En mi vida he hecho muchas animaladas, de esas que nosotros llamamos "qué macho" y nuestras mujeres llaman de otra forma que le quita mucho mérito y sensatez :lipsrsealed:. Si de algunas no me siento especialmente orgullosa es de las que sentí que, pese a haber salido bien, no controlaba nada lo que pudiera pasar si se torcía la cosa.
Te puedo poner por ejemplo tirarme escaleras abajo (unos 6 peldaños) dentro de un carro de supermercado que no volcó ¿misterio misterioso? podría ser un misterio o simplemente que tienen el centro de gravedad bajísimo. No sé, pero si llega a volcar igual no le veía ni puñetera gracia al tema hoy. Tendría unos 20 años. Menos cabeza que huevos. Me pareció divertido y no sopesé muchas cosas que hoy, 28 años después, sí sopesaría. Opciones de corregir por el camino = CERO PATATERO.
Te puedo poner ejemplos de ese estilo muchos, pero por no salirnos del tema motero, digamos que ir a casi 300km/h. Eso de "por que no me lo cuenten" y allá que voy. Me dí cuenta de que ni subidón de adrenalina ni nada. A mí no me supuso ningún extra. Simplemente enroscar a tope con una 1000 y esperar a que subiera el contador lo máximo posible y no soltar hasta que llegara una curva. Opciones de salvar cualquier incidencia = CERO PATATERO. Eso es quizá la tontería más grande que he hecho en moto y puede que en mi vida. A esa velocidad da igual no chocar contra nada. Para cuando paras el asfalto se te ha comido media cadera. Y yo llevaba mono de cuero. Incluso intentar dar un trompo en moto y seguir sin parar me parece muchísimo más difícil -también lo he intentado, no lo voy a negar-, pero también las consecuencias hubieran sido bastante menores que las de caer yendo a casi 300.
Saltar desde una pared al vacío dando la vuelta en el aire para amortiguar la caída en unos arbustos. Podría haber habido una piedra dentro del arbusto. No la había. Mi otro compañero quiso emular a Rambo en Acorralado y saltó a un árbol. Se despellejó brazos y piernas con las ramas, pero llegó al suelo entero. Chorreando sangre, pero entero. Yo apenas algún arañazo. he hecho muchas que hoy recuerdo con cariño... porque tuve suerte. Hoy en día mido mucho más mis locuras. Hago alguna todavía, pero especialmente las que controlo. ¿Qué es controlar? desde luego lo de ir a 300 no me da ninguna confianza. No fue difícil, de hecho es muy fácil, pero las opciones de controlar algo se reducen a casi nada. No estoy en mi zona de confort y no me gusta esa sensación de ir vendido. Sin embargo dar una rotonda derrapando lo he hecho cientos de veces sin sustos. Entrar muy tumbado sobre un paso de peatones y notar que la moto desliza... es algo que repito casi cada vez que salgo de una rotonda con paso de peatones antes y después. Depende del tráfico. Si por las condiciones del tráfico puedo hacerlo, lo hago. Cuando la gente dice que le dan miedo las rotondas y pisar pasos de peatones, a mí me aflora una sonrisilla maliciosa. Es lo que me pone de andar por ciudad en moto. Uy, la vía pública! qué ha dicho!. Pues el día que se me vaya la moto, sabré perfectamente lo que va a hacer y lo que voy a hacer yo. Me lo tomo como entrenamiento... para no hostiarme. Otros lo ven de otra forma. Yo lo veo así.
Un ejemplo familiar, de niños. En mi vida existe la plataforma "Salvad a MiniPingu de su padre" formado por mi hermana, mis padres, mis tías y primas.... Por lo visto le enseño cosas peligrosas. Le enseño a derrapar en la bici, a bajar un terraplén, le enseño a saltar desde alto y caer bien sin lesionarse, a confiar en sí mismo, cómo correr más, peleamos, forcejeamos, trepamos, nos perseguimos... nos lo pasamos bomba juntos. Eso mi familia lo ve como "algún día acabaréis mal". Creo que están enfadados por no poder cantarme a coro el "te lo dije". Una de las voces que más suenan es la de una prima mía. Su hija mayor es más o menos de la edad del mío. Mientras MiniPingu saltaba a la piscina en bomba, su hija tenía que bajar por la escalerilla bajo la atenta mirada de sus papás y nadar con manguitos. MiniPingu nunca ha llevado manguitos en la piscina ni ruedines en la bici. Mientras mi hijo corría escaleras abajo, ella bajaba escalón a escalón. No corras, no saltes, no subas, no juegues a eso, cuidado con la escalera, cuidado con el agua, ponte manguitos... unas ñoñas en toda regla. Ahora con 6 años MiniPingu sigue sin lesiones y a las dos hijas de mi prima ya les han escayolado un brazo a cada una. No por correr, sino por no saber ni correr, ni caer. No les han dado opción a practicar y el día que se les escaparon 3 metros a sus papás, tortazo que te crió. Yo tengo claro que el peligro no está en hacerlo, sino en no saber hacerlo, y las pruebas han sido bastante contundentes.
Mi hijo juega fuerte, tiene destreza, conoce bastante bien sus límites, sus aptitudes y cuando algo no lo controla, puede mostrar un ilógico titubeo que no se le va aunque vea a gente que sí lo hace. Si quiere hacerlo, lo hará. Y ahí estaré yo para intentar que lo haga con el mínimo riesgo posible. Pero luego hace muchas cosas que no hacen niños de su edad e incluso más mayores. Si quiere escalar, yo le sujetaré los pies hasta que no haga falta y luego sujetaré la cuerda de seguridad si quiere escalar más alto. Si quiere dar saltos con la bici, le explicaré cómo hacerlo. Y si quiere hacer cosas que yo no sepa hacer, intentaré que lo haga con gente que le enseñe a hacerlo sin peligro. y si le gustan las motos, cuando llegue el momento le enseñaré a ir en moto de la forma más segura posible. De momento ya va siempre en bici con guantes y casco. Nunca sale sin guantes ni casco, ni en verano. Suda y todo lo que quieras, pero sabe que los pilotos lo llevan y él, por supuesto, también. Y le voy diciendo todas las cosas que sé que le pueden salvar de un susto, le enseño a mirar, a ponerse bien, cómo reacciona la bici con cada freno... y las reacciones de la bici han dejado de ser un peligro añadido a los peligros que puedan aparecer en el parque, en el descampado o cuando vamos al cole por la calle, cada uno con su bici. Sí, eso también me ha costado alguna charla de la plataforma "Salvad a MiniPingu de su padre", pero primero le llevaba en la sillita y ahora va todos los días con su bici al cole.