Túnez según McBauman

[McBauman]

Yo nunca había ido a Túnez en moto. Por eso, cuando estaba pensando en un destino que no estuviera lejos ni cerca, que tuviera islas, que tuviera desierto, que tuviera enormes lagos salados, que tuviera maravillosas ruinas romanas… paisajes de películas, historias bélicas, gentes amables y bondadosas… no se me ocurrió otra cosa que ir a Túnez. Y de eso va esta historia.












Hay unas cuantas formas de ir a Túnez con la moto y todas requieren de un ferry durante más o menos tiempo (bueno, vale, si das toda la vuelta al Mediterráneo, yendo por el sur de Europa hasta Turquía, bajas a Africa por Siria y enfilas por Egipto y Libia hasta Túnez no pillas barco pero ya te digo yo que no lo intentes, te vas a encontrar unas cuantas fronteras cerradas) (pero molar, molaría, ya lo creo).


De las opciones más cortas, molaría bajar a Marruecos y llegar a Túnez desde Argelia, pero como Marruecos y Argelia tampoco se llevan bien, tampoco se puede.


Otra posibilidad (ésta real) que me hubiera gustado mucho era ir en barco a Argelia (desde Alicante o Almería) y de allí a Túnez (toma dos pegatinas para las maletas!!!). Pero las autoridades argelinas están un poco pesadas con los requisitos para conceder visas. Las conceden pero lleva su tiempo. Y yo me quería ir ya.


Más posibilidades: Desde Marsella, se puede; desde Génova, se puede; desde Civitaveccia, también se puede. Y desde Salerno, y desde Palermo.



De todas estas opciones la que más me gustó fue Civitaveccia por suponer un equilibrio que era de mi gusto, entre las horas de barco y lo lejos que me pillaba el puerto de casa.


Ojeé unas cuantas crónicas estupendas que hay en este foro, tomé unas cuantas notas, hice alguna consulta a un par de amigos que acababan de estar, calcé neumáticos nuevos a mi Adventure (Metzeler Karoo Street) y arranqué

 

[McBauman]

24 de abril
Elgóibar- La Ciotat (Francia)
828 kms

Los inmigrantes










La primera parte y media del día no tuvo ningún misterio: autopista hasta Marsella.
Por la ciudad del jabón había pasado muchas veces pero parado ninguna. Y éste era el día elegido para mi primera vez.
Marsella es una ciudad rara, fea y bonita a la vez. Es muy blanca, pero tiene menos gracia que otras ciudades blancas. Es grande y da la impresión de que su vida gira en torno al puerto. Hay inmigrantes. Muchos inmigrantes.

Doy un paseo junto al mar, visito la Catedral de la Mayor (que me hace mucha gracia con tantas rayas), subo a la Basílica de Notre Dame de la Garde, intento hacer una foto que no me sale y
disfruto de las impresionantes vistas que hay desde allí arriba.















Decido dormir en La Ciotat, en el parque nacional de Calanques, del que guardaba buen recuerdo de otro viaje y pensé que ya volvería a Marsella otro día.
Duermo en un hotel curioso que me cuesta encontrar, pregunto que si sabían castellano y veo que no saben ni inglés.

Empieza bien esto…

 

[Aviador]

¡Pero que ganas de leer otra entrega de un "según McBauman"!

 

[McBauman]

25 de abril
La Ciotat- Monterrosso (Italia)
628 kilómetros.

LAS ESTATUAS

Sabía que volvería algún día a Marsella pero no imaginaba que tan pronto.
Ayer no encontré unas estatuas que me interesaban y, con la calma del hotel, las encontré, así que toca volver que yo eso no me lo pierdo.

Resulta que ayer pasé justo al lado de la escultura pero no la vi. Me encanta. Se trata de “Los Viajeros” una serie de figuras de Bruno Catalano dedicadas a los inmigrantes, muy interesantes por los agujeros que muestran, que no son otra cosa que metáforas del vacío que queda cuando uno se ve forzado a dejar su tierra. Hay unas cuantas repartidas por la ciudad y me parecen realmente interesantes. Como para no haber vuelto.










Sigo avanzando hacia el este y a la altura de Cannes giro hacia el interior hasta llegar al precioso pueblo de Mougins, uno de los más peculiares de Francia, que ya es decir.

Conocido por ser el lugar en el que pasó los últimos años de su vida Pablo Picasso, es un pueblo mediterráneo, blanco, situado en lo alto de una colina rodeada de bosques de pino. El municipio entero parece una galería de arte. Qué silencio, qué ambiente tan fantástico, qué ganas de quedarme allí a vivir diez años… pero me conformo con unas pocas horas.

 

[McBauman]

Vuelvo a la autopista de la costa y el atasco es monumental al llegar a Italia, así que me desvío hacia el col de Tende o passo della Tenda, que es lo mismo según en qué lado de la frontera estés. Hay una pista de tierra que llega hasta arriba y tenía yo mucho interés en subirla. Circulo por un desfiladero precioso, con muy poco tráfico. Hay muchas obras pero yo avanzo. Veo un aviso y otro y otro anunciando que el camino está cortado, pero yo avanzo. El GPS avisa que el camino está cortado, pero yo avanzo. Finalmente llego al inicio del puerto. Está cortado. Dejo de avanzar, media vuelta.


Pensaba que podía estar cortado justo después del cruce. 100 metros me hubieran bastado pero no, estaba cortado justo antes del cruce… volveré, sin duda, volveré.






Vuelvo a la autopista y el atasco es monumental. Mientras estoy parado me adelantan zigzagueando entre los coches una GS 1200, una Kawa y una Ducati scrambler y la chica que maneja esta última me hace una señal para que las siga. Faster!!! Grita.

Y lo hago durante unos kilómetros pero saber los límites de cada uno siempre ha sido buena cosa y debo reconocer que, a esa velocidad, las posibilidades de que dejara la marca de mis maletas en cualquier utilitario iban creciendo exponencialmente. Y paré.


Después de más de 200 kilómetros de autopista, sin peajes, salgo de la autopista y me topo con uno en el que se paga todo. Mucho más cómodo que en Francia, ya lo creo.


Estoy en Cinque Terre, maravilloso parque nacional que no me canso de visitar.


Duermo en Monterosso, frente al mar. Idílico lugar.

 

[MIGUEL_STROGOFF]

Tomo asiento, y . Esto promete.

 

[McBauman]

26/4
Monterosso- Civitavecchia (ferry)
446 kms

UNAS TERMAS MUY CALIENTES

Como hoy quiero ver muchas cosas y tengo prisa, me pego un desayuno bien relajado en la terraza, disfrutando del mar. No me hubiera importado quedarme cuatro años o cinco en esa terraza, aunque no fuera desayunando todo el rato.

Arranco la moto y voy paseando por el idílico parque nacional de Cinque Terre. Qué bien se circula por aquí con poco tráfico, qué hermoso rincón del mundo…






Me acerco a visitar el faro della Rocchetta, que tenía yo mucho interés en verlo porque ciertamente, es muy peculiar. Desde él se contempla la isla de Elba, uno de los destierros de Napoleón.

 

[McBauman]

Sigo, hacia las Termas de Saturnia esta vez. La carretera es pura magia, ambiente totalmente toscano de colinas bajas y praderas verdes. Según me acerco a las Termas el tráfico aumenta y, ya desde lejos, veo que hay muchísima gente… pero bueno, ya que estoy, habrá que echar un vistazo.

El acceso es gratuito, el aparcamiento es gratuito… ¿seguro que esto es Italia?

Hace bastante calor y el aparcamiento está a 400 metros lo que unido al ambiente tan turístico me hacen desistir de la visita, pero según me estoy yendo pienso que tampoco paso todos los días por Saturnia, así que aparco la moto y me acerco, sin toalla ni nada, solamente a curiosear y hacer unas fotos.

El lugar desde luego curioso, sí es. Se trata de un montón de piscinas naturales, escalonadas de color blanco y con la el agua a 35º. Lo de los instagramers posando es tan divertido que casi se olvida uno de la belleza del lugar.





La cosa es que se me ocurrió subir por la cascada del Molino, la mayor de todas, para echar un vistazo desde arriba. Y descubrí que por allí venía el pequeño caudal de agua caliente que alimenta las termas y que cuanto más avanzaba menos gente había, así que anduve un rato y en un rincón en el que no había nadie, me animé, me quité la ropa de romano y al agua en gayumbos.





El caudal baja con fuerza pero hay pozas muy tranquilitas. Estaba tan a gusto que me pareció buena idea quitarme los gayumos y dejarlos medio secar en unas rocas a la orilla.

Aparecen unos niños corriendo para tirarse desde la parte más alta y dejar que la corriente les arrastre hasta que los pierdo de vista. Una y otra vez. No asustarse, que mantenía la dignidad con mucha discreción.

Aparecen dos señoras y se bañan en la poza que tengo a tres metros. ¿De verdad?

Mantengo la compostura un rato y cuando veo que es el momento de ponerme la ropa interior con disimulo, oh, cielos, ésta se me va de las manos y se escapa a toda velocidad corriente abajo sin que pudiera hacer nada por recuperarla… ¡qué oprobio!

Estudio bien cuál es la manera más rápida de ponerse un pantalón de moto, mojado y sin ropa interior. Doy fe de que se puede hacer rápido, pero se tarda, se tarda.

Y seguí río arriba hasta volver a llegar a la carretera pensando en la cara que pondría alguna instagramer si en medio de su posado llegaban hasta sus manos unos gayumbos navegando por las termas. BMW, eso sí.

 

[McBauman]

Sin más miramientos llego al puerto de Civitavecchia, con tiempo de sobra.

Encuentro a un motero suizo que también va a Túnez y ya está esperando. Me dice que con el billete impreso vale, que no hace falta más. Demasiado simple me parece a mí para el montón de explicaciones que me dio @aracata así que investigo un poco y veo que, efectivamente, hay que hacer un cheking. Lo hago y aviso al suizo para que no se quede en tierra.

Se ve que no es temporada de motos, está la Yamaha del suizo que sólo habla alemán, la BMW de una pareja italiana de lo más peculiar y una kawa de un tunecino macarra que me dejó sellados los tímpanos para medio viaje.

Hacemos los trámites con la policía al subir al ferry y con una hora de retraso abandonamos Europa en un barco abarrotado, cuyos pasillos se llenaron de colchones en un momento. Menos mal que conseguí camarote con wifi, al menos para la ida.

Hala, nos vamos para el África.

 

[Limoncello]

Oleeee, qué gustazo una nueva crónica. Seguimos muy atentos. Gracias @McBauman

 

[.quique]

Espero sentado a la próxima entrega.

 

[McBauman]

27 de abril
Túnez- Sidi Bou Said (Túnez)
15 kilómetros

AL FIN, TÚNEZ

Me invitan a abandonar el camarote un par de horas antes de llegar a puerto con la excusa de que hay que ir limpiando. No contaba con esto, a ver qué hago con todas las bolsas que he subido.


Durante el trayecto, con todos los apuntes que he ido tomando he preparado una medio ruta. Las rutas de todas las crónicas son muy parecidas, algunas más amplias que otras, cada una con sus matices, pero todas circulares. Yo también añadiré mis matices


18 horas después de haber embarcado, tomo tierra en Túnez. Ando vivo y salgo el tercero del buque. Todo muy fácil, todos muy amables, salvo el tontorrón de la kawa al que mal rayo le parta.


No me piden ni papel de importación, no hay gorrillas, de verdad, una frontera muy recomendable.

Lo primero que hago es buscar un banco serio para cambiar moneda y así tener un resguardo de cambio oficial. A partir de ahora se abre un abanico de posibilidades.

Lleno el depósito a precio africano. Qué gustazo.

Me acerco a Cartago, porque me parece obligatorio hacerlo aún sabiendo que es una visita muy floja (estas ruinas las han arruinado un montón de civilizaciones y a fe que lo consiguieron). @Carolus lo explica muy bien en su crónica.
















Voy a Sidi Bou Said, que está aquí al lado. Es uno de los pueblos más turísticos de Túnez pero para mi primera toma de contacto necesitaba algo así, que ya vendrán las emociones fuertes según me adentre en el país.

Paso delante del palacio presidencial, muy militarizado, y veo que los guardias saludan a mi paso. Qué majos. Hasta luego “salaos”.

Hoy toca relax, chaman, piscina, masaje, sisa, gatos bizcos y couscous (demonios, no me dí cuenta del pimiento y me lo comí de golpe. Cómo picaba, qué lagrimones, qué hipo).





Visita obligada al Café des Delices. Qué vistas, oiga.


Cuando con un café expreso muy pequeño té traen 3 azucarillos… sospecha… aquí algo pasa… qué cosa tan amarga.

 

[McBauman]

28 de abril
Sidi Bou Said- Dougga
268 kms


LAS PUERTAS DE COLORES Y SEPTENTRIÓN




Hoy no tengo muy claro a dónde voy a llegar, tiraré hacia el noroeste y ya si eso, iremos viendo.
Antes de irme vuelvo a dar un paseo por Sidi Bou Said que cuando lo di anoche, era de noche.
Me acerco al faro de Ras Qatarjamah, mucho más visible desde el mar que desde tierra, lo cual tiene su lógica. Qué vistas tan impresionantes sobre el golfo de Túnez.






Las puertas de colores, la mayoría azules, son un reclamo para la cámara de fotos, digo para el móvil. Qué cosa tan divertida.





Montado ya en la moto me asaltan unos halcones. Bueno, los halcones no, los pesados que los llevan atados y te los ponen encima para que te hagas unas fotos y las pagues. Les iba a mandar a hacer gárgaras, que ésta ya me la sé yo, pero en un momento me dio por pensar lo graciosa que iba a quedar la foto en una crónica de bmwmotos y me dejé engañar no sin antes regatear duramente.

 

[McBauman]

Salgo de la ciudad y a los pocos kilómetros veo un cacho salar, a escasos metros de la carretera. Antes de que me dé tiempo a pensarlo ya tengo las ruedas sobre la sal, antes de que me dé tiempo a volverlo a pensar ya se han hundido. Antes de que me dé tiempo a pedir ayuda, me tocan la bocina desde el arcén ofreciendo ayuda.







Ha sido breve y emocionante a partes iguales.

Por un asfalto liso y brillante al que todavía no he pillado el punto y me va pegando sustos, llego hasta Bizerte, cuyo faro necesitaba fotografiar desde que lo vi hace años por internet. Como no tengo batería en la réflex me tomo una limonada y pido enchufe.









Me refresco, hago la foto y tiro hacia el norte, hacia Cap Ángela, el punto más septentrional de todo el continente africano que vi en alguna crónica de @perlanegraviajes.





Ciertamente es un lugar peculiar, con un par de reclamos, para inmortalizar el momento, muy conseguidos.






Me acerco al faro que hay al lado y se acerca uno de los militares que hay dentro. No hagas fotos, que te he visto, me dice. Yo no entiende, le explico, y me piro con mis fotos hacia el sur, con ganas de hacer un largo camino, hacia el sur.

 

[McBauman]

Iba a seguir por la costa hacia el oeste pero me pareció demasiado desangelado. Busqué por internet (por cierto, tarjeta sim de holafly, muy buen invento) y vi que en esa dirección no había ningún hotel así que abandoné el Mediterráneo y me fui adentrando hacia el interior.

En un kilómetro cualquiera me topo con un cementerio de guerra, de la Commonwealth, con fallecidos de las dos Guerras Mundiales. Al principio pensé que se trataba de uno que encontraron los valientes de GS Euskadi, pero después comprendí que en Túnez hay unos cuantos similares.

Siempre es sobrecogedor visitarlos.


















Llego a Dougga y encuentro un hotel con mala pinta pero suficiente. Me quedo. Por 33 € ceno, duermo y desayuno.
Si no hacen mucho ruido los guiris que acaban de llegar en un autobús, para un viajero cansado, suficiente.

 

[Z-1000]

Interesante, me quedo por aquí.

 

[McBauman]

29 de abril
Dougga- Gafsa
390 kms

LA HISTORIA DE LAS PIEDRAS




Hoy va de ruinas.





Durante el desayuno, a base de café buenísimo y pan (sin tostar) con mantequilla y mermelada de limón que si hubiera podido hubiera llenado el topcase con botes y más botes… durante el desayuno, decía, elijo hotel para la siguiente noche. No reservo, por si acaso, pero elijo, que ayer me llevé medio susto.

Me acerco a las impresionantes ruinas de Dougga, con monumentos, bastante bien conservados, de las culturas púnica, númida, romana y bizantina. Como he dormido al lado he venido a primera hora y estoy prácticamente solo, al menos al principio.

Hace mucho calor para hacer turismo vestido de romano (qué guasa). Una pareja que está disfrutando de un té a la sombra me invita a acompañarles. Al sol llegamos a 37º.

 

[McBauman]

Después enfilo hacia Bulla Regia, que es otro yacimiento arqueológico.

Aparco en el arcén delante del bar frente a las ruinas y sale de no sé dónde una gorra con un tunecino debajo, para decirme que es de seguridad y que hay cámaras. Que puedo estar tranquilo. Y lo estoy.

Hay una tienda de recuerdos y para no liarme demasiado aplico el viejo truco de fijarme en las tarjetas para ver qué es lo más típico del lugar: los mosaicos.






Aunque llevo unas cuantas horas viendo piedras históricas, hay que reconocer que estos mosaicos emocionan a cualquiera. Me llama la atención que no están protegidos, cualquiera puede pisarlos, con más o menos cuidado.

Hace unos meses estuve en Camarzana de Tera y ya te digo yo que por bastante menos que esto no te dejan acercarte a menos de dos metros. Tampoco digo que no tengan razón.

 

[McBauman]

Enfilo hacia el sur.

Las carreteras y, especialmente, los aledaños de los pueblos, están llenas de basura, de bolsas de plástico tiradas en cualquier sitio. Esto lo he visto en otros países africanos en los que he estado y en algunos asiáticos pero me da la impresión de que Túnez entra en el top 3 de los que he visto. Es un país humilde y, como tal, todavía no se preocupa mucho por los residuos y el reciclaje.







Al paso de los pueblos veo colgados pellejos de corderos y cabezas de vacas, así tal cual. Todo un reclamo que decido obviar.


Llego a Sbeitla, a los restos del centro comercial, con dos mil años de antigüedad, en el que las civilizaciones númida, romana y bizantina pusieron lo suyo. El Atlas empieza (o acaba) aquí, así que tenía su lógica. Claro.

Decido no entretenerme mucho. Es enorme y desde fuera se ve mucho, lo suficiente para venir de donde vengo.





De vez en cuando me para la policía, me saludan tan sonrientes y me dejan marchar. Sin más.

El paisaje va estando más seco, sin ser desértico aún. Voy a abandonando las colinas verdes que había más al norte.



Encuentro un hotel por booking, curioso hotel, y me cuesta encontrar la ubicación. Me meto en la casa del vecino, que tenía las puertas abiertas y estaba pintando unos vikingos y unos novios. Sale el patriarca para decirme que allí no es pero que si voy yo sólo y quiero quedarme soy bienvenido, pero aparece el hijo y me acompaña a la casa adyacente, que era mi hotel. Sin ninguna señal que lo indicara.


La persona que lo regenta no habla inglés así que me pasa, por teléfono, con su hermano. Después de un rato me dice en castellano que qué hacemos hablando inglés.

Me dan mucha cena, me sirven una cerveza tras otra aunque no las pida.

Curioso lugar. Buen descanso.

 

[Bandit GS]

Qué buena encontrarme con una nueva crónica de las tuyas Fernando. Y encima de un destino al que tengo ganas, pero que todavía no ha caído (pero caerá seguro).
Me quedo a la espera de nuevas entregas para disfrutarlas y tomar notas.
Un saludo.

Enviado desde mi WP30 Pro mediante Tapatalk

 

[McBauman]

Qué buena encontrarme con una nueva crónica de las tuyas Fernando. Y encima de un destino al que tengo ganas, pero que todavía no ha caído (pero caerá seguro).
Me quedo a la espera de nuevas entregas para disfrutarlas y tomar notas.
Un saludo.

Enviado desde mi WP30 Pro mediante Tapatalk

En lo que escribo la crónica de Irlanda
Muy, muy recomendable Túnez, al menos en la época del año en la que fui yo.
Según recuerdo el viaje, para escribir la crónica, me están entrando muchas ganas de volver así que no te digo más

 

[Carolus]

Estoy de acuerdo: Túnez es un país muy interesante para recorrer a tu aire contando, además, con muchos atractivos turísticos.

Enhorabuena Fernando por este viaje y por esta crónica (que está resultando muy entretenida)...

.

 

[.Albert]

Tan cerca, tan lejos y tan desconocido....
GRACIAS por compartir y explicar tan bien y con esas magníficas fotos.

 

[McBauman]

30 de abril
Gafsa- Nefta
259 kms


ROMMEL Y EL HOMBRE SIN PROBLEMAS


Hoy desayuno rápido y arranco con ganas, que me encanta el plan.
Aunque está todo seco, esta noche ha llovido. Se notan las gotas en el polvo de la moto.
El primer plato del menú es la pista de Rommel, cosas de la Segunda Guerra Mundial y de cómo el zorro del desierto sale del mismo por peteneras.

De la crónica de @Lendakari74 me quedé con el detalle de que esta pista hay que hacerla en el sentido de las agujas del reloj ya que cuando llegas arriba y ves la inmensidad del desierto se te caen los huevos al suelo (creo que él utilizaba otras palabras pero la idea es esa).

En Redeyef, donde para mí comienza la pista, encuentro una pequeña torre Eiffel, o es una recuerdo de las tropas aliadas o les gusta mucho el Tour, no pregunté.





Como era de prever, la pista comienza rodeada de tantas bolsas de basura que el encanto del lugar queda en entredicho. Pero pronto llega uno a lo alto, se cambia de valle y efectivamente, la impresión que se había llevado Lenda, me la llevo yo. Qué cosa tan grande el desierto, oiga. Desde allí envío un mensaje de agradecimiento a Lenda y a @galerna8 , que también iba en el grupo, que siempre está bien ser agradecido






Según estoy allí arriba con mis cosas, llega un 4x4, aparca por a mi lado, bajan unos cuantos belgas y en medio castellano me comentan que hay una cueva justo debajo de donde estoy pisando y que el techo está lleno de peces. Pienso que esto tiene que ser un error de traducción y que no me voy a quedar sin comprobarlo.

Yo entiendo poco de cuevas pero te advierto que si vas a mirar mucho rato para arriba, tengas cuidado con lo que hay abajo. Yo esto lo sé ahora, claro. La cosa es que me tropecé con lo que fuera y me caí de bruces y con tanta vergüenza que hice un giro sobre mí, como si me hubieran hecho un osoto gari y me levanté de un salto. Me miraron todos extrañados pensando en qué demonios estaba haciendo mientras yo les decía que “penalti, ha sido penalti”.

El humor belga no es que sea archiconocido, así que no pillaron el chiste y me fui sin tener muy claro si aquel techo estaba lleno de peces o de panes.

 

[McBauman]

Sigo con la ruta hacia abajo, por una pista que a ratos es de cemento y uno no para de imaginarse qué pasaría por aquí hace algunas décadas. Bueno, no creo que uno pueda realmente imaginarlo.

Al llegar abajo se llega a una carretera al principio un poco sosa, rodeada del inmenso secarral, pero que se vuelve bien divertida cuando vuelve a enfilar hacia las montañas que me separan de Redeyef otra vez. Bien asfaltada y llena de curvas rápidas. Yupi.





Siguiente punto del orden del día, la garganta de Mides, a 5 kilómetros de Argelia.

La visita a esta zona fronteriza está bastante desaconsejada, en general. Que si viene alguien del otro lado, la lía y se vuelve corriendo y aquí nadie sabe nada y cosas así. Lo típico.
Pero indagando un poco me dijeron que no hay problema en acercarse a Mides. Y me acerqué. Esto ya es desierto puro, temperatura incluida.








Allí no parece que te vayas a encontrar nada del otro mundo, un pequeño oasis de montaña, curioso como todos. Pero al asomarse a la garganta cambia uno de idea rápidamente.

Voy buscando la posibilidad de bajar con la moto, pero al final no puedo así que lo hago andando. Como no quiero los servicios de ningún guía nadie me quiere decir por dónde bajar (lógico), pero bueno, está claro que es hacia abajo, así que encuentro por dónde.

Ciertamente peculiar le lugar. Después de trastear un rato por allí jugando con los colores y las sombras toca subir. Q-u-e-c-a-l-o-r

Al llegar arriba se me ocurre una foto que no he hecho. Me da mucha pereza volver a bajar (bueno, lo que no quiero es volver a subir), pero ¿sabes tú cuándo vas a volver a Mides? Yo tampoco, así que bajé. Y subí.

 

[McBauman]

Después de un refrigerio a la sombra me voy al oasis de Tamerza que está a pocos kilómetros.
Aquí tengo un poco de lío con una cascada y otra y cuando me estoy metiendo por un berenjenal de narices que no llevaba a ningún lado al que yo quisiera ir aparece a mi lado un jovenzuelo con una motillo, me enseña un carnet de guía (o de la biblioteca, vete tú a saber) y me enseña en su móvil un montón de fotos de lugares que no voy a encontrar sin su ayuda. Aunque no acostumbro a hacerlo, la verdad es que por 10 € me parece que puede ser interesante recibir un poco de orientación.
Me dice que le siga, que si no me importa que haya un poco de agua. (Eh, tú, que esto es una Adventure, tú qué te has creído)
Llegamos a un riachuelo y tiramos río arriba, a ratos por el agua y a ratos por la orilla. La verdad es que el agua no me molestaba pero… Y ESA ARENA TAAAAAN BLANDA????

Le voy azuzando para que aligere el paso porque pensando que me hace un favor va despacito y ya te digo yo que como me descuide, a esa velocidad, mi moto se hunde. (Si, sí, la Adventure, ya lo sé)
Y me descuidé.
Y se hundió.
Cuando se da cuenta de que no le sigo, da la vuelta con cara de susto. Yo sigo montado en la moto y le freno antes de que articule palabra. Tengo muy claro lo primero que hay que hacer en un caso así: una foto.





Intentamos sacar la moto. Montado, bajado, para adelante, para atrás… no podemos, no podemos, no podemos y no podemos. No problem, le digo para tranquilizarle, porque este muchacho me sirve más relajado que estresado, ya verás.
En lontananza, entre cánticos y risas, aparecen río abajo cinco tunecinas que antes de que les pidamos ayuda ya se están descalzando (algunas) y están dando ideas y dirigiendo el cotarro, que si tú ponte allí, que yo empujo de aquí, que si podemos quitar las maletas, que yo me pongo el casco, que si nos hacemos una foto, que esto cada vez está más hundido… No problem chicas, vosotras a lo vuestro, que nos lo estamos pasando bien y de eso se trata.

 

[McBauman]

Tumbo la moto y la hago girar sobre un cilindro ante la sorpresa del respetable que se lo está pasando pipa, entre risas, fotos y aplausos. No problem.
La cosa es que cuando ya hay un poco de orden, intento arrancar la moto a ver si empujamos y obedece, pero digo bien, intento. ¿Problem? No, no problem, esto terminará arrancando (espero).
Ha quedado la tercera marcha engranada y de ahí no se mueve. Y es que mi moto, caprichosa que es la muy mimada, desde hace tiempo solamente arranca en punto muerto, nada de meter marcha y accionar el embrague.
Y si no se mueve de tercera, dice que no. Y punto.

El guia tiene sudores fríos, las chicas miran curiosas y yo estoy pensando en los titulares: moto con 398.000 kilómetros fallece atascada en un oasis tunecino. La verdad es que podría aburrir a varias generaciones contándoles la historia.

Al final, echando un poco de agua por la zona de la palanca de cambios y sensores varios, se fue limpiando algo de arenilla que debía haber por allí y pude engranar el punto muerto para que arrancara y saliera del lío. Eso, o que la mimosona pensó que con quince o veinte minutos de atención permanente ya era suficiente.

¿Qué os decía? NO PROBLEM




Más fotos, más risas, agradecimientos en varios idiomas y las chicas se fueron tan contentas río abajo y nosotros tan contentos río arriba.
Llegamos a la cascada y bien, bueno, bonita, pero lo que sí me ha gustado es venir hasta aquí. Tomamos un refresco antes de que llegara un 4x4 con turistas armando ruido y entonces mi guía, ya despreocupado, me dice que soy “el hombre tranquilo”, que hace unos días pasó algo parecido con unos italianos y no dejaron de gritar e insultarle hasta que consiguieron salir. Jeje, qué majo. No problem amigo, no problem, esa es la cosa.




Desde allí llegamos al cañón de Tamerza y, ya os digo yo que en la vida me he visto en cosa parecida. Y menos en moto. No sé cuántas escenas de películas se han grabado por aquí, pero unas cuantas. Si hubiera venido solo me hubiera quedado sentado un buen rato en una piedra, en silencio, disfrutando de estar allí, pero bueno, si hubiera venido solo no hubiera encontrado el cañón. Creo.

 

[McBauman]

Me comenta que la cascada que hemos visto es una cascada de oasis y que ahora vamos a una cascada de montaña. Como hay que retroceder por dónde hemos venido le pido que ahora vaya detrás de mí y así, a un ritmo un poco más alegre, no tuvo ningún misterio descender el riachuelo. Orgullo que tiene uno, a pesar de todo.

La siguiente cascada, junto a la carretera, es mucho más turística que la anterior. Hay puestos en los que comer, beber y comprar recuerdos. Hay bastantes coches, algunos autobuses y mucha gente. Y entre tanta gente están mis cinco ángeles de la guarda. Les pido que, como agradecimiento, me dejen invitarlas a tomar un algo, pero se ponen serias y declinan el ofrecimiento. Me dicen que no, que ha sido un placer, que ha sido divertido y que no pueden aceptar.
Pero aceptan, no me hacen el feo. Tomamos pizza beréber a base de pan muy fino y vegetales, regados de té moruno. Qué cosa tan rica.
Me regalan un llavero con un camello y se van con el té. Tampoco quiero insistir, no vaya a ser que se malinterprete y me meta en arenas movedizas, que esto es otra cultura y se nota. Eso sí, apuntan mi Instagram. Qué gracia me hizo esto.




Prosigo mi camino y en el siguiente oasis ni paro. Estoy harto de palmeras.

Llego al hotel que he reservado. Me dicen que mi habitación es grande pero que si quiero una más grande, por el mismo precio, me la cambian.

Como huele raro pido verlas. Me ofrecen un apartamento precioso y, como hoy toca hacer colada, acepto encantado.

Me meto en el hamman. No hay nadie. Cojo un bote lleno de arena oscura, que seguro que es exfoliarte y me deja la piel divina de la muerte. Empieza a salir espuma. Es champú.

Mientras doy cuenta de una cena exquisita se acerca, y nos atrapa, una tormenta de arena bestial. Me encanta, porque estoy en el hotel.





Y así fue como terminó uno de los mejores motodías de mi vida. Una pista legendaria, un cañón fronterizo, el desierto, un oasis, otro y otro, gente generosa que aparece por los ríos y una preciosa tormenta de arena que me pilla en una habitación de hotel gigante.


¡Como para tener problemas!

 

[the doctor]

Hacía tiempo que no te leía. ¡Qué placer volver a disfrutar de tus peripecias viajeras!. Una maravilla como siempre.
Un saludo

 

[D3MIO]

Ohhhh Fernando, que buena crónica, como las echaba de menos...

Túnez lo visité hace 20 años en familia, mis hijas eran bastante pequeñas y realice un tour concertado, siempre me he quedado con las ganas de ver más.

Un destino que está en la carpeta y es muy recurrente por su facilidad de acceso.

 

[the doctor]

La gran calidad documental, la perfección gráfica, los finos y sutilmente cargados de ironía comentarios, el humor y el positivismo en la acción... perfecto y ameno. Maestro de las crónicas viajeras.
Un saludo

 

[Lendakari74]

Me comenta que la cascada que hemos visto es una cascada de oasis y que ahora vamos a una cascada de montaña. Como hay que retroceder por dónde hemos venido le pido que ahora vaya detrás de mí y así, a un ritmo un poco más alegre, no tuvo ningún misterio descender el riachuelo. Orgullo que tiene uno, a pesar de todo.

La siguiente cascada, junto a la carretera, es mucho más turística que la anterior. Hay puestos en los que comer, beber y comprar recuerdos. Hay bastantes coches, algunos autobuses y mucha gente. Y entre tanta gente están mis cinco ángeles de la guarda. Les pido que, como agradecimiento, me dejen invitarlas a tomar un algo, pero se ponen serias y declinan el ofrecimiento. Me dicen que no, que ha sido un placer, que ha sido divertido y que no pueden aceptar.
Pero aceptan, no me hacen el feo. Tomamos pizza beréber a base de pan muy fino y vegetales, regados de té moruno. Qué cosa tan rica.
Me regalan un llavero con un camello y se van con el té. Tampoco quiero insistir, no vaya a ser que se malinterprete y me meta en arenas movedizas, que esto es otra cultura y se nota. Eso sí, apuntan mi Instagram. Qué gracia me hizo esto.

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Prosigo mi camino y en el siguiente oasis ni paro. Estoy harto de palmeras.

Llego al hotel que he reservado. Me dicen que mi habitación es grande pero que si quiero una más grande, por el mismo precio, me la cambian.

Como huele raro pido verlas. Me ofrecen un apartamento precioso y, como hoy toca hacer colada, acepto encantado.

Me meto en el hamman. No hay nadie. Cojo un bote lleno de arena oscura, que seguro que es exfoliarte y me deja la piel divina de la muerte. Empieza a salir espuma. Es champú.

Mientras doy cuenta de una cena exquisita se acerca, y nos atrapa, una tormenta de arena bestial. Me encanta, porque estoy en el hotel.


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Y así fue como terminó uno de los mejores motodías de mi vida. Una pista legendaria, un cañón fronterizo, el desierto, un oasis, otro y otro, gente generosa que aparece por los ríos y una preciosa tormenta de arena que me pilla en una habitación de hotel gigante.


¡Como para tener problemas!

Grande maestro...¡¡

 

[1250GSAiK]

Que decir.....? el DIA con mayusculas, a la espera de lo que está por venir...

 

[McBauman]

Con esas cosas que escribís da gusto esto de volver a ponerse con las crónicas

 

[.Albert]

Con esas cosas que escribís da gusto esto de volver a ponerse con las crónicas

Venga!!! que tu tienes verborrea para estos menesteres

 

[Enkarterri]

Si es que un Sultan siempre es un Sultan y no hay arenas ni desiertos ni riachuelos enlodados que puedan contigo....
Un placer re-leerte Fernando. Saludos.

 

[McBauman]

1 de mayo
Nefta - Djerba
487 kms



UNA GALAXIA MUY, MUY CERCANA









Después de dar cuenta de un desayuno sin complicaciones pero bien rico, con vistas a un palmeral, arranco hacia Mos Espa, del planeta Tatooine, que está aquí al lado.

Llego por una carretera con muy poco tráfico, que intenta sobresalir bajo la arena.

Según voy llegando veo Mos Espa a la izquierda y unas dunas llenas de ruidosos moteros franceses, a la derecha.








Se trata de un pequeño poblado que se construyó expresamente para utilizarlo como decorado en la saga de La Guerra de las Galaxias. Cuando acabó el rodaje lo dejaron en pie, convirtiéndose en lugar de peregrinación para los fans de la saga, que son muchos, y en curiosidad para los que pasamos en moto por allí.

No hay mucha gente salvo otro montón de GSros franceses que van en tropel, acabando con la tranquilidad del lugar, con coche médico y fotógrafo, que va repitiendo la misma foto con cada uno de sus clientes.

En mi pretendida soledad debí dar pena a uno de ellos que se ofreció a inmortalizarme en unas instantáneas.




En fin, curioso el lugar y patética la imagen que damos los viajeros aventureros.

 

[McBauman]

Parto hacia la Granja de los Lars pero algo debo calcular mal y en vez de hacia allí fui hacia allá.
A mí me estaba pareciendo que la pista, con tramos de arena realmente complicados, era más complicada de lo que me había comentado Aracata, pero yo seguía y seguía. Como podía.

De repente, en medio de la nada, me topo con un castillo de los que si lo ve el Cid la lía. Y más aún si se da cuenta de que todo es un decorado.





Total, que decido dar la vuelta y buscar la granja por otro lado.

Vuelvo a estar muy cerca de la frontera argelina. Me para un poli muy amable, de aduanas, dice. Hablamos un rato de viajes y me pregunta que a dónde voy.
-A la granja, contesto.
-¿Mande?, dice él.
-Un decorado de Star Wars que hay por aquí cerca.
-Ah, eso está en aquella otra dirección (me manda a Mos Espa otra vez)
-Que no, que eso es otra cosa, que si Aracata dice que está aquí, está aquí.

Con cara de pocos amigos me deja seguir, bueno, tú sabrás, ya te darás la vuelta.
A lo lejos desde la carretera, intuyo el iglú allí en mitad de la nada. Pista y tira.
Bueno, hay que reconocer que George Lucas encontraba localizaciones curiosas.
Ésta es la típica Granja de humedad de Tatooine, propiedad de los Lars, que tiene una imagen muy bucólica con una puesta de sol de dos soles. Sí, bueno, os veis la peli.

Está reconstruida, más o menos en el mismo lugar, por los frikis de la saga de todo el mundo que donaron 10.000 dólares a tal efecto (cada uno no, entre todos).

No hay nadie. Ni siquiera en el tablero con souvenirs que hay junto al iglú.

 

[Marubiano]

Un placer leerte, las imágenes contado todo con esa gracia, es de lo mejor del día

 

[McBauman]

Vuelvo por donde había venido y paro en el control policial, ante su asombro. Les enseño las fotografías para que comprobaran que no soy un contrabandista, que era verdad lo de la granja.

Me preguntan que si he venido desde España para esto.

Hundido en la miseria, guardo mi móvil y sigo. Les iba a decir que para esto sólo no, pero visto así, no me parece justificación suficiente. Me hubieran respetado más si les hubiera explicado lo del contrabando.

El siguiente plato fuerte, que también ha salido en unas cuantas pelis, es cruzar el Chott el Djerid. Se trata del mayor lago salado del Sahara, que la mayoría del año está seco y según dé el sol es de un color u otro.

Su anchura es de casi 250 kms y hay dos carreteras que lo cruzan, más o menos de norte a sur. Esta vez yo cojo la que sale cerca de Tozeur, una línea recta de casi 45 kilómetros en los que la arena deja paso a la sal, para volver a ser arena después.

Hay dos o tres reclamos fotográficos con tienda de refrescos y souvenirs a pocos metros. Esto no esperaba yo que fuera así.





Como es lógico, me salgo de la carretera para trastear un rato por el salar, que no está muy blanco hoy. Hay que tener cuidado porque uno se anima y se puede hacer daño.
Cuando me caigo, me cuesta levantar la moto porque el terreno está muy blando y me hundo. No están las tunecinas de ayer. No hay nadie. Sudo como un jabalí, pero salgo.
En fin, que hay que ir, bueno, bien, curioso y un poco decepcionante a la vez.

 

[McBauman]

Desde Douz hasta Matmata hay 100 kilómetros bastante divertidos ya que se puede correr. Al menos eso iban haciendo tres franceses con sus bagger 1800. Y me animé un tramo. Primero en rectas, después en unas curvas muy simpaticonas. Hasta el momento el asfalto, cuando había, no daba para mucho, pero qué buen rato!

Paro en Tamezret porque hay un pequeño edificio que me ha llamado la atención. Una pista estrecha, un sendero, la trasera de varias casas y llego. Sale un muchacho a saludar. Vive en Francia pero ha venido de vacaciones. Me enseña el interior del edificio porque su abuelo es quien lo mantiene. Un lugar humilde, austero, bien cuidado en el que menos es más. Decido no hacer fotografías para no romper la magia del momento.

Y vuelvo a galaxias cercanas, en concreto al hotel Sidi Idriss, que además de ser una localización de Star Wars, es un hotel, allí durmió parte del elenco y allí puedes dormir tú con Skywalker o la princesa Leia a la puerta. El nombre, digo.

El lugar es digno de visita, un agujero central que sirve de plaza a las habitaciones, que están excavadas.
Es el punto más turístico hasta el momento, mucho guía, alguno pesado.
Veo pegatinas de GS Euskadi por allí. ¡La Galaxia es un pañuelo!.

 

[McBauman]

 

[McBauman]

Y me voy a la isla de Djerba, donde he encontrado un hotel curioso, al menos en fotografía.

Se puede acceder desde el este, a través de un puente, o en ferry desde el oeste. Llego casi de noche, me pongo a la cola, me dicen todos que las motos no hacen cola y embarqué, el último, gratis.

Al llegar me topé con la ermita de Obi-Wan Kenobi y, espero que no le pareciera mal, pero ya si eso, vengo otro día.

Y de este día tan galáctico, no tengo más que contar.

 

[Carolus]

De lo agreste del desierto y el gran lago salado a lo que queda de los sets de rodaje: el sur del país no deja indiferente al viajero que puede sumar atractivos rincones con algo de aventurilla. ¡Qué bueno!

.

 

[McBauman]

2 y 3 de mayo
Djerba
202 kilómetros


LA ISLA DE LOS LOTÓFAGOS











Voy muy bien de tiempo, ya me habían avisado de que Túnez es un país pequeño.

En otros viajes, si ves que te sobran días puedes ir ampliando hacia otros países o puedes adelantar la vuelta, pero el caso de Túnez es curioso: la vuelta la marca la fecha del ferry y las fronteras poco amistosas con Libia y Argelia te persuaden de andar curioseando.



Así que como me ha encantado el hotel de Djerba, decido quedarme tres noches y cambiar el ritmo.

Días de playas solitarias, paseos y charlas.
Tengo unos vecinos encantadores. Ella es argelina, él tunecino, viven en Francia y no saben inglés. Cada vez que me ven consultando el ordenador me acercan una copa de vino.

Las comidas las hago en un pueblo cercano. Presumen de servir el mejor pescado de la isla y la verdad es que, aunque no he probado todos los pescados de Djerba, está exquisito. Solamente preguntan si quiero carne o pescado. Pescado, claro. Y empiezan a traer platos. Que si ensalada, que si sopa, que si el pescado… y té. Como para no volver.

Visito la cantina de Han Solo (que está echa polvo), me acerco a un faro que está militarmente protegido, veo algunas ruinas romanas, una sirenita vestida y me relajo en un par de spas…
Me cuentan que estos días tiene lugar la peregrinación a la sinagoga de La Ghriba, que debe ser muy importante para los judíos, de ahí que haya tantos militares.

Y poco más, porque salvo mi rincón el resto de la isla es muy turística aunque no haya mucho turismo. Edificios por todas partes e infraestructuras típicas para los visitantes hacen que sea poco atractiva para quien viaje como yo.

 

[McBauman]

Dice Homero en La Odisea que Ulises encontró la paz y el descanso en la isla de los lotófagos, que es esta en la que estoy. Seguro que paró en el mismo hotel que yo.

El hotelito, familiar y detallista, está aislado a menos de un kilómetro de una playa a la que no va nadie salvo un grupo de quads que aparecen siempre a las 12, se hacen unas fotos y se van.


Dice Homero en La Odisea que Ulises encontró la paz y el descanso en la isla de los lotófagos, que es esta en la que estoy. Seguro que paró en el mismo hotel que yo.

El hotelito, familiar y detallista, está aislado a menos de un kilómetro de una playa a la que no va nadie salvo un grupo de quads que aparecen siempre a las 12, se hacen unas fotos y se van.
Dar Chick Yahia, por si tienes la suerte de pasar por allí.

El dueño es francés. Del hotel, digo, que la playa es pública.

Era policía en París, llegó a este hotel de vacaciones y en tres días decidió aceptar una oferta y comprarlo. Me asusto, porque yo también voy a estar tres días, a ver si me van a salir más caros de lo previsto.

La cosa es que volvió a París, puso orden a sus asuntos y cambió la policía por la calma del lugar. Se casó con una tunecina que le ayuda y hace bolsos de paja siguiendo una costumbre de la isla.


Pasamos buenos ratos charlando, el explica yo.


Al despedirnos nos dimos la mano. Tiene una mano pequeña.
No me lo esperaba.

 

[digaluste]

Chulísimo el viaje.

Por cierto, ese Darth Vader tiene cara de estar más mosqueao que un transformer en la ITV

Ver el archivo adjunto 399440

 

[el69]

Joé que susto he pillao Fernando, cuando te he visto en Túnez,...otra vez.
Conste que con las anécdotas te está saliendo hasta mas divertido

 

[.Albert]

Por "culpa" de relatos como éste empecé a viajar de verdad.... PARA YA LECHES!!!!

 

[McBauman]

4 de mayo
Djerba- Ksar Ghilane
358 kms



EL ATAJO DE LA ARENA









Abandono Djerba hacia Zarzis, por ver cómo es esta parte de la costa tunecina que me deja un tanto indiferente.

Me acerco al faro y al aparcar la moto sale un señor de un local que no supe entender quién era. Me saluda, le saludo. Que si hablo inglés, que sí. Que qué quiero, que qué quieres tú que has salido a verme.

No sé si me entendió pero nos echamos a reír y allí estuvimos medio hablando un rato. Salieron también unas chicas y les pidió que nos hicieran una foto, pero de salir ellas nada de nada.






Cuando enfilo hacia el interior, a muy pocos kilómetros, me encuentro con un salar que no esperaba. Que si Lago Rosa de Zarzis, que si Sebkhet el Melah. La cosa es que es el salar más blanco y duro que he visto en mi vida.

Por supuesto, allá voy con la moto.




Antes de adentrarme y sabiendo que cada vez que lo he hecho en este y otros viajes he terminado “apurado” y en varias ocasiones me han tenido que ayudar a salir, pienso en que aunque estoy junto a la carretera, no pasa ni un alma.

Pero es que está todo taaaaan blaaaaaanco….

La cosa es que cuando se presente el problema ya pensaré en el problema y tiro para adentro. Contra todo pronóstico el salar está muy duro y, salvo algún sustillo, se puede circular con bastante seguridad.

Fotos de rigor deseando que no se termine nunca ese rato.