Braulio Frenazo
Curveando
Mira, el rollo de ricos y pobres está muy gastado ya, y lo que es peor, muy mezclado con otros 5 o seis nuevos rollos de asignación de derechos, paguitas, casas y subvenciones, a un derecho nuevo cada seis meses.Tienes razón y añado:
Con todos mis respetos, quien tenga una empresa y no la sepa gestionar de forma que sea rentable cumpliendo con la legalidad y con cierta honestidad, que la cierre y se vaya a trabajar por cuenta ajena en las mismas condiciones que él ofrece a sus empleados.
Que se venga pa Murcia, aquí a la huerta, que yo me encargo de que; si está dispuesto a trabajar duro para prosperar, no le va a faltar trabajo ni dureza. Le va a faltar dinero para llegar a medio mes, pero ese es su problema. Que trabaje también los Sábados y los Domingos en B y se sacará un sobresueldo para poder comprar a sus hijos una mochila con la que llevar los libros al cole y puedan tener la oportunidad de, si consiguen una beca pagada por papá estado, formarse adecuadamente para no repetir el ciclo de pobreza y escasez una generación más.
El hijo del pobre no tiene las mismas oportunidades que el hijo del rico por mucho que se esfuerce, eso es una falacia.
La ley está para cumplirla....pero por todos, y los primeros que no la cumplen son los que saltan la valla, tiran excrementos a la GC y se quedan sin permiso.
Al empresario que no la cumpla, pues que le atize la ley, pero si no hacen más que endurecerla con nuevos derechos cada 6 meses para comprar votos, pues es de entender que la gente esté harta.
Ser empresario es muy difícil, y genera una riqueza que hay que valorar, por lo que para mí siempre estarán por delante de alguien que viene aquí sin permiso, quebrantando la ley desde el primer segundo en que pone el pie aquí.
Y el que se tiene que ir es el de fuera, no el de aquí.
Hay una cosa llamada seguridad jurídica que en España brilla por su ausencia, y no es mi misión dar trabajo y sanidad gratuita a todo el sistema solar, ni financiar a gobiernos que quieran dar eso a todo recién llegado.
No somos robots ni estamos fabricados en serie, por eso no somos todos iguales, ni falta que hace. El que quiere prosperar, prospera, pero no tiene sentido pedir igualdad de nada, ni siquiera de oportunidades, para 7. 500 millones de personas en las 4 esquinas del mundo.
A mi quien en lugar de a remar más que el vecino se dedica a llorar porque su padre no le pudo llevar a Harvard me parece que no merece prosperar, porque la vida es competir, y llorar, diga lo que diga Miguel Bosé, no es cosa de hombres.
Un saludo.
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