ovejanegra
Curveando
Viernes por la mañana, tiempo libre inesperado. Decido salir a dar una vuelta con mi moto vieja de 26 años y 55 CV. Vamos a ver cómo respira tras las últimas mejoras que le he hecho. La verdad es que suena bien, tira lo esperado, y al ser una máquina pequeña es como llevar una bicicleta.
Me decido por una ruta habitual que me devolverá a casa en un par de horas. Salgo por la TP-2031 de Tarragona que me llevará rumbo al Pont d'Armentera. De allí mi objetivo será la C-37 y luego desviarme en Esblada (pasado Querol) para Santa Coloma de Queralt donde repostaré en la low cost del pueblo, que no voy sobrado de combustible. Luego para Montblanc por la C-241d, rematamos por el Coll de Lilla (genial zona de curvas con buen asfalto) y para casa vía Valls.
Todo mascado, previsible y aunque lo he hecho muchas veces, divertido. Pues esta vez fue diferente, fue un día un poco... ¿salvaje?
Para empezar y como premonición, me encuentro un control de los mossos en Pallaresos, a escasos kilómetros de Tarragona y donde jamás había visto uno. Nos paran a todos y van dejando pasar uno a uno. Con el nuevo límite de 90 yo ya no las tengo todas conmigo y mientras estoy en la cola me arrepiento de ir ligero y relajado por la estupenda carretera de Pallaresos. Pero no pasa nada, me dejan pasar sin novedad y yo respiro, que hace poco me volaron dos puntos con esta misma moto "pequeña".
Sigo la ruta un poco precavido, llego a Pont d'Armentera y enfilo al C-37. Está sucia, húmeda, sombría y no ofrece confianza. Barro, piedras y agua que no se seca por el frío. Pero lo que me encuentro jamás lo hubiera esperado. Justo pasar el pueblo, veo de morros hacia mí un trailer ¡con remolque! de no sé cuantos ejes que ocupa toda la carretera, que es estrecha y revirada como ella sola y con decenas de curvas ciegas. No doy crédito, es la primera vez en años que lo veo. Tengo que casi salirme de la carretera para dejarle pasar. Sigo ya convencido de que hoy no va a ser un día normal en la oficina. Pienso que si hay uno... ¿por qué no más? Avanzo con más cuidado, más lento y dejando espacio, y tras salir de otra curva, veo un coche que ha tenido que meterse en el bosque para dejar pasar a otro trailer de gran tonelaje. ¡Están pasando trailers por carreteras de montaña en las que apenas caben dos coches en paralelo!! ¡Y yo trazando alegre y sacando el culito! A estas alturas, ese culito está bien prieto. Me fijo y son camiones portugueses, y el conductor del segundo me mira como un oso a una hormiga. ¿Qué coño hacen aquí??
Seguimos para bingo y ya con la mosca tras la oreja tiro para Santa Coloma. El trazado hasta llegar es bonito y divertido, pero más estrecho que la C-37 y ya voy escamado, así que poca broma. Reposto en Santa Coloma sin novedad y para Montblanc. En la C-241d me encuentro poco tráfico, pero entre los pocos coches tenemos ya al Alonso de turno que tras adelantarle, me devuelve el adelantamiento en la recta siguiente y empieza a tirar como un descosido casi derrapando en las curvas. Con estos ya he aprendido a quedarme detrás y seguirlos hasta que me aburro. Llegamos a Montblanc y pienso que no me gustaría tenerlo delante por el Coll de Lilla, me va a quitar concentración... pero no, se desvía. Lo que ocurre es que empezando a subir el puerto, excelentemente asfaltado y con carriles de adelantamiento en subida, me pasan a toda ostia un Megane y un A8 que van como haciendo una carrera... me sorprendo a mí mismo siguiéndoles y corriendo más de la cuenta, hasta que pienso en desistir porque veo que las ruedas del A8 van rechinando y su escape suelta una humareda negra muy fea... pero comienza la bajada y el tráfico sin posibilidad de adelantar les frena. Llego tranquilamente a la autovía, que me lleva a casa.
Meto la moto en el garaje con sensaciones contradictorias. Aunque a ratos me he divertido, no ha sido una ruta satisfactoria, demasiados problemas para los escasos 100 km que habré hecho. Ha sido más bien perturbadora, frenopática. Y es que el tráfico está un poco salvaje, lo noto. Hay mucho nervio, mala leche, sorpresas estrafalarias, mucho impulsivo queriendo hacer carreras. No sé, flota mal rollo en el asfalto. Un místico vería un mal karma.
En fin, solo quería explicar esto para pasar el rato y deciros que tengáis mucho cuidado ahí fuera porque o soy yo, o el tráfico está más salvaje que de costumbre.
Me decido por una ruta habitual que me devolverá a casa en un par de horas. Salgo por la TP-2031 de Tarragona que me llevará rumbo al Pont d'Armentera. De allí mi objetivo será la C-37 y luego desviarme en Esblada (pasado Querol) para Santa Coloma de Queralt donde repostaré en la low cost del pueblo, que no voy sobrado de combustible. Luego para Montblanc por la C-241d, rematamos por el Coll de Lilla (genial zona de curvas con buen asfalto) y para casa vía Valls.
Todo mascado, previsible y aunque lo he hecho muchas veces, divertido. Pues esta vez fue diferente, fue un día un poco... ¿salvaje?
Para empezar y como premonición, me encuentro un control de los mossos en Pallaresos, a escasos kilómetros de Tarragona y donde jamás había visto uno. Nos paran a todos y van dejando pasar uno a uno. Con el nuevo límite de 90 yo ya no las tengo todas conmigo y mientras estoy en la cola me arrepiento de ir ligero y relajado por la estupenda carretera de Pallaresos. Pero no pasa nada, me dejan pasar sin novedad y yo respiro, que hace poco me volaron dos puntos con esta misma moto "pequeña".
Sigo la ruta un poco precavido, llego a Pont d'Armentera y enfilo al C-37. Está sucia, húmeda, sombría y no ofrece confianza. Barro, piedras y agua que no se seca por el frío. Pero lo que me encuentro jamás lo hubiera esperado. Justo pasar el pueblo, veo de morros hacia mí un trailer ¡con remolque! de no sé cuantos ejes que ocupa toda la carretera, que es estrecha y revirada como ella sola y con decenas de curvas ciegas. No doy crédito, es la primera vez en años que lo veo. Tengo que casi salirme de la carretera para dejarle pasar. Sigo ya convencido de que hoy no va a ser un día normal en la oficina. Pienso que si hay uno... ¿por qué no más? Avanzo con más cuidado, más lento y dejando espacio, y tras salir de otra curva, veo un coche que ha tenido que meterse en el bosque para dejar pasar a otro trailer de gran tonelaje. ¡Están pasando trailers por carreteras de montaña en las que apenas caben dos coches en paralelo!! ¡Y yo trazando alegre y sacando el culito! A estas alturas, ese culito está bien prieto. Me fijo y son camiones portugueses, y el conductor del segundo me mira como un oso a una hormiga. ¿Qué coño hacen aquí??

Seguimos para bingo y ya con la mosca tras la oreja tiro para Santa Coloma. El trazado hasta llegar es bonito y divertido, pero más estrecho que la C-37 y ya voy escamado, así que poca broma. Reposto en Santa Coloma sin novedad y para Montblanc. En la C-241d me encuentro poco tráfico, pero entre los pocos coches tenemos ya al Alonso de turno que tras adelantarle, me devuelve el adelantamiento en la recta siguiente y empieza a tirar como un descosido casi derrapando en las curvas. Con estos ya he aprendido a quedarme detrás y seguirlos hasta que me aburro. Llegamos a Montblanc y pienso que no me gustaría tenerlo delante por el Coll de Lilla, me va a quitar concentración... pero no, se desvía. Lo que ocurre es que empezando a subir el puerto, excelentemente asfaltado y con carriles de adelantamiento en subida, me pasan a toda ostia un Megane y un A8 que van como haciendo una carrera... me sorprendo a mí mismo siguiéndoles y corriendo más de la cuenta, hasta que pienso en desistir porque veo que las ruedas del A8 van rechinando y su escape suelta una humareda negra muy fea... pero comienza la bajada y el tráfico sin posibilidad de adelantar les frena. Llego tranquilamente a la autovía, que me lleva a casa.
Meto la moto en el garaje con sensaciones contradictorias. Aunque a ratos me he divertido, no ha sido una ruta satisfactoria, demasiados problemas para los escasos 100 km que habré hecho. Ha sido más bien perturbadora, frenopática. Y es que el tráfico está un poco salvaje, lo noto. Hay mucho nervio, mala leche, sorpresas estrafalarias, mucho impulsivo queriendo hacer carreras. No sé, flota mal rollo en el asfalto. Un místico vería un mal karma.
En fin, solo quería explicar esto para pasar el rato y deciros que tengáis mucho cuidado ahí fuera porque o soy yo, o el tráfico está más salvaje que de costumbre.