado día y noche por una "guarnición de un solo hombre '' permanente, inicialmente un jubilado del ejército llamado Dan McBride, que debía tener provisiones para un año y estar armado con un mosquete, una bayoneta, un estuche de pistolas, y una pica de trece pies de largo con una cruz al final "para que no se pudiera tirar por el agujero que guardaba las puertas". Cuando este ermitaño se retiró, fue reemplazado a su debido tiempo por el señor Stewart, que estuvo en la marina en la Primera Guerra Mundial y tenía una pata de palo, a pesar de lo cual era un entusiasta trepador de árboles. Crio a una familia numerosa en la Torre, tocó la campana del toque de queda religiosamente y subió una Union Jack a el mástil de la bandera. Él fue el último residente.

Y el último castillo que visitaremos hoy tal vez sea el mejor conservado hasta el momento, y pese ello este castillo normando de Carrickfergus Castle fue asediado a su vez por escoceses, irlandeses, ingleses y franceses, y desempeñó un importante papel militar hasta 1928.
Orgullosamente clasificada como una de las estructuras medievales mejor conservadas de Irlanda, es un destino popular para los turistas de todo el mundo que desean profundizar en su contenido histórico.

Carrickfergus es un gran peñasco en forma de lágrima que se eleva sobre la orilla plana. Es una península que ha albergado un puerto a su lado desde el principio de los tiempos. La roca lleva el nombre del rey Fergus de Dál Riata, que gobernó el noreste de Ulster y partes del oeste de Escocia. En el año 530, Fergus había contraído una enfermedad de la piel. Oyó hablar de un pozo sagrado en una roca en el mar donde el agua podría curarlo. Su barco partió de Ballycastle, pero cuando llegó al sur de Antrim, hubo una gran tormenta y el barco se estrelló contra la misma roca que estaba buscando y todos a bordo se ahogaron.​
Como todos los mejores castillos, está embrujado y una trágica historia de amor y traición, que termina en un error judicial, se esconde detrás de la obsesión.
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Robert Rainey fue un soldado destinado en el castillo en la década de 1760. Era un hombre de vida dura, pero su vida cambió cuando se enamoró de Betsy Baird. Le juró que si se casaba con él dejaría de beber y jugar. Betsy estuvo de acuerdo y él estaba encantado. El problema era que Betsy tenía otro admirador, el hermano del alguacil del castillo y estaba jugando a un doble juego. Cuando Robert se enteró de su rival se volvió loco, pero esperó el momento oportuno. Los dos hombres finalmente se encontraron cara a cara en el camino hacia la ciudad y Robert lo atacó con su espada. Regresó al castillo y silenciosamente se deshizo de cualquier evidencia de que hubiera salido. Cuando se descubrió al herido, con sus últimas palabras, dijo que otro soldado, Timothy Lavery, había cometido la hazaña, porque Lavery se parecía a Rainey y, en la oscuridad y la confusión, había confundido a un hombre con otro. Lavery fue acusado de asesinato, declarado culpable y condenado a muerte. En el momento de su ejecución, juró que perseguiría el castillo para siempre y su forma fantasmal se ha visto a menudo en su lugar favorito, cerca del profundo y oscuro pozo del sótano.

Y por fin llegamos a Belfast, la gran capital de Irlanda del Norte, también tristemente conocida durante las últimas décadas del siglo XX por ser uno de los lugares más golpeados por la violencia en Europa a causa del conflicto entre sus dos principales comunidades –republicanos y unionistas-.

Hoy, con este conflicto aún latente, Belfast es una ciudad que vuelve a disfrutar de una convivencia pacífica y que quiere darse a conocer a Europa y al mundo como un lugar moderno y con una importante actividad cultural. Sin embargo, a la hora de hablar de la ciudad de Belfast, sigue siendo imprescindible hablar de la división en diferentes barrios y zonas, cada uno de ellos con un perfil de residentes muy definido y concreto.
Pero ya será más adelante....

De momento os dejo con el link para la descarga de este track:

Y el video de la primera parte que se publicó ayer:

 
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Día 14: Londonderry - Belfast (2a parte)
263km

Llegamos a Belfast... Una ciudad donde resulta difícil obviar su historia para comprender lo que veremos en ella.

El centro de la ciudad, el corazón comercial e institucional de Belfast, puede ser considerado como área neutral. En esta zona se concentran algunos de los principales edificios de interés de la ciudad, como el enorme y llamativo edificio del Ayuntamiento de Belfast o la Catedral de Santa Ana.​
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La calle Donegall, llamada la Golden Mile, parte frente a la fachada del Ayuntamiento, y tanto en ella como en su entorno más cercano se concentra la mayor parte de la vida comercial de la ciudad.

La división entre comunidades se da, principalmente, en los barrios del este y el oeste de Belfast. El este es casi totalmente una zona unionista –partidarios de mantenerse dentro de El Reino Unido-, mientras que las zonas del oeste de la ciudad están ocupadas, principalmente, por los residentes de la comunidad republicana –partidarios de la unión con la República de Irlanda-, con la excepción de la zona de Shankill Road y su comunidad unionista. Y aquí, precisamente, es donde surge el famoso muro de la ciudad y sus afamados murales de Belfast, que reviven la historia…​
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Éstos representan principalmente la historia de Irlanda del Norte durante las últimas décadas del S.XX, época conocida como “The Troubles”, años en los que el ejército británico, el IRA y los grupos paramilitares probritánicos se enfrentaron mediante atentados y asesinatos en lo que fue uno de los periodos más trágicos de la historia europea de finales de siglo. Y aunque ya hayan pasado varios años desde el acuerdo de paz de Viernes Santo, en 1998, todavía en Belfast podemos ver las cicatrices del conflicto. Muros gigantescos que separan barrios y numerosos murales y memoriales que recuerdan a las víctimas, nos trasladan al dramático pasado que vivió la ciudad.
La tradición de los murales políticos en Belfast se remonta a 1908, cuando se empezaron a pintar imágenes del rey William III (conocido también como Billy). Este rey, es muy aclamado por los protestantes debido a su victoria sobre los católicos en la Batalla de Boyne en 1690. Estos primeros murales eran pintados por unionistas británicos que protestaban contra la creación de un gobierno irlandés.
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La tradición volvió a ser retomada a finales de los 70, durante el periodo de The Troubles, y se utilizaron para marcar territorio, conmemorar eventos históricos u homenajear a los caídos y a grupos paramilitares. Los murales no solían ser permanentes y los cambiaban con el tiempo, reflejando los problemas políticos de cada momento. Esto sigue siendo así hoy en día.

Los murales lealistas han sido tradicionalmente más militaristas y provocadores. Imágenes de sus grupos paramilitares y del rey William III son la temática predominante. Muchos murales hacen referencia a la Batalla de Somme de la Primera Guerra Mundial en 1916, en la que muchos soldados del Ulster perdieron la vida. Esto es visto como un símbolo de apoyo a la corona británica, en contraste con el levantamiento republicano de 1916. Uno de los símbolos que encontraremos entre sus murales es la mano roja del Ulster. Entre sus mensajes más comunes están ‘Quis separabit‘ (¿Quién podrá separarnos?) que es el Lema del UDA (Ulster Defence Association).

Los primeros murales republicanos aparecieron en 1981 en la prisión de Maze, como apoyo a los prisioneros republicanos durante la huelga de hambre del mismo año. Con el paso de los años, los murales republicanos pasaron a cubrir eventos históricos, leyendas irlandesas y otros eventos políticos a nivel internacional. Las imágenes más comunes vistas en los murales republicanos incluyen:​
• El resurgir del Fenix de las llamas (simbolizando el renacimiento de irlanda en el ‘Levantamiento de Pascua en 1916‘).
• La cara de Bobby Sands (líder del IRA durante la huelga de hambre de 1981)
• Escenas y figuras de la mitología irlandesa.
• También pueden verse slogans como ‘Free Ireland‘ o ‘End of the British Rule‘ e incluso mensajes en gaélico ‘Tiocfaidh Ár Lá‘ (Llegará nuestro día).

Peo antes de adentrarnos en zona de conflicto, nos desviamos para visitar la Crumlin Road Gaol, la prisión de Belfast que en 1996 cerró sus puertas definitivamente. La famosa prisión de 1845, situada en la carretera de Crumlin, es la única cárcel de la época victoriana que queda en Irlanda del Norte. Era una de las prisiones más avanzadas de su época. La cárcel de Crumlin Road fue construida originalmente para contener entre 500 y 550 presos en celdas que medían 3,5 x 2 metros. Fue también la primera prisión en Irlanda construida de acuerdo con "El Sistema Independiente", destinada a separar los prisioneros independientemente, sin comunicación entre ellos. Más tarde, sobre todo en la década de 1970, hasta tres prisioneros fueron colocados en cada celda.
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A pesar de ser conocido como el Alcatraz de Europa, hubo una serie de intentos de fuga con éxito en la cárcel. La primera registrada en 1866.
Dentro del terreno de la cárcel todavía permanecen enterrados sin identificar los 17 cuerpos de los prisioneros ejecutados en la horca, el primero en 1854. El único marcador eran las iniciales de los hombres, grabadas en la pared junto al año de ejecución. El último hombre condenado a muerte fue un miembro del IRA de diecinueve años en abril de 1973, año en que la pena de muerte se eliminó de los libros reglamentarios por temor a la opinión internacional en plena contienda.

En los primeros años de la cárcel, los niños también fueron encarcelados por robar alimentos o ropa en una ciudad donde reinaba la pobreza en los distritos obreros. Las sentencias para los niños oscilaban entre una semana y un mes y podían incluir azotes. La sentencia podría aumentar hasta 3 meses si no se tratara de una primera infracción, pero tras el caso de Patrick Magee, que acabó ahorcándose en su celda, en 1858 se prohibió que los menores de 14 años pudieran internar en una cárcel de adultos.

La Agencia de Medio Ambiente de Irlanda del Norte ha dado la condición de edificio protegido por su importancia arquitectónica e histórica, así como al Palacio de Justicia Crumlin Road, que actualmente se encuentra en ruinas, situado frente a la cárcel y el túnel bajo la carretera principal que conecta ambos edificios.

Y ahora si, nos adentramos en Shankill Road, en la actualidad zona de lealistas y protestantes, lleva el nombre de una iglesia que existía allí ya en el siglo V (Seanchill es irlandés para “vieja iglesia”). Conocida como "La Iglesia de San Patricio del Niño Blanco", era un lugar de peregrinación y era claramente lo suficientemente importante como para nombrar el área. La carretera como tal data del siglo XVI, cuando formaba parte de la carretera principal a Antrim.

El área experimentó un gran crecimiento durante el siglo XIX, cuando la industria del lino de Belfast floreció. Sin embargo, la prosperidad que trajo la industria del lino a Belfast se extendió por toda la ciudad, no se limitó en absoluto al área de Shankill. La cercana Falls Road se transformó de un pequeño carril a un distrito densamente poblado. Esta zona, sin embargo, estaba dominada por una población católica irlandesa, mientras que Shankill seguía siendo protestante y unionista. La migración católica a gran escala hacia la zona Ulster protestante de Belfast provocó disturbios sectarios en toda la ciudad, y las áreas de Falls y Shankill a menudo se encontraban en el centro del conflicto.

A principios del siglo XX, la Fuerza de Voluntarios del Ulster, una milicia dedicada a bloquear la autonomía de Irlanda, se reunió en Shankill. Comenzaron los problemas (The Troubles) y durante los disturbios las tensiones entre las dos calles no hicieron más que crecer. La Fuerza paramilitar lealista de Voluntarios del Ulster (UVF) surgió a mediados de la década de 1960, posicionándose como los sucesores directos de la UVF original, aunque no existe un vínculo directo entre ambos. En 1966, el grupo bombardeó con cócteles Molotov un pub de propiedad católica en Shankill. Este ataque fue el primero de muchos, pero no fue un gran éxito ya que el edificio de al lado también se incendió, matando a Matilda Gould, una mujer protestante de 77 años.

Aunque el ejército británico entró para proteger a los católicos de nuevos ataques, sus tácticas de “mano dura” enfadaron a muchos de los residentes de la zona. Fue entonces cuando el IRA se dividió, originando el IRA Provisional, que prometieron defender las áreas católicas del Ulster a toda costa.

Al año siguiente, en 1970, los soldados británicos entraron en Lower Falls para llevar a cabo una búsqueda de armas, pues un informante les había asegurado que el IRA estaba haciendo acopio en una casa de Balkan St. Cuando terminó la búsqueda, los jóvenes locales atacaron a los soldados británicos con piedras y bombas de gasolina, y los soldados respondieron con gas CS (lacrimógeno). Esto se convirtió rápidamente en tiroteos entre soldados británicos y el ejército del IRA. Después de cuatro horas de continuos enfrentamientos, el comandante británico cerró la zona, que comprendía 3.000 viviendas, e impuso un toque de queda que duraría 36 horas. Miles de tropas británicas se trasladaron a la zona y realizaron búsquedas de armas casa por casa, mientras eran atacados intermitentemente por el IRA y los alborotadores. Las búsquedas causaron mucha destrucción y se disparó una gran cantidad de gas CS en el área. Durante la operación, 4 civiles fueron asesinados por el ejército británico, al menos 78 personas resultaron heridas y 337 fueron arrestadas. También resultaron heridos 18 soldados, y se incautaron grandes cantidades de armas y munición.

El toque de queda de Falls fue un punto de inflexión en los disturbios, volviendo a muchos católicos/nacionalistas irlandeses contra el ejército británico y aumentando el apoyo al IRA.

A pesar de la presencia del 'Muro de la Paz' en Cupar Way, todavía hubo mucha violencia en los años que siguieron.

De la parte de Shankill Road surgió la pandilla lealista conocida como The Shankill Butchers, responsable de al menos 23 asesinatos entre 1975-82, 15 de ellos católicos, 6 protestantes debido a disputas personales, y otros 2 protestantes que el grupo confundió con católicos. También surgió la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) en 1971, cuando varios grupos “justicieros” más pequeños decidieron unir sus esfuerzos. Shankill road fue el hogar de muchos grupos paramilitares lealistas, lo que la convirtió en objetivo de los paramilitares republicanos irlandeses, sufriendo varios ataques a pubs y tiendas.

Un ciclo de asesinatos de ojo por ojo entre el IRA y los lealistas continuó en Belfast hasta 1994, cuando el IRA pidió un alto el fuego unilateral. Seis semanas después el Comando Militar Leal Combinado (un grupo compuesto por la UVF, UDA y el Comando Mano Roja) declaró su propio alto el fuego. Ese alto el fuego seguido por el Acuerdo del Viernes Santo en 1998 supuso una disminución de la violencia en el oeste de Belfast. Y si bien las dos comunidades todavía tienen sus identidades marcadas y las tensiones estallan ocasionalmente, no han vuelto a repetirse episodios de violencia como los vividos en The Troubles.

Tras atravesar esta zona, llena de black taxis (taxis que se dedican a llevar a los turistas por el recorrido político de Belfast y sus murales más representativos) y niños a los que les encantan las motos, cruzaremos una de las puertas del Muro de la Paz para visitar la zona de Falls Road.
Leímos que muchas de estas puertas se cierran todavía durante la noche, así que no conviene visitarlas muy tarde. Además la zona, pese a ser tranquila durante el día, digamos que no transmite mucha seguridad, y seguramente sea mejor evitarla durante la noche.

El primer edificio representativo que nos encontramos en esta zona republicana es la sede del Sinn Féin, que alberga el partido político que surgió del IRA, y donde se representa un mural de la huelga de hambre de Bobby Sands. Este líder del IRA, con tan solo 27 años, murió en 1981 en huelga de hambre encerrado en la prisión de Maze, a las afueras de Belfast. Esta huelga marcó un punto de inflexión en el conflicto de Irlanda del Norte, ayudando a allanar el camino para que el ala política del IRA, el Sinn Fein, se convirtiera en el principal partido de la isla de Irlanda.
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La semilla de la huelga de hambre se plantó en 1976, cuando el gobierno laborista de Harold Wilson abolió el estatus de "categoría especial" que los prisioneros del IRA habían recibido anteriormente, permitiéndoles, entre otras cosas, llevar su propia ropa. La cuestión de la ropa era importante para ellos porque afirmaban que eran presos "políticos", que luchaban por conseguir el objetivo histórico del IRA de una Irlanda unida, y los uniformes de la cárcel los criminalizaban. Así que muchos respondieron a la retirada del derecho a llevar su propia ropa no llevando nada en absoluto. Los llamados "hombres manta", que se cubrían con las mantas que les dejaban en la cama, planteaban cinco reivindicaciones: el derecho a llevar su propia ropa, a no hacer trabajos en la cárcel, a organizar sus propios estudios, a recibir paquetes de casa y a disfrutar de libertad para mezclarse con sus camaradas. Eran lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que el gobierno nunca les concedería un estatus político.

Pero su protesta despertó poca simpatía fuera de los muros de la prisión. La comunidad nacionalista se mostró en gran medida desinteresada y apática, y el gobierno se mantuvo firme, sintiendo que estaba en el bando ganador.

Así que los presos intensificaron la protesta, negándose a "vaciar" los orinales que tenían en sus celdas, ya que no había retretes. En su lugar, vertían su orina en el suelo y embadurnaban las paredes con heces. Se conoció como la protesta "sucia". En 1980, a pesar de las horribles condiciones, la "protesta sucia" no había logrado calar entre buena parte de la comunidad nacionalista. Muchos simplemente creían que las condiciones eran auto infligidas. Con la moral hundida, los presos decidieron optar por la opción nuclear: la huelga de hambre. Calcularon que estar dispuestos a sacrificar sus vidas por sus convicciones encendería finalmente a sus partidarios y obligaría a la nueva primera ministra conservadora, Margaret Thatcher, a comprometerse en la cuestión.

Siete presos se negaron a comer en octubre de 1980 y, después de 53 días, se llegó a un acuerdo. Los presos pusieron fin a su huelga de hambre creyendo que iban a conseguir su propia ropa -las familias llevaron las prendas a la prisión-, pero el gobierno tenía otros planes. Lo que les facilitaron fue ropa nueva. El acuerdo se desmoronó. Los prisioneros acusaron a los pérfidos "británicos" de traición. Bobby Sands, el hombre en aquel entonces al mando del IRA, se propuso liderar en 1981 una segunda huelga de hambre, a la que se sumaron 9 voluntarios.

"El crimen es el crimen", declaró Thatcher. "No es político. Es un criminal. No puede haber ninguna cuestión de estatus político". Tampoco hubo ningún compromiso por parte del IRA. Estaba destinado a ser una lucha épica entre la Dama de Hierro y aquellos hombres con voluntad de hierro.

Entonces se produjo un acontecimiento totalmente inesperado: se anunciaron unas elecciones parciales en la circunscripción de Westminster de Fermanagh/South Tyrone. Sands se presentó como candidato del Sinn Fein y ganó las elecciones con una amplia participación. Un mes después de su elección, y tras 66 días de huelga de hambre, el diputado Bobby Sands murió. Alrededor de 100.000 personas acudieron a su funeral, confundiendo de nuevo las expectativas del gobierno, que creía que la huelga de hambre tenía un apoyo limitado. Para los que marcharon detrás de su ataúd, Sands era un mártir, y Margaret Thatcher, una asesina. Esto supuso innumerables disturbios por la ciudad.

"El señor Sands era un criminal convicto", dijo la primera ministra. "Eligió quitarse la vida. Fue una elección que su organización no permitió a muchas de sus víctimas".

En los tres meses siguientes, otros nueve huelguistas fueron enterrados con todos los honores por el IRA. La mayoría llevaba más de 60 días sin comer. Y Thatcher olió la victoria. "Ante el fracaso de su desacreditada causa, los hombres de la violencia han optado en los últimos meses por jugar la que puede ser su última carta", sentenció. Pero los presos siguieron sumándose a la huelga de hambre.

No pasaron muchos días cuando por fin se consiguió acuerdo. A los presos se les permitió vestirse con sus propias ropas, asociarse libremente, recibir más visitas y eximirse del trabajo en la cárcel. A primera vista, los huelguistas de hambre habían ganado, pero a un coste terrible. Un mes después del final de la huelga de hambre, en la conferencia anual del Sinn Fein, el director de propaganda del partido dio voz por primera vez al eslogan "Armalite [un tipo de arma] y urna", frase que reflejaba la fusión de violencia y política que iba a definir la estrategia del IRA/Sinn Fein durante los siguientes 15 años. Las huelgas de hambre fueron fundamentales en el extraordinario recorrido del Sinn Fein, que lo convierte ahora en el mayor partido político de la isla de Irlanda, compartiendo el poder en Belfast y llamando a la puerta en Dublín.
Pero no todo en Belfast está unido a la política de estos años convulsos. Esta capital de Irlanda del Norte fue el lugar donde se construyó uno de los barcos más famosos de la historia. Más de un siglo después de su nacimiento, y su trágico hundimiento durante su viaje inaugural, la memoria del RMS Titanic sigue muy viva en Belfast.

Las aguas del río Lagan fluyen grises, casi plateadas, entre los muelles sobre los que se alzaban los antiguos astilleros de Belfast. En aquel lugar en el que miles de trabajadores se deslomaban en interminables jornadas que hoy estarían prohibidas, la compañía Harland & Wolff se encargaba de diseñar y construir algunos de los buques más grandes y poderosos de la historia de la navegación, tanto civil como militar. Uno de sus mejores clientes era White Star Line, la naviera británica que les encargó la creación del Titanic.​

Hoy en día, justo donde se levantaban los enormes astilleros de Harland & Wolff, un llamativo edificio cuyos costados muestran cuatro enormes proas relucientes (cada una de la misma altura que la proa original del Titanic) alberga la mayor- y mejor - exposición mundial existente sobre el Titanic.
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La calidad, variedad y cantidad de objetos de todo tipo relacionados con el famoso transatlántico es tan abrumadora que hace que el visitante se sienta transportado, por unas cuantas horas, al año 1912, para pasar a ser un pasajero más del buque más famoso del mundo. Eso sí, ahorrándose el triste final. Con la entrada a Titanic Belfast también se puede visitar el SS Nomadic, un buque que fue botado, el 25 de abril de 1911 en Belfast, para servir de transbordador a los transatlánticos RMS Titanic y RMS Olympic. Atracado junto al Titanic Belfast, tiene el gran honor de ser el último barco de White Star Line que queda en el mundo.

Y, por un suplemento adicional, merece la pena subir a bordo del HMS Caroline, un buque de guerra que es considerado un superviviente único de la Primera Guerra Mundial.

El video de esta parte de la etapa se publicó el domingo y podéis disfrutar de el aquí:
 
Día 15: Belfast - Bettystown
247km

Nuestra corta estancia por Irlanda del Norte nos ha hecho aprender mucho acerca del conflicto allí vivido y de su actual sociedad.

Normalmente, cuando tu cambias de un país a otro (España a Francia, Francia a Alemania...) hay una zona en la que se difuminan ambas sociedades y la transición suele ser progresiva de una o otra cultura. La Alsacia francesa es un claro ejemplo de territorio francés con cultura alemana, o los pirineos! Sin embargo, aquí no. Pese a no existir frontera física y ni siquiera darse uno cuenta de cuándo ha cambiado de país, la cultura varía por completo de verdes y amplios valles cubiertos de un relajado ambiente rural, a concurridas y estresantes ciudades de ladrillo poblada por deprimida clase obrera.

Pero antes de abandonar este país, y tras dar cuenta de nuestro último desayuno "Nord-irlandés", visitaremos el punto más oriental de la isla!
Así que, tras subirnos a nuestras motos sin los trajes de agua, ya que parece que hará bueno, salimos de la moderna capital del país y nos dirigimos hacia la costa y sus pueblos costeros de playa y noria.

Llegamos entre una densa niebla a Donaghadee, donde supuestamente se encuentra el punto más cercano a Escocia, y la mayoría de los días la costa escocesa es visible a simple vista. La mayoría salvo hoy, que la niebla nos hace difícil hasta distinguir el blanco faro que se encuentra a pocos metros de nosotros.
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El emblemático faro de Donaghadee hace guardia en el puerto y guía a los barcos días de mala visibilidad como el que nos acompaña. Este fue un factor importante en el desarrollo de la ciudad que, hasta mediados del siglo XIX, tenía el puerto principal de la provincia, antes de que Belfast se convirtiera en la ciudad principal. A medida que Belfast crecía, los comerciantes de la ciudad se sintieron cada vez más atraídos por la idea de unas vacaciones junto al mar. Así que, conforme el siglo XIX avanzó hacia el XX, Donaghadee se estableció como un importante centro turístico.

Una de las características más destacadas de la ciudad es The Moat, o el foso como se le conoce. El foso se remonta a 1818, pero el sitio se utilizó anteriormente como una posición defensiva en la Edad del Bronce. Más tarde se mejoró y también proporcionó protección contra las incursiones vikingas. En la actualidad, el foso forma parte de un parque y ofrece vistas de la ciudad y del mar a las islas Copeland y, en días despejados, a la costa escocesa y la isla de Man.

Una estrella acuática asociada con Donaghadee es Tom Blower, un héroe condecorado de la Segunda Guerra Mundial, que se convirtió en el primer británico en nadar en el Canal del Norte entre Irlanda y Escocia y tardó 15 horas y 26 minutos en lograr la hazaña.

Tras echar unas fotos, continuamos hacia el este para alcanzar el Burr Point, el punto más al este de Irlanda.
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Y, comenzando a dudar de si la niebla será un impedimento para coger los dos ferries que tenemos previstos para hoy, ponemos rumbo hacia el sur dispuestos a recorrer los últimos kilómetros que nos quedan de costa de este país.

Llegamos a Portaferry que, con un nombre así, obviamente tiene un ferry que opera a diario. La familia Anglo Norman Savage estableció el ferry original en 1188, lo que lo convierte en el servicio de ferry más antiguo del mundo. La poderosa corriente que corre a través de The Narrows transporta 400 millones de galones de agua con cada marea. No es de extrañar que los vikingos llamaran al lago el "fiordo fuerte".​
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Tras llegar a Newcastle y preguntarnos si se tratará del mismo que el del equipo de fúltbol (ya os adelanto que no...🤣) nos desviamos de la costa para adentrarnos en las montañas por carreteras que nos conducen a la presa Spelga.

Ubicada en un valle entre Pigeon Rock Mountain, Slievenamiskan, Spelga y Slievenamuck, y Carnmountain, Spelga Dam se extiende en una de las partes más hermosas de las montañas Mourne. El embalse Spelga se construyó en 1960 como parte de un proyecto para suministrar agua a Belfast, pero hoy el embalse proporciona agua principalmente a las áreas de Banbridge y Portadown.

Y por último, Greencastle. En un hermoso entorno con excelentes vistas de las montañas de Mourne y Carlingford Lough, Greencastle data principalmente del siglo XIII. Fue construido a expensas de la realeza y protegía el acceso sur al condado anglo-normando de Ulster.

Después de capturar la ciudad de Carrickfergus en 1315/16, un ejército escocés se dirigió a la importante ciudad de Dundalk, una de las sedes del poder anglo-normando en Irlanda. La fuerza escocesa marchó hacia el sur, causando estragos en el condado anglo-normando de Ulster. Es probable que los asentamientos en Dundonald, Downpatrick y Dundrum fueran arrasados en este momento, con Greencastle capturado por el ejército escocés de Edward Bruce y una guarnición bajo el mando de Robert de Coulrath. Posteriormente fue retomada por los anglo-normandos.

Tras coger su ferry... de nuevo en la república de Irlanda! Con sus euros, sus carreteras pobladas de césped, su naturaleza salvaje, sus... días soleados??:oops: Y es que sí! Si la salvaje Irlanda del oeste permanece azotada por los temporales del mar del norte, la ancestral Irlanda del este, al resguardo del canal con Inglaterra, disfruta de tranquilos y calurosos días de verano.
Y el primer pueblo que visitamos es Carlingford que, junto con la península de Cooley, es otro de los secretos mejor guardados de Irlanda…

Carlingford es un pueblo mágico, lleno de carácter y es uno de los pueblos medievales mejor conservados. Su historia, estrechas calles medievales, carriles que conducen al puerto, la majestuosa montaña Slieve Foye y las famosas montañas de Morne al otro lado del lago se combinan para hacer de Carlingford un lugar único en Irlanda.
Las ruinas del King John’s Castle, construido por los normandos, siguen dominando esta villa. La ría acoge todo tipo de deportes acuáticos y, durante los meses de verano, rutas turísticas en barco. Además, durante el mes de agosto, Carlingford celebra su famoso festival de la ostra en el que actividades gastronómicas, musicales y teatrales inundan el lugar durante cuatro días.
Los pubs de Carlingford son especiales, ya que en ellos podrás degustar el típico fish and chips, el irish stew (el guiso irlandés por excelencia), una buena Guiness (por supuesto) y hasta encontrarte con sorpresas como un cuadro colgado de la pared con la ropa de un leprechaun, la criatura mitológica más famosa del imaginario irlandés. Otra de las atracciones de Carlingford son los típicos cottages, que merecen mención aparte que funcionan tanto como visita turística como de alojamiento durante nuestra estancia.

La península de Cooley se divide a lo largo de una frontera con Irlanda del Norte. Hacia el suroeste se extiende un terreno fértil que provee a la zona, y hacia el noreste un terreno montañoso accidentado con las montañas Cooley, ideales para caminantes y excursionistas de todos los niveles.
En esta zona se narra el Tain Bo Culainge, que trata sobre uno de los más grandes héroes celtas de todos los tiempos, el terrible guerrero Cûchulainn. Es una famosa leyenda del Ciclo de Úlster, que forma parte de la Mitología celta de origen irlandés. En parte, narra cómo por una discusión matrimonial, puede arder un país entero.
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Y tras visitar lo más alto de esta península, de nuevo nos dirigimos a la costa donde nos espera la playa...
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Si, hoy nos alojaremos en un hotel situado frente a las extensas playas de Bettystown, que las mareas dejan al descubierto unas horas al día.
El clima y la larga caminata que implicaría, no nos motivan para darnos un chapuzón, pero si para tomarnos un helado en pleno agosto junto al mar.

Pese a que el pueblo parece tranquilo, en el hotel nos hacen una pregunta que nos inquieta...

Habíamos dejado las motos aparcadas en la calle, en un hueco. El pueblo parece tranquilo y no vemos ningún peligro en ello. Pero, tras consejo de los dueños, las acabamos dejando en la propia puerta del hotel, para que estén más vigiladas por las cámaras.
No le damos más importancia hasta que, durante la cena, un camarero nos pregunta si las motos están bloqueadas o atadas con candado para que no se las puedan llevar. "¿Cómo? ¿Aquí roban motos?", pregunto algo alarmada... "No! No!", me responde. "Entonces, ¿a qué viene esa pregunta? Las motos están bloqueadas... ", le digo. "vale, vale, es solo por seguridad..."
Obviamente esta conversación no nos deja nada tranquilos, así que juntamos un poco más las motos, las subimos sobre el caballete y las atamos entre sí con un candado de bici que llevábamos para los cascos, y le ponemos a una de ellas la pinza con alarma que también solemos llevar.
Así, si tratan de mover una de ellas, sonará la pinza y nos alertará, porque dormíamos en la habitación que había justo encima de ellas...​

Más adelante, durante la noche, haré vestir a Rafa y bajar a ver qué pasa cuando una alarma de un coche comience a sonar en plena noche :ROFLMAO:...

El pueblo era tranquilo y en absoluto transmitía inseguridad, así que queremos pensar que ese comentario desafortunado que nos tuvo casi en vilo toda la noche se debió más bien a la ignorancia de saber en qué consiste una moto, y que no se roba tan fácilmente como una bici, empujando sin más... Y menos estas motos de más de 200kg y con bloqueo. Muchas motos no recorren la isla, y seguramente la inmensa mayoría no sepa ni conducirlas.​

El track de esta etapa podéis descargarlo de aquí:

Y el video se publicó el domingo pasado:
 
Esos paisajes de subida al repetidor, me han recordado a los Cairngorms en Inglaterra.
Gracias por compartir. ;)
 
Oye ¿que tal ese Klim? agua y frio los soporta bien¿?
De cine!! Y en Irlanda nos ha llovido la mayor parte del viaje...

Cómodo y práctico, tiene muchos bolsillos y se adapta muy bien , con un peso aceptable.
Permite muchos movimientos y las cremalleras de ventilación ayudan en caso de calor. Aunque ya te digo que en verano, con temperaturas de más de 25-30⁰, se hace incómodo y muy caluroso. Ese es su único pero para mi.

Con hasta 15⁰ lo puedes llevar sin más, con una camiseta térmica debajo vas sobrado. Para temeraturas de ya 10⁰ o menos, mejor combinarlo con un fibra o plumas.
 
De cine!! Y en Irlanda nos ha llovido la mayor parte del viaje...

Cómodo y práctico, tiene muchos bolsillos y se adapta muy bien , con un peso aceptable.
Permite muchos movimientos y las cremalleras de ventilación ayudan en caso de calor. Aunque ya te digo que en verano, con temperaturas de más de 25-30⁰, se hace incómodo y muy caluroso. Ese es su único pero para mi.

Con hasta 15⁰ lo puedes llevar sin más, con una camiseta térmica debajo vas sobrado. Para temeraturas de ya 10⁰ o menos, mejor combinarlo con un fibra o plumas.
¿Qué modelo es? pensaba que era el badlans o latitude pero no me cuadra............ :?
 
Día 16: Bettystown - P.N. Wicklow
200km

Las etapas comienzan a acortarse, las temperaturas mejoran, el sol brilla... y todo nos hace indicar que nos encontramos en la recta final de nuestro viaje alrededor de la isla 😩

Sin mucho madrugar, bajamos a degustar nuestro grasiento desayuno de hoy. Cada día nos cuesta más ingerirlo y es que, como casi todo, lo poco gusta y lo mucho cansa.
Yo me pido un bol de yogur con frutas para meterle vitaminas al cuerpo y tratar de mejorar la post digestión de las morcillas y las salchichas. Hoy incluso lleva patatas! Por si nos quedamos con hambre!
Para los que dudan de si en Irlanda pasarán hambre, puedo asegurarles que volvimos con kilos de más, y eso que nuestras comidas en ruta básicamente se limitaban a sopas o sandwiches... así que en absoluto es necesario meterse comida en la maleta!

Hoy comenzaremos a recorrer la que se conoce como la Irlanda Ancestral, llena de castillos y fortificaciones que han aguantado el pasar de los años con mucha dignidad.

Pese a que nosotros no lo pudimos visitar, ya que a causa de la pandemia se encontraba cerrado, es interesante comentaros que muy cerca se encuentra Newgrange, un yacimiento arqueológico con más de 5.000 años de antigüedad, más que Stonehenge en Inglaterra y que la Gran Pirámide de Guiza de Egipto!
Se trata de una tumba en forma de pasadizo dentro de una gran construcción circular que, junto a los yacimientos cercanos de Knowth y Dowtn, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
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En el increíble paisaje de Brú na Bóinneen, o Valle del Boyne, de verdes colinas salpicadas por pequeños árboles, nos encontramos un lugar cargado de magia y misterio que estuvo oculto durante 4.000 años hasta que fue redescubierto. Se trata de una gran estructura circular con un tamaño similar al de una colina que debió de servir en su época como tumba, o al menos para realizar rituales relacionados con la muerte, como cremaciones. Sus paredes están compuestas por grandes rocas en su base y se eleva varios metros con un empedrado de piedras pequeñas blancas. Las piedras de la base están cubiertas de dibujos celtas, como espirales, dobles espirales y trisqueles, que hacen referencia a la vida eterna. Esta circunferencia tiene una puerta por la que accederemos a un estrechísimo pasillo de 18 metros que nos lleva a una cámara amplia, en forma de cruz, cuyo techo se eleva a unos seis metros y crea una bóveda de grandes rocas.

Lo curioso de este yacimiento es que, durante el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, un rayo de sol penetra por la única puerta de esta construcción, alumbrando la cámara central, que durante el resto del año se encuentra en la penumbra.

Continuamos a la siguiente parada en ruinas, pero que ofrece diversión asegurada! La Abadía de Bective se convirtió en un importante asentamiento monástico cisterciense. Los restos ahora visibles en la Abadía datan principalmente de los siglos XIII al XV. Incluyen la iglesia, la sala capitular y el claustro. Las ruinas del claustro están particularmente bien conservadas y presentan arcos góticos puntiagudos, típicos de la arquitectura cisterciense.
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La abadía fue suprimida tras la disolución de los monasterios bajo el reinado de Enrique VIII en 1543, luego se alquilaron las tierras y el monasterio comenzó a utilizarse como casa fortificada. Hoy, las ruinas proporcionan un laberinto de pasillos con callejones sin salida y escaleras interrumpidas, todos pidiendo ser explorados.
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Tras recorrer cada uno de los intricados pasillos que se dejaron recorrer, seguimos hacia nuestro siguiente localización ancestral, la ciudad de Trim. Pocos lugares en Irlanda contienen más edificios medievales que la ciudad patrimonial de Trim. Trim Castle es el primero de esos edificios. De hecho, el castillo es la fortificación anglo-normanda más grande de Irlanda. Hugh de Lacy y sus sucesores tardaron 30 años en construirlo.​

La fortificación central es un torreón monumental de tres pisos. Esta enorme torre de 20 lados, que tiene forma cruciforme, era casi inexpugnable en su día. Estaba protegido por una zanja, un muro cortina y un foso lleno de agua. Las pasarelas modernas ahora le permiten mirar hacia abajo sobre el interior de la fortaleza, una oportunidad para apreciar el tamaño y el grosor de las poderosas murallas del castillo.
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Poco después de proclamar el cristianismo en Irlanda, San Patricio construyó una iglesia aquí en un terreno que le concedió el hijo del Gran Rey. Lo construyó cerca de un antiguo vado que cruzaba el río más allá del puente y fue de ahí que Trim obtuvo su nombre. El castillo a menudo se llama Castillo del Rey Juan, aunque cuando visitó la ciudad prefirió quedarse en su tienda al otro lado del río. Ricardo II visitó Trim en 1399 y dejó al príncipe Hal, más tarde Enrique V, prisionero en el castillo.

The Yellow Steeple (campanario amarillo) es la más destacada de las muchas ruinas de Trim. Tiene vistas a la ciudad desde una cresta justo enfrente del castillo de Trim. Originalmente parte de la Abadía Agustina de Santa María del siglo XIII, el campanario data de 1368 y recibe su nombre del color de la mampostería en el sol de la tarde. Curiosamente, también el puente completo e inalterado más antiguo de Irlanda (que data de 1393) cruza el Boyne en Trim.

Nos dirigimos sin prisa hacia la capital del país, Dublín. Y mejor ir sin prisa... porque los atascos se la traen y os desquiciarán si no os los tomáis con calma y mucha, mucha filosofía.

Pero primero, en la costa, visitamos la península de Howth, que forma el brazo norte de la bahía de Dublín y sus vistas desde lo alto pueden ser espectaculares, siempre que nos os salgo un día con nieblina como a nosotros. El Ben es el punto más alto de la península, y está coronado por antenas de comunicación. Nuestra intención era visitarlo! Pero ya os digo que es imposible. El acceso a día de hoy permanece cerrado con valla, solo accesible para tareas de mantenimiento del repetidor.
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Y, tras atravesar Dublín y sus mil y un semáforos en rojo y su tráfico infernal, no apto para motos en pleno verano... Por fin respiramos al adentrarnos en otro de los Highlights del viaje, el Parque Nacional de Wicklow.

El Parque Nacional, que cubre gran parte de las tierras altas de Wicklow, contiene un área de aproximadamente 20.000 hectáreas y brinda protección para el paisaje y la vida silvestre, desde raras orquídeas hasta el salvaje y hermoso Halcón Peregrino. Hace algo más de 20 años, un Mel Gibson, joven y fuerte, corría por las laderas de las montañas irlandesas de Wicklow con la cara pintada de blanco y azul, y gritando “¡Libertaaadddd!”. Había sido él mismo quien, enamorado de aquellos paisajes bucólicos, había decidido rodar en ellos gran parte de la única película, hasta la fecha, con la que ha ganado el Oscar a mejor director: Braveheart. Y es que la belleza natural de las montañas de Wicklow inspira a la épica, ya seas William Wallace o un simple amante del senderismo.
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Entre las montañas de Wicklow saltan alegres riachuelos que dan vida a importantes ríos irlandeses, como el Liffey, que nace en Sally Gap -una colina de unos 500 metros de altitud- para acabar seccionando Dublín. En el camino a Sally Gap, hay vistas espectaculares de la turbera circundante y las montañas Wicklow.

Sally Gap es uno de los dos pasos de este a oeste a través de las montañas Wicklow. En realidad, es un cruce que le lleva por el norte a Dublín, por el oeste a Blessington, por el sur a Glendalough o por el este a Roundwood. Fue construido por las fuerzas del ejército británico que buscaban expulsar a los rebeldes de las colinas durante la rebelión irlandesa de 1798. De hecho, hasta el día de hoy se conoce como Military Road. Independientemente de si se trataba de dar al ejército una mejor vista de los rebeldes, Military Road ciertamente ofrece una vista envidiable de algunos de los paisajes más filmados de Irlanda. Los aspectos más destacados de esta hazaña de ingeniería sinuosa y retorcida incluyen el valle de Glencree, las aguas oscuras de Lough Tay (conocido como el lago Guiness por su semejanza con una pinta), la montaña Kippure y la cascada de Glenmacnass. Otras dos paradas cercanas son el Centro de visitantes de Glencree, construido originalmente para albergar a los soldados que custodiaban el paso (y ahora es un centro para la paz y la reconciliación), y el Cementerio de guerra de Glencree, un lugar de descanso para los soldados alemanes que murieron en Irlanda.

Y finalmente, cerca de nuestro alojamiento en pleno parque, visitaremos Glendalough.

Cuando el director Jhon Boorman eligió Glendalough para grabar algunas de las escenas de la película sobre las andanzas del rey Arturo en Excalibur no buscaba otra cosa que las reminiscencias mitológicas de un enclave que habla por sí sólo. Basta un día de simple turista visitando el espacio, para entender de un plumazo lo que significa Irlanda. Y es que el conjunto de paisaje, naturaleza y ruinas bien resume el aroma de esta verde tierra, poblada por seres fantásticos como los Leprechaun.
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Evangelizada tardíamente, Irlanda absorbió la religiosidad a su manera, adaptando tradiciones celtas, y creando un modelo muy arraigado, tanto que hoy en día es uno de los países con mayor fervor religioso de Europa católica. El conjunto monástico de Glendalough (Gleann Dá Loch en irlandés) se asienta en una cuenca formada por la última glaciación, rodeado por robledales que se clavan en una tupida alfombra verde en los montes de Wicklow.

Fundado por San Kevin en el siglo VI, Glendalough fue un centro de referencia monástica hasta su destrucción por soldados ingleses en 1398. El monje Kevin, de descendencia de la familia real de Leinster llego a este paraje buscando un lugar ideal para su vida de ermitaño. Posteriormente se unieron otros creyentes que, con la ayuda del fundador y nuevo abad, levantaron este lugar de retiro. durante seis siglos Glendalough fue lugar de peregrinaje para aquellos que querían sanar su alma, o fomentar la labor de conservación de manuscritos que los sucesivos abades, como el arzobispo de Dublín Laurence O’Toole, trataron de conservar.

El complejo no necesita entrada como tal, pero los aparcamientos tienen un recargo. El aparcamiento de Upper Lake en Glendalough es propiedad del Consejo del Condado de Wicklow y su gestión está franquiciada (4€ por día). El Centro de Visitantes adjunto al sitio monástico en Glendalough tiene un cargo para ingresar a la exposición, aunque el sitio monástico en sí es gratuito. El aparcamiento del Centro de visitantes cobra los sábados, domingos y festivos, pero es gratuito en otros horarios.

Y, tras un incidente con la moto, que no puedo adelantaros... llegaremos a nuestro alojamiento, a tan solo un par de minutos de este complejo.
Con la tranquilidad del atardecer, y nuestras pintas en mano, observamos desde un pub que hace esquina el ir y venir de decenas de motos que recorren este fascinante parque y sus muchas carreteras escénicas. Así que, fascinados con el lugar y con muchas ganas de más, decidimos que mañana improvisaremos en nuestra corta etapa planificada, para seguir descubriendo algo más de este increíble paraje y sus carreteras olvidadas. Pero de momento a coger fuerzas con unas ricas alitas! Y es que tengo que advertiros que en Irlanda este plato está a otro nivel!

Si todo va bien y el trabajo me deja avanzar con el video, este domingo habrá estreno en youtube!​
 
Última edición:
Pues me ha gustado mucho vuestro viaje, seguiré viendo el resto de videos. Por cierto me gusta el protector cilindros de la 1250 adventure que van sobre las barras de protección, me puedes decir donde lo comprasteis o enlace?, gracias y seguir así.
 
Pues me ha gustado mucho vuestro viaje, seguiré viendo el resto de videos. Por cierto me gusta el protector cilindros de la 1250 adventure que van sobre las barras de protección, me puedes decir donde lo comprasteis o enlace?, gracias y seguir así.
Muchas gracias! Pues el protector es de Wunderlich:

Como todo Wunderlich, no es que salga muy económico, pero de vez en cuando sale alguna oferta del 10% y su función la hace.
 
Hola gente! Aquí os dejo el video que se publicó el domingo de esta etapa:

Y el track! Que se me olvidó incluirlo!

Ya he programado el video del domingo! Así que si saco tiempo, en breves habrá nueva etapa, la penúltima ya!! Esto se acaba....
 
Día 17: P.N. Wicklow - Kilkenny
226km

En el día de hoy nos levantamos con la tranquilidad que se respira en el campo y la naturaleza... No es que Irlanda sea un país muy ruidoso, salvo cuando cae la noche y acompañan unas pintas de buena música local, pero la naturaleza siempre consigue llevarnos a un estado de relajación más allá de cualquier silencio.

El día parece bueno. Está nublado pero sin pinta de llover, y este es sin duda, en pleno agosto, el mejor de los tiempos que puede hacer cuando las temperaturas aprietan. Así que de nuevo manga corta! Y ya os aviso de que no volveremos a sacar la térmica en todo el viaje, o eso pensábamos....🤔

Bajamos a desayunar y en la mesa comunitaria encontramos los típicos cereales, yogures, zumos, fruta... y hay queso!! QUESO!! Somos unos amantes declarados del queso! De cualquier tipo, aunque cuanto peor huela mejor!! Además de algo de bollería, lo cual es poco habitual... Así que decidimos reducir nuestra ingesta de calorías sustituyendo el full irish breakfast por unos huevos con bacon, y suplir las calorías restantes con QUESO!! y un croissant.

Tras cargar pilas, salimos hacia.... el interior!! Abandonaremos la costa durante unos instantes para hacer una incursión a una ciudad medieval, que sin duda merece la pena, Kilkenny.
Sin embargo, antes decidimos hacer una pequeña modificación en nuestro recorrido y le indicamos al GPS que queremos seguir descubriendo algo más el parque nacional de Wicklow. Y es que, un sitio que atrae tantas motos locales, sin duda merece un poco más de atención por nuestra parte!
Entre carreteras estrechas rodeadas por frondosos helechos llegamos al primer punto reseñable, el Lough Tay. Conocido como el Guinness Lake por sus oscuras aguas y su semejanza con una pinta de esta insignia local, el Lough Tay es uno de los lagos más peculiares de Irlanda. Aunque, por más que nos gustaría, el lago no es un lago de cerveza. O eso creemos, nunca hemos bebido agua de allí.
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Tras volver al Sally Gap por otra de sus vertientes, y recorrer en profundidad senderos menos transitados del parque, retomamos nuestra ruta hacia la costa para visitar la ciudad que da nombre a este paraje, Wicklow.
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La ciudad de Wicklow se remonta al 130 d.C. Fueron los Vikingos los primeros en utilizar el puerto de esta ciudad tras desembarcar en Irlanda alrededor del 795 d.C. Las ruinas del Castillo Negro que dan al puerto son un recordatorio de la invasión normanda.
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Establecida en el estuario del Vartry, el asentamiento creció a lo largo de los años hasta convertirse en la ciudad que tenemos. El folclore local nos habla de la llegada de San Patricio aquí como obispo en 432 d.C. y de la acogida poco amistosa que le esperaba tanto a él como a sus monjes en su desembarco en la playa de Travilahawk. Cuenta cómo el cacique local ordenó a sus seguidores que expulsaran a los invasores y, en el incidente de lanzamiento de piedras que siguió, uno de los monjes de Patrick perdió los dientes delanteros. Este monje estableció una iglesia aquí, dándole nombre a la ciudad y al condado.

A principios del siglo IX, los vikingos llegaron hasta esta iglesia, y se dieron cuenta de que el estuario del Vartry era un sitio ideal para asaltar los monasterios del interior. Así fue como la ciudad del Vikinglo (Wicklow) comenzó a crecer. Con la invasión de los normandos en 1169 tuvo lugar una nueva conquista y se procedió a fortificar la zona junto con el castillo. Las ruinas del castillo, que son visibles hoy, junto con las ruinas del convento franciscano, son la única evidencia sólida de la influencia normanda en esta área.

Con el paso del tiempo, Wicklow siguió creciendo a medida que aumentaba la actividad portuaria. La construcción del Puente de Piedra en la década de 1690 dio acceso al Murrough. Tras la introducción de las leyes penales, la construcción de la cárcel de Wicklow comenzó en 1702 y no se completó finalmente hasta la década de 1840. Muchos infractores de las leyes penales fueron detenidos allí, así como numerosos rebeldes después de la rebelión de 1798.

De nuevo hacia el interior, cruzando carreteras olvidadas que surcan lomas bañadas de miles de colores, cuyas tonalidades van del rosa al verde, pasando por el amarillo. Nos dirigimos al mirador de Nine Stones, o las Nueve Piedras, que ofrece una vista incomparable de la rica y colorida campiña de Carlow que se extiende como un tapiz ante ti. Desde este lugar se pueden ver ocho condados: Carlow, Laois, Kildare, Wicklow, Wexford, Waterford, Kilkenny, las montañas de Tipperary y, en un día despejado, la costa de Gales, al este. En el lado inferior de la carretera, veremos una alineación de nueve piedras pequeñas en el suelo. Se dice que conmemoran a nueve pastores perdidos en el monte Leinster en una tormenta invernal lejana, de ahí el origen del nombre del mirador.
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Pese a que nuestra intención era subir a lo más alto de un repetidor, una vaya cerrada en nuestro camino nos impide continuar. Y aunque parece posible abrirla, y no vemos indicación de propiedad privada o prohibido el paso, el que esté cerrada nos hace dudar y decidimos dejarlo pasar, ya que si está cerrada será por algo...

Tras comer enfilamos los últimos kilómetros que nos separan de nuestro destino de hoy, la ciudad medieval de Kilkenny.
Un castillo del siglo XII, una animada escena artesanal, pubs con una larga tradición, caminos adoquinados y callejuelas secretas, Kilkenny combina a la perfección el encanto de una ciudad pequeña con la actividad incesante de una ciudad grande.

Situado en el Ancestral Este de Irlanda, este es un lugar repleto de personajes variopintos, música asombrosa y un ambiente electrizante. Capital del condado homónimo, Kilkenny conserva un patrimonio medieval excepcional, en el que destaca su castillo y la catedral de San Canice. Fue precisamente este templo el que dio nombre a la ciudad ya que Kilkenny procede del irlandés Cill Chainnigh, que significa iglesia de Canice. Estos dos grandes monumentos están conectados por la conocida como ‘Medieval mile’ o Milla medieval. Y es que si se recorre el apenas kilómetro y pico que separa ambos edificios uno va encontrando algunas joyas del pasado medieval de la ciudad: una taberna, una abadía, casas de comerciantes…
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Sin duda una muy buena ciudad donde disfrutar de sus atractivos y rincones...
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Y de sus cervezas (también tienen una cerveza local llamada Kilkenny, cuya fábrica puede visitarse en la propia ciudad!)
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El track de esta etapa lo tenéis aquí:

Y el video estará disponible el domingo en nuestro canal!
 
Día 18: Kilkenny - Wexford
270km

El cansancio comienza a aflorar y es que, los 17 días seguidos sin tregua dejan mella aun estando en la sorprendente Irlanda, y más sabiendo que esto llega a su fin...

Somos una pareja muy activa, de hecho nuestra idea de vacaciones nunca ha sido sol-playa y tumbarnos al sol sin más. La simple idea, me aburre más que cualquier otra cosa! A veces hemos tratado de parar, estar simplemente "descansando", pero no nos funciona... necesitamos más!
Tengo una mente muy inquieta y, al menos para mi, el descanso implica desconexión. Desconectar la mente, que me mantiene atada a esta monotonía diaria, y dejarla fluir libremente por todo el mundo que se abre ante nosotros!
Cuando subes montañas y miras a tu alrededor la inmensidad, o recorres carreteras que te llevan a lo más alto, a lo más lejos o a lo más profundo de un valle... cuando simplemente respiras hondo, y te das cuenta de la grandeza del mundo que tienes delante por descubrir... Eso es descanso!
Saber que pese a los madrugones, la rutina del día a día, las obligaciones y las miles de limitaciones diarias... hay más! Y que de vez en cuando podemos aspirar a ese más, y sentirnos libres y vivos!
Ese es nuestro descanso.

Y tras tanta verborrea mental... básicamente no elegimos ningún día de estar "parados" porque no nos va! No somos así. Nos aburriríamos mentalmente. Así que en lugar de eso, tratamos de elegir etapas cada vez más cortas... que al menos nos dieran un respiro físicamente.
Sin embargo, aun con 17 días a nuestras espaldas todavía queremos más! Y es que sabemos que, tras plantearnos recorrer toda la costa de la isla de Irlanda, hemos tenido que renunciar a gran parte de lo que nos podría deparar su interior... Pero no será hoy! A penas nos quedan menos de 100km hasta nuestro último destino del viaje así que... por qué no aprovechar el día y descubrir más sobre las montañas que crecen por el interior?
Decidido! Cogemos el mapa, buscamos alguna zona con mucho verde que pille "cerca" y lo marcamos en nuestro GPS como destino.

Como el día se espera corto, bajamos a desayunar algo tarde, sobre las 9:30 y... error! Nos encontramos el comedor lleno de turistas que, en sus vacaciones de verano, optan por no madrugar y esperan hambrientos sus desayunos.
Unido al hecho de que la cocina no parece llevar nada bien las saturaciones, nos toca esperar más de 40 minutos a que nos sirvan el desayuno. Pero bueno... tranquilidad... no hay prisa...

Tras hincharnos como de costumbre, recogemos todo y subimos a nuestras motos dirección al interior.
Las Slieve Bloom Mountains nos esperaban. Y pensábamos recorrerlas por sus más retorcidos caminejos...

Tras abandonar la carretera principal, llena de tráfico y camionacos, nos encontramos una divertida unclassified road que nos muestra toda la naturaleza del lugar. Frondosos bosques, coloridas laderas, olvidadas carreteras, afortunadamente nada transitadas... Apenas nos cruzamos con una bici y una moto en todo nuestro recorrido. Eso si, sin saber cómo, una caravana vigila aparcada desde lo más alto. Cómo llego hasta allí? Ni ella lo sabe...​
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Y tras recorrer el parque por todas sus vertientes hasta saciar nuestra curiosidad, nos dirigimos nuevamente hacia el sur, y hacia la costa, visitando en el camino los pueblos y aldeas encantadoras que bordean el río Nore. En Bennetsbridge, Thomastown y Inistioge, entre otras localidades, descubriréis un paisaje que se remonta a tiempos antiguos y relatos repletos de ricos tonos verdes y aguas que fluyen despacio.

Y llegamos a una de las localidades con mucha historia irlandesa, Enniscorthy, más conocida como el reducto de los rebeldes de 1798.

La Sociedad de Irlandeses Unidos del siglo XVIII observó como en Francia y Estados Unidos derrocaban a la monarquía y al colonialismo. Así que trataron de unir a católicos y protestantes para liberar y reformar igualmente Irlanda. La rebelión estalló en mayo de 1798, pero pronto se derrumbó, excepto en el condado de Wexford donde, a finales de mayo, los rebeldes tomaron todo el condado y proclamaron una república revolucionaria. Ahora solo quedaba liberar al resto de Irlanda...
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El 5 de junio de 1798 asaltaron New Ross y lo sitiaron durante horas, aunque finalmente fueron rechazados resultando una gran matanza. Atacaron entonces Arklow, pero también fueron rechazados por disparos. Así que se retiraron a Wexford, donde las tropas gubernamentales les acorralaron dispuestos a aplastar el levantamiento irlandés. Su último encuentro fue en Vinegar Hill, y en las calles de Enniscorthy.

El número de combatientes se estima entre 16.000 y 20.000, en lo que se consideraba la batalla decisiva, pero la mayoría carecía de armas de fuego y tuvo que combatir con picas como arma principal. En el campamento también se encontraban miles de mujeres y niños que solo buscaban protección.

El plan británico contemplaba la aniquilación total de los Irlandeses Unidos, incluyendo mujeres y niños, rodeando la colina y ocupando la única ruta de huida hacia el oeste, el puente sobre el Slaney. En la colina la situación comenzó a ser desesperada para los combatientes rebeldes, sin embargo, en la ciudad de de Enniscorthy el ejército británico se encontró con una resistencia feroz, causando muchas bajas. Los rebeldes estaban siendo expulsados lentamente de la ciudad, pero lograron mantener el puente sobre el Slaney e impedir que los británicos lo cruzaran.

Cuando las tropas británicas coronaron la parte oriental de Vinegar Hill, los rebeldes empezaron a retirarse lentamente a través de un hueco conocido como "Needham's Gap", así llamado porque el retraso de las tropas del General Needham evitó que el cerco se cerrara por completo. Pese a que el grueso de las tropas de los United Irishmen consiguió escapar, muchos quedaron retrasados y fueron asesinados.

La derrota no significó el colapso inmediato de la rebelión cómo falsamente se ha escrito, pero alteró el curso de la guerra ya que la nueva estrategia de los rebeldes adoptó la forma de asaltos rápidos y guerra de guerrillas.​

Tras saber toda esta historia, nos dispusimos a coronar Vinegar Hill con nuestras motos. Sin embargo, el camino escogido por nuestro GPS resultó no ser el más idóneo y transitado y acabamos metiéndonos en una casa... así que, tras renunciar a nuestro cometido, decidimos poner rumbo hacia la que sería nuestra última ciudad destino del viaje... Wexford.

Capital del condado costero de Wexford, es una pintoresca ciudad con mucha historia y tradición que puedes conocer en los interesantes centros etnográficos que hay en la región. Es un lugar muy animado para el turismo, especialmente en verano, ya que tiene el mejor clima de la isla con playas con bandera azul, numerosos eventos culturales, y un entorno fantástico para poder realizar actividades al aire libre.

Su historia, como la del resto de Irlanda, está cargada de vaivenes sustancialmente importantes por haber sido asentamiento gaélico en la zona ocupada por el actual puerto, donde el río se funde con el mar, y posteriormente vikingo en el siglo IX. A partir del año Mil se desarrolla un núcleo en torno a la calle hoy llamada Main Street. El centro de Wexford lo forman calles medievales formadas a partir de la mezcla de influencia vikinga y normanda, con varios edificios interesantes como la abadía de Selskar, refugio de Henry II tras la conspiración y muerte de Thomas Beckett en el siglo XI; o la West Gate Heritage Tower, que es el museo de Historia de la Ciudad, sobre la antigua puerta de entrada al este de Wexford.​

A las afueras de Wexford hallamos el Irish National Heritatge Park, un parque temático sobre la historia de Irlanda, ideal para apasionados de isla gaélica. La visita está teatralizada con personajes disfrazados que nos acercan a las poblaciones que han habitado Irlanda; celtas, vikingos, anglonormandos…

Tras dejar las motos, nos dispusimos a recorrer su puerto y probar algunos de sus pubs más animados, ideando el plan final que nos esperaría mañana para despedir la isla. Aunque, como siempre, nada resultaría tan sencillo...
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El track lo tenéis aquí:

Y el video este domingo!
 
Como siempre otro estupendo capítulo. También comparto la idea sobre lo que son las vacaciones. Muchas gracias por estas crónicas que nos permiten viajar con vosotros y además conocer algo más sobre ese hermoso país.
 
Día 19: Wexford - Rosslare (y ferry pa' casa)
150km

Bueno... llegó... el último día en la isla...

Nos encontrábamos a poco menos de 20km del ferry que nos llevaría de vuelta a España, y éste salía sobre las 11 de la noche, así que hoy no teníamos prisa por levantarnos. Peeeeero... la vida no nos iba a dar ni un respiro, y el único hueco para el desayuno disponible era el de las 08:00, así que a madrugar más que nunca!!

A diferencia de otros días, donde ya bajábamos a desayunar con todo el equipaje listo para abandonar el alojamiento inmediatamente después, hoy no había especial prisa. Así que simplemente nos adecentamos lo justo para desayunar, y ya luego volveríamos para recoger todo con calma y plantear el día...

Pese a que a esas horas aun no había mucha hambre, bajamos dispuestos a meternos entre pecho y espalda el desayuno completo, con fruta, yogur... y todo lo que nos pusieran por delante! Era nuestro último día y quien sabe cuando tendríamos ocasión de repetir estos desayunos!

Y ahí estaban, el zumo, el café, las tostadas de pan blanco y el famoso "brown" hecho con soda, mantequillas, mermeladas, fruta y yogur, componían el preludio del famoso Full Irish Breakfast, que nos aguardaba para rematar el desayuno. Completo, completo, de los más completos de este viaje! Y es que, tras 19 full irish breakfasts por toda la isla, ya comenzábamos a ser expertos y reconocer sus variantes...
Por ejemplo, por el este era como más continental y turístico, y solían incluir alubias (beens) y una especie de croqueta de patata (hash brown), como guiño a sus vecinos ingleses. Por el suroeste, las salchichas solían ser más pequeñas, untuosas y grasientas, mientras que por el noroeste comenzaban a ser más grandes y especiadas, y por Irlanda del Norte y el este, volvían a ser más blanquinosas y untuosas.
El black & white pudding (las morcillas de ambos colores) solían variar más en función del alojamiento, así que imagino que es algo más casero que suelen hacer con recetas propias. Y el bacon básicamente fue el mismo en todas partes, gordo sin llegar a ser panceta, y más magro que el que estamos acostumbrados aquí en España.

Tras dar cuenta de este último desayuno irlandés, volvimos a nuestra habitación a terminar de empaquetar todo y decidir el plan de hoy.

El día pintaba radiante y soleado, así que al menos no nos mojaríamos esperando al ferry, pero dejamos algo de abrigo fuera por si en la espera del puerto refrescaba cara a la noche. Además, como embarcaríamos sobre las 21:00, en principio estaríamos cenados, pero queríamos comprar algo de picotear para pasar las horas de toda una jornada en el mar y algo también para desayunar. Así que andando nos dirigimos a un supermercado que teníamos cerca.

Tras cargar con algo avituallamiento, pensamos en el plan de hoy. En el B&B nos habían recomendado ver un parque temático de la historia irlandesa que había cerca... pero la idea de movernos con los trajes de moto y el calor del día por una "guiri-atracción" concurrida no nos atrajo mucho. Tal vez para alguien que no tenga tiempo de visitar toda la isla, visitando ese parque puede hacerse una idea de lo que es y lo que fue, pero nosotros nos habíamos pasado casi un mes recorriendo recovecos llenos de historia, que de seguro reflejaban mejor el paso del tiempo!
Así que finalmente decidimos visitar algunas zonas cercanas que se nos habían quedado en el tintero el primer día, y volver a aquellas que nos habían impresionado pero que no tuvimos mucho tiempo de disfrutar....

Nuestro primer destino sería la ciudad de New Ross, una pequeña ciudad portuaria del condado de Wexford, que se asienta en el estuario del río Barrow y se sitúa como la tercera más grande de este condado.
La ciudad es conocida por su famosa relación con los EEUU a través de la familia Kennedy, ya que el bisabuelo de éste fue uno de los muchos emigrantes irlandeses que colonizaban americana en aquellas tristes épocas de la hambruna, que forzaba a la emigración a tantos irlandeses hacia el nuevo continente. John F.Kennedy tiene su propia estatua en el muelle de la ciudad inaugurada en julio de 2008.
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En el frente de su Puerto fluvial, el único puerto interior que tiene Irlanda, se puede ver uno de los más famosos barcos de Irlanda de la emigración, el Dunbrody, alrededor del cual se ha instalado una tienda con restaurante y museo memorial, además de diferentes monumentos conmemorativos a la visita que hizo el presidente Kennedy en los años 60.
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Muy cercana a esta ciudad encontramos el anillo que recorrimos recién desembarcados en la isla, el costero anillo de Hook que nos llevaría hasta su pintoresco faro (uno de los faros más antiguos y operativos del mundo).

Cuando estuvimos la primera vez se encontraba ya cerrado y prácticamente solitario, rodeado de un mar de nubes que amenazaban nuestra ruta, y es por ello que creíamos que no le habíamos dedicado la suficiente atención a un lugar con tanto potencial. Así que pusimos rumbo de nuevo a visitarlo, esta vez recorriendo el anillo a la inversa.

Y allí nos esperaba, el Faro de Hook, mucho más animado y en pleno bullicio de viernes de agosto.
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Accediendo al recinto pudimos visitar sus alrededores y acceder a las antiguas casas de los guardianes de la luz. Dentro habían establecido un merendero lleno de mesas donde disfrutar de un merecido descanso al sol. Las familias comían mientras los niños jugaban al... hurling! el deporte gaélico por excelencia, que en esta zona de Irlanda cobra gran importancia. Y es que al principio te sorprenderán los niños, que se desplazan en bici por las carreteras junto con un palo largo bajo el brazo! Y ese palo?? Van a practicar el hurling! un deporte gaélico que cuenta con una larga tradición, y conjuga cultura, herencia y pasión, que se trasmite de padres a los más pequeños.

Tras comer algo nos dirigimos a la cercana Abadía de Tintern! Y es que, aunque constaba como parada en nuestra ruta del primer día, los retrasos del ferry y los horarios irlandeses hicieron que desistiéramos de visitarla y la guardamos para este último día.

La primera abadía cisterciense de Irlanda se estableció en Mellifont en 1142, pero no fue hasta principios del siglo XIII cuando se fundó la Abadía de Tintern. El caballero anglonormando William Marshall, primer conde de Pembroke, fue el patrón de la famosa Tintern Abbey en Monmouthshire, Gales. A su regreso a Irlanda con un nuevo título, Lord of Leinster, su barco se enfrentó a una gran tormenta. Tanto fue así que Marshall se comprometió a establecer un monasterio dondequiera que atracara su barco de forma segura. Y así fue como, tras alcanzar tierra en la Bahía de Bannow, legó 3.500 hectáreas de tierra para la fundación de esta abadía cisterciense.

La abadía lleva el mismo nombre que la de Gales y también fue colonizada por los monjes de allí. Para distinguirlas entre sí, la abadía de Gales se conocía como Tintern Major y la irlandesa, Tintern de Voto, «Tintern of the vow».
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Las abadías cistercienses se construían generalmente en lugares remotos y este aislamiento las llevó a ser muy autosuficientes e inventivas. Tenían buenas habilidades forestales y de conservación, además de ser trabajadores calificados de la piedra y metalurgia. Poco después de la disolución de los monasterios, en 1536, la abadía y sus tierras fueron otorgadas a Anthony Colclough, un oficial del ejército de Enrique VIII, cuya familia convirtió la torre en una residencia familiar.

Muy cerca se encuentra una vieja iglesia, con su cementerio rodeaos de naturaleza salvaje que crece descontrolada.

Y hasta aquí nuestras visitas de hoy. Pasaban algo más de las 5 de la tarde y la idea era volver a Wexford y comer algo callejero, un fish and chips posiblemente, antes de partir hacia el puerto de Rosslare, donde debíamos embarcar a las 21:30.

Peeeeero.... mensajito de Brittany Ferries en el camino a Wexford:
"Lamentamos informarle que por razones técnicas su salida de Rosslare a Bilbao esta noche el 27/08/21 se ha retrasado hasta las 02:30. La nueva hora de check in en Rosslare es a las 23:00. La llegada al Bilbao el domingo 29/08/21 no se ve afectada...."

Chachi! Ahora debíamos pensar qué hacer desde la 18:00, y a solo 20 minutos del ferry, hasta las 23:00 en un país donde ya estaban cenando, a las 21:00 ya ni te dan de cenar y a las 22:00 ya no hay ni un alma por las calles...

Así que nos fuimos a un pub a relajarnos, teníamos mucho tiempo por delante para pensar...
Tomaríamos unas pintas, luego compraríamos algo de comida para comerla en los bancos del puerto y, pese a ser demasiado pronto, antes de que anocheciera nos dirigiríamos al puerto. Y es que, sin conocerlo, mejor llegar con algo de luz para ver dónde debíamos dirigirnos... Con suerte habría un bar como en el de Bilbao, donde pasar las horas.

Así que allí nos encontrábamos... a eso de las 19:30, cenando en un banco del puerto unas fish&chips que al menos estaban muy buenas!
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Conforme el sol iba cayendo, la temperatura también... y a eso de las 20:00 ya habíamos dado cuenta de nuestra cena (o al menos la que el poco hambre nos permitió comer). Teníamos mucha noche por delante! Así que decidimos embolsarlo y llevarnos las sobras al puerto mientras anochecía.

Minutos antes del anochecer estábamos en la fila del Brittany Ferries, donde filas de coches con gente cenando y durmiendo esperaban ser atendidos... Pero nosotros solo podíamos esperar junto a las motos, ya que allí no había nada más. La temperatura iba cayendo, así que nos abrigamos con lo que tuvimos a mano... esta iba a ser una noche muuuuuy laaaaarga.

Ya anochecidos, casi a las 21:00, abrieron las cabinas y comenzaron el check in.
Habíamos visto algún que otro faro de moto llegar, así que no seríamos nos únicos y con suerte encontraríamos con quien compartir nuestras historias y pasar el rato.

Tras entrar en la siguiente zona solo tocaba esperar... el barco ni siquiera estaba atracado en el puerto! Así que poca esperanza de que se adelantase el proceso de embarque...

Las motos eran en su mayoría inglesas, y algún que otro escocés. Pero ninguna parecía querer socializar con un par de españoles que, en un momento de locura, habían decidido ir a pasar sus vacaciones de verano a la lluviosa y fría Irlanda. Bueno, ellos se lo pierden...
Si que se acercó, sin embargo, algún que otro compañero motero nacional que, pese a no haber venido en esta ocasión en moto, tenía curiosidad por la fabulosa experiencia que debíamos haber vivido!

Las horas pasaron lentas y frías, y en vista de que no parecía estar próximo el embarque, decidimos abandonar las motos y dirigirnos a una terminal que había a unos 5min a pié, donde resguardarnos un rato y tomarnos un café.
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No sería hasta allá la 1 de la madrugada cuando el ferry haría acto de presencia en el puerto. Pero nuestro gozo en un pozo... Primero descargaron los cientos de vehículos y camiones que navegaban a bordo... Vimos bajar a alguna que otra moto, y sentimos lástima por si eran españoles que llegaban a estas intempestivas horas a un país que ya dormía profundamente.

Llegó la hora de embarcar! Pero no para nosotros... sin tener ningún miramiento por el frío húmedo que nos atormentaba, comenzaron a embarcar coches y camiones... Increíble pero cierto, así que solo nos quedaba seguir esperando...
En una de aquellas, vino un tripulante y nos hizo avanzar hasta el muelle. "Nos toca!" Pensamos ilusos. Pero no... solo nos colocó en fila paralela, como si de la salida de una carrera se tratase. Se reían de nosotros? De qué iba todo este circo? A la derecha camiones en línea como nosotros, a la izquierda más de lo mismo, y frente al barco nosotros, como si de una hilera mora se tratase...

Con menos ganas de bromas, por fin parece que se apiadaron de nosotros y nos permitieron acceder a la bodega, donde nos colocaron de forma similar que a la ida, pegados a uno de los laterales. Sin todavía entender a qué se había debido la espera, recogimos nuestros enseres y nos dirigimos a nuestra cabina. Por hoy ya habíamos tenido día para largo y, al menos, mañana no tendríamos que madrugar...

El día que le siguió fue largo y aburrido, y lo salvamos viendo películas y repasando fotos y videos del viaje.
Absortos en el calamitoso embarque de madrugada no habíamos tenido tiempo para pensar que abandonábamos la isla que tan gustosamente nos había acogido todos estos días... Acantilados inimaginables, carreteras retorcidas, bosques frondosos, laderas coloridas... y prácticamente el 90% todo para nosotros en exclusividad! Sin ni un turista que arruinase la paz que estos entornos transmitían...

Irlanda no había sido nuestra primera elección de viaje... Caprichos del destino en plena pandemia había hecho que nos decantáramos hacia este destino, que suponía cruzar una única frontera. Si lográbamos acceder al país, sería nuestro el resto del viaje! Sin más preocupaciones que el de recorrerlo a nuestro antojo, disfrutarlo al margen de aglomeraciones y prohibiciones... Y sin saberlo, estábamos escogiendo una gran experiencia!! Puede que Irlanda no parezca espectacular, a simple vista poco motera por el tiempo que condicionará el viaje, y muy poco publicitada en grupos y foros como destino de verano... Pero sin duda ha resultado ser una joya escondida. Esperando ser descubierta por unos pocos valientes, privilegiados como nosotros. Y es por eso que hemos compartido con vosotros nuestra experiencia, en forma de videos y crónica, de un viaje que está muy poco explotado y que tiene mucho que ofrecer! Así dejo en vuestras manos el decidir si merece la pena vivir la experiencia...

Por ahora tocaba volver a casa... Tocaba terminar para, con las pilas nuevamente cargadas de energía y vitalidad, planificar una nueva aventura!! Algo rondaba nuestras cabecitas y es que, como he dicho, Irlanda no era nuestra primera opción...
La situación parece mejorar, así que... deberéis esperar al verano para saber que estamos tramando!

De momento os dejo el track y el último video se publicará el domingo!

Poco nos queda ya por decir de este destino... Hemos compartido el día a día, consejos, presupuesto... Así que posiblemente solo haga una última recopilación de todos estos datos, por si algún rezagado decide darle una oportunidad a este post, y se enamora a primera vista de este viaje.

Solo daros las gracias por seguirnos en esta aventura, y darnos la oportunidad de mostraros parte de este fantástico país.
Esperamos que os hayamos servido de ayuda e inspiración!
 
Última edición:
Bueno, que decir de esta fabulosa crónica, amena, completísima en história y en mil detalles del mismo viaje, que sin duda serán de gran ayuda, a los que como yo, nos sentimos atraídos por este destino.

Gracias por compartir este gran viaje que habéis hecho.

Saludos
 
Hola a todos!!

Os dejo el video de la última etapa de nuestro viaje que se publicó:

He actualizado la primera entrada para que tengáis más a mano los datos más relevantes de esta crónica!

Y poco más... aquí finaliza nuestra Saga Irlandesa que esperamos os haya entretenido tanto como ilustrado.
Cualquier duda nos tenéis a vuestra disposición y si estáis dudando en si os merece la pena o no realizar este viaje... animaos! No os arrepentiréis!

Vsss✌️
 
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